domingo, 24 de junio de 2012

La Virgen de los Venerables



La Virgen de los Venerables, de Bartolomé Esteban Murillo. Pintada para el Hospital de Venerables Sacerdotes de Sevilla, en 1679, tristemente expropiada y vendida durante el latrocinio del patrimonio eclesial perpetrado en la 1ª mitad del s. XIX, actualmente forma parte de la magnífica colección de Pintura Española del Museo de Bellas Artes de Budapest. Es una de las obras que se exponen en el El Prado, en la exposición sobre Murillo y D.Justino de Neve (Murillo y Justino de Neve, el arte de la amistad). Merece una visita. La exposición se podrá ver en Madrid, Sevilla y Londres.

(para ver en formato mayor que el ofrecido por blogspot, entrar en esta página y pulsar sobre la foto-recuadro de la pintura)

Murillo tuvo la gracia de pintar lo divino en lo humano y describir lo humano de lo divino. Sus escenas de la Vita Christi huelen a hogar, a pesebre, a casa, a carpintería, a cocina con puchero en la lumbre. Cuando pinta a la Virgen, lo reconcentra todo en una mirada que destila Evangelio, sencillez del Misterio, la posibilidad real de lo sobrenatural que ha ocurrido, que ha pasado, que está sucediendo entre nosotros. Es el pintor del habitavit in nobis.

Toca lo sagrado con la suavidad de un espectador amable que cree y adora lo que representa, que moja el pincel primero en el alma, luego en la paleta; primero empapa el pincel en fe, luego le pone color al credo. La belleza con que pinta el pulchrum de lo sagrado es verdadera, no se inventa figuraciones, sino que plasma en el lienzo la gracia materializada, siempre creíble aunque esté pintando lo inefable.

Sus ángeles chiquillos son como una consecuencia pictórica del "...si no sois como niños no entrareis en el Reino de los Cielos", captando el sentido de la sentencia del Señor y aplicándola a los seres celestes, vueltos niños inocentes, que sonríen con los ojos y con la boca alientan el aire de la Gloria, descubren la ternura del Cielo, suspenden el giro del tiempo en un compás de eternidad amable, transparente, abocetando querubes con retazos de arreboles.

El cuadro de la Virgen de los Venerables es una obra del Murillo más celebrado, un artista en el periodo cumbre de su vida artística. Lo pinta en una Sevilla en plena decadencia social, todavía traumatizada por las consecuencias de la terrible peste de 1649, que aniquiló a un tercio de la población total de la ciudad. Se vivían tiempos díficiles, la penuria de recursos hizo que muchos clérigos se vieran necesitados. Para socorrerlos, el acaudalado sacerdote Don Justino de Neve, canónigo de la Santa Iglesia Catedral Hispalense, fundó con parte de su patrimonio personal el llamado Hospital de Venerables Sacerdotes, una institución que sería famosa en Sevilla.

La pintura representa una escena mitad piadosa, mitad alegórica, con la Virgen y el Niño como centro. La Madre del Señor está figurada con sencillo atuendo, túnica jacinto, velo ocre transparente y manto azul, pero con una apostura regia, sentada sobre un trono de nubes; un círculo de querubines (siete identificables y otras figuras que se adivinan entre el celaje de nubes) nimba la cabeza de la Señora, con la luz dorada de la gloria esclareciéndose a medida que se acerca al rostro sereno y bello de la Madonna; sobre el Niño, la aureola de luz es un intenso y estrecho resplandor sobre su pelo, como una media corona de sol eclipsado por la cabeza del Hijo de Dios. Está delante del regazo de la Virgen; la Madre recoge y concentra su mirada sobre la figura de Jesús, a quien sostiene con un paño en torno a su cuerpo, sin tocar directamente la carne del Verbo, como el sacerdote toma con el humeral la Custodia.

El Niño, pone su mano izquierda sobre los panes de una canastilla o panera de mimbres que le ofrece un Arcángel; con la mano derecha da el pan (una pieza de pan tierno, casi todo miga blanca y suave por dentro, llamado 'boba', fácil de comer para los viejos) a un sacerdote anciano. Junto a él, en el ángulo inferior derecho del cuadro, otras dos figuras sacerdotales miran al Niño de Dios y su Madre; las tres figuras representan a las tres clases de sacerdotes que eran atendidos en el Hospital de Venerables: Ancianos (la primera figura, con ropón de paño y un breviario en la mano), enfermos (la cabeza del centro, con el rostro ojeroso y doliente) y transeuntes (la cabeza del extremo, con esclavina y un báculo de peregrino). Son fres perfiles, con más o menos escorzo, quizá inspirados en modelos del natural.

Una brisa abomba y revuela el manto de la Virgen. El Arcángel (una alusión al Ángel Ministerial?) mira benevolente y compasivo a los sacerdotes. La mirada de la Virgen parece abarcar al Niño y a los tres venerables ministros; Jesús mira, dulce y misericordioso, al sacerdote anciano, que le sonríe.

La escena parece una Epifanía, una adoración de los Magos a la inversa, en la que es el Niño quien regala y hace ofrenda a las tres figuras sacerdotales, entregándoles su pan, en una alegoría que se refiere juntamente al Sacramento de la Eucaristía y al del Orden Sacerdotal, centrado todo en el motivo principal que inspira el cuadro, la beneficencia de la Casa Hospital de Venerables Sacerdotes.

Según algunos, el cuadro estaba en el refectorio de la casa; otros dicen que estuvo colocado en la pared del descansillo central de la escalera. Como dije arriba, el cuadro salió de Sevilla cuando el canallesco expolio de bienes eclesiásticos causado por la desamortización de Mendizábal, en 1835-36 y sucesivos años. Vendido a coleccionistas extranjeros (la pintura de Murillo se cotizaba altísima por aquellos años), terminó formando parte de la colección de pintura española del Museo de Bellas Artes de Budapest.

Después de la exposición del Prado, vendra el próximo otoño - D. m.- a Sevilla, y se expondrá en su casa original, el Hospital de Venerables Sacerdotes, de donde nunca debió salir.

Entonces, seguro que la Virgen de los Venerables será regalada con muchas Avemarías, porque no es un cuadro para ver sino para rezar.

Mater sacerdotum et pauperum, ora pro nobis!



+T.

miércoles, 20 de junio de 2012

Indiscreta curiosidad



Es que me pregunto si lo del obispo ese, el del baño marítimo con prójima, no tuvo capítulos previos, nadie notó nada, nadie vio algo. Porque esas cosas se ven. Y es penoso que al final se vean en fotos, dando la vuelta al mundo con escándalo. Y es triste que alguien las haya puesto en circulación. Y es traumático, incluso para quienes estamos curados de espanto; al final también nos escuece. Nos duele porque creemos en todo eso que se pisotea. No nos tenemos por mejores, estamos también en el conjunto de los débiles, los tentados, los caídos, los pecadores. Sabemos que decimos con sinceridad, en cada Misa, el mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa, que no son palabras de ceremonia, que son verdaderas y sentidas. Lo sabemos. Y por eso nos duele más lo que pasa.

Después, las explicaciones del obispo son patéticas, como un estrambote de vergüenza, una propina denigrante. Estas escenas, con alegato resultan peor, provocan la vergüenza ajena. No son de recibo.

El look poco sacerdotal del obispo denota una soltura, una ambientación muy aggiornata. Vestir, hablar, alternar y aparecer 'como uno más', ese traicionero postulado del 'encarnacionismo clerical', finalmente desespiritualiza al sacerdote y deja al hombre en carne viva mortal, con todas sus crudas tendencias y pasiones. Y llegados a este punto, ¿quién resiste? Sin diques de contención, sin muralla de defensa, sin bunker donde guarecerse y resistir.

La Escritura, en los Salmos y Profetas, dice 'alcazar', 'roca', 'baluarte', 'peña', 'refugio'. La tonsura, la sotana, servían de todo esto. Y el obispo, siendo más su dignidad y grado sacerdotal, implementaba sus defensas con solideo, anillo y pectoral, complementos armamentísticos contra mundo, demonio y carne. Pero el desmontaje post-conciliar fue ridiculizando primero y suprimiendo despues todo eso, más en los curas simples que en los obispos, que han conservado bastante el atalaje jerárquico, no por virtud, sino por señal visible de autoridad. Por eso, cuando dejan de ponerse solideo y sotana filetata, mal síntoma. Un obispo vestido con clergyman (que al fin es atuendo minimalista), avisa de que es más gestor que pastor. Un obispo en ropa común (o quasi) va declarando una auto-desacralización implícita de consecuencias temibles.

Siendo presidente de las Cáritas de Hispanoamérica (¿por qué se empeñan en asociar caridad con secularización, un 'detalle' tantas veces repetido en sacerdotes u obispos trasmutados en agentes sociales?), habrá alternado mucho con el Emmº Cardenal Maradiaga. Me pregunto si no sabría nada su Eminencia, si no habrá sospechado o conocido algo. Me pregunto si le habrá sorprendido. Y más cosas me pregunto sobre el Cardenal y este subordinado suyo.

Desde luego, urgen medidas canónicas y pastorales. No me imagino al mitrado al frente de una diócesis.

Son de temer las posibles reacciones del afectado, estando tan fresco, vivo y coleando, el caso del presi del Paraguay, el ex-Ilmº y ex-Revmo ex-Monseñor Fernando Armindo Lugo Méndez, una tentadora alternativa para casos como este. A ver si no se complica el asunto.

Cierro el articulete con otra indiscreta curiosidad: ¿Nadie ha reaccionado contra esto? Porque me parece uno de los artículos más sucios de todos los que llevan publicados esta temporada el tándem Vidal-Bastante.

Ayer noche estuvo unas cuántas horas en portada, como noticia titular de Religión Digital. Esta mañana descendió entre los recuadros de mitad de la página, y esta noche ya aparece al final de la web, sin foto.

Lo que no se dice y se deja entender por lo que se semi-dice es sumamente denigrante-infamante. Bastante y Vidal acostumbran a clavar - día sí, dia no - estos rejonazos, dirigidos implacablemente contra Rouco y Martínez Camino. Pero esta vez se han pasado.

Con articuletes como este, Vidal y Bastante se autodefinen, enseñan sus calidades, de qué van y en qué estercoleros se mueven. Me rio yo del vatileaks en manos de 'profesionales' como este par.

Me pregunto también si son conscientes del daño (y daño personal) que pueden estar causando. Y también me pregunto si su maledicencia está patrocinada o es nada más, solamente, inquina de autor.

¡Vamos apañados, entre el indeseable fanfarrón y el indecente monstruo bicéfalo!

Y se prueba con muestrario abundante que todos ellos están la mar de satisfechos con lo que publican, el uno y los otros dos.

+T.

lunes, 18 de junio de 2012

Grotescos y pamplinas de verano



Y digo 'pamplinas' en sentido objetivo (cosas) y subjetivo (gente). Y me refiero a los saraos de la pseudo-cultura de verano, que son (también) invento socialista para subvención discreta de su clientela, pasándoles esta pensión de verano, plus de vacaciones o paga extra estival, todo bajo la manta y pretexto de ese, decía, dúctil invento, la 'universidad de verano'.

Invento de la piara, dije, pero a la postre comedero de todos los bandos, estamentos y clases. Hasta los cardenales pican, unos más decentemente que otros, reconozcámoslo. Pero Cañizares & Bono, es una pareja indecente. Y esto es una multi-indecencia:

Fray Amigo contratado por Tamayo y alternando con Castillo, Masiá, Raguer, Mayor Zaragoza y J.Bastante. Un reparto muy completo, muy bien sintonizado, agrupado según afinidades, desde la púrpura al fucsia sin salir de la gama cromática del rojo/red, podría decirse.

Aquí la lista completa de guest-stars

Aquí el programa de la cosa

Algunos dirán babiecadas, otros hilarán con herejía fina, otros mecharán la cháchara con exabruptos, otros propondrán insubordinaciones, alguno repartirá en la puerta del áula trípticos con instrucciones para fabricar cócteles molotovs versión fumata bianca/nera. Por supuesto, no faltará la mitopoiética conciliar y hasta puede que se conjure en mesa redonda la ectoplasmación del espíritu vaticanosegundero. Etc.

Fray Amigo, especialista en desencantar a conspicuos y seducir a simples, lucirá su discurso en florido castellano adornado con estudiada gesticulación, diciendo nada como si estuviera diciendo todo. A estas alturas, debería cuidar sus entradas y salidas y mirar con quién alterna. Parece como si jugara a ser un Martini celtibérico, gustando de estos extremos confusos, bailando al borde del plato. No debiera. Por dignidad. Por lealtad. Por prudencia. Por muchas razones que, supongo, le importan un pito. Pero no debiera. En su descrédito va (que va siendo mucho).

A Mayor Zaragoza lo tengo conceptuado como el mascarón de la hiper-hipocresía pseudo-cristianóide filo-logiante. Una vez desaparecido el católico oficial que fue Ruiz Jimenez, esta formidable pieza se merece un puesto de honor en el estrado de los intra-arruinadores de la cristiandad (salvando la consideración debida a Don Peces Barba).

Del resto de la cuadrilla, de su perfil, habrán advertido Uds. que hasta aquí llega el mal olor que desprenden, ese tufo apestante de contra-catolicismo des-cristianizado que les caracteriza. Que muchos de ellos coincidan en la blogosfera de Religión Digital es un simple dato, pero digno de tenerse en cuenta, muy definitivo.

Aprestándose a ser sus valedores incondicionales, no sé si son conscientes del baldón que le echan encima al Vati-2º, hoy más cuestionado que ayer pero menos que mañana (por sus crisis los conocereis (aunque Piacenza se empeñe)).

Como los sociatas del sur manejan los dineros del per y los eres y toda la actividad económica político institucional, también sus agentes pseudo-culturales mantienen sus clientelas, conexiones, listas de afines y demás. Son quienes son. Como en la tentación en el desierto, como decía Satanás, ellos podrían decir, parafraseando, 'todo esto es mío y se lo doy a quien yo quiero' / 'todo esto es mío y yo invito a quien yo quiero' / 'todo esto es mío y aquí viene quien yo quiero'.

Se me olvidaba. Los objetivos del curso son:

- Analizar la significación histórica de tan relevante evento.

- Exponer las líneas fundamentales de la Reforma que puso en marcha y la nueva imagen de la Iglesia.

- Ofrecer la nueva ubicación de la Iglesia en la sociedad y su solidaridad con “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustia de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo los pobres”.

- Analizar los avances y retrocesos que ha tenido lugar durante los cincuenta años transcurridos desde su celebración en los diferentes campos

- Proponer las líneas de futuro del cristianismo en respuesta a los a los desafíos más importantes del cristianismo.

Y los destinatarios dicen que son "...cuantas personas y colectivos estén interesados por la significación sociocultural de las religiones en los nuevos climas culturales, la dimensión liberadora del cristianismo en tiempos de crisis y la construcción de una sociedad más justa y solidaria." Sic.

La inscripción cuesta 129 desperdiciados euros.

Los que vayan tendrán que purgar a fuego lento dantesco esa suma. Estoy convencido.

Lo que tengan que purgar los ilustres invitados conferenciantes, lo dejo a la calibración de Uds. mismos. No se queden cortos.

El Señor nos libre!

+T.

domingo, 17 de junio de 2012

Sembrar



Por el Evangelio de la Misa (San Marcos 4, 26-34. Dom. XIª Temp. Ord. lecc. B) he recordado los versos de Madre Cristina de Arteaga; hace un par de años los puse en un articulete sobre ella. Este poema:

Sembrad!

Sin saber quién recoge, sembrad,
serenos, sin prisas,
las buenas palabras, acciones, sonrisas;
sin saber quien recoge,
dejad que se lleven la siembra las brisas.


Con un gesto que ahuyente el temor,
abarcad la tierra,
en ella se encierra
la gran esperanza para el sembrador.
Abarcad la tierra!

No os importe no ver germinar
el don de alegría. Sin melancolía,

dejad al capricho del viento volar,
la siembra de un día.

Las espigas dobles romperán después;
yo abriré la mano
para echar mi grano,
como una armoniosa promesa de mies
en el surco humano.

Brindará la tierra su fruto en agraz,
otros segadores cortarán las flores,
pero habré cumplido mi deber de paz,
mi misión de amores.

Estos versos los escribió Sor Cristina para encabezar la biografía de un sacerdote español que contribuyó a la restauración de la Orden Jerónima, entre los años 1920-30. Murió joven. La poesía de Sor Cristina intuye el sentido de una misión acabada, cumplida, que no fue la de recoger frutos, sino la de sembrar la semilla.

Desde esta perspectiva, el Evangelio de la siembra, de la semilla, tiene una lectura diferente, con otro valor. El mismo acto de la siembra es válido, tan importante en cuanto es el principio y fundamento del crecimiento, la floración y la fructificación, siguiendo esa alegoría vegetal-agricola de la parábola del Señor.

En el Evangelio de San Juan, en otro contexto, la alegoría de la Vid y los Sarmientos (Jn 15, 1ss.) explica más, y sentencia definitivamente: "...porque sin Mí no podeis hacer nada" Jn 15,5. Pero conste que primero hubo siembra. San Pablo también expone esos conceptos, con su lección sobrenatural, resaltando el orden de la gracia:

"...Yo planté, Apolo regó; mas fue Dios quien dio el crecimiento. De modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que hace crecer. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; si bien cada cual recibirá el salario según su propio trabajo, ya que somos colaboradores de Dios y vosotros, campo de Dios, edificación de Dios."           IªCor 3, 6-9

Esta semana pasada, una feligresa se preocupaba por su nieto, un niño de 5-6 años, en el que había notado cierta actitud displicente: - "Rezar es una cosa de abuelas", dijo el pequeño. Sin duda es una idea inculcada en el chiquillo por alguien enemigo de la oración, con más o menos malevolencia. Le aconsejé a la abuela del peque que le explicara que la oración es cosa de todos, de todas las edades, y para ayudarle en su 'siembra' le dí unos libros infantiles de oraciones, para que le enseñara a su nieto cómo había oraciones para niños, y las mismas oraciones que él ya sabía venían en libros infantiles, editados para que los niños las leyeran y aprendieran. Me contó después mi beata amiga que el niño se quedó pensativo cuando le explicó todo esto y vió y leyó él mismo las oraciones en aquellos libritos.

La 'semilla de mostaza' que pone el Señor como ejemplo en la parábola, muchas veces la entiendo como la siembra del Evangelio en los niños, ya sea la enseñanza religiosa en la familia, o la catequesis, o la formación cristiana en los colegios: Una semilla diminuta que contiene toda la virtualidad para crecer y hacerse un árbol frondoso. Y refiero también esta simiente de la mostaza que se hace árbol a la vocación sagrada, sacerdotal o religiosa. Muchas comenzaron así, como un granito de mostaza cristiana en el alma de un niño.

Hace un momento, en el facebook de un amigo, monje argentino, he leído un verso que me ha gustado:

Porque después de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.

Pero al punto la he completado con la oración de San Alberto Magno, que se me ha venido, apropiadamente, a la cabeza:

Doce me, Dómine,
radices árboris mei,
Coelo et non terra infígere,
ut non in foliis verborum,
sed in fructibus bonorum óperum
fidélis agnoscar


Enséñame, Señor, a plantar las raíces de mi árbol no en la tierra, sino en el Cielo; para que sea reconocido fiel no en las hojas de las palabras, sino en los frutos de las buenas obras.

Amen.

+T.

viernes, 15 de junio de 2012

Un Corazón traspasado



Hace ya muchos años que predico, cuando predico del Corazón de Jesús, el versículo 19 del Miserere en sentido cristológico: "...sacrificium Deo spiritus contribulatus cor contritum et humiliatum Deus non spernet" Sal 50,19

No lo he leído en ningún autor, supongo que fue ocurrencia mía al rezar ese salmo, aunque quizá otros también hayan hecho una reflexión parecida, o incluso la misma. Sé que lo interpreto alegóricamente, no en sentido propio y literal, pero el sensus plenior es, entiendo ese: El corazon contrito y humillado, más que el de David, es el del mismo Cristo, el Corazón traspasado, roto por la lanza y ofrecido en sacrificio de redención en el altar de la Cruz.

Insertos/pronunciados en un contexto sacrificial, el significado de esos versículos no puede restringirse a expresar la contricción limitada y el sacrificio imperfecto de David penitente, sino que tienen que ser profecia de un Sacrificio mayor y perfecto que sea definitivamente propiciatorio, y este no puede ser el corazón contribulado de David pecador, sino el corazón traspasado de Cristo, Sacerdote y Rey

Hasta tal punto me ha calado esta reflexión que muchas veces, sin darme cuenta, cuando rezo o cito el Miserere, ese versículo lo digo así: "...un corazón traspasado y humillado Tú no lo desprecias", pensando en el Corazón del Señor y refiriéndolo a Él.

Ese es el culto sacrificial del Nuevo Testamento: En el Altar, el sacerdote ofrece como Hostia/Víctima el Sacrificio que Dios no desprecia y siempre acepta, el Corazón traspasado de su Hijo, Jesucristo, propiciación/satisfacción por nuestros pecados.

El Evangelio de la Misa del Corazón de Jesús es el fragmento de Jn 19, 31-37 que narra la escena de la lanzada:

In illo témpore: Iudaei - quóniam Parascéve erat, - ut non remanérent in cruce córpora sábbato - erat enim magnus dies ille sábbati, - rogavérunt Pilátum, ut frangeréntur eórum crura, et tolleréntur. Venérunt ergo mílites: et primi quidem fregérunt crura et alteríus, qui crucifíxus est cum eo. Ad Iesum autem cum veníssent, ut vidérunt eum iam mórtuum, non fregérunt eius crura, sed unus mílitum láncea latus eius apéruit, et contínuo exívit sanguis et aqua. Et qui vidit, testimónium perhíbuit: et verum est testimónium eius. Et ille scit quia vera dicit, ut et vos credátis. Facta sunt enim hæc ut Scriptúra implerétur: Os non comminuétis ex eo. Et íterum alia Scriptúra dicit: Vidébunt in quem transfixérunt.

Pero la celebración del Corazón de Jesús es la sublimación de este momento: La crueldad del sacrificio tremendo del Viernes Santo se transfigura en la luz de amor divino que irradia el Corazón traspasado del Cristo Redentor, atrayendo a los hombres, llamándolos a la gracia, a la reconciliación, a la santidad: Venite ad Me omnes! Mt 11, 28, 30

El Apocalipsis pone un colofón a esta secuencia de la Escritura con un versículo emocionado y terrible:
"...Ecce venit cum nubibus et videbit eum omnis oculus et qui eumpupugerunt et plangent se super eum omnes tribus terrae etiam amen..." Ap 1,7 Mirad que viene sobre nubes, y todo ojo le verá, también quienes le traspasaron, y por Él llorarán todas las tribus de la tierra.

El versículo podría entenderse referido, restrictivamente, a aquellos que intervinieron, históricamente, en la Pasión del Señor; pero la oración de la Misa del Corazón de Jesús no distingue expresamente, sino que nombra al Corazón de Jesús 'herido por nuestros pecados', los de todos:

Orémus.
Deus, qui nobis in Corde Fílii tui, nostris vulneráto peccátis, infinítos dilectiónis thesáuros misericórditer largíri dignáris: concéde, quaesumus; ut, illi devótum pietátis nostræ præstántes obséquium, dignæ quoque satisfactiónis exhibeámus offícium.
Per eundem Dominum nostrum Iesum Christum filium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum.
R. Amen.



El año pasado puse el romancillo al Corazón de Jesús que compuso Lope de Vega en sus Soliloquios, tan apropiado para estimular la piedad en este dia sagrado:

Hoy, para rondar la puerta
de vuestro santo costado,
Señor, un alma ha llegado
de amores de un muerto, muerta.

Asomad el corazón,
Cristo, a esa dulce ventana,
oiréis de mi voz humana
una divina canción.

Cuando de Egipto salí
y el mar del mundo pasé,
dulces versos os canté,
mil alabanzas os di.

Mas ahora que en vos veo
la tierra de promisión,
deciros una canción
que os enamore, deseo.

Muerto estáis, por eso os pido
el corazón descubierto:
para perdonar, despierto;
para castigar, dormido.

Sí decís que está velando,
cuando vos estáis durmiendo,
¿quién duda que estáis oyendo
a quien os canta llorando?

Y aunque él duerma, Señor,
el amor vive despierto:
que no es el amor el muerto;
vos sois el muerto de amor.

Que si la lanza, mi Dios,
el corazón pudo herir,
no pudo el amor morir,
que es tan vida como vos.

Corazón, de mi esperanza
la puerta tenéis estrecha:
que a otros pintan con flecha
y a vos os pintan con lanza.

Mas porque la lanza os cuadre
un enamorado dijo
que a no haber puerta en el Hijo
¿por dónde se entrará al Padre?

Anduve de puerta en puerta
cuando a Vos no me atreví,
pero en ninguna pedí
que la hallara tan abierta.

Pues como abierto os he visto
a Dios quise a entrar por Vos
que nadie se atreve a Dios
sin poner delante a Cristo.

Y aun ese lleno de heridas
porque sienta el Padre Eterno
que os cuestan, Cordero tierno,
tanta sangre nuestras vidas.

Vuestra Madre fue mi estrella,
que, siendo huerto cerrado,
a vuestro abierto costado
todos llegamos por ella.

Ya con ansias del amor
que ese costado me muestra,
para ser estampa vuestra,
quiero abrazaros, Señor.

La cabeza imaginé
defendieran las espinas,
y hallé mil flores divinas
con que el desmayo pasé.

Porque ya son mis amores
tan puros y ardientes rayos
que me han de matar desmayos,
si no me cubrís de flores.

Cuando a mi puerta salí
a veros, Esposo mío,
coronada de rocío
toda la cabeza os vi.

Mas hoy, que a la vuestra llego,
con tanta sangre salís,
que parece que decís:
- Socórreme, que me anego.

Ya voy a vuestros abrazos
puesto que descalza estoy;
bañada en lágrimas voy,
desclavad, Jesús, los brazos.



Cor Iesu, flagrans amore nostri: Inflamma cor nostrum amore tui


Iesu mitis et humili Corde, fac cor nostrum secundum Cor Tuum


Cor Iesu Sacratissimum, miserere nobis


Ex Voto

+T.

miércoles, 13 de junio de 2012

San Antonio Bendito



Cuando me bautizaron, me pusieron Antonio de segundo nombre, que en mi familia los Antonios y las Antonias son tradición, más allá de los tatarabuelos, con tataratíos, primos en multi-grado y descendencia multiplicada. Pues ocurre que una parte de la familia se olvida de mi primer nombre y no olvidan felicitarme por San Antonio, cosas de las casas y anécdotas de parentela.

Desde luego, tengo que reconocer que todos los Antonios y Antonias de la familia han sido y son buenos, simpáticos y generosos, en persona y en bienes, dejando buen recuerdo y confirmando los lazos familiares. Si me pongo a examinar, concluyo, con sinceridad, que el peor de la lista soy yo, será porque llevo el nombre del Santo no entero y exclusivo, sino compartido. Por eso debe ser.

Conque me siento obligado a dejar señal de devoción al Santo, tan milagroso. Que no sé si es mucho pedirle que en la familia no se nos acaben los Antonios y las Antonias, las Maria Antonías y los Antoñitos, que estamos un poco mermados, y pregunto inquieto si en la próxima generación subsistirá el nombre de San Antonio Bendito entre los nuestros.

¡Que el Santo nos lo alcance de Su Divina Majestad!

Para la encomendación, ahí van el responsorio en latín, el milagro de los pajaritos y el responsorio cantado en romance español:

Si quaeris miracula,
Mors, error calamitas,
Daemon, lepra fugiunt,
Aegri surgunt sani.

Ant. Cedunt mare, vincula:
Membra resque, perditas
Petunt et accipiunt
Iuvenes et cani.

Pereunt pericula,
Cessat et necessitas:
Narrent hi, qui sentiunt,
Dicant Paduani.

Ant. Cedunt mare, vincula:
Membra resque, perditas
Petunt et accipiunt
Iuvenes et cani.

Gloria Patri et Filio
et Spiritui Sancto.

Ant. Cedunt mare, vincula:
Membra resque, perditas
Petunt et accipiunt
Iuvenes et cani.

Gloria Patri et Filio
et Spiritui Sancto.

Ant. Cedunt mare, vincula:
Membra resque, perditas
Petunt et accipiunt
Iuvenes et cani.

V. Ora pro nobis, beate Antoni,
R. Ut digni efficiamur promissionibus Christi.

Oremus. Ecclesiam tuam, Deus, beati Antonii Confessoris tui commemoratio votiva laetificet, ut spiritualibus semper muniatur auxiliis et gaudiis perfrui mereatur aeternis. Per Christum Dominum nostrum. R. Amen







Ex Voto



+T.

Circos, fantasmas, cachiporrras, patéticos y mínimos actores



Por dos o tres sitios, me he encontrado esta mañana el anuncio de un sarao que me ha revuelto la atrabilis: Zapatero y el cardenal Cañizares debatirán públicamente. Muy compadres ambos, en un acto circense concertado y patrocinado por la Universidad Católica (?) de Ávila, en el marco lúdico-intelectual de las actividades previstas para los cursos de verano, esos festivales estivales.

Van a hablar de bla-bla-bla-bla-bla, que lo que importa (¡me importa!) no es lo que hablen, que hablarán pamplinas, sino quienes van a hablar: El arruinador socialista de España y el actual Cardenal Prefecto de Culto y Sacramentos.

En cierto sentido, existe una simétrica congruencia entre los contertulios: Ni España se ha hundido nunca más que con Zp, ni la Congregación romana ha perdido más altura que en estos tiempos en que la preside esta eminentísima insignificancia. Si se trataba de emparejar dos calcetines nones, han logrado formar una pareja muy apropiada en magnitud, valor y prestancia.

La lectura social (si la sociedad lee, supuesto bastante ilusorio) del evento pagado por la Univ. Cat. de Av. debe ser, forzosamente, deletérea: Con el director de La Razón como moderador (La Razón se luce, especialmente, desde sus moderaciones), el Zp y el Cañi debatirán en el cuadrilátero ideas, razones, la lógica circa España, la Iglesia et vitam venturi saeculi, con la profundidad, excelencia discursiva y amena exposición que son prendas personales de uno y otro antagonista, célebres por todo ello en los dos Polos, los Trópicos y el Ecuador. Será la contienda ideológica del siglo, un mojón más allá del hito marcado por el debate entre Lord Bertrand Russell y Frederic C. Copleston S.I. Hemos esperado más de medio siglo para ello, pero lo de Ávila será digno de verse, oirse y luego grabarse. En piedra berroqueña.

Salvo en un tabladillo de títeres de cachiporra, no es decente ver escenas de este tipo: ¿Un Cardenal tête-à-tête con el fantoche ideólogo de la descristianización postmoderna? ¿El uno y el otro en un cordial, educado y académico debate ante un auditorio afín a uno y a otro y al acto?

Porque si nauseabunda es la tertulia y vomitivos los tertulianos, los asistentes deben apestar desde lejos, plus ultra de las murallas abulenses, infectando de peste a toda Castilla la Vieja. ¿Qué persona decente se sentiría atraído por semejante porno-escena? ¿Quién se expondría a tamaña inmoralidad?



Recuerdo insufribles fotos de Cañizares a carcajada limpia con Bono, esa pieza. Y otras secuencias gráficas con escenas por el estilo. Conque la afinidad no es casual, sino que las empatías son antiguas, crónicas, bien definidas.

Digo yo que si al Rey lo han puesto en la picota por lo de los elefantes, nuestro mini-eminentísimo ¿dónde debería ser expuesto?

- ¡En la esquina del Pasquino!
- N'el Babbuino!!!

¡Qué mala juntura, qué mala compañía, qué mala gente!

Otra cosa no se puede decir. Y si se dice, malo, mala señal.

¡Con la que está cayendo, Dios mío!

Y nuestra Santa Madre expuesta en circo y tingladillo de comedia por quien debería derramar su sangre por ella.

- ¿Sangre, dice usted, Don Terzio? ¡Tinto es lo que va a correr después del debate! Tinto y buen cordero de Ávila, que eso de debatir en público abre mucho el apetito.

- Pues yo pienso, Don Terzio rancio, que lo de Ávila será un encuentro según la propuesta del atrio de la gentilidad, un capítulo del neo-diálogo con la modernidad discrepante, un foro de la alteridad abierta al universo poli-semiótico multi-significante, la alteridad de mundos no convergentes en orbitación enriquecedora inter-conexionable.

Sí, yes, ouí. Ya sabemos que siempre hay un Ravasi bien dispuesto y sensible a la multidisciplinariedad y la emulsión.

Agítese bien antes de usarlo.


+T.