sábado, 22 de junio de 2013

Episcopones

 
Que a los obispos les afecta la pasión de la ambición, es obvio. No suele ser el interés espiritual lo que les mueve, sino el prurito personal, más bien (no digo siempre). Así desde los más remotos tiempos, siendo excepción los obispos animados al episcopado inflamados en el celo pastoral por las almas. De los de hoy, los actuales, yo no conozco a ninguno de este perfil, estilo Carlos Borromeo o Francisco de Sales.

Siempre me ha chocado el obispo 'hombre de mundo', los de este tipo me decepcionan escandalosamente. Pero son los que imponen su estilo desde el post-concilio. Por ejemplo, por ilustrar, me repatea la fotito de Dolan a carcajada limpia con Obama, en una cena de vips. O la comparecencia de Rouco en el Foro Europa (desayuno incluído). ¿Qué pinta un cardenal Arzobispo de Madrid en un sarao repleto de politicones, masones, empresarios, plumas, peperos y sociatas? ¿Qué les va a contar que les importe o que ellos ya no sepan? ¿Estaba, quizá, nuevangelizando a los presentes?

Aun así, la fascinación por un atril y una sala con gente de la élite del momento es algo irresistible para un mitrado, siempre lo ha sido. El noble cardenal Schönborn podría disertar sobre sus ancestros episcopales, cortesanos y ministros áulicos, señores del Sacro Imperio. Si miramos al siglo XI-XII, el conflicto de las investiduras episcopales-feudales es un remoto ejemplo de un caso como el que critico en la actualidad: Obispos alternando con el poder del momento, disfrutando del ser y estar en las cumbres sociales, codeándose con quienes importan porque son importantes y dan importancia.

De lo que dijera Rouco, cada cual extracta lo que le importa o le interesa, en el tono que le dicta su simpatía (no diré conciencia, porque en esos medios y ámbitos ya se sabe que no existe). Aquí, por ejemplo, en la página del Fórum Europa, publican tres notas-articuletes, distintos:

Rouco pide que no haya que apuntarse cada curso a clase de religión

Rouco recuerda a los políticos que la corrupción es pecado

El presidente de la Conferencia Episcopal Española califica de 'normales y fluídas' las relaciones con Rajoy y su gobierno

Y así cada cual. En la página contra-católica de Religión Digital, se regodeaban por la próxima vacante del Arzobispado madrileño, dando por sentado que estamos en las postrimerías del rouquismo.

Al foro con desayuno acudieron los prelados madrileños que por edad, oficio u afición, compromiso ineludible o comparecencia forzosa podían, debían y tenían que estar: El Cardenal Carlos Amigo, el Arzobispo Castrense Juan del Rio, y los obispos Martínez Camino y Fidel Herráez. Todos con caras circunspectas, de desayuno.

Y todos ellos (Rouco también) en look 'obispo de mundo': chaqueta, pantalón, camisa clergyman o pecherín con alzacuellos y pectoral pudorosamente (vergonzantemente?) disimulado en el bolsillo interior de la chaqueta; el anillo no se lo quitan, es un detalle, un signo de poder que no desentona nunca, raramente se desprenden de él.

La casualidad hizo que casi a la misma hora el Papa Francisco estuviera echando un discurso a los miembros del cuerpo diplomático de la Santa Sede, nuncios y demás representantes, en el Vaticano (leer aquí). Entre otras cosas, les ha dicho:


- el Señor es ese bien prometido, "que nunca debe parecernos algo por descontado". Los bienes del mundo terminan por no contentarnos nunca pero "el Señor es el bien que no desilusiona"

- les ha advertido sobre el peligro de la "mundanidad espiritual" explicado que es "ceder al espíritu del mundo, que conduce a actuar por la propia realización y no por la gloria de Dios". Sobre este aspecto ha matizado que "ceder al espíritu mundano expone sobre todo a nosotros Pastores al ridículo

- ha insistido sobre la idea de que son Pastores y no deben olvidarlo nunca, "sois presencia de Cristo",

- les ha recordado que los candidatos deben ser "pastores cercanos a la gente, padres y hermanos, que sean amables, pacientes y misericordiosos; amen la pobreza, interior como libertad para el Señor y también exterior como sencillez y austeridad de vida, que no tengan una psicología de 'príncipes'. Estad atentos que no sean ambiciosos, que no busquen el episcopado y que sean esposos de una Iglesia, sin estar en constante búsqueda de otra." Así mismo, ha recordado el santo padre ha insistido que deben ser personas capaces de "velar" por las ovejas que les sean confiadas.

El Papa Francisco parece tener una aguda perspicacia para lanzar dardos y acertar en la diana. Decir que no sean ambiciosos ni promuevan a ambiciosos al episcopado es poner el dedo en una purulenta llaga. También es una fina estocada la advertencia sobre la 'psicología de príncipe', un síndrome tan arraigado que parece que se pega con la mitra o se incuba al calor del solideo.

Conocí a un humilde franciscano que se ostentaba dos veces al año en trono con sillón, repostero y dosel, condescendiente, dando a besar su anillada mano, como un príncipe. Y le gustaba. Y tenía gente a su alrededor que se lo estimulaban, cortesanos (que aquí decimos 'agradaores'). Todavía anda por ahí, con aires de príncipe (destronado).

También conocí a otro prelado que en su primera visita a una parroquia, cuando el cura salía a saludarle, lo primero que le dijo fue -"La próxima vez ten preparado un aparcamiento para tu arzobispo".

Ellos son así. Aunque el mundo ya no se corresponda con sus ínfulas.

No sé en cuánto, cómo y en qué les afectará lo dicho por el Papa. Témome que a los que ya están les resbale como ungüento por las barbas de Aarón. También me temo que se pueda interpretar lo dicho por PP Franciscus en sentido cutre-minimalista y entiendan que sencillez es des-clericalizarse o humildad tirar al cubo de la basura tiaras, mitras, mucetas, roquetes y ornamentos preciosos. Si me explico.

Es verdad que el ciclo de Rouco periclita. No es verdad que lo que venga después será mejor. Porque lo que hay es lo que hay. Se volverá a repetir lo del Cónclave, que con los conclavistas que había elegió al Papa que podían (y querían). Con obispos y arzobispos - mutatis mutandis - pasa lo mismo.

Aun así me ilusiona pensar que los que vengan puedan ser no-ambiciosos, no-principescos, con reconocible espíritu sacerdotal y sacerdotal disposición pastoral.

No es pedir mucho, sinceramente. Pues no es pedir peras al olmo, sino sacerdocio a los sacerdotes.

Ni más, ni menos.


+T.

10 comentarios:

Alberto dijo...

Supongo que el episcopado argentino, obra del finado
Card. Bergoglio es un claro ejemplo de las palabras de F.
Paso, muchas gracias.

Eustaquio dijo...

El Emmº Cardenal Rouco también ha declarado que hay que "reformar" la vigente ley del aborto (no derogarla, ni prohibir el aborto provocado, faltaría más, nada de provocar indebidamente al mundo político dominante), situándose en la línea del partido político actualmente en el gobierno español. Esto, como todo el mundo sabe, significa que en vez de haber más 100.000 asesinatos de niños no nacidos amparándose en la nueva ley, habría esos mismos asesinatos amparándose en otra ley. Me abstengo de calificar esto: el autor de este blog califica con más gracia que yo.

Miles Dei dijo...

Los sudamericanos se asustan cuando ven toda la pompa y el protocolo que rodea en España una visita al propio obispo. El mero hecho de usar la palabra "pedir audiencia" no lo entienden. Es como si aquí se siguiera viviendo en tiempos feudales. Ellos guardan una relación más sencilla con sus obispos. Quizás por ahí hay que entender la necesidad de una reforma profunda de esa mentalidad de "noble", que tiene el obispo hispano. Y eso, como es obvio, no significa dejar el esplendor litúrgico. Entiendo bien a Don Terzio, pero como he dicho, no hay cantera. Por lo menos no la hay de modo efectivo a los ojos de un nuncio.

Anónimo dijo...

Rouco debería escuchar a esta señora
http://youtu.be/NWx-od9_MY4
Chinda Brandolino,

médica legista de la Prov. de Buenos Aires, especialista en clínica médica, fundadora de programas relacionados a la práctia médica, luchadora pro la vida, se refieren a la cultura de la muerte planificado por los poderes mundiales contra los mas débiles, los niños por nacer. Sobre la demografía dice; el poder descansa sobre tres patas, las armas, el dinero y la población que es la forma de consolidad el Nuevo Orden Mundial.

Anónimo dijo...

No se crea Miles, por estos lares también hay que pedir audiencia y a veces no la dan.

Pirronuccio dijo...

Todos los nuncios habrán entendido ese discurso del Papa como un gesto para la galería, no como una instrucción para ellos. Y no porque sean cínicos o desleales (que muchos lo serán). Es que ni siquiera los mejor intencionados y más deseosos de servir a la Iglesia y a las almas (que alguno puede haber) se van a creer que Francisco dice esas cosas porque quiere que las cumplan.

MIGUEL25 dijo...

El Papa Francisco parece tener una aguda perspicacia para lanzar dardos y acertar en la diana. Decir que no sean ambiciosos ni promuevan a ambiciosos al episcopado es poner el dedo en una purulenta llaga. También es una fina estocada la advertencia sobre la 'psicología de príncipe', un síndrome tan arraigado que parece que se pega con la mitra o se incuba al calor del solideo.

El apóstol de los gentiles decía más o menos lo mismo:

1 Timoteo 3:
3 Palabra fiel es ésta: Si alguno aspira al cargo de obispo, buena obra desea hacer. Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar, no dado a la bebida, no pendenciero, sino amable, no contencioso, no avaricioso. Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad (pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?); no un recién convertido, no sea que se envanezca y caiga en la condenación en que cayó el diablo. Debe gozar también de una buena reputación entre los de afuera de la iglesia, para que no caiga en descrédito y en el lazo del diablo.


Nota: (actualmente el celibato para el obispo es obligatorio, tanto en la Iglesia católica como en las iglesias ortodoxas orientales).

Anónimo dijo...

Páter:

Con su debida indulgencia: debo admitir que su "humilde franciscano" tiene planta de príncipe. Recuerdo habérmelo topado en la 5th Ave. de NYC, cerca de St. Patrick's (en abril de 1991) y quizás porque iba acompañado por unos sacerdotes de rasgos hispanos, más bien bajitos, destacaba todavía más.

Saludos,
Fortu

Quis vult episcopari? dijo...

El nuncio Calabresi invitó a comer a aquel sacerdote para anunciarle que iba a ser nombrado obispo. No lo mencionó durante la comida, pero con el café mandó servir una tarta y champagne. Sabía bien que era un candidatus nolens.

Biútiful Pípol dijo...

Mejor aún que la del desayuno es esta foto de Rouco y su corte de plutócratas. «Estos son mis poderes» es el título que le ha puesto un bloguero guasón de la grey iraburrita (se la va a cargar).

Por cierto que Botín, el primo de Zumosol n.º 1 de Rouco, no para de servir a la Iglesia. Le han llamado también al Vaticano para que enseñe deontología y buenas prácticas financieras a los chicos del IOR. Fray Ejemplo, el mejor predicador.