domingo, 13 de noviembre de 2011

La 'Destiarización


Hoy el calendario pío, el Santoral, quiero decir, celebra a una patrulla de 1ª división: Dos sevillanos, San Leandro y San Diego de Alcalá; un polaco, San Estanislao de Kostka s.j. (novicio); una italo-yanqui, Francisca Javiera Cabrini; y un Papa excelente en tiempos difíciles, San Nicolás I. Además del complemento de los otros Santos del día etc.

Pero hoy, 13 de Noviembre, es también la fecha de una infausta efemérides: El dia en que Pablo VI depuso ceremonialmente la tiara papal, en medio de las sesiones del Concilio Vaticano II, el 13 de Noviembre de 1964, durante la celebración de una liturgia ecuménica católico-ortodoxa.

En la fotografia creo distinguir ministros menores de rito armenio (puede que me equivoque). Lo que destaca, sin embargo, en la fotografía es el gesto de compungido dolor del venerable Cardenal Ottaviani y la contención del amargo rictus que parece aflorar en el semblante del también venerable Monseñor Dante (entonces Maestro de Ceremonias, más tarde también Cardenal).

Pablo VI, en contraste, parece humildemente complacido; o gustosamente incordiante, consciente, en todo caso, del alcance del acto que protagonizaba. Un acto simbólico que afecta a algo que es sólo simbólico. Pero un símbolo definitorio de un concepto del Pontificado Romano que parece preterirse en aras de otros nuevos, nuevas conceptuaciones que renuncian a simbologías que se juzgan no sólo obsoletas sino incluso impropias, inadecuadas al nuevo perfil, la nueva imagen del Papado que se define - que se estaba definiendo - en las sesiones del Vaticano II.

Monseñor Giovanni Battista Montini, cuando era Monseñor Sustituto en la Secretaría de Estado, durante los años de Pio XII, no pareció incomodarse con el ceremonial pontificio. En las ceremonias celebradas por Su Santidad el Papa Pio XII, todos los símbolos papales, todos los ornamentos propios, estaban en constante y ordinario uso. Eran corrientes los flabelli, la sedia, el manto y la tiara. Ni se entendían como 'problemáticos' ni se les juzgaba impropios, al contrario: La magnificencia de las ceremonias papales en el Vaticano parecían adecuarse a esa solemnidad material de los objetos, como el aire exterior de la Plaza de San Pedro sintonizaba con el cupulone del Miguelángel, y la fachada del Maderno con los dos brazos del Colonnato del Bernini, con las dos fontanas y el obelisco egipcio del circo de Nerón. Objetos tan dispares en historia y forma quedaban armónicamente integrados en el conjunto de la Piazza di San Pietro, única en la Urbe y el Orbe.

Coronación Pablo VI:



Lo mismo, en el interior con arquitectura de Bramante, de Rafael, de Michelángelo y Maderno, la decoración de Bernini revestía de luz y gloria barrocas las naves imponentes de la Basilica del Príncipe de los Apóstoles. En ese rutilante y monumental continente, la sedia gestatoria, los flabelli, el cortejo pontificio acompañando al Papa entronizado, revestido con el manto y coronado con la tiara, todo aquel tropel ceremonial estaba en sintonía formal y espiritual con su marco, celebrando siempre la humildad del Niño en el Pesebre, el dolor de Cristo en el Calvario, y la gloria del Señor Resucitado y Exaltado. Se representaba la gloria de la Salvación de la que es depositaria la Iglesia, cuya cabeza visible es el Papa, que se coronaba con la triple corona de la tiara, porque su potestad era la mayor y la más alta que existía en la Tierra, siendo Vicario de Cristo, con una dignidad superior a cualquier otra. La tiara sobre la cabeza del Sucesor de Pedro era casi un resumen del Credo, una condensación ritual de la Fe y la Esperanza de la Iglesia que aparecía como la Esposa enjoyada, electa y colmada de la Caridad de Cristo, su celestial Esposo y Señor.

Cuando Pablo VI deponía la tiara, depuso también todo esto. Una deposición que era una preterición, un abandono despreciativo. Que se pretendía humilde, pero que alentaba la arrogancia (soberbia?) del que se sobre-estima por encima de símbolos, de historia, de legados, de tradiciones.

Deposición de la Tiara, 13 de Noviembre de 1964:


Depués se quiso sustituir el símbolo depuesto con otros objetos alternativos, mitras que igualaban con el colegio episcopal y no destacaban como la tiara, que era singular y sólo portable por uno. Como parecía signo insuficiente, se quiso significar lo singular petrino con el palio, pertendiendo que la anchura de la banda o el color de las cruces rojas destacaran sobre los demás palios arzobispales de los metropolitanos, insignificante detalle de experta lectura, casi invisible.

La 'destiarización', al presente, parece lamentablemente definitiva, habiendo desaparecido el trirregno papal hasta del timbre del stemma pontificio, sustituído ahora por una insólita mitra con tres bandas doradas, una sombra del solemne, antiguo y emblemático tocado papal.

Uno piensa que es que no hay, no se siente, no se busca la identidad con el Papado de aquellos Papas que fueron coronados con las tres coronas y las portaron reverentemente (y humildemente) porque se identificaban con la potestad que la tiara representaba y que el Servus Servorum Dei, sin contradicción, dignamente ostentaba.

Uno no quiere pensar que la deposición de la tiara y su no recuperación pueda tener otro significado, y que con el símbolo también se depusiera la dignidad simbolizada.

Hay cosas que mejor sólo recordar, quizás llorar, pero no pensar.


+T.

24 comentarios:

Miles Dei dijo...

Enigmático Montini. Se deshace de la tiara y de los ornamentos de Pio XII (al menos la tiara no va rulando de subasta en subasta) y sin embargo no ve ningún reparo en llevar un "efod" como ornato de su estola.

Reconoce la acción del demonio y a su vez hace exactamente lo que el demonio esperaría: o sea, nada. Deja destruir la Iglesia doctrinalmente y por otro lado publica la Humanae Vitae, a la que tampoco defiende con su gobierno cuando la ponen en solfa.

Se comenta que fue bajo su pontificado cuando la homosexualidad se hizo rampante en el Vaticano y lo que hace es despedir a todos los miembros de Palacio que podían saber vida y milagros del mismo en lugar de echar luz en los rincones...

Enigmático Montini. Muy enigmático. Y uno de los más grandes responsables de la debacle de la Iglesia.

Anónimo dijo...

Siento, en cierto modo, contradecirle.

En visitas apostólicas a católicos de Rito Bizantino Su Santidad Benedicto XVI ha empleado la tiara. Entiendo que no es fotomontaje y que se basa en el aprecio de esta parte de la Iglesia que tiene mayor reverencia a la Liturgia y hacia estos signos externos, que comprenden que llevan a algo más trascendente, tal y como bellamente describes en el texto.

El problema es que de este "privilegio" nos priva a los católicos de Rito Latino, entiendo que por el "qué dirán"... de precisamente aquellos que más hacen por socavar su autoridad y contradecir el Magisterio.

Tan absurdo como el hecho de decir un "no, gracias" a la silla gestatotia para emplear una plataforma móvil...

Con el fracaso postconciliar algún día alguien se dará cuenta que estos complejos son absurdos... y que a los que intentan complacer son a los enemigos de la Iglesia, aunque se hagan llamar católicos.

Miles Dei dijo...

En visitas apostólicas a católicos de Rito Bizantino Su Santidad Benedicto XVI ha empleado la tiara.

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Me gustaría tener pruebas, porque creo que no.

Parsifal dijo...

La actuaciones de Pablo VI siempre tienen un carácter enigmático a la par que "esquizofrénico", ya que por un lado quita tiara, por otro se carga el latín, por otro se carga el ofertorio de la Misa, por otro la octava de Pentecostés a través de firmar múltiples documentos y después en otras ocasiones se lamenta de la desaparición de estas cosas.

Jordi Morrós Ribera dijo...

Yo he encontrado una imagen de Benedicto XVI con tiara, pero claro es un burdo montaje con Photoshop.

Ahí va como curiosidad:

http://www.sanctepater.com/2010/09/pope-benedict-evening-prayer-at.html

Tente dijo...

Yo pienso que es una mala señal la desimbolización que conlleve cierta carga ideológica, como sospecho en el caso de la pérdida de la tiara, que después de todo es sólo un ornamento ceremonial, sin ningún significado extraño, excepto el que se le quiera dar por motivos ajenos a la tiara en sí misma. Es el Papado como institución el que se presenta a sí mismo inmerso en cierta "crisis" cuando decide prescindir de un símbolo característico desde hace siglos. Los que interpretan el Vaticano II como un "concilio rupturista" encuentran apoyo para sus tesis en este y otros detalles, que no son anecdóticos, sino muy significativos.

Tente

Antonius dijo...

Páter, perdón por salirme del tema, pero le ruego me responda a lo siguiente.

Hace ya unos cuantas entradas un lector le preguntó qué hacer cuando al recibir la comunión el sacerdote se retira por cualquier razón (se le acaban las Sagradas Formas, por ejemplo) y deja solo al 'extra' o 'figuranta' de turno para administrar la Sagrada Forma. Usted respondió que lo que se debe hacer es recibir a Cristo, que mas humillado que El no podemos estar nosotros, y que después de Misa le fuéramos a reclamar al cura.

Me temo que andamos de transición por aquí y este cura parece que tiene mal cálculo y ya me ha tocado dos veces que a punto ha estado de sucederme el caso. Para ir con las de la ley al cura, ¿que debo de reclamarle exáctamente? Quiero decir, que norma o artículo legal exactamente es el que está incumpliendo. Es para estar preparado, que me las veo venir.

Por cierto, pido oraciones por mi parroquia, este cura es kiko, de familia kika, y en el Evangelio de hoy ya se le van notando las intenciones: que si los catecúmenos, que si el camino, que si el itinerario... me he quedado con las piernas temblando, el Señor me ayude, pero voy a ver a que otra parroquia me puedo acercar, y no es que haya mucha diferencia, por desgracia. Y perdón por el chisme.

Alberto dijo...

La Iglesia "oficialmente" no es la misma desde el CVII y Paulo VI.
La mirada que las generaciones presentes damos a su pontificado será la misma que las futuras hagan del de Juan Pablo II... SS Paulo VI con toda su autoridad demolió la Iglesia en su Liturgia y Autoridad, abrió en nombre del concilio tantas ventanas que era inevitable que el humo de satanás inundara el templo de Dios, son demasiadas cosas, todas demasiado dolorosas, demasiado para un comentario pero la imagen suya entregando la Tiara habla más que mil palabras... su "reforma", elaborada por un prelado que si no era masón después de ese invento le habrán ofrecido el grado 33 en montones de logias... Que bueno que su proceso de beatificación no avance aunque después de la beatificación de JPII.... también lo harán turbo beato.

Antonius dijo...

Sobre el enigmático y contradictorio comportamiento de P6: creo que es un argumento mas a favor del escándalo sobre el doble de P6, una vez que éste quiso echar marcha atrás al experimentar la conversión por la que vio la realidad del CV2. Se dice que a partir de entonces le secuestraron, le drogaron y le pusieron un doble. Esto lo he leído en muchos sitios por lo que parece ser un secreto a voces, e incluso hay estudios fotográficos comparativos (como con sor Lucía de Fátima, que casualidad) que ciertamente son bastante contundentes. También se menciona en cierto e interesante relato: "Advertencias desde el mas allá". Ruego que si todo esto está total, completa y absolutamente desautorizado con la correspondiente explicación y demostración, que me lo hagan saber.

Pioquinto dijo...

Paulo VI siempre tomó la resistencia de msr. Lefebvre como una afrenta personal. Y Lefebvre siempre se dirigió a él como "soberano pontífice", ante lo cual los progresaurios se rasgan las vestiduras. Desde el principio se trató de nulificar al retirado arzobispo, de diversos modos. Sólo, pobre, sin amigos casi, porque casi todos se "aggiornaron", se echó a cuestas la fundación de un seminario tradicional prácticamente del aire. Hoy hay 6 seminarios y uno en planes. Y gente de todo el mundo quiere ingresar. Se tiene que hacer una selección rigurosa de candidatos, para producir fuerzas especiales para la lucha que crece por momentos. Saludos, dom Terzio.

Hermenegildo dijo...

Curiosamente, Pío XII, por su carácter austero, impuso la sobriedad en la Corte Romana. Por ejemplo, mandó recortar la longitud de las capas cardenalicias. Sin embargo, Juan XXIII, más barroco, recuperó todo el boato de la Corte Romana y restituyó la longitud de las capas, así como rescató el uso del camauro. El Papa Roncalli, tan querido por los "progres", restauró todo el esplendor del ceremonial de los papas.

Miles Dei dijo...

Entre los actos más discutibles de las reformas de PAblo VI está el del cambio de la forma de la consagración-ordenación episcopal. Otro argumento más para sedevacantistas y que realmente uno ha de preguntarse si hacía tanta falta.

Anónimo dijo...

Pues lo de dar luz verde a la cremación de cadáveres no es moco de pavo. Sé al menos de dos catedrales -y temo haya muchísimas más- donde venden espacios para colocar la urna con las cenizas.
Aparte el daño social porque en caso de necesaria investigación sobre las causas de una muerte un cadáver aportar -aun tiempo después muchísimos datos- y unas cenizas nada.
PEDRO HISPANO

AMDG dijo...

En efecto, la humildad de una persona que socava la categoría del cargo que ejerce entre los aplausos de los enemigos de la institución, o al menos desafectos, es cuestionable.

Esperemos que no acabe en almonedas, y a lo peor usada en rituales incalificables.

Terzio dijo...

He puesto en el texto este enlace aun articulte que escribí hace poco sobre lo mismo, cuando subastaron un pectoral y un anillo de los que también se desprendió Pablo VI.

Antonius, si tuviera tu mail te escribiría sobre lo que pides. En resumen, contra el cura no puedes nada, precisamente porque la Iglesia autoriza que los seglares puedan administrar la Comunión; es cierto que la concesión se da bajo ciertas condiciones, pero la realidad es que en la práctica se usa ampliamente. Yo te aconsejaría que fueras a comulgar de lo primeros, con el sacerdote, evitando quedarte de los últimos. Con eso te adelantas a la eventualidad y, además, tienes más tiempo para rezar y hacer la acción de gracias post-communio.

'

Anónimo dijo...

Alberto menciona la autoridad con que P VI demolió la liturgia y recordé que en la nota de unidad el gobierno de la Iglesia es para defender el culto y la Fe, no para atacarlos y destruirlos... ¿me pregunto si lo que hizo P VI fué un abuso de autoridad?

Anónimo dijo...

Probibir de hecho la Liturgia tradicional de la Iglesia latina parece claro que fue un abuso de autoridad, que con todos los debidos respetos debería haber sido rechazado. Es sabido que cuando San Pio V impuso el Misal romano dejó en pie todos los ritos con más de 200 años de antiguedad: bracarense, mozárabe, milanés, etc...
Lo triste es que en España, y en algunos sitios más, se tomó el asunto como si la Liturgia fuese algo meramente disciplinar -como si Pablo VI hubiera cambiado el color de los alzacuellos- y todos los conservadores vieron en la aceptación de la medida una ocasión de mostrar su obediencia. Una obediencia sin discernimiento alguno y desligada de la Fe que precisamente en la Liturgia-Culto divino tiene su más poderoso medio de expresión. Y así nos va.
PEDRO HISPANO

Tulkas dijo...

Lo que hizo Pablo VI es un cambio de rito y ciertamente un abuso de autoridad.

Esa es una de las tesis de Klaus Gamber.

Pero la consecuencia es terrible: un abuso de autoridad se despoja de la legitimidad de la autoridad. Nadie, ni clérigo ni seglar, estaría obligado a adherir ni cumplir la reforma litúrgica de Pablo VI. Es más: estaría en la tesitura de recharzarla en caso de ser consciente de la naturaleza del abuso.

Josefina dijo...

Cuando comulgar: "Con eso te adelantas a la eventualidad y, además, tienes más tiempo para rezar y hacer la acción de gracias post-communio." dice usted, Don Terzio. Pero si por desgracia no he podido ir a una Misa como Dios manda, el tiempo para la acción de gracias es imposible, porque con los cantos interminables, es imposible concentrarse para rezar. Y lo que han descubierto ahora en una parroquia: leen los "avisos parroquiales" (y mangazos) durante la post-comunión. ¿Rezar? No hay caso. Hay que quedarse después de Misa, y apurarse antes de que comience la que sigue. En fin...

Anónimo dijo...

Respecto de los dos últimos comentarios,tengo que decir que no tengo la suficiente formación para dirimir si la reforma de Pablo VI fue moralmente aceptable o abusiva, como si fuera algo más que trastocar normas disciplinares. Tampoco puedo pronunciarme sobre las consecuencias y hasta qué punto es lícito "resistirse" a esa reforma.
Como católico de a pie me sobresaltan dos puntos:
¿Hay herejías en los textos del nuevo rito? Eso me ha parecido cuando oí en la misa del último domingo un prefacio que decía "que en el domingo sin ocaso.. Cristo peresentará al Padre la HUMANIDAD ENTERA.." a mí me parece que esto está en contradicción con el dogma de la salvación y contra la misma letra de los Evangelios. ¿Es la Salvación Universal que se sugiere y que también va implícita en textos del magisterio y (CVII y Encíclicas de JPII)?
Sobre la validez de la fórmula consecratoria ¿Es verdad que la supresión del pro multis y la del Misterium fidei altera la forma sacramental (el primero) y sugiere la falta de intención de realizar la presencia sacramental?Por lo menos deja dudas sobre el sacramento de la Eucaristía. ¿Puede aceptarse un sacramento dudoso o por lo menos dudoso para muchos estudiosos? Estaría exonerado de culpa alguien que según su conciencia dejara de asistir a las misas actusles? Supongo de dirán que no pero ¿podrían razonarlo los comentaristas de este foro a quienes aprecio por sus conocimientos muy superiores a los míos (lo digo sin ironía alguna y con toda veracidad).
Gracias por si alguien me puede ayudar.
Perplejo

Anónimo dijo...

Querido páter, muchísimas gracias por la respuesta, de veras me ha ayudado mucho.

Respecto a mi correo electrónico... le envío este comentario con mi dirección personal, la que utilizo con mis mas íntimos, ahí me tiene a su disposición.

En alguna ocasión le escribí al correo que muestra aquí en su bitácora pero como no tuve respuesta pensé que no utiliza esa dirección.

La dirección de correo que he estado utilizando hasta hace poco la he dado de baja, ya no existe. Eso es porque ha finalizado para mí la misión que estaba desempeñando y para la cual utilizaba esa dirección de correo.

No les digo mas a todos que atiendan especialmente los evangelios que se están leyendo últimamente; los consejos, enseñanzas y advertencias de Jesucristo nuestro amado Señor; las escrituras apocalípticas; que observen muy atenta e inquisitivamente las cosas que suceden en el mundo en estas últimas décadas y estos últimos años y que las intenten encajar dentro de la historia general y la historia de la Iglesia, desde los tiempos de Jesucristo pero especialmente en los dos últimos siglos; que estén atentos a las señales de los tiempos; y sobre todo que recen intensamente y tengan preparadas las almas y los corazones porque todos y cada uno de nosotros estamos por recibir directamente el regalo de la Divina Misericordia y porque nuestro Señor Jesucristo está por venir, cual ladrón en la noche, y el que no pase por la puerta de Su Divina Misericordia tendrá que pasar por la puerta de Su Divina Justicia; recuerden y mediten esto. Y recen todos los días el Santo Rosario, y recen todos los días la Coronilla de la Divina Misericordia, a ser posible a la hora de la Divina Misericordia, y pidan por la conversión de todo el mundo, especialmente de los mas pecadores y los que combaten contra Jesús. Pidan también por su propia conversión y por la conversión de sus seres amados y sus enemigos.

In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amen.

En Cristo y Su Santísima Madre.

Rafael dijo...

Jose fina dice:

"Hay que quedarse después de Misa, y apurarse antes de que comience la que sigue"

y si no sigue ninguna después, es peor. Doy fe de que en más de una iglesia he intentado quedarme un poco de tiempo después de terminar la misa y a los 5-10 minutos empiezan a apagar las luces o viene el cura a decirte amablemente que van a cerrar.

Anónimo dijo...

Adversus Haereses dijo:

Completamente de acuerdo con Pedro Hispano y Tulkas: nadie nunca osó modificar el rito (según atestigua Gamber), no hay autoridad "papal" para ello. No por nada la jugada de Ratzinger-Tauber con el "Summorum" y el documento posterior ha estado encaminada a declarar como "modo ordinario" el engendro de Bugnini & Co. , relegando oficialmente a un segundo puesto a la Misa de siempre, cosa que no sucedía antes del "Summorum"...

Y no por nada están insistiendo ahora en que se reconozca la "legitimidad" del Novus Ordo, casi como una profesión de fe... Tienen cola de paja, saben perfectamente que muchos fieles y algunos pastores (ojalá fueran muchos más) han caído en la cuenta de la barbaridad que se ha hecho y del abuso horrendo con el tema de la "obediencia", e intentan conservar el statu quo como sea...

Y, de paso, creo que también habría que poner sobre el tapete esa fórmula elaborada por Ratzinger-Tauber llamada "Profesión de Fe": en las actuales condiciones, en que desde el CVII se apela al lenguaje sinuoso y se contradice abiertamente la enseñanza de siempre en algunos puntos, me parece una trampa perfecta la exigencia de adherir con "religioso obsequio" al magisterio auténtico. Justamente se valen de este último para ir introduciendo modificaciones. Si me obligaran a jurar semejante cosa, jamás lo haría y los mandaría a pasear. O agregaría en ese párrafo la condición "en tanto coincida con el magisterio de siempre".

"Y si aquellos días no fueran acortados, nadie se salvaría; mas por razón de los elegidos, serán acortados esos días..." (Mt 24,22)
"...y ninguno de los malvados entenderá, mas los sabios entenderán." (Dn 12,10)

Que podamos estar entre los que entenderán...

Anónimo dijo...

Miles Dei, no creo que sea "fotochop"... pero podría. No localizo la web, creo que era un regalo y en visita a los melquitas.