domingo, 12 de junio de 2011

Pentecostés


Lengua, fuego, llama, viento,
beso de su boca aliento:
Habla, prende, quema, mueve
mi alma que en pecado muere
si no estás, si no envías, si no vienes.

¡Quién pudiera sin parar
subir en tu aire, volando!
¡Quién pudiera revivir
y recrearse sin fin
ardiendo en tu fuego santo!

Toda la vida en un rapto,
el corazón en volanda,
el alma el Cielo deseando,
y los sentidos en Tí
clavados, fijos, plantados.

¡Dulce Espíritu de Amor!
Dulce esposo, dulce canto
dulce huésped, dulce ardor
que mudas el amargor
venenoso del pecado
en deleitoso sabor
de celestial destilado.

Mira cómo te imploramos,
oye cuánto suplicamos
tu gracia, tu don, tu auxilio,
tu venia, tu ardor, tu luz,
tu salud y beneficio.

Con rocío de marismas
y vuelo de Paloma Blanca
bendice lo que tu hiciste,
Alma de todas las almas.

Inquieta mi alma espera
tu siembra que germen meta,
gracia y virtud apacible,
Señor de Vida dador,
bien de fuerza irresistible.


+T.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Precisamente Pentecostés es la celebración litúrgica más devaluada en el calendario litúrgico. Yo me atrevería a decir más ofendida. A nadie se le ocurriría hacer una parodia de la Navidad o de la muerte de Nuestro Señor en Viernes Santo, y sin embargo nuestras parroquias se llenan de celebraciones pseudo-católicas juveniles entusiastas que nada tienen que ver con el Espíritu Santo.
Mr. Terzio le envié un vínculo hace unos días y no sé si lo ha tenido en cuenta. Para mí es un suplicio contemplar esta autodemolición de la Iglesia. Contemplar con dolor impotente esta excrecencia pseudo carismática que nos invade.

Anónimo dijo...

Lo más destacable al día de hoy es esta Kenosis del Espíritu que padecemos y que se nota sobre todo en la total ausencia de Belleza en el culto. El feísmo desde las corrientes del mundo moderno se ha instaurado en la Iglesia.

Échele, Pater, un vistazo a un profundo artículo de Sandro Magister:

http://rorate-caeli.blogspot.com/2011/06/how-could-present-day-church-have.html

o éste:

http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1348149?eng=y

Realmente sólo la Belleza podrá salvarnos.

Anónimo dijo...

Estoy muy de acuerdo, el Espíritu santo recibido en el Santo Bautismo es nuestro compañero y guía, no podemos estar gritando y haciendo payasadas para invocarlo, es nuestro confidente está muy cerca como para gritarle y hacer el ridículo.
Basta de pseudocelebraciones protestantizadas de quinta. Al Espíritu santo hay que invocarlo en silencio, esta muy cerca de nosotros.
Una verdadera calamidad la demolición de la antigua octava de pentecostes y las Vísperas solemnes. hasta cuando despertaremos de esta pesadilla. P. Mateo