Entre otras razones porque hará yo no sé cuánto tiempo que un Cardenal Prefecto de Culto y Sacramentos no celebraba la Misa en Letrán, la Misa Romana, la Misa según el Rito Católico Romano, la única que se ha celebrado en toda la Iglesia Católica desde el siglo VI y que se dejó de celebrar (traumáticamente?) a partir del año 1969-70 hasta casi, practicamente, desaparecer.
El Motu Proprio del 7 del VII del 2007 puso las cosas en su sitio, reconociendo y proclamando con toda la autoridad del Papa (máximo y supremo legislador canónico y litúrgico) que el Rito Romano nunca fue abolido y siguió, de hecho, vigente pese a las muchísimas y severísimas restricciones impuestas por el mismo Vaticano. El "ostracismo" del Rito sustituído por el Misal de Pablo VI llegó hasta el punto penoso de identificarse la Misa del Misal de San Pio V-Juan XXIII con la fraternidad cismática de los lefebvristas y otros grupos integristas y anti-conciliares. Un error grave que Roma ha pagado muy caro y que Benedicto XVI está "reconduciendo" con mejor criterio que el de sus predecesores.
Lo que no termino de encajar es que Don Antonio Cañizares haya tenido que irse a Roma para celebrar la Misa según la forma Extraordinaria del Rito. ¿Por qué?
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Los que tengan oídos para oir y mente para entender sabrán apreciar que la Misa del Cardenal Cañizares en Letrán no es ocurrencia de nuestro Don Antonio, sino "voluntad" más o menos explícita (o tácita) del Papa que le ha nombrado prefecto de Culto y Sacramentos. No digo que el Papa haya mandado al Cardenal Cañizares decir la Misa, ni siquiera que el Papa haya sugerido celebrarla. Digo - por lo menos - que Don Antonio habrá comprendido que debía celebrarla y era su obligación "ejemplar" como Cardenal Prefecto de Culto y Sacramentos. Eso digo.
Los que tengan oídos para oir y mente para entender sabrán apreciar que la Misa del Cardenal Cañizares en Letrán no es ocurrencia de nuestro Don Antonio, sino "voluntad" más o menos explícita (o tácita) del Papa que le ha nombrado prefecto de Culto y Sacramentos. No digo que el Papa haya mandado al Cardenal Cañizares decir la Misa, ni siquiera que el Papa haya sugerido celebrarla. Digo - por lo menos - que Don Antonio habrá comprendido que debía celebrarla y era su obligación "ejemplar" como Cardenal Prefecto de Culto y Sacramentos. Eso digo.
Pero sigo extrañando que haya tenido que ser en Roma, y no, por ejemplo, en Toledo. En Toledo, hasta hace unas semanas y desde aquel 14 de Septiembre del 2007 en que entraron en vigor las muy explícitas disposiciones del Motu Proprio Summorum Pontificum ¿no ha tenido Cañizares oportunidad de celebrar pública y solemnemente, en su Catedral Primada, la Santa Misa según la forma extraordinaria?
Lo peor es que ni Cañizares ni el último delos Obispos de España: Ni uno. Y me parece que las intenciones de Benedicto XVI están claras. Tan claras como claro es el significado de la Misa de Cañizares ayer, en San Juan de Letrán, la Basílica Omnium Urbis Et Orbis Ecclesiarum Mater Et Caput (Madre y Cabeza de Todas las Iglesias de Roma y del Mundo). Se entiende, ¿no?
Pues en España no se entiende. No quieren entender. Sería interesante saber si ha habido algún comentario sobre la Misa de Cañizares en Letrán entre nuestros Obispos reunidos en la Plenaria: ¿Algún comentario? ¿De qué tipo? ¿En qué tono? ¿Alguna intención a propósito? ¿Algún cambio de impresión y de futura intención? ¿No comment, quizá?
Pues en España no se entiende. No quieren entender. Sería interesante saber si ha habido algún comentario sobre la Misa de Cañizares en Letrán entre nuestros Obispos reunidos en la Plenaria: ¿Algún comentario? ¿De qué tipo? ¿En qué tono? ¿Alguna intención a propósito? ¿Algún cambio de impresión y de futura intención? ¿No comment, quizá?
Quizá no comment porque un silencio glacial (y despectivo, displicente?) ha sido la respuesta de nuestros Obispos al Motu Proprio. Deben ser muy pacatos y poco perspicaces si no ven venir el chaparrón, si no avizoran que los tiempos han cambiado y están obligados a interpretar los nuevos "signos de los tiempos". ¿O es que tiene anteojeras de jáquima y se han estabilizado en aquellos famosos y tan aireados "signos de los tiempos" del pre-Concilio? Pues deberían saber y hacerse cargo que el siglo XXI tiene también signos de su tiempo.
No soy un iluso que piense que de aquí a 20 años todos los curas católicos van a celebrar según la forma extraordinaria de nuestro único y común Rito Católico Romano. Pero sí sé que la Reforma Litúrgica (la de verdad, la necesaria, la católica-católica) ya está aquí, activa y avanzando. Y poniendo en crisis todo el desconcertante desajuste y los abusos de las desgraciadas "experiencias" litúrgicas de los muy discutibles liturgistas (?) del post-concilio.
La Misa de Cañizares en Letrán es un aviso. ¿Se querrán enterar y tomar medidas nuestros Obispos? A esta fechas, ya deberían celebrarse en cada Catedral española, Misas según la forma extraordinaria, para los fieles que lo pidan y para los fieles todos que necesitan "reciclarse" litúrgicamente, como una necesaria y urgente "pedagogía litúrgica".
¿O tendrán nuestros Obispos que irse a Roma a celebrar la Misa, como Cañizares?
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&.
15 comentarios:
Ha puesto usted el dedo en la llaga.
¿Cómo se decía? Ah, sí: el que tenga oídos que oiga.
Estimado Terzio:
No necesito repetirle lo mucho que me gusta su blog.
También me ha gustado mucho este post.
No obstante, y aunque muchas veces y de diferentes modos demostré que no son gente de mi devoción, me parece injusto el trato tan despectivo que tiene para con la fraternidad.
En primer lugar, la fraternidad, como tal, nunca fue cismática (y esta verdad canónica fue ratificada varias veces por diferentes hombres jerárquicos de la Iglesia).
En segundo lugar, y con todos sus defectos, a ellos (en particular a Mons. Lefevbre) le debemos la conservación de la Misa según el rito de San Pío V, Eclesia Dei, el Motu Propio y que muchísimos fieles conocieran un rito al que jamás podrían haber accedido (mi caso).
Como toda organización tiene gente y opiniones para todos los gustos pero su actuar "institucional" (es decir por medio de sus representantes en funciones de gobierno) nunca ha sido tan malo.
Me parece que estos tiempos son de unión y gestos como el Motu Propio, verdaderas oportunidades para reconocer y redimir todo lo bueno que hay en la Fraternidad (lo malo ya se está decantando solo).
En fin, no sea malo con la Fraternidad.
Respetos.
Natalio
Un saludo: Me gusta!
Natalio- No voy a entrar en el fondo de tu comentario, solamente apunto que en mi opinión muy personal, si el Arzobispo Lefebvre no hubiera desobedecido al Papa todo el asunto de la forma extraordinaria del rito habría ocurrido mucho antes. No comparto la tan extendida idea de que gracias a la FSSPX se ha conservado la misa de San Pio V-Juan XXIII, y al contrario estoy muy persuadido que si de ella no se hubiera hecho elemento de contestación otro gallo habría cantado y.....mucho antes.
Estimadísimo y bienintencionado Terzio. Me parece mucho pedir, de golpe, a la jerarquía. Para empezar, yo me conformaría con que la liturgia de la misa no se la inventaran los celebrantes. Estoy cansado de oir oraciones en la Santa Misa que no figuran en ningún rito aprobado. Casi, casi, lo único realmente aceptado es la consagración, y aún así, algunos introducen expresiones y addendas ajenas a la liturgia. ¿Qué dice la jerarquía ante tanta dejadez y tanta "aportación" personal?. Que el Señor nos ayude a convencer a tantos infatuados pseudo liturgistas.
Estimado Embajador: ¿En qué basas dicha afirmación? Yo te hago una pregunta: ¿cuántos institutos-sacerdotes, en el mundo entero, continuaban celebrando la Misa según el Misal de Juan XXIII en el año 1988 y a quiénes estaban vinculados? ¿Cuál era la situación jurídica de la Misa de Juan XXIII entonces, sometida a un indulto que es imposible que fuera más restrictivo (Quattuor Abhinc Annos), hasta que, merced a la rebeldía del Arzobispo Lefbvre surgió Ecclesia Dei y las comunidades a él vinculadas? Hay que ser objetivos. Yo nunca he sido "lefebvrista", pero la realidad es la que es, y sin el empuje, la presión, la vitalidad de la FSSPX -y en parte de las otras comunidades vinculadas a Ecclesia Dei, por separación de los anteriores- hoy no habría MOtu Proprio. Es más, es que ni siquiera nadie celebraría con el antiguo Misal. Y digo NADIE, porque NADIE, fuera de esta órbita lo ha celebrado hasta que no llegó el Motu Proprio. Pero me encantaría oir tu tesis. Un abrazo de un conocido.
Amén, a lo dicho por Tercero en discordia.
Tercero en discordia- Lo que he dicho, como ya he dicho, es una opinión personal. No tengo ningún dato palpable y objetivo para demostrarla. Únicamente mi impresión se sustenta en la idea de que si Mons. Lefebvre no hubiera desobedecido al Papa, muchos buenos católicos no habrían tenido los enormes problemas que la irregular situación de la FSSPX planteaba para al menos simpatizar con ellos.
Mañana hablo más extensamente de eso en mi blog (perdonenme todos el burdo autobombo).
Me gustaría señalar que lo que tu propones (la conservación a lo que parece exclusiva por parte de la FSSPX de la misa tridentina) se podría haber dado también en una situación regular, y posiblemente con mejores y más rápidos resultados, simplemente por la fuerza del número (que al fin es lo que está ocurriendo ahora, pero que ha tardado mucho más tiempo).
Me gustaría señalar además que otras conocidas organizaciones de la Iglesia han conservado, contra viento y marea, la misa de cara al Sagrario, en latín, y con total reverencia y devoción, eso si, Novus Ordo.
Estimado Embajador:
Sí, la idea de que si Mons. Lefebvre no hubiera ordenado obispos su situación habría sido regular es buena, pero sólo en el plano de las ideas, porque en la praxis era irrealizable. Y basta conocer un poco cómo se desarrollaron entonces los hechos para saber que la consagración de obispos por parte de Mons. Lefebvre fue el fin de un proceso que era ya largo. A mons. lefebre le dijeron que le iban a autorizar la consagración, a nombrarle obispos para que continuara su ministerio tradicional, algo que se fue retrasando sine die hasta que el Arzobispo francés vio que eso nunca iba a ocurrir. Antes, las presiones iban contra él por su seminario. Parecía intolerable que se enseñara lo que se había enseñado en los seminarios hasta pocos años antes en todos los seminarios católicos. Y a Mons. Lefebvre lo acosaron y acosaron precisamente por el número cada vez mayor de la gente que se arrimaba a él. No estaban dispuestos a permitir un movimiento tradicionalista fuerte, de oposición a las innovaciones sin fin, en aquel entonces. Echar la carga de la culpa de todo lo que pasó a Mons. Lefebvre es una vía demasiado fácil, pues él tuvo culpa sí, pero si no lo hubieran obligado acosándolo a estar cada vez más arrinconado, élenunca hubiera dado un paso tan drástico. La realidad es que Ecclesia Dei nació como otro intento, en cierto modo, de neutralizar a la FSSPX, y en otra parte, porque el Papa y Ratzinger se daban cuenta de que no se podía demonizar lo que el Arzobispo francés representaba, sin satanizar a la misma Iglesia católica. De todos modos, aquello no fue satisfactorio, los fieles y sacerdotes vinculados a Ecclesia Dei han estado demonizados, como fieles y sacerdotes de segunda fila, durante años. Ahora, con el Motu Proprio es mucho más fácil todo, aunque no tanto como debiera, pero antes, no veas tú la que pasábamos y teníamos que pasar los católicos vinculados a las viejas formas litúrgicas, sin ir más lejos, incluso desde aquellos sitios en los que "se ha conservado la Misa cara a Dios, eso sí, novus ordo". Me alegra que ahora tantos se apunten a esto, cuando el Papa da los pasos en la dirección que da, pero muchos de los que ahora son defensores de la forma extraordinaria, antes nos veían poco menos que como herejes. Yo estoy convencido de que veremos también que se hará justicia con la memoria de Mons. Lefebvre, y tan vilipendiada y tan poco conocida, y se le analizará con rigor, viendo sus fallos y aciertos desde la objetividad. Pero me parece que el hecho de que sin él, la Misa de Juan XXIII estaría hoy desaparecida, no tiene contestación.
Un abrazo en Cristo
Estimado Tercero:
Soy muy consciente de las dificultades que atravesó Mons. Lefebvre. Y sin embargo esto no es una ocurrencia nueva en la historia de la Iglesia. Se me viene a la cabeza el caso de S. Ignacio de Loyola que sufrió (si mi mente no me engaña, que todo es posible) hasta tres procesos canónico-inquisitoriales.
Por tanto, quiero dejar claro que yo no estoy echando "la carga de la culpa" de todo lo que pasó en Mons. Lefebvre.En toda esta historia hay suficiente culpa como para repartir generosa y liberalmente entre todos los implicados. Pero de la misma manera no se puede aplicar "la carga del tener razón" a Mons. Lefebvre y la FSSPX en exclusiva.
Dices: "pero muchos de los que ahora son defensores de la forma extraordinaria, antes nos veían poco menos que como herejes. " y ese es precisamente el cogollo de lo que estoy intentando explicar y donde se basa mi idea que sin la desobediencia de Mons. Lefebvre esa impresión de ser poco menos que herejes no habría sido tan generalizada y tan intensa.
Casos abundan, y tu los conoces mejor que yo, de santos hombres en la Iglesia que durante la mayor parte de su vida fueron apartados, ninguneados y humillados, y a pesar de ello no desobedecieron, y que al pasar los años fueron totalmente reivindicados y además con una intensa fuerza sobre todo por su humildad y su obstinada obediencia.
Es decir lo que propongo es que si Lefebvre no hubiera desobedecido,no se le habría percibido como un cuasi-hereje, por tanto ganando aceptación.De esta forma, la hipótesis (no es más que eso) de que la FSSPX en desobediencia ha sido condición sine qua non para que perviva el rito antiguo no es de ninguna manera aceptable sin más.
Mêxico:
l.- El Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, Arzobispo Metropolitano de Guadalajara trajo a su Diòcesis al clero de la Fraternidad Sacerdotal San Pedro. Unicamente dos sacerdotes, pero.... gracias a Dios lo ha hecho ya y ademàs, les ofreciò tenerlos muy cerca de su Catedral. Ellos prefirieron una capellanìa personal humilde y de verdadero servicio sacerdotal en la Ciudad. Su Eminencia ha invitado tambièn a los Padres del Instituto del Buen Pastor a iniciar una misiòn en su Arquidiòcesis.
2.- El Primado de Mèxico Dr. Norberto Rivera Carrera ha escrito una bellìsima carta leìda publicamente el jueves Santo al Papa, donde le demuestra su fidelidad. Personalmente ha prestado su Catedral para celebrar, precisamente en el altar de los Reyes, la Santa Misa extraordinaria. En la Basìlica de Ntra. Sra. de Gpe. el clero de la misma ha sido respetuoso al recibir a curas visitantes que celebran con el viejo misal. ¡Quizas ningun cura celebra oficialmente por no tener la preparàciòn litùrgica adecuada en la capital! Seguramente estàn estudiando rubricas litùrgicas y el significado de todo eso! Hay curas simpatizantes: El P. Evagrio del Pontico -benedictino de la Dioc. de Morelos-, el P. Pedro Rguez. Ocampo, (Un servidor), curas del Opus Dei y Legionarios de Cristo. El P. Ricardo Valenzuela y el P. Francisco (Ceremonieros del Cardenal Norberto) , han animado estas iniciativas.
3.- En Monterrey, el Cardenal Francisco Robles ha respetado el trabajo pastoral de un cura humilde que celebra ordinariamente la Misa publicamente : D. Raùl Rguez. No lo ha rebajado de Parroco a Capellàn o algo parecido. Lo ha respetado. Y èl se siente tranquilo.
4.- El primer Obispo que apoyò el motu proprio fue D. Carlos Emilio Berlie Berlaunzaràn en Yucatàn y el Arzobispo D. Fèlipe Aguirre en Acapulco. Al parecer al Sr. Fèlipe alguìen le recomendò que no se preocupara del motu proprio. En su diòcesis se encuentra uno de esos Obispos ordenados invalida e ilicitamente. En su capilla episcopal se ha celebrado la Misa con el bello misal romano tridentino.
5.- Digno de menciòn es el Obispo de Torreòn, D. Josè Gpe. Galvàn Galindo, que ha consentido la celebraciòn de la Misa en su Catedral por dos ocasiones, con grande difusiòn en toda su regiòn lagunera y duranguense. Un signo excepcional del Obispo de Gomez Palacio. ¡Dios bendiga a D. Josè Gpe. y a sus curas celebrantes!
LOS FIELES ESPERAN CON ANSIA LA NORMALIZACION DE TODO ESTO EN MEXICO.
De ahì en fuera, los demàs actuan como si no existiera el motu proprio. Juran y perjuran obediencia alPapa, pero ... despuès nada de nada.
Algunos curas en Cancùn Chetumal, en S. Cristobal de las Casas (Pero en secreto), otros màs en el norte... con cierta comunicaciòn para apoyo moral.
Estimado Embajador. Afirmas:
"Es decir lo que propongo es que si Lefebvre no hubiera desobedecido,no se le habría percibido como un cuasi-hereje, por tanto ganando aceptación".
Tengo que volver a estar en desacuerdo. Si Mons. Lefebvre no hubiera desobedecido,en 1970 habría renunciado a la Misa Tradicional, que era lo que le exigieron Garrone Tabera y Wrigth, si no quería que su seminario fuese desautorizado y cerrado por las autoridades eclesiásticas. Hay que recordar que después de la primera visita de los visitadores apostólicos al Seminario de la FSSPX y la respuesta de Mons. Lefebvre en forma escrita en su llamado "manifiesto", Mons. Lefebvre fue llamado a "un cambio de impresiones" acerca de la visita a Econe. Ese cambio de impresiones era en realidad, y contra todo derecho, un tribunal en el que Mons. Lefebvre fue juzgado. Allí le manifestaron las condiciones para no cerrarle el Seminario: retractarse del "manifiesto" y renunciar a la Misa de San Pío V. Si Mons. Lefebvre hubiera obedecido, renunciando él y en la formación en su seminario a la Misa tradicional, ¿quién habría continuado diciendo la Misa? Eso son hechos históricos, incontestables.
Las directrices romanas entonces eran acabar con la Misa, que ésta fuese sencillamente substituida por el Misal de Pablo VI y si Mons. Lefebvre hubiera accedido nadie habría continuado con ella.
Me sorprende tanta sorpresa. Quienes hemos vivido ahí donde los católicos somos minoría (en Grecia, en mi caso) hemos siempre asistido a la misa en latin (novus ordo). Los diplomáticos católicos en Atenas acudíamos siempre a la misa de 11 en la catedral de San Dionisio Areopagita, que se dice en latín (aunque el Evangelio se lee en griego).
Me gustaría vivir en Atenas, una temporadita al menos.
Pero lo que se discute no es propiamente el latín, sino la liturgia que expresa: Lex orandi, lex credendi .
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Tercero- La percepción habitual del católico de la calle es que Mons. Lefebvre desobedeció en las ordenaciones episcopales que el Papa le pidió expresamente que no hiciera.
Todo lo que tu cuentas, interesante por muy desconocido para el católico de la calle, es pertinente para hacerse una idea cabal del asunto.
Pero no es eso lo que se discute, es decir, no se percibe (perdona que insista en esta expresión, pero es que es fundamental) la desobediencia tanto en los tiros y aflojas con el Vaticano como en el hecho que resultó en la excomunión.
No se si me explico.
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