Una de las basílicas más bellas de Roma es la de Stª María in Trastévere. Vinculada a la memoria del Papa San Calixto (221-227), parece ser la primera iglesia de la Urbe dedicada a la Madre del Señor (anterior a la Basílica de Santa María Mayor en el Esquilino). Es el centro del romanísimo barrio del Trastévere, donde se precian vivir los "romani di Roma", los que llevan a gala ser de Roma desde hace muchas generaciones.
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Como cualquiera de las Basílicas de Roma, cuenta con riquísma historia, y hasta leyendas. Desde la famosa de las fons-olei que manó una especie de petróleo en tiempos de Augusto, y que se interpretó luego como un signo del nacimiento de Cristo, a la milagrosa e imponente imagen de la Virgen de la Clemencia, un icono admirable del s. VI, de los más interesantes de toda la iconografía mariana antigua. En el siglo XII, Inocencio II (1130-43) reforma y enriquece la basílica. De esta época y posterior son los bellos mosáicos del ábside con representación de la Dormición-Asunción-Entronización de la Virgen. También de esa época son los mosaicos cosmatescos del pavimento. Del XVII, la Asunta del centro del artesonado de la nave principal, del Domenicchino. Se conservan lápidas y fragmentos de sepulcros paleocristianos, algunos colocados en el atrio; y en las capillas interiores sepulcros de los Altemps, que fueron patronos de la basílica (de ellos proviene la devoción a la Mater Clementísima en el Collegio Spagnolo di Roma). Un admirable templo, corazón de su popular barrio.
Pues me he llevado tamaña sorpresa-escándalo cuando me he topado con esta escenita montada en (en el interior de) la Basílica de Santa María in Trastévere:
Lo peor es que a más de uno le parecerá bien. Tan bien como les parece a todos esos que salen en el video. Los organizadores son los miembros-socios de la "Comunitá di Sant'Egidio", que es una fundación de un monseñor romano que - me parece - es a la sazón párroco-rector de la basílica de Stª María in Trastévere.
La institución, es benemérita por muchos conceptos, iniciativas y obras (dense un paseo por la web, donde está el vídeo). Yo la conocí en Roma, allá por 1990, cuando ya era famosa. Recuerdo haber estado en algunas celebraciones, en la iglesia de San Calixto, justo-pegando con la Stª María in Trastévere, donde se conserva el pozo al que arrojaron el cuerpo del Papa Calixto I, cuando lo martirizaron. Recuerdo que simpre había iconos con velitas encendidas, cánticos estilo Taizé, gente joven y menos joven, un ambiente "ecuménico", de cierto "nivel", serio pero espiritualmente "abierto".
Después supe que también se dedicaban a atender enfermos, abandonados, gente de la calle, sintecho; "barboni" llaman en Roma los mendigos callejeros. En el vídeo se ven, son fáciles de reconocer. Un gesto amable y acogedor, en Navidad.
Pero ¿ese es el sitio para eso? ¿no hay otro? ¿no se puede arreglar otro? ¿más apto? No. No se puede porque no se quiere y se ha buscado-querido intencionadamente la Basílica. Un "signo" dirán los ocurrentes ideistas.
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La Iglesia Católica, antigua entre las más antiguas instituciones de Occidente (la que más???), cuenta con experta sabiduría y experimentada competencia de muchas y para muchas cosas. Nuestras basílicas, catedrales, conventos e iglesias han servido casi de todo y para casi todo cuando ha habido necesidad por lo que fuera: Una guerra, una epidemia, una inundación, una catástofre...todas y cualesquiera de esas cosas han motivado que nuestros templos se abrieran y sirvieran el tiempo que hiciera falta de hospital, refugio, depósito, etc. Cuando hay que improvisar por caridad, ahí está la Iglesia con sus cosas.
Pero ese almuerzo-comida navideña no es una improvisación, ni una urgencia. Tampoco una necesidad. Es un invento/un capricho de los de Sant'Egidio y del monsignore que se lo ha consentido (no se si me equivoco pero al final me parece que sale el Cardenal Echegaray???). Sea lo que sea y con permiso de quien sea, me parece un abuso (antes se le hubiera dicho sacrilegio, ahora ese concepto está timoratamente en desuso).
Como dije antes, lo malo es que parecerá bien a pios y pias bienintencionados...y muy malformados/deformados y con una degenerado/alterado concepto de qué es la caridad, qué es el culto, qué es una iglesia, qué es el respeto cristiano a lo sagrado, y cuáles son los deberes para cada una de estas cosas.
Tan desagradable me resulta ver a un prelado banqueteando en una sala con techo-artesonado dorado y decorado (eso ya pasó y ya no es tiempo de), como este cenáculo de caridad navideña. Del super-cómico-hiper-crítico (y real como las cosas mismas) Plácido (de Berlanga) a esta comida-basilical de los santegidios no hay ni un pelo de distancia: Es lo mismo, pero en vez de en ciudad castellana de provincias, en el Trastévere y con Basílica como motivo-gancho principal.
Al final somos nosotros quienes profanamos lo sagrado (dejemos de lado lo histórico y artístico). Sí, lo sé: Si la tropa infame de políticos y demás canalla come y se divierte (y más cosas) en los mejores palacios y espacios de Europa y del mundo, ¿los pobres por qué no? Estupenda idea. Pero que sean valientes los de San Egidio y organicen la comida en el Palazzo del Quirinale, el Madama, o el Barberini, o en el Campidoglio tal vez. Pero en una Basílica no, no en una Catedral, no en una Iglesia. Cuando sea y si es necesario, si. Por capricho (eppure "di natale"), ni hablar.
Pero para nada sirve esto que escribo, porque ahí está el video, con la escena de la cena (basilical). Por cierto que los pobres viejos estarían destemplados de frio, que el que no conoce Roma en Enero no se imagina el frio que hace, y más en una Basílica, con suelo de mármol, y a unos pocos metros del Tévere que le da nombre. Pobrecitos. Con lo de sitios calentitos para cenar que hubieran podido disponerles, y una vez que les preparan fiesta, se la dan en una Basílica con mármoles y corrientes de aire.
Un despropósito se mire como se mire.
p.s. No se si darían copa y puro al final.
p.p.s. Tampoco se de la ambientación musical, si hubo o no.
p.p.p.s. Espero que si tuvieron no fuera del estilo de la que suena en el vídeo.
p.p.p.p.s. Imagino la carita que tendría en su cuadro de la Sacristía mi Cardenal Don Pedro Segura y Sáenz, que fue titular de la Basílica!!!
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6 comentarios:
Deán: es que eres muy ultramontano, antigüo y facha.
Debes estudiar los nuevos conceptos universitarios de "re-pensar" la historia y sobre todo lo de "puesta en valor" que te has quedado en la posguerra (posguerra de la guerra de los cien años)
Cuando los asimiles, sales a la calle, lo comprenderas todo mejor y podrás llorar Sevilla como yo aún la lloro.
¿Y por qué no hicieron lo coherente que es ir a Misa a la Basílica y después celebrar la fiesta en otro lado?
De todas formas, fíjese que en el fronton hay vírgenes con lámparas encendidas y lámparas apagadas.
En fin....
Es que esto de ir a misa ya no se lleva; ni siquiera en las catedrales. Doy fe.
En relación con esas misas-ágape, que pretenden imitar a los primeros cristianos, y con las misas "quicas" y otras formas de culto o de espiritualidad que ídem, yo pienso que es un error tratar de "volver" a los primeros cristianos imitándoles en lo externo. No sólo por los errores de copia, sino porque es un grave error suponer que, por la cercanía en el tiempo, aquéllos poseyeran más puro el espíritu Cristo. En las obras humanas ocurre así: el espíritu del fundador se va desvirtuando. Pero en la Iglesia es al revés: la asistencia del Espíritu Santo le ha permitido ir depurando las cosas de modo que la Misa, en la forma acuñada por siglos de Tradición, expresa el espíritu original del Sacrificio y Sacramento de Cristo de una forma mucho más perfecta.
Con tu venia, Terzio, como no dices nada, abundo en lo anterior. Esa pretensión de entroncar directamente con los primeros cristianos es una tentación en que caen incluso algunos santos de mi devoción. Y muchos herejes sin nada de santos. «Nosotros, por iluminación, hemos redescubierto la pureza original del Evangelio que la Iglesia con el tiempo había ido cubriendo de adherencias espurias». ¡Gran error! Sólo podemos reclamarnos herederos legítimos de los primeros cristianos si lo somos a través de la Tradición de la Iglesia. Otra vía sería gnóstica. En esto, lo que no es Tradición es gnosis: esa falsa vía que San Ireneo refutó cumplidamente. Y viene a cuento recordar cómo se preciaba San Ireneo, y veneraba la memoria, de haber oído en Esmirna la predicación de San Policarpo, quien a su vez la recibió de San Juan Evangelista, el discípulo amado del Señor. Esto es Tradición.
¿Y si el cardenal Segura viera en qué se ha convertido la última catedral de la que fue obispo? ¿Tampoco tronaría?
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