lunes, 12 de enero de 2009

Propaganda, empatías y hechos (consumados)

Ya se que las comparaciones son odiosas (de entre las más odiosas aquellas en las que el odio genera la comparación) y comparar lo de Gaza con el exterminio de los judios por los nazis es algo "fuerte". Pero, odiosa o no, la comparación se mece en el aire. Hasta tienen que desdecirla los propios afectados de la shoá, ahora acusados.
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El israelí Avraham Milgram, miembro del Instituto Internacional para la Investigación del Holocausto, lo lamenta. Pero lo explica, se ve obligado a explicarlo.

Parte de la posible explicación quizá se deba a que los implacables vengadores se han granjeado cierta "tensión" adversa. La inexorable y escrupulosa justicia exigida respecto a la Alemania nazi no se corresponde equilibradamente con la desproporcionada represión militar de bandas terroristas y la bárbara sangría de civiles palestinos explicada como inevitable "efecto colateral". Si el lenguaje de los contrarios se aproxima por sus polos, nunca la propaganda exterior israelí ha estado tan cerca de caricaturizarse adoptando un discurso tan similar en algunos aspectos al esgrimido por la propaganda del IIIer. Reich.

En otro sentido pero sin salir del mismo tema general, leía hoy estas declaraciones-entrevista del director de la biblioteca de la Casa de Sefarad: "El patrimonio judeo-español está oculto y silenciado". Un artículo-entrevista interesante, al que cabe matizar bastante, pero muy asumible y razonable.

No es anecdótico que un artículo así salga publicado en estos dias de tensión. Mientras Israel arrasa Gaza masacrando palestinos de toda edad y condición, la prensa y los medios internacionales salpican páginas y programas con testimonios del rostro simpático de Israel: Cultura, historia, turismo, arqueología, personajes. En el colmo de la estudiada inversión mediática, esta noticia - también de hoy - sobre el inaudito bi-cefálo que representará a Israel en Eurovisión (aparte el absurdo consentido contra toda lógica de que Israel (o Turquía) sea Europa a la hora de tele-cantar).

Tampoco fue casualidad que un par de dias antes de empezar los ataques contra Gaza, se diera la noticia de la visita del Papa a Tierra Santa. Con itinerarios, discursos, encuentros y seguridad concertados a costa de mucha diplomacia, los hechos consumados (nunca casuales, siempre preparados) de Israel ponen a la Santa Sede en la dificil y delicadísima situación de: - O continuar con la proyectada peregrinación (con lo que el Papa aparecerá ante el mundo como "silenciador" de lo de Gaza y tácito sancionador de las acciones de Israel) - O suspender el viaje (y entonces el Papa sería acusado por el lobby mediático israelí de enemigo de Israel, antisionista y pro-palestino...sin descartar una "batida" internacional contra Benedicto XVI, que nació Joseph Ratzinger en la Baviera de los nazis y estuvo de joven en las formaciones hitlerianas etc. etc. etc.). Tampoco el semestre de agresión a la memoria de Pio XII ha sido casual, en este sentido.

Al sentimiento por los 1000 palestinos asesinados en pocos dias y el temor de que la matanza no se detenga hasta que los implacables jefes de Israel hayan saciado su periódica sed guerrera, se suma la desdichada evidencia de que los que deberían entender mejor no entienden nada, y vuelven a sumarse al bando de los perversos. Resulta patéticamente repugnante ver cómo es la izquierda más envilecida la que vuelve a exprimir en su provecho la Guerra de Gaza como usufructuó en su beneficio la infame y canallesca Guerra de Vietnam. Otra vez el error cerril de los que se agrupan por afinidad y no saben discernir cuándo la moralidad de las acciones se impone sobre la conveniencia de las alianzas o las empatías sociales, ideológicas, geográficas o históricas.



Y las religiosas: Las motivaciones o desmotivaciones, empatías, simpatías y antipatías religiosas, que son, en y para estos casos, tan anti-religiosas.

Al mundo favorable a Israel confundido por Israel habría que repetirle dia y noche una verdad fundamental, casi olvidada y poco predicada: El Pueblo Judío no es el estado de Israel; ese estado de Israel no es el Pueblo Judio.


Y recordarles, hacerles comprender a la vez que el Pueblo Judío será la más trágica víctima de los crímenes de ese injustificable estado de Israel: Esta verdad también se olvida.


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6 comentarios:

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Sólo Hamas ha manifestado pública, solemnemente y por escrito su voluntad de acabar con Israel y sus habitantes. Esto, amén de sus repetidas provocaciones bélicas, basta para acusar a Hamas de genocidio, y es la clase de documentos que a Garzón le habrían servido para imputar al franquismo tal cargo. ¿Se tiene contra Israel algo parecido?

Agus Alonso-G. dijo...

¡Guau! Mil gracias por la película y las letricas que me hizo llega. Me encantaron.

Terzio dijo...

Hamás es un engendro del estado de Israel (el terrorismo en Palestina fue un invento de Israel, padre y maestro de terrorismos y terroristas). Los de Hamás están pagando con la misma moneda e hiriendo con las mismas armas que Israel puso en circulación cuando Israel usó el terrorismo como arma y excusa política.

Con una diferencia: Hamás es el reducto de los que rabian sin recursos e Israel el potente que aplasta porque cuenta con muchos medios, casi todo a su favor (menos el presente, que se le va de las manos; y el futuro, que se adivina tan terrible como los hechos que lo están deparando).

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Anónimo dijo...

Interesante y acertada entrada. Sigo viendo con estupefacción y dolor cómo en la COPE se sigue justificando la actitud judía.

Tumbaíto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Te respondo aquí, pero lo hago extensivo al post más reciente, ese en el que has puesto unas fotografías nada tendenciosas. Lamento tan profundamente escuchar este discurso, porque me resulta contradictorio. Me resulta contradictorio que por un lado hables de la necesidad de la paz, y que por otro no te desvíes ni un ápice del discurso palestino. Ya se quisiera, ya se quisiera en Israel que alguien se tomara en serio lo de las relaciones públicas y que fuera cierta esa maquinaria oculta mediática que bombardea con documentales de progreso y niños sonrientes todos los canales mientras solo unos pocos valientes se atreven a decir la verdad. Eso, que yo recuerde, la última vez que pasó fue en México cuando Televisa no se daba por aludida y sólo Televisión Azteca retransmitía imágenes de lo que estaba pasando. Si hay una opinión mediática mayoritaria es en contra de Israel, no a favor, en ningún caso. Y mañana va para allá el buen señor Moratinos que la última vez que intermedió, precedió en unos meses a la Segunda Intifada, momento en el que Hamas empieza a tirar, un día, y otro, y otro cohetes a Israel. Sin otro motivo que calentar, calentar y calentar a Israel para encontrar una respuesta y luego mostrar las víctimas civiles, sus escudos humanos. Esta gentuza cobarde dispara contra mujeres y niños y usa a mujeres y niños para rodearse y protegerse. Decir que hay 1.000 asesinados es una grosería y es faltar a la verdad, lo que no resta un ápice al horror de una situación como esta. Por supuesto que no son lo mismo los heridos en la escuela de NU y los muertos, que los líderes de Hamas que estaban allí escondidos y que se rodean de mujeres y niños como de chalecos anti-bala baratos. Mientras se repliegan, van echando civiles hacia adelante, para ganar tiempo antes de un alto el fuego. Se acusa a Israel ahora de tener una política opaca con la prensa, y se olvida mencionar que la "apertura" de la Guerra del Líbano servía a los de Hezbolá para corregir el tiro con sólo ver las imágenes en directo de Al-Jazira o CNN. ¿Por qué no se ofrece como mediador Fatah, que gobierna en Cisjordanía y es el órgano soberano de la ANP? ¿Por qué de todas las soluciones esa es de la que no se quiere hablar? Porque así está Palestina, tan podrida y desunida por dentro que tirán hacia afuera muertos y más muertos para ocultar su miseria interior, su calidad de peones de nadie, de loquitos de la guerra a los que se apoya cuando es conveniente y cuando, como ahora, no lo es, se deja a su suerte para que acaben con ellos porque están estorbando a todo el mundo. Desde el Líbano cayeron unos cohetes en el Norte y un loquito se puso a disparar desde el Golán, del lado de Siria. Tan auto-convencidos de la propaganda que pensaban que Israel iba a lanzar un ataque fulminante. Pero no lo hizo, y tantos Hezbolla, como Líbano como Siria se adelantaron a decir que no tenía nada que ver con ellos. Ahí os den, hermanitos de Hamas Han hecho falta ocho años, ocho años, de loquitos tirando bombas día sí, día también, para llegar a solución, no deseada por nadie, de eliminar de raíz el problema.

Que desacertados los paralelismos, de verdad, y que extraordinariamente ligera la afirmación de que el Estado de Israel, Medinat Israel, es el Pueblo Judío, porque contiene a Eretz Israel. Con sus contradicciones, que son los israelíes mismos los primeros en poner en evidencia. ¿Quieres un discurso de izquierdas radical? No te vayas a Madrid con los amigos de las causas fotogénicas, sino vete a Tel Aviv, los judíos que hacen manifestaciones pro-palestinas en el corazón de la ciudad, o los oficiales, en algunos casos condecorados, que se niegan a hacer nada en los territorios. Son una minoría, evidentemente, pero se juegan por lo que creen. Hoy el Estado de Israel está como antaño, solo, y su propio destino depende de sus propias acciones. Dice el Talmud, "Israel no tiene destino", lo que quiere decir que tiene que construirlo. Y tu apreciación sobre el mundo judío es como la que tienes de los tiempos verbales; inversa. No existe conjugación en tiempo presente de los verbos ser y estar en hebreo, se conjugan sólo en pasado y en futuro. Fuimos y volveremos a ser. La propia estructura del hebreo nos transmite que no podemos aprehender el presente, éste sólo tiene realidad en otro estado.

La constitución de Hamas pone morir por la liberación de Palestina y el Corán una meta. Maimónides, en Córdoba, recordaba que hay que elegir la vida, y dice "vivirás por ellos, no morirás por ellos". Así de diametralmente diferentes son las dos visiones, elegir la muerte o elegir la vida.