jueves, 19 de enero de 2012

Liturgia post-conciliar (comentando neo-rúbricas)


Un comentarista anónimo (que no sé por qué son maleducadamente anónimos los comentaristas, con lo fácil que es poner un nombre...y permanecer educadamente anónimo); dejó, decía, un link a una página de unos cursos de liturgia que imparten en la univ. de Comillas. Al final del articulete pondré el link, por si quieren Uds. pasar el mal rato (¡tengan cuidado) de exponerse a la herejía fina (esa que parece que no lo es pero termina siéndolo).

La página comienza con una crítica tópica-feroz a la Santa Misa tradicional, la que hubo y con la que se mantuvo nuestra Santa Madre Iglesia desde el siglo V-VI hasta el annus horribilis 1969 en que entró en vigor el novus ordo liturgicus de Pablo VI. Una crítica al ordo antiguo que tiene la gracia de caerme estupendamente bien porque me parece estupendo todo aquello que le achacan a la bendita liturgia pre-conciliar, incluído el rezo del Stº Rosario durante la Misa, piadosa costumbre que santificó a nuetros bisabuelos y tatarabuelos con más intensa religión que la que sacan nuestros hodiernos parroquianos (huelgan comprobaciones y estadísticas, por obvias y aplastantes).

No sé bien calcular cuántos años hará que aborrezco todo reformismo litúrgico; el caso es que me fue creciendo una intensa aversión y mantengo antipatías viscerales incontenibles hasta a los padres remotos de la reforma litúrgica, Dom Gueranger incluído (con subrayado). De aquellos indiscretos polvos, estos funestos lodos.

De un estilo afectadamente comedido, el autor de esas notas de la página de marras esconde infecciosa ponzoña, no menos venenosa, aunque disimule. Del cursillo susodicho, extraigo para Uds. estas perversas/corruptas citas, como muestra (cito en cursiva-negrita y comento en letra corriente-blog):

"...Cuando el sacerdote celebra la Misa él solo, sin nadie que le acompañe, entonces ya no existe ese quórum mínimo de dos requerido para que Cristo esté presente litúrgicamente."

¿No hay Presencia real, quiere decir; no hay Sacramento, no hay Sacrificio, no hay, pues, celebración; desaparece la función-munus sacerdotal si no hay 'asamblea'; el ministerio sagrado del sacerdote depende de un quorum que lo impide o lo posibilita?

"...En realidad, cuando el sacerdote tiene posibilidad de asistir a una celebración comunitaria durante ese día, no se justifica el que celebre una Misa él solo sin asistencia de nadie."

¿No se justifica el oficio ministerial en la Communio Sanctorum, en el Corpus Ecclesiae, dentro del verdadero y permanente (no transitorio, ni ocasional, ni funcional) orden ministerial sacerdotal?

"...En la liturgia más que hablar del sacerdote “celebrante”, habría que hablar del “presidente” de la celebración. El celebrante es siempre la asamblea entera. La asamblea es el verdadero sujeto de la celebración y dentro de ella cada uno desempeña su propio ministerio. El sacerdote no preside desde fuera de la asamblea, sino dentro de ella."

El anti-sacerdotalismo del post-concilio se disimula con la tesis 'asambleístico-comunitarista' que esconde una negación del sacerdocio ministerial y una confusa y difusa doctrina del sacerdocio común.

"...El presidente es a la vez el representante de Cristo cabeza, y el portavoz de la comunidad. En unas ocasiones actúa como portavoz de la comunidad que se dirige a Dios, y en otras como portavoz de Cristo que dialoga con su comunidad. Tiene que mostrar a la vez un rostro fraterno sin dejar de ser un icono de paternidad/maternidad. Saber combinar estas dos dimensiones simultáneamente es el secreto principal del arte de presidir."

De conceptos como este deriva el 'protagonismo' personalista-efectista que inculca la nueva liturgia en el sacerdote celebrante, que pasa de ser ministro sagrado servidor-celebrante del rito, a ser un actuante con la atención vuelta a la asamblea en vez de al Misterio. En este punto, el cambio de dirección del celebrante (en vez de cara al altar, vuelto a los fieles) es definitivamente significativo.

"...La nueva Institución dice que el sacerdote que preside la celebración tiene siempre el derecho de disponer del modo de celebrar los ritos que le competen a él, con tal que se ajuste a las rúbricas."

De hecho, las (imprecisas) rúbricas se ignoran y se impone la arbitraria y caprichosa adaptación y/o improvisación ad casum. El Misal se ignora y la celebración se transforma en ocurrente espontaneidad.

"...En las moniciones litúrgicas hay que tratar de evitar las “muletillas” que algunos usan para crear una sensación de “informalidad”. Me refiero a fórmulas tales como “Bueno, pues...” La verdadera comunicación se da en el mensaje, en la sencillez de las palabras, en la cordialidad de la voz, en el cruce de miradas, y no en la informalidad del lenguaje coloquial."

Lo del 'cruce de miradas' no sé cómo comentarlo para no decir una vulgaridad deshonesta. No sé si me explico. Pero me resulta una recomendación clamorosamente impropia.

"...La postura de pie es la postura del resucitado y debería ser la postura normal en la oración comunitaria. Es también la postura que se adopta normalmente durante el canto. En cambio se sienta uno para escuchar la palabra, para compartir los ecos o para meditar en silencio. La postura de rodillas puede enfatizar el momento de adoración."

Si se fijan, la forma de referirse a la genuflexión es, no sólo minimalista, sino reluctante: "puede enfatizar", dice, con una quasi displicente condescendencia. Es notorio, por supuesto, que son las otras posturas las que, sin decirlo explícitamente, se recomiendan. La genuflexión, como mera posibilidad, sólo para el momento de la adoración. Un momento, no más, para la adoración.

"...Si ya hay una cruz en el presbiterio en lugar bien visible, o si se está usando la cruz procesional, ya no hay necesidad de poner otra cruz pequeña sobre el altar."

En contra de la forma que recalca Benedicto XVI cuando celebra, la Cruz queda preterida, lejana; y si se pone en el altar, es - según parece decir el texto - una especie de subsidio prescindible, un elemento-mueble extraño sobre el ara.

"...(Oración Colecta) La inmensa mayoría de las colectas van dirigidas a la primera persona de la Santísima Trinidad. Desgraciadamente todas estas oraciones incumplen el consejo de Jesús que nos invita a orar llamando a Dios Padre. Las colectas se suelen dirigir a él llamándole “Señor”, y terminan refiriéndose a Jesucristo también como “Señor”, lo cual crea cierta confusión. Hubiese sido preferible usar el término “Padre” para dirigirse a la primera persona de la Trinidad, y diferenciarlo así mejor de Jesucristo a quien toda la tradición del Nuevo Testamento llama “Señor”."

Habrán advertido Uds. la aberrante 'teología' del comentario del perverso neo-liturgista. Empezando por no escribir con mayúculas Primera Persona, un detalle de por sí muy significativo. Si diseccionáramos lo que en este párrafo se afirma, se podrían deducir de todo ello sutiles derivaciones heterodoxas trinitario-cristológicas. Si la oración expone la fe (lex orandi, lex credendi) la explicación enseña el error con toda confusión - no diré intención - (¿sería temerario?).

"...(Ofertorio) Desde el Vaticano II se subraya que el “ofertorio” no es verdadero ofertorio, sino “preparación” y “presentación” del pan y del vino. Hay que eliminar de nuestro lenguaje ese término de ofertorio. El verdadero ofertorio tiene lugar durante la plegaria eucarística. La “presentación” en la nueva liturgia responde al momento en que Jesús tomó el pan y el cáliz en sus manos. En los dones presentados en el altar debemos vernos representados a nosotros mismos.

Si comparan ustedes las oraciones del Ofertorio de la Misa Tradicional (Suscipe Sancte Pater / Per huius acquae et vini / Offerimus Tibi / In spiritu humilitatis / Suscipe Sancta Trinitas ) con las del Misal de Pablo VI, captarán de inmediato la 'desvalorización' teológico-litúrgica sufrida por el Ofertorio. Muy significativamente, el perverso neo-liturgista le niega siquiera ese nombre, y deforma el sentido de la acción.

"...(Ofrendas) Es el momento de la segunda gran procesión que está acompañado por un canto preferentemente de la schola o también de toda la asamblea. Es mejor traer las ofrendas desde un lugar distante y así habrá un suficiente espacio para que la procesión sea significativa. Las ofrendas de la procesión deben ser ante todo el pan, el vino y la colecta. Se pueden añadir cosas de las que uno realmente se desprende y dona a los demás, para ser consumidas durante la Eucaristía (velas, flores), para el uso del templo (iconos, libros, objetos litúrgicos) o para los pobres (dinero, comida, ropa, juguetes). No tiene sentido ofertar cosas que luego uno vuelve a llevarse a casa después de la Misa. El simbolismo principal no es el de lo que los objetos significan sino el del acto de donación y desprendimiento. Si hubiera otros objetos ofrendados, podría haber una monición en el momento de la ofrenda..."

Con explicaciones como esta se justifican las extravagancias más absurdas, las 'ofrendas' más chocantes y estrambóticas. Como sucede.

"...la doble presentación no es un acto repetitivo, porque pan y vino tienen cada uno su especificidad y sus matices simbólicos... Toda la tradición judía de la bendición del pan y el vino ha conocido siempre una doble fórmula, una para el pan y otra para el vino. Hasta hoy se bendice doblemente al que “saca el pan de la tierra”, y al “creador del fruto de la vid”..."

La etiología judáica es una de las proclividades más acusadas de los neo-liturgistas post-conciliares. En el caso de las comunidades neocatecumenales (un caso tan de actualidad), la celebración se ha 'judaizado' por la incorporación o referencia de formas y elementos del judaísmo que desfiguran la liturgia de la Misa.


"... Cuando se lava uno las manos, debe mojarse no sólo las puntas de los dedos (minimalismo), sino las manos, restregándolas bien, aunque no hace falta llegar a los extremos de Lady Macbeth. De este modo el signo es mucho más visible. Hará falta después una verdadera toalla para secarse y no un simple pañito. Lo cual “complica” una vez más el ajuar litúrgico propio de una liturgia no minimalista. Pero recordemos una vez más qué poco escatiman los verdaderos profesionales y artistas todo el equipo necesario para su actuación."

Este comentario merecería el análisis de un experto psicoanalista. No por lo que pudiera esconder, sino por lo que parece evidenciar. Que un liturgista, entre todas las citas/referencias posibles para ilustrar con ejemplo, saque a colación a Lady Macbeth, opino que es definitivamente definitivo. No digo más.

"...(Cánon) La plegaría tiene un carácter eucológico, es decir, es una plegaria de bendición al Dios que nos bendice, y se inspira en el rito tradicional de bendición de la mesa o birkat haMazon. Conjuga las dos dimensiones de la bendición judía, la ascendente y la descendente, la anábasis y la catábasis."

Vuelvo a subrayar lo que dije un poco más arriba: La etiología judáica, tan constante; y tan impropia al referirse a una oración que no es (ni debe ser) judaizante. Una cosa es la referencia profético-veterotestamentaria y otra cosa la mal supuesta dependencia judáica. ¿Por qué ese filo-judaismo de la neo-liturgia y sus inventores/intérpretes?

"...Se debe evitar el compartir con los concelebrantes los textos presidenciales, imitando a los “sobrinos del pato Donald”."


Sí, dice eso: "Los sobrinos del Pato Donald". Sic. Supondrán (como cuando antes comparaba con Lady Macbeth) la gravedad crítica del autor del texto. Pero los neo-liturgistas son así, capaces de bromear con lo más sagrado, ridiculizar lo más santo.

"...Tras cada una de las dos consagraciones el presidente hace una genuflexión, y una elevación del Pan y el Vino consagrados. Esta genuflexión es un elemento bastante reciente que se remonta solo al siglo XIV."

Con ese 'bastante reciente', implícitamente, se desprecia todo lo que significa y supone el rito que se critica: La adoración que se hace luego de la Transubstanciación porque existe en el altar la Presencia real de Cristo. ¿Se insinúa, pues, que todo ello es una innovación del siglo XIV, de la Escolástica, de la teología del momento, un detalle litúrgico-historicista debido a la piedad de aquel siglo y que hoy perdura de manera impropia, prescindible?

"...La Institución general exhorta a que los fieles estén de rodillas durante la consagración, a menos que exista una causa razonable. Los que no se pongan de rodillas, que hagan una inclinación profunda mientras el presidente hace las dos genuflexiones después de consagrar el cuerpo y la sangre de Cristo (IGMR 43). Otros prefieren mantener una misma postura a lo largo de toda la plegaria eucarística para subrayar así su unidad. Hay una exhortación a que se procure que todos tengan una misma postura."

¿Y no existe una postura preferente prescrita y obligada, sin salvedades, sin vagos e imprecisos circunstanciales eximentes? ¿Y si en algún lugar no se arrodillan no puede uno arrodillarse? ¿Puede más y se impone la no-devoción de la incorrección de muchos que la piadosa devoción del que esté en minoría? ¿Son opciones equiparables?

"... La plegaria eucarística termina con la elevación solemne y la oración Per ipsum, que sigue siendo parte de la oración presidencial. En este momento sí conviene alzar el pan y el vino lo más alto posible. Si se usan varios copones y cálices, sólo se debe alzar un copón y un cáliz; hay que evitar que los concelebrantes exhiban toda la vajilla." .

Otra vez la comparación vulgar, irónica: La "vajilla", dice, para referirse al cáliz, la patena y el copón. Como dice, igualmente, "pan y vino", en minúsculas, en ves de decir el Cuerpo y la Sangre, o la Hostia y el Cáliz, con un lenguaje más indicativo del Sacramento.

"...En algunos lugares hay costumbre de que los fieles participen ya en la oración "Por Cristo, con él y en él". Hoy día no se puede hacer porque está explícitamente prohibido, pero valdría la pena repensar esa prohibición que se inspira en el miedo a que la anáfora pierda su carácter de oración presidencial."

Esa costumbre es una equívoca incorporación de los fieles a la oración propiamente (y exclusivamente) sacerdotal. Como se ve, el neo-liturgista opina en contra de la rúbrica y propone la práctica contraria, incitando a los demás (sean sacerdotes sean laicos) que ignoren lo prescrito y actuen según este criterio 'comunitario-asambleísta'. Adviértase, por otra parte, la reiteración de la palabra-concepto 'presidente/presidencial' para referirse al ministro sagrado, evitando el uso del nombre-concepto preciso de 'sacerdote/sacerdotal'.

"...Conviene hacer la fracción del pan de un modo ostensible, dando realce al hecho de romper el pan, de modo que toda la asamblea lo pueda percibir. Convendría usar pan con forma de pan, o al menos hostias grandes, que sea posible partir (IGMR 321). Éste es quizás uno de los puntos a los que de hecho se les hace caso omiso en la práctica pastoral generalizada. Podría fomentarse entre el equipo litúrgico el ministerio doméstico de preparar cada vez el pan para la eucaristía."


La insistencia en este particular es otro arqueologismo, muy reiterado en los comentarios litúrgicos de los años '70. En algunas neo-liturgias particulares (sectarias?) el 'gesto' de la fracción se hace con una llamativa y enfática ceremonia. Si ustedes la han presenciado alguna vez y si conocen las características del pan ázimo preparado según la manera que aconseja el neo-liturgista, habrán podido ver la dificultad para efectuar una respetuosa y cuidadosa fracción, por la misma naturaleza de la materia que puede ser o bien demasiado correosa, o bien demasiado dura, dependiendo del grado-punto de cocción en el horno. El resultado, en ambos casos, es el desprendimiento de múltiples partículas, fragmentos difíciles de recoger para la sunción y la purificacion de patenas, cálices, corporales y manteles.

"...(Comunión) Se recomienda que los fieles comulguen bajo las dos especies cuando la comunión no es demasiado masiva y el grupo es “definido, ordenado y homogéneo”. “La comunión tiene una expresión más plena por razón del signo cuando se hace bajo las dos especies” (Cf. Plan pastoral para al Archidiócesis de Madrid 2001-2002)"

La Comunión sub utraque specie fue antiguamente una reivindicación heterodoxa que la Iglesia combatió durante toda la Edad Media. Luego fue una de las prácticas características de los rituales protestantes, con la paradoja de la repartición del cáliz cuando propiamente ni se creía en la realidad sacramental del Sanguis Christi ni se celebraba la Misa por defecto de ministros ordenados y/o ritos adecuados. En el Concilio de Trento se confirma la práctica católica de la Comunión sub specie panis tantum, segun la antiquísima tradición católica. Cuando el Misal de Pablo VI autoriza la Comunión bajo las dos especies, hace una concesión parsimoniosa limitada a algunos casos, algunas circunstancias y algunas personas. Como la tendencia de la neo-liturgia es interpretativa y abusiva, la Comunión con la Hostia y el Cáliz se ha extendido, a veces de forma generalizada y dificilmente corregible en cuanto se ha creado la conciencia de un 'derecho de los fieles' a recibir la Comunión del Cáliz. Como ejemplo de lo que digo, recientemente, hace unos meses, un obispo de los EEUU prohibió esa práctica que se había extendido por todas las parroquias de su diócesis; a las dos semanas, el mismo obispo se vió obligado a revocar el decreto de prohibición debido al aluvión de protestas de sus diocesanos, que se resistían a dejar de recibir la Comunión del Cáliz. No sería extraño que, según esa cita del Plan Pastoral de Madrid, pronto pueda suceder lo mismo en la Archidiócesis de Rouco.

"...Hay que evitar la impresión de “self-service” que se produce cuando el sacerdote se sienta y pone el copón en el altar para que la gente se sirva. En los buenos restaurantes le sirven a uno."


Dos horrores: 1º, la forma en que se acepta el quasi-sacrilegio de la auto-comunión; decir "hay que evitar" supone reconocer que lo que se hace mal se puede hacer porque no está del todo mal aunque no sea correcto del todo. 2º, la forma como lo dice y la comparación que pone, trivializando la acción de la Sagrada Comunión (self-service, restaurante).

"...La Iglesia desea que los fieles participen consciente, piadosa y activamente en la Eucaristía (SC 48) y recuerda que la participación “más perfecta” en la Misa es recibir la comunión (SC 55). La nueva práctica de la Iglesia desde san Pío X exhorta a la comunión frecuente y aun diaria. La normativa posterior permite la comunión dos veces al día en ciertos casos (Inmensae caritatis, Cf. Enchiridion p. 281-283). El canon 917 afirma que “Quien ya ha recibido la Santísima Eucaristía puede de nuevo recibirla el mismo día sólo dentro de la celebración eucarística en la que participe”. Una interpretación maximalista de este canon pretendía que uno puede comulgar tantas veces cuantas participe en la Misa, pero una interpretación oficial ha aclarado que sólo se puede comulgar dos veces al día como máximo."

Este particular de la bi-comunión es un caso típico-demostrativo de la situación a que ha llegado la práctica sacramental post-conciliar. Insistir en la depreciación-desvalorización del Sacramento de la Comunión por parte de los fieles es algo que hacen muy pocos sacerdotes; la mayoría o ignora estos casos por despreocupación o desinterés, o - por un absurdo concepto de devoción/piedad eucarística - lo admiten e incluso aconsejan. Una práctica abusiva en contra de toda la tradición sacramental-eucarística; cuando ocurre, es síntoma de una piedad desviada, inconsciente, mal formada y mal aconsejada. En el fondo late una más o menos culpable ignorancia del Sacramento.

Aquí lo dejo. Pido disculpas por la extensión y la perorata, que, me temo, se ha vuelto pesada.

El texto con las rúbricas explicadas del neo-liturgista sigue. Este es el enlace, por si alguno quiere tomar más dosis del disparate:

Curso de neo-Liturgia

¡Ojo! que trae enlaces a otros textos de otros cursillos con resabios neo-arrianos y otras ponzoñas. No se vayan Uds. a envenenar.


+T.

domingo, 15 de enero de 2012

Domingo del París-Dakar


El escándalo nuestro de cada día a veces sorprende dónde menos te espera, por quién no te imaginas y por lo más absurdo del mundo:

Suspenden la Misa dominical en la Catedral de Lima por motivo del París-Dakar

Y no sólo eso, sino que el primado, el Cardenal Cipriani, bendice la ocasión y cede al pretexto.

Desconcertante.

El tercer mandamiento de la Ley de Dios puesto en solfa por una carrera de pijos jugando a aventureros. Los vicios de la decadencia de occidente (valga, más que nunca, la redundancia) interrumpiendo el culto dominical en una Catedral Primada, y contando con la aquiescencia complaciente del Arzobispo del lugar.

Con todas las excusas, explicaciones y salvedades que quepan y que haya (que las habrá), personalmente opino que la anécdota es una afrenta.

Si son los malos quienes nos ofenden, provocan o agreden, nos quejamos y ponemos el grito en el cielo. Pero si los que interfieren, se imponen y/o ocupan son de nuestra complacencia, dejamos que el Becerro de Oro se plante encima del Altar y el culto se suplante por el espectáculo.

¿O no se trata, en suma, de eso?

No conozco al Emmº Cipriani, pero, por ser quien es y de donde es, me lo imaginaba de otra calidad. No me explico esta condescendecia. No le encuentro razón.

'Proveer Coro y Altar' : Esta leyenda suele aparecer grabada en piedra o escrita en una tablilla en la puerta de entrada de las salas de cabildo de nuestras catedrales españolas e hispano-americanas. Servía para que los canónigos no olvidaran cual era su primera y principal obligación: Mantener constante el culto, rezando en el Coro y celebrando en el Altar.

Pocas veces se habrán suspendido esas dos sacras funciones por algo tan futil y mundano como esa estúpida carrera del Paris-Dakar con parada en Lima.

Lamentabile.

+T.

jueves, 12 de enero de 2012

Una impía complacencia (o una aberrante comprensión)


No sé qué fue antes, si el comentario o si la noticia. El comentario lo publicó el siempre interesante, agudo e incisivo Francesco Colafemmina en su blog Fides et Forma:

Un obispo italiano habla positivamente del espectáculo blasfemo en una homilía

El espectáculo blasfemo que el obispo pondera en su homilía es este

Es el psicodrama (cualquier cosa) de un tal Romeo Castellucci (muy apreciado entre las vanguardias degeneracionistas post-modernas europeas) que se estrenó con viva polémica hace unos meses en París. Durante la representación, en varios momentos, se apedrea, se insulta y se embadurna con heces a un rostro de Cristo (una imagen del Salvator Mundi de Antonello de Messina); en otro momento de la obra, aparece proyectada sobre la Santa Faz la frase 'You are not my Shepherd' (tú no eres mi pastor). Ahora van a estrenar la obra en Milán, con igual polémica que en París.

Por todo eso chirría tanto la referencia al espectáculo blasfemo que hizo el obispo Ignazio Sanna en su homilía del Dia de Difuntos (sic). No es una alabanza en directo, sino una fina apertura comprensiva, una inclusión receptiva, una aceptación del 'mensaje' de la escena blasfema que serviría (parece ser la intención del obispo Sanna) para 'cuestionar' y 'confrontar' nuestra fe; las palabras y sus comillas las pongo yo, pero la intención, como digo, está implícita en en la homilía de Sanna:

"Con la sapienza di Giobbe, alla fine del viaggio tra le consolazioni di Dio e le tribolazioni del mondo, il cristiano nutre la speranza che i suoi occhi contempleranno Dio “non da straniero” (Gb19, 27). Egli è e resta in questo mondo un cercatore di Dio, un mendicante del Cielo, sulle cui labbra risuonerà sempre la struggente invocazione del Salmista: “Il tuo volto, Signore, io cerco. Non nascondermi il tuo volto” (Sal 27,8s). Anche se gli attori dello spettacolo 'Sul concetto di volto nel Figlio di Dio' rivolgono all’immagine maestosa del Cristo di Antonello da Messina la domanda accorata: “perché ci hai abbandonato?”, il regista dell’opera ribadisce che “noi siamo nutriti dell’immagine di Cristo”. In realtà, il volto del Signore, riscoperto da S. Agostino come bellezza sempre nuova e sempre antica, mai uguale eppur sempre lo stesso, veglia su ogni stagione del cuore. “La sua grazia rimane per sempre, la sua fedeltà è fondata nei cieli” (Sal 88, 3)." (Omelia per la commemorazione dei defunti - Cimitero di Oristano - 2 Novembre 2011)

("También si los actores del espectáculo 'En torno al concepto de rostro en el Hijo de Dios' dirigen a la imagen majestuosa del Cristo de Antonello de Messina la sentida pregunta '....¿por qué no has abandonado?', el director de la obra viene a subrayar que todos nosotros nos alimentamos con la imagen de Cristo")


Este bello ejemplar de prelado atildado, fino, estéticamente sensible, en suma, digamos, este monseñor 'montiniano' expresaba en su homilía (del Día de Difuntos) su exquisita sensibilidad capaz de descubrir un quid apreciable para sintonizar con el blasfemo y su blasfemia: Al fin y al cabo, el que blasfema está confirmando la existencia de Dios, contra quien dirige su impía acción. Esa es la tesis de Monseñor Sanna.

Pero ¿era necesaria la cita? Porque, al final, la referencia homilética parece como si fuera una especie de tolerante convalidación, una aprobación condescendiente, una proclividad del prelado culto, esteta, refinado, por encima (muy por encima) de la actitud intolerante de los extremistas integristas tradicionalistas que no no ven más allá del signo material, que no son capaces de entrever que la blasfemia sería una especie de confesión de fe subliminal.

Esos intolerantes-integristas-tradicionalistas, en aquellos mismos días, se plantaban delante del teatro parisino donde se representaba la obra blasfema y clamaban contra la "cristianofobia" que agrede continuamente, bajo el pretexto del "arte" y la "libertad de expresión", los sentimientos más hondos de los católicos.

¡Qué paradoja tan absurda! En París, los jóvenes católicos son apaleados por las fuerzas antidisturbios por protestar, por rebelarse contra la blasfemia de una obra teatral, mientras en Italia, un obispo, Monseñor Sanna, predica en una homilía (del Día de Difuntos) que al fin y al cabo la blasfemia puesta en escena por Romeo Castellucci era una muy sutil confesión de fe. ¡Qué disparate! Los jóvenes parisinos aporreados por defender el honor de Dios, de la fe, de los creyentes, y el obispo Ignazio Sanna conviniendo con la sensibilidad impía de un autor blasfemo.

Hasta ahí la anécdota, comentada muy oportunamente por Francesco Colafemmina en su blog Fides et Forma.

La segunda parte de este caso eleva al cubo el absurdo de todo lo comentado con esta novedad que publicaban anteayer en la prensa italiana:

El Vaticano llama a Mons. Sanna para el Santo Oficio

Yes: Monseñor Sanna, el de la sensible y estética homilia del Día de difuntos, parece ser que será el próximo secretario de - ¡nada menos! - la Sgdª Congregación para la Doctrina de la Fe.


Sea lo que sea lo que vayan a darle o nombrarle, parece ser que el rumor de que Sanna, el exquisito, va a ser 'elevado' a algún importante dicasterio es bastante serio, muy sólido. ¿Será o no será?

Por lo pronto, Mons. Sanna ha protestado diciendo que él es el primero, el primerísimo, en detestar cualquier blasfemia en escena, y que bla-bla-bla etc. etc. etc. Hasta parece ser que ha amenazado a Colafemmina con una demanda por haber sacado a relucir su sermón del Dia de Difuntos.

Y así está la cosa: Los católicos de Milán movilizados para impedir que se estrene el teatrillo blasfemo (el estreno está previsto para el próximo 24 de Enero), la cita de la homilía del obispo Sanna comentada en todos los mentideros del mundillo blogg/facebk católicos, y la nueva del supuesto ascenso curial de Mons. Sanna como estrambote de todo ello.

E cosí via.

Hay que repetirlo de vez en cuando, para que no nos olvidemos: Nuestra jerarquia es conciliar-vaticanosegundista, con todos sus elementos característicos, con todos sus tics, con aquella impronta. En Italia, el pedigree 'montiniano' se detecta en prelados como Senna, tan sensibles, de refinadísima cultura, de conspícuas sintonías/convergencias con el mundillo cultural-artístico-intelectual más vanguardista.

Son los hombres del patio de los gentiles, del diálogo con agnósticos/ateos, de la cercanía con la cultura post-moderna. Son hombres de iglesia, prelados de alta curia del estilo de Ravasi, de Fisichella. Ahora se ha destapado este otro, Sanna, con un curriculum de mucho nivel en ventura.

¿Alguno más?

+T.

martes, 10 de enero de 2012

¿Hermenéutica de continuidad?



Benedicto XVI: La libertad religiosa es el primer derecho del hombre

Discurso al cuerpo diplomático ante la Santa Sede con motivo del Año Nuevo :

"...A este respecto, se comprende que una labor educativa eficaz requiera igualmente el respeto de la libertad religiosa. Ésta se caracteriza por una dimensión individual, así como por una dimensión colectiva y una dimensión institucional. Se trata del primer derecho del hombre, porque expresa la realidad más fundamental de la persona."

... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...


Alentado esperanzas entre desconsuelos.


Custos, quid de nocte?
Custos, quid de nocte?



+T.

Nota para el Año de la Fe (impresiones)


De repente, cuando parecía que la resaca había pasado, me llega un eco juanpablista que me ha retrotraído a aquellos frenéticos lustros en los que cada año era un año jubilar, o el año de algo. El espectro se me aparece aun más funesto porque se trata del anuncio de un evento netamente vaticanosegundista, sin excusas: El medio siglo.

Un medio siglo que ha sido demoledor, ruinoso, pero que no sé por qué se empeñan en celebrar con castillo de fuegos artificiales, petardos y cohetes, tracas y luminarias. Como si de un triunfo se tratara.

Yo entendería que se predicase un año de conversión, de penitencia. Por tantas cosas. ¿O es que la casa está para tirar cohetes? Pues parece que sí:

Nota con indicaciones pastorales para el Año de la fe

Con agujeros por todos sitios, apulgarado el manto, nos vestimos de lujo festivo viviendo en la paradoja de haber perdido tanto y mantenernos en una crisis crónica que dura desde entonces, desde lo que nos mandan celebrar: Cincuenta años de crisis de fe, de identidad, de misión, de doctrina, de pensamiento, palabra, obra y omisión.

(titulo en negrita, cito la Nota en ocre, comento debajo en letra-blog usual)


Non solum sed etiam:

"Por encargo del Papa Benedicto XVI, la Congregación para la Doctrina de la Fe, de acuerdo con los Dicasterios competentes de la Santa Sede y con la contribución de la Comisión para la preparación del Año de la fe, ha escrito esta Nota con indicaciones para vivir este tiempo de gracia, las cuales no excluyen otras propuestas que el Espíritu Santo quiera suscitar entre los pastores y fieles de distintas partes del mundo."

Parece una cita de las que trae el maestro Romano Amerio en su imprescindibilísimo IOTA UNUM. El estilo de toda la Nota es quasi el mismo que el de los documentos conciliares y la subsiguiente documentación oficial post-conciliar : Ristras de citas, auto-citas del concilio y últimos Papas, y salvedades que invitan a anular lo que se está diciendo o se va a decir. Por ejemplo, eso que he subrayado: Si se animan otras propuestas libres y "carismáticas" de pastores, fieles y todo quisque, ¿para qué la nota, sus indicaciones y sus orientaciones? Dígase que cada uno lo celebre y organice como quiera, y ya está. Y si alguno monta un tinglado escandaloso, impropio, inadecuado y/o indecente, que nadie se queje luego porque precisamente la nota anima a cualquier cosa.

¿Correcta recepción del Vaticano II?

"...Después del Concilio, la Iglesia ha trabajado para que sus ricas enseñanzas sean recibidas y aplicadas en continuidad con toda la Tradición y bajo la guía segura del Magisterio. Para facilitar la correcta recepción del Concilio, los Sumos Pontífices han convocado reiteradamente el Sínodo de los Obispos, instituido por el Siervo de Dios Pablo VI en 1965, proponiendo a la Iglesia directrices claras a través de las diversas Exhortaciones apostólicas post-sinodales. La próxima Asamblea General del Sínodo de los Obispos, en octubre de 2012, tendrá como tema: La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana"

Parece como si se hablara a desmemoriados, a gente que no ha vivido las consecuencias del post-concilio. Pudiérase que estén pensando en católicos desinformados (la mayoría), en católicos a-críticos (la mayoría) o en jóvenes poco-católicos que no saben, ni conocen, ni sabrán, porque no tienen interés en conocer el antes y el después del Vatiacno II con cifras, gráficos, estadísticas y conclusiones.

Se esconde - se evitará explicar siempre - por qué esa novedad de la nueva evangelización y su urgencia, ahora, 50 años triunfales después del triunfante Concilio Vaticano II. No se dirá nunca cuánta ha sido la responsabilidad del Concilio, ese tabú del causa-efecto que levanta ampollas y pasiones encontradas desde los mismos días concliares: Cincuenta años de afección de un cuadro clínico agudo, que se ha vuelto crónico y que nunca se ha diagnosticado.

Insistimos, sin embargo, en el mal: Para remediarlo, se recomienda re-descubrir y profundizar.

¿Redescubrir? ¿Profundizar?

"...Algunos congresos serán especialmente dedicados al redescubrimiento de las enseñanzas del Concilio Vaticano II..."

El Año de la fe ofrecerá a todos los creyentes una buena oportunidad para profundizar en el conocimiento de los principales documentos del Concilio Vaticano II y el estudio del Catecismo de la Iglesia Católica. Esto vale particularmente para los candidatos al sacerdocio, en especial durante el año propedéutico o los primeros años de estudios teológicos, para los novicios y novicias de los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, así como para aquellos que se preparan a entrar en una Asociación o Movimiento eclesial."

Imagino la temática, los exponentes y los invitados a los eventuales congresos.

También imagino el efecto que se pueda estar buscando al inyectar dosis de redescubrimiento y profundización del Vat2º en las mentes y las almas de seminaristas, postulantes, novicios y novicias. Lo que no me atrevo a predecir son las consecuencias de esa "transfusión" vaticanosegundista. Si recordamos los efectos del original en los seminaristas, postulantes, novicios y novicias de los años 65-75, las consecuencias hodiernas pueden ser dantestas, en comparación (en número no, porque ahora no hay cifras como las que se perdieron entonces).


Forzar el ecumenismo:

"Durante el Año de la fe, en colaboración con el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, se esperan iniciativas ecuménicas dirigidas a invocar de Dios y favorecer «la restauración de la unidad entre todos los cristianos», que «es uno de los fines principales que se ha propuesto el Sacrosanto Concilio Vaticano II»22. En particular, tendrá lugar una solemne celebración ecuménica para reafirmar la fe en Cristo de todos los bautizados."

Algo patente durante estos 50 años: El esfuerzo ecuménico de la Iglesia Católica, esforzándose y forzando. Los frutos de la reconciliación de los anglicanos, me pregunto, ¿no se hubieran alcanzado al fin con menos desgaste, con menos concesiones, sin contemporizaciones, sin mixtificaciones, sin equívocos encuentros, sin promiscuidades de todo género? ¿Merece la pena insistir, mantener la tensión, seguir forzando? Me parece tan evidente que lo que tenga que llegar llegará y lo que no puede llegar nunca llegará que no sé cómo en la cúspide no ven estas monumentales razonabilidades ecuménicas, después de medio siglo de empeños, algunos nocivos, casi todos ellos vanos. Vanidad, entre otras cosas, por culpable pérdida de auto-identidad de los promotores. Lo que haya sido ingenuidad y lo que haya supuesto pecado, no quiero enjuiciarlo, es de esas cosas que mejor no pensarlas y dejarlas en el desván (aunque luego se conviertan en fantasmas).

Y el 'espíritu de Asís':

"Todos los fieles, llamados a reavivar el don de la fe, tratarán de comunicar su propia experiencia de fe y caridad35, dialogando con sus hermanos y hermanas, incluso de otras confesiones cristianas, sin dejar de lado a los creyentes de otras religiones y a los que no creen o son indiferentes. Así se espera que todo el pueblo cristiano comience una especie de misión entre las personas con quienes viven y trabajan, conscientes de haber «recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos» "

Sin comentarios. Salvo el temor de vislumbrar un próximo Asís-4 para enfatizar más el 'año de la Fe'. Cualquier ocurrencia puede encontrar cauce favorable, en cuanto se insinúe.


Mi impresión:

~ Más de lo mismo, con pocas variantes sobre lo que ha habido hasta ahora.
~ Se saturará nuevamente todo con consignas, lemas, programaciones y celebraciones archi-manidas bajo el neo-pretexto de 'nueva evangelización'.
~ Impresión de revival nostálgico, de reedición del pasado para satisfacer la memoria de obispos y sacerdotes de 80-70-60 años que 'disfrutaron' del Concilio y se formaron, reformaron y deformaron durante la década horribilis de 1962-1975.

Por otra parte:

1º Se rearmará la tropa radical-vanguardista con la artillería demoledora de textos y pretextos vaticanosegundistas

2º Se alentará la estúpida utopía de los conciliaristas vaticanoterceristas, despabilando llamas mortecinas y soplando tizones humeantes

Se obviará, se tapará, se silenciará la corriente crítico-revisionista del Vaticano II y sus documentos, que es la única sana novedad valorable del los 50 años postconciliares, la única que merecería tenerse en cuenta y asumirse con interés y decisión.

Los oficialistas bienpensantes-biendicentes, los aspirantes a algo, dirán que no se pueden criticar iniciativas tan positivas.

Yo digo que sí, que se deben poner en la picota desde que amagan.

Y también rezo para que la tempestad se calme, no para que sigan las agitaciones (y los aggiornamenti).


+T.

lunes, 9 de enero de 2012

Addenda




ADDENDA:

Me ha parecido oportuno añadir este enlace, con un youtube del fundador, a la página-web de la fundación religiosa a la que pertenece la monja de marras. Verán ustedes (espero) que mis alarmas no son descabelladas, ni mucho menos:

Comunicadoras Eucarísticas del Padre Celestial

Fuí a decir y no dije que el hábito de la susodicha parecía una caricatura edulcorada del de las Misioneras de la Caridad de Btª Teresa de Calcuta. Ahora, en la web, acabo de enterarme de que es, justamente, eso.

Cosas veredes!

Lo chocante es que tengan que verse en la Iglesia Católica.

Antes estas cosas no se hubieran aprobado. Ahora, con el despiste post-conciliar arraigado y generalizado, se le da el placet a todo.

¿Todo cabe?

p.s. Obvio decir qué es lo que debiera caber y no dejan que quepa. Quizá porque causaría un efecto contraluz demasiado notorio, dadas las circunstancias.


+T.

¿Será esto nuevangelización?



Si me preguntan, no sé qué decir. A mí, de entrada, me parece tan ridículo, tan relamidamente espiritual-almibarado, que diría que se trata de una broma. Quasi.

La intención es buena, lo será, eso no lo niego. Pero las formas resultan chocantes, pantomímicas, ensayadas. Si se tratara de ridiculizar y suscitar la hostilidad anti-monacal, valdría. Pero el objetivo es todo lo contrario, vocacional, entiendo.

Por otra parte me llama la atención que una mocita con toca exponga con ese desparpajo, tan suelta de lengua y ademanes; aunque estas especies con toca engañan, que las hay cincuentonas con vocecilla de muñeca de cartón que dismulan muy bien el medio siglo, no se les puede fijar la edad a primera vista.

Ahora no recuerdo bien los años que se pasó nuestra Santa Teresa haciendo oración muy seria hasta que empezó a aprovechar espiritualmente de manera sobresaliente, me parece que fueron treinta años, o más. Y así y todo, tuvo que ponerse a escribir sus obras espirituales ascético-místicas por mandato de sus confesores y directores espirituales, con gran repugnancia por su parte.

Digo esto por el asombro de ver tanta locuacidad. Es - me temo - el nuevo estilo que aquí, en España, estilan las de Lerma, todas encantadas, muy ensimismadas, muy comunicativas y experimentadas en subidas y bajadas al 7º cielo.

Un fenómeno, sin duda, que convergerá en y con las iniciativas de la nuevangelización.

Y todo eso.

Pero a mí me parece que no, que eso no es, que así no. No es así.

Como - D. m. - van a proclamar pronto Doctor de la Iglesia al maestro San Juan de Ávila, deberían mandar a estas jóvenes religiosas de youtube y multimedia unos cuántos libros del Audi Filia, para que se los leyeran.

Me pregunto si resistirían el impacto, o se disolverían como un azucarillo en agua.

O quizá, como no está en formato youtube, a lo peor ni siquiera lo entienden.


+T.