jueves, 22 de diciembre de 2011
The Hobbit, petardazo a la vista, el 4º del mismo
Esta mañana me han mandado tres o cuatro enlaces del trailer de The Hobbit, una petardada apta para cretinos, como las tres partes de ESDLA prostituídas, corrompidas, violadas por el inmenso mequetrefe Jackson, ¡que los orcos se lo lleven!
En el tráiler, lo que se ve es más de lo mismo, incluso peor, me da la impresión. Como leí, no recuerdo dónde, que habían agregado a Alfonso Cuaron al equipo de dirección/producción, me imaginé que la peli de El Hobbit corregiría los vicios y corruptelas de la trilogía de Jackson - ¡que un troll lo machaque!! - Pero la muestra apesta desde lejos, pútrida desde el primer fotograma (de Cuaron no sé si al final ha intervenido o no).
Hasta me parece haber visto (no voy a repetir el visionado del youtube) a Gandalf pelando la pava con una elfa, o lo que sea, ¡qué cosas!
La tesis que mantengo es que a quien le gusten las pelis del vomitivo Jackson - ¡que los trasgos lo trituren!!! - demuestra no saber apreciar la obra del maestro Tolkien, por mucho que se la haya leído: No se ha enterado de n-a-d-a.
Son pelis para infra-lectores, mentes de juego de roll y consola.
Total, ganas de sofocarme por algo que no tiene arreglo: Ni el deforme corruptor Jackson - ¡que un Balrog lo flagele!!! - ni sus archi-imbecilóides adictos, fans, seguidores y/o admiradores.
N.B. Si alguno de mis afectos se encuentra entre semejante recua impresentable, ya saben que se lo perdono: Soy muy generoso con las debilidades, taras y vicios inconfesables de mis amistades.
He dicho.
#.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Confusiones
Que la crisis no cesa sino que progresa y se vuelve crónica, como una afección orgánica, es una de esas evidencias que unos se empeñan en no ver, otros en ocultar y otros en favorecer, promover, consentir y/o aplaudir. Es decir, que estamos los que decimos -'que no que no', los que replican -'por qué no, por qué no', y los radicales del -'y mañana más y al año que viene todo'. Si me explico. Si Uds. me entienden.
La estampa es desazonante, desarmadora, una declaración, un manifiesto. Sin palabras, porque sobran. Sin comentarios, por el valor elocuente de la imagen misma.
Comprendo - comprendemos - muchas cosas, dado como está el patio. Imaginamos la que se puede armar en la prensa, los medios y los ambientes sensibilizados si alguien aireara el caso (que no se ha dado) de un prelado que se negara en redondo a admitir, a consentir, a dejar pasar estas cosas, abusos al fin.
Lo peor es que desde dentro, desde nuestras propias filas, te argumentan que sí, que se puede, que se hizo, que se está haciendo; que el Papa, incluso, lo permitió, que el Papa también lo admite y consiente. Hay fotos, of course; las últimas de este género, las que recuerdo, son las del viaje a los EE.UU. Seguramente habrá más, passim.
En nuestro caso, la permisión de tunicelas (que el vulgo llama 'dalmáticas'), una inveterada costumbre sevillana, que pasó de la Catedral a la Cofradías, agrega una nota de confusión más extrema, porque si la foto se ve donde no se sepa qué es, lo que se verá será una mocita revestida de dalmática. Dramática.
Y así discurre el siglo post-conciliar, hoy más turbio que ayer pero menos que mañana.
El que piense que esto es peccata minuta, allá él. Nosotros - yo y otros -pensamos que son epifenómenos de algo mucho más grave.
La duda inquietante - y no me refiero a este caso de la foto, sino en general - es saber si no se actúa por impotencia o si se permite por estrategia.
+T.
El monumento sevillano del beato JP2
Andan enredados en Sevilla porque no saben dónde poner el monumento de Juan Pablo II. En Sevilla la idiosincrasia de sus indígenas no es cualquier cosa. Acostumbrados a convivir con una estética histórico-artística de primer rango, el sevillano barrunta el adefesio y se escuda en lo que sea para disimular que algo no encaja en su depurado cánon.
La estatua de Juan Pablo II que se pretende colocar en el centro mismo de la ciudad, en la Plaza de la Virgen de los Reyes, entre la Catedral y el Palacio Arzobispal, es obra de un reconocido imaginero, muy apreciado. Pero una imagen es una cosa y una estatua para un monumento, otra. La escultura en cuestión pretende ser, justamente, armónica y entonada en todas sus partes, pero no logra ese efecto. El retrato del efigiado y su expresión, tampoco.
Provincianos, clásicamente localistas, el sevillano-tipo detesta vanguardismos y prefiere que un caballo, si tiene que ser, se parezca a los de la cuádriga bizantina de San Marco de Venezia o al de Marco Aurelio del Capitolio, antes que al adefesio picasiano del Guernica, verbigracia. Pero en su lógica, peca al admitir el semi-arte con tal de no consentir el des-arte. Y así pasa que se pasan cosas que no debieran pasarse.
En imaginería sacra, por ejemplo, se exponen al culto obras contemporáneas que no alcanzan el cánon exigible para tal menester (que debe ser y mantenerse muy alto). No pongo muestras porque practico la sabia abstinencia de la vieja sentencia del 'ni fías ni porfías ni pleitos con cofradías'. Pero todo el mundo sabe que la calidad de la iconografía imaginera sevillana, desde la desaparición de los maestros del siglo XX, ha decaído lamentablemente. No digo que falte honradez en la intención, digo que no hay calidad/nivel en los resultados.
Como en la imagen del monumento del Papa JP2, que todos dicen que muy bien pero nadie quiere hacerse cargo de ella, y menos para ponerla en un lugar tan privilegiado como el propuesto. Sevilla, que es muy fina para decir que no en directo, usa de barrocos circunloquios para negar, sutiles adversativos que no todos captan, ni siquiera todos los que debieran, por ser del lugar.
Vean y lean, si les interesa, cómo está el asunto:
Se decide el enclave , Cultura dice sí , Se aprueba por la Junta , La Junta no aprueba nada , Unos pasan la pelota a otros
Un caso típicamente provinciano, quasi decimonónico, con colisión de esferas, instituciones, poderes, influencias, empeños y hasta pequeñas pasiones personales. Pero en el fondo - en el centro - una escultura que no acaba de gustar para un monumento que no termina de convencer.
Ýo lo dejaría donde está ahora. Se ahorrarían muchos percances previsibles.
+T.
martes, 20 de diciembre de 2011
Sor Hermenegilda...¿o 'monseñora' Hermenegilda ???
El nombre me gusta mucho, muy visigodo. Y la doña tiene una estampa que también me agrada, imponente, bien planchada y almidonada, de ordeno y mando, muy dispuesta, capaz y eficaz. Lo que no me gusta y me parece una equivocación es el cargo, el 'ministerio' que le han encomendado a Sor Hermenegilda, nada más y nada menos que secretaria de la Conferencia Episcopal de Sudáfrica; pueden leer la noticia aquí, en la web de la Conferencia Episcopal Católica de Sudáfrica (o, si prefieren, en el Vatican Insider, que da la noticia con este titular: Una mujer en la cúpula de la Iglesia Sudafricana )
Que es, realmente, lo que es, puesto que un secretario de conferencia episcopal es un señor que sirve a la jerarquía, trata contínuamente con la jerarquía, articula la agenda y los trabajos de la jerarquía y la jerarquía llega a depender de su labor en tanto en cuanto el secretario de la c.e. es el gerente de los asuntos de la conferencia de los obispos, una especie de encargado de todo. Por eso suele ser oficio desempeñado por un sacerdote al que más o menos pronto/tarde se le promociona al episcopado, bien como titular in partibus, o desde la secretaría sale nombrado para obispo de alguna diócesis.
Es el curriculum, por ejemplo, de nuestro Martinez Camino, por citar a un bien conocido secretario de conferencia episcopal. Es un cargo para gente trabajadora y capaz, no apto para incompetentes; pero es un puesto muy ambicionado por la cantidad de recursos y posibilidades que brinda.
Cuando una mujer arriba a un oficio de ese nivel, por el status jerárquico en el que ese oficio se inserta, la lectura del hecho puede ser muy equívoca; verbigracia, el mismo titular del Vatican Insider, que da la noticia con cierto tono (intencionado o no) 'feminista', como si el nombramiento de Sor Hermenegilda supusiera algo más, una especie - digamos - de primer desembarco de la mujer en la Jerarquía, no con carácter sacerdotal, pero sí con evidente 'nivel' de función quasi-jerárquico. La confusión está servida.
Como anécdota co-ilustrativa referiré un caso que presencié hace unos años: Nombraron director de un secretariado diocesano de pastoral seglar a un laico, un señor casado y con hijos. Era un tipo discreto, de poco relieve, pertenecía a un minúsculo movimiento, un instituto secular de provincias; era un desconocido, conocido solamente por el que lo promovió, aceptado por los demás con los que iba a relacionarse porque a nadie le importaba ni el cargo ni el sujeto. Pasó un curso, con sus correspondientes reuniones, emisión de circulares, presentación en algunos foros/escenarios, etc. En el segundo año de su encargo, fue invitado a una mesa redonda ocasional, en la que iba a tratarse/discutirse uno de esos tópicos vaticanosegundistas, "Actualidad de los seglares: Su papel en la Iglesia de hoy", o algo así, uno de esos títulos para uno de esos obligados tostones mortificantes de 8'30 de la tarde. Asistieron los que no tenían mas remedio que estar, los sufridos inexcusables. Yo estaba entre ellos. En esos sitios, suelo buscar un asiento lo menos visible que pueda; a veces me toca a mí decir algo, presentar, o sentarme en la mesa del estrado, dando un toque de severo y sacro tono, solemne (me sale muy bien); sea lo que sea, en cuanto termino mi parte de escenario o me siento en mi rincón disimulado, lo que suelo hacer es abrir el Breviario (para cumplir horas no rezadas o para adelantar las del día siguiente) o ponerme a rezar el Rosario, depende de si hay luz suficiente (entonces breviario) o no (entonces rosario). Estaba yo en una de estas dos piadosas devociones, no recuerdo cual, cuando oigo con estupor que el laico director del secretariado seglar está diciendo esta majadera enormidad:
- "...Porque yo mismo soy 'jerarquía', porque presido un secretariado episcopal, por encargo del Sr. Arzobispo, con nombramiento suyo, y en el organigrama diocesano tengo un encargo superior al de, por ejemplo, un párroco..."
Recuerdo que interrumpí la bravata con un ¡¡¡ejem-ejem-ejem!!! todo lo impertinente que pude y, con mucho ruído, levanteme y fuíme del salón con aire. Vanitas vanitatum (mea ipsa, etiam).
Volviendo a la Sor Secretaria: Si no hay curas en Sudáfrica para ser secretario de la c.e. del lugar, será que no lo encuentran porque no lo quieren, ya que tiene que haberlos, aunque fueran media docena los curas sudafricanos, que serán más.
Siendo Sudáfrica una sociedad de mixta religione, con constantes contactos ecuménicos, tan proclives a las promiscuidades, teniendo 'clérigas' los anglicanos y siendo esta una de las más notorias novedades de lo que llevamos de siglo, la lectura/interpretación que se le dé al nombramiento de Sor Hermenegilda será, dadas las circunstancias, doble, triple, cuádruplemente equívoco. Para propios y extraños.
En España, no hace mucho, creo recordar que el nefasto Don Juanmari Uriarte nombró a una doña para secretaria-canciller de su obispado, el muy insensato (me parece que escribí comentando algo a propósito, a ver si lo encuentro y lo pongo de enlace, para complementar). El caso es que, por aquí y por allá, las astutas serpientes dan sopas con honda a las cándidas palomas. Y conste que no lo digo en demérito de la formidable Sor Hermenegilda, sino como censura (cañazo material, si pudiera) a sus promotores mitrados.
A ver si no cunde el mal ejemplo y se queda Sor Hermenegilda como exótica excepción, solamente ella.
Y a ver si no es tentada para aspirar a más y correr el escalafón.
Oremus!
+T.
lunes, 19 de diciembre de 2011
Fisichella, siempre preocupante, siempre
Fisichella, Salvatore (Rino per gli amici), no hay vez que abra el pico que no me provoque un repelús, tiene esa des-gracia. Me preocupa que la tal facultad le haya venido con la mitra; pero también me pregunto si estaba dotado de ella antes de la concesión del anillo y el báculo, porque si la cosa fue a priori, no me explico cómo. O si me explico, prefiero abstraerme, para no desbarrar.
La última fisichellada es esta sentencia recogida en una entrevista que publicaba el otro día un medio impío:
La nueva evangelización debe hacerse con dulzura, respeto y recta conciencia
Questiones derivadas de la sentencia, a saber:
I)- ¿Acaso la 'antigua evangelización' se hizo con amargura, rigor, o acritud?
II)- ¿Acaso la 'vieja evangelización' fue irrespetuosa y/o se caracterizó por ello?
III)- ¿Acaso la 'anterior evangelización' se realizó con una conciencia pecaminosa, torcida, alevosa?
Entiendo que de la afirmación se desprenden muy bien esas tres cuestiones, todas quasi respondidas en cuanto supuestas en la declaración titular de Fisichella.
Él lo explica así:
P. ¿Cuál es el estilo de la nueva evangelización?
R. La nueva evangelización debe hacerse con dulzura, respeto y recta conciencia. La dulzura es sinónimo de mansedumbre. Es decir, no se puede recurrir a la arrogancia ni al orgullo ni al sentido de superioridad respecto a otras doctrinas. El respeto tiene que ver con la capacidad de ponerse en el lugar del interlocutor. El respeto significa también sentido de responsabilidad ante Dios, porque nadie puede atenuar la radicalidad del Evangelio ni limitar instrumentalmente sus contenidos.
P. ¿Y la recta conciencia?
R. Se trata de ofrecer una conducta vital irreprochable y creíble.
P. Sorprende, por lo poco habitual, la referencia a la dulzura como instrumento de la nueva evangelización.
R. La dulzura es una nota esencial de la nueva evangelización. Significa acercarse al otro con buenas maneras, sin cogerlo del cuello, sin pretensión de imponerle nada. Con respeto a la diferencia de formas de pensar y de vivir.
Obligadamente, se impone transportar las tres cuestiones que propuse a cada una de las respuestas de Fisichella. De las que se deduce una pésima y muy peyorativa opinión respecto a toda la antigua evangelización y sus protagonistas, los viejos evangelizadores. Pienso, por ejemplo, en los antiguos misioneros. Ustedes pueden pensar también en evangelizadores que se les vengan a la cabeza, para aplicarles los criterios-fisichella. Se sorprenderán.
Sorprendetemente, en mitad de la entrevista, Don Salvatorino traza una semblanza del porqué de sí mismo, de su perfil, raccontando un breve sumario de su vida pastoral-evangelizadora:
"(La política)...Es otro lugar importante para la nueva evangelización. Lo sé por experiencia propia. Durante 15 años fui el párroco de Montecitorio, es decir el capellán del parlamento italiano. Todos los días celebraba misa, hablaba con los diputados y realizaba allí mis funciones sacerdotales. Y eso se puede hacer, siempre que respetemos la idiosincrasia de cada país. En Francia, es impensable algo así. En Italia, se puede hacer: De hecho, en el Parlamento italiano hay una iglesia del siglo VIII. Tenemos que estar presentes en el mundo de la política, porque la política hace la ley y la ley crea la cultura. De ahí que sea muy importante la formación política de los creyentes, asi como su implicación política".
Una nota que nos ayuda a comprender cómo se ha hecho y de qué pasta es este prelado. Muy politicante, diría yo, como si se volviera a la antigua categoría del XVIII-XIX, cuando el Colegio Cardenalicio y la Curia se dividían en dos facciones: Los Zelanti (ancièn régime) y los Politicanti (ilustrados y liberales). Pues Don Rino sería/hubiera sido de los politicanti, pasteleros, acomodaticios, contemporizadores, hombres de flexibilidad, diálogo, promiscuidades y todo aquello. Ahora lo llaman 'mix', en música, me parece. También lo llaman 'fusión'.
¿Y de lo de Asís, qué piensa el comisario de la nuevangelización? Pue esto:
"...En el encuentro del día 27 de octubre, recordamos el espíritu de Asís y nos comprometimos a mantenerlo vivo y operante. No podemos olvidar que también hoy sigue habiendo conflictos y guerras. En Asís recordamos que la paz es el primer objetivo de las religiones...//...sin duda fue algo muy bello y con mucho eco mediático. Pero tenemos que hacer algo más. Asís no puede ser sólo flor mediática de un día. Porque Asís es el compromiso de la Iglesia católica y también de todas las demás religiones para poner en marcha una etapa de compromiso por la paz.".
¡¡Toma del frasco, Carrasco! y Que si quieres arroz, Catalina. Todo junto y en la misma ristra. La mar de claro, para las mentes oscuras. Trepanante.
Y, ya que estamos, ¿de la Eta, qué nos dice Fisichella de la Eta? Pues también opina de ello este cráneo privilegiado, tan girocho:
"...Cuando termina la violencia en un país, siempre es una etapa muy importante. Una etapa nueva, en la que creo se debería mirar a otras etapas y tener en cuenta otros elementos importantes. Por ejemplo, el respeto a las tradiciones que no pueden ser uniformadas. Y, en estos momentos, predomina la tendencia a uniformar en un contexto de globalización que no respeta las diferencias. Entre ellas, las diferentes tradiciones culturales y religiosas."
Fisichella, sin duda, es el que nos hacía falta para remediar lo de las tres provincias vascongadas y sus desarreglos de víctimas y asesinos. Pelillos a la mar y tomarse unos chiquitos con unos pinchos. Y ya está.
Y el bombazo, el pedo gordo del final, atentos:
Pregunta el tentador astuto (i.e. el periodista):
P. ¿La nueva evangelización apuesta por el cambio de estructuras en la Iglesia católica?
Responde el incitado, el tentado, el excitado Fisichella con un cóctel-rebozado exegético-místico-eclesiológico de agárrate y no te menees:
"...La paciencia es una nota característica de la fe. Lo principal es esperar la venida del Señor. Mire, Juan y Pedro corren hacia el sepulcro vacío. Juan es el signo del amor. Pedro, el de la institución. Juan, el amor, llega al sepulcro antes que Pedro, la institución siempre más lenta. Pero el amor es respetuoso y Juan no entra en el sepulcro. Y espera a Pedro, que es más lento. Como decía Urs Von Balthasar, del que me siento discípulo, tenemos que ejercer la kénosis del Espíritu Santo, es decir respetar los ritmos del Espíritu y de la institución. Desde esta dinámica, esperemos que la nueva evangelización informe también a la estructura de la Iglesia."
Un topicazo, por otra parte, muy manoseado ya, del que abusan los progres vaticanosecundistas que aspiran al vaticanotercerismo, muy alegóricos ellos cuando toca arrimar el ascua de la exégesis a su sardina eclesial. De todas formas, inquietante, muy inquietante. Más todavía dicho por boca del capo de la nuevangelización (sic).
Cierra la entrevista una lista de campanazos, citas/ titulares/ brani scelti del Monseñor Don Rino, como estos (que destaco yo):
"No se puede recurrir a la arrogancia ni al orgullo ni al sentido de superioridad respecto a otras doctrinas"
"La dulzura significa que la nueva evangelización no es otra cosa que una propuesta de vida que proporciona alegría y felicidad"
"Estamos obligados a no repetir errores del pasado en el ámbito apologético"
"Tenemos que estar presentes en el mundo de la política, porque la política hace la ley y la ley crea la cultura"
"En Asís recordamos que la paz es el primer objetivo de las religiones"
"Esperemos que la nueva evangelización informe también a la estructura de la Iglesia"
Y este, señoras y señores, católicos atque católicas mios-as es el panorama que se desprende (nunca mejor dicho) de las palabras del dicharachero Monseñor Salvatore Fisichella (Rino para los amigos).
¡Que el Señor nos coja confesados!
+T.
viernes, 16 de diciembre de 2011
Lo de Gerena
Sin entrar en detalles (el que quiera enfangarse que busque por ahí más detalles de la cosa, de la sinvergüenza y de todo lo demás), a mí, por lo que me toca, me afecta esto:
COMUNICADO DE LA ARCHIDIÓCESIS DE SEVILLA
El comunicado, si se queda en comunicado, resulta insuficiente, hirientemente insuficiente. Tan circunspecto, tan políticamente correcto. ¿Nada más? ¿No se destituye ipso-facto a la junta de la Hermandad? ¿No se manda a llamar al párroco para que explique lo que sepa? ¿No se anuncia un acto de desagravio?
El particular suscita cuestiones graves: Los ofendidos y heridos son los de Gerena, recalca la nota del Arzobispado, "los sentimientos de los fieles" y "la sensibilidad de los devotos". Vale. Pero ¿Y Dios? ¿Y la Virgen? ¿O es que lo sucedido no es, antes que nada, una ofensa a Dios y a la Virgen, una profanación de una iglesia, una blasfemia material? ¿Dónde se deja a Dios, debiéndosele a Él la primera consideración?
Cuando rezamos y decimos '...que vive y reina', ¿lo creemos o solamente lo pronunciamos como una fórmula obligada, sin creer, sentir, vivirlo y demostrarlo?
El atentado sacrílego exige reparación, desagravio. Con baculazo aleccionador y sanción canónica a quien corresponda. ¿O es que la cosa ha sido espontánea, sin que nadie lo supiera ni lo advirtiera? En un pueblo, en la ermita de la Patrona, van y retratan en cueros vivos a una reputada ¿y nadie lo sabe, nadie lo comenta, nadie dice ni mú hasta que sale publicado el reportaje impúdico y blasfemo? ¿Cuándo ocurrió, en qué fecha? ¿No había nadie de la Hermandad presente, ningún miembro de la junta, ni el santero, ni el capiller, ni el prioste? ¿Nadie vió nada, ninguno de la Hermandad lo sabía? ¿El cura no se enteró? ¿Nadie informó a nadie? Recalco y subrayo: En-un-pueblo, en Ge-re-na.
El caso sería de chiste si no fuera porque es para llorar de pena, de vergüenza y de rabia.
Están en París clamando por una obra de teatro blasfema, y en Gerena, Archidiócesis de Sevilla, montan una escena de burdel en una iglesia y ¿ya está? ¿la cosa va a quedarse en un comunicado, una nota de prensa?
Ponemos el grito en el cielo cada vez que un ministerio o una consejería subvenciona una exposición anti-católica, una película anti-cristiana o una sátira impía y en Sevilla descubrimos espantados que una hermandad le presta su ermita a una cuadrilla impúdica para que graben un reportaje indecente para un calendario obsceno para publicidad de un negocio.
A ver, a ver si se demuestra que no sólo decimos sino que creemos - ¡porque lo sabemos! - que Él vive y reina.
Y que tenga misericordia de nosotros, y que perdone nuestros pecados, y que nos limpie de nuestras inmundicias, torpezas y mil ofensas. Estas que han pasado y todas las demás que se callan y se tapan.
Tu autem, Dómine, miserere!
+T.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Santo en llama viva
Un temeroso estupor me golpea cuando leo/medito/rezo la oración de confianza de San Claudio de la Colombière, y lo mismo me pasa con esta reflexión de San Juan de la Cruz. Reconozco que sólo un santo, muy inspirado por la gracia, muy empapado del conocimiento de Dios, con una fe depuradísima, puede decir cosas como estas:
"No me quitarás, Dios mío, lo que una vez me diste en tu amado Hijo Jesucristo, en quien me diste todo lo que quiero. Por eso me gozaré de que no te tardarás si yo me espero. Míos son los cielos y mía es la tierra; mías son las gentes, los justos son míos y míos los pecadores; los ángeles son míos, y la Madre de Dios es mía y todas las cosas son mías, y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí. Pues, ¿Qué pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto y todo es para ti. No te pongas en menos ni te conformes con las migajas que caen de la mesa de tu Padre. Sal fuera y gloríate de tu gloria, escóndete en ella y goza, y alcanzarás las peticiones de tu corazón". (Dichos de Luz y Amor, 26)
Un dicho con luz de amor, diría yo, que no me explico sino como efecto de una gran iluminación y un desbordante amor, una inteligencia excepcional del Misterio. Es como el desenvolvimiento del verso del Salmo 'El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?'; o la explayación de la proclamación de San Pablo: 'Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios'.
Con un dicho como este de San Juan de la Cruz, con esta muestra, se puede calibrar todo lo demás, su obra y su vida. No es un Santo más, no es un santo corriente.
Hace ya unos años, el 16 Diciembre de 1990, por la efemérides del IVº Centenario de San Juan de la Cruz, el ABC publicó en su tercera página un artículo memorable del p. José Luís Martín Descalzo, una bellísima semblanza del Santo Místico. Contaba el episodio de la escapada de la celda-cárcel del convento carmelitano de Toledo y la colación de unas peras cocidas con canela que le dieron las monjas carmelitas en el locutorio de su convento, donde le refugiaron.
Si no lo conocen, lean aquí el precioso artículo
Tengo el artículo recortado, plegado entre las páginas de unas Obras Completas de San Juan de la Cruz, y me gusta releerlo. Recuerdo hasta el momento en que lo corté de un ABC, en Roma, pocos días antes de la Navidad de 1990.
De aquella mañana de la huída toledana, esta es mi pequeña semblanza, mi Ex Voto al Santo de los poetas:
Dudó la luz si amanecer el día,
si poner sol o seguir la noche oscura,
si alumbrar o darle cobertura
a aquel que como un ciervo huía
de su pena y prisión. Ya esclarecía;
iba receloso, en la estrechura
de la celda ansiaba aquella anchura
que ahora en despejado se temía
Por una cuesta subió; temblando, el alma
por la boca con su aliento se le iba,
rezando con los labios. Vió una palma
abriendo su penacho arriba,
y remansó su corazón con calma
su verso ardiendo en llama de amor viva.
El final del artículo del ABC recuerda la escena que cuenta el p. Crisógono en su insuperable biografía, cuando estando en Sierra Morena, en La Peñuela, al incendiarse unos pastos, una liebre salió despavorida y se cobijó en el halda del padre Juan, y dos veces que la retiraron volvió las dos a meterse bajo el hábito del Santo. Terminaba Martín Descalzo confesando "...¡Y qué envidia tengo yo de aquella liebre!".
Una liebre escapando de un incendio yendo a esconderse en uno incendiado por la Llama de Amor Viva.
+T.
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