viernes, 28 de febrero de 2014

...Y lo que va a seguir pasando


Hace poco oí hablar del 'horizonte veinte-veinte'. Es una expresión para referirse al futuro año (Deo volente) 2020, un término usado en la jerga de economistas, sociólogos, analistas, etc. para referirse al nivel de progreso que se alcanzará al final de esta década, dentro de seis años.

Pensando en la Iglesia, desde esta inquietante Roma francisquista, el horizonte veinte-veinte católico se vislumbra calamitoso, católicamente considerado. La tendencia de la deriva se describe muy bien con esta escena que los noticiarios eclesiásticos no han puesto en portada, pero que ha sucedido ayer:

El Papa recibe a una delegación de judíos, musulmanes y católicos de Argentina

En titular más pequeño, se informa del alcance y sentido de la audiencia con PP Franciscus:
'Estamos mostrando que las religiones pueden convivir y trabajar juntas y en paz'

No se dice lo que dijo el Papa. Mejor. Si ya hablando Urbi et Orbi resulta, tantas veces, de digestión pesada para el tracto digestivo católico, en petit comité y con paisanos en promiscuidad tri-religiosa, lo que diga probablemente sea fastidiosamente traumático para los oídos católicos. Mejor que no se sepa, pues, lo que dijera.

Pero no nos podemos hacer ilusiones, al contrario. Si en un año se ha ido definiendo así, en el futuro se irá afianzado la tendencia, con consecuencias.

El doble registro seguirá, por su parte, funcionando también: Homilías y alocuciones con un sencillo y sano tono católico, parenético, moralmente positivo, espiritualmente animoso. Y, juntamente, actos, dichos, notas, recibimientos, reconocimientos, aprobaciones implícitas, reprobaciones en tono menor, ausencias, displicencias, nombramientos, promociones...etc. etc. etc. de perfil, tendencia, contenido y consecuencias inconfundiblemente francisquistas.

Si en un año las cosas van así, ¿cómo estarán en el veinte-veinte?



A cada día le basta su fatiga, nos dijo el Señor, ¿por qué agobiarse por el mañana?

Eso me digo yo, me lo repito, lo interiorizo...Y, sin embargo, no dejo de pensar en el 'horizonte veinte-veinte' de la Iglesia.

Y no, precisamente, con serena expectación, Dios nos valga.

EstramboteLa misma noticia, con otros pormenores, y la escalofriante propuesta de una JMJ interreligiosa !!!

Moraleja: Todo es susceptible de ir francisquistamente peor.

¡Válganos Dios!


+T.

3 comentarios:

Ottaviani dijo...

Estimado padre: hace tiempo escribió usted sobre el "problema judío" comparando la actuación del Santo Papa Pío X con la del actual. ¿No se nos esta dando a entender que el "problema judío" se ha convertido -según esta obsesión del papa Francisco de confraternizar con judíos- en un "complejo católico" con los judíos?

Esperanza dijo...

Asistimos a una tragedia. Porque es tremendo que “...probablemente sea fastidiosamente traumático para los oídos católicos...” escuchar lo que dice el Obispo de Roma (este es el título que prefiere Francisco).
Y se aproxima el 2017, el año “antitrento” o pro Lutero.
En fin, recemos para que antes de 2020 haga uso de su pasaporte argentino recién renovado.

Juan Antonio dijo...

Preocupante hasta la consternación, eso del "doble registro" papal. Yo al principio le di voluntarioso el beneficio de la duda, pensando que el supuesto fondo tradicional que a veces saca de paseo prevalecería sobre lo demás. Pero me temo que en él ese fondo es inseparable de cierto batiburrillo incoherente de ideas (in)felices que tiene metido en la sesera (con perdón). Y lo malo es que está fascinado con el cardenal Kasper como solo un argentino puede estar fascinado con un intelectual alemán. Que Dios me perdone, pero veo el futuro muy negro.