miércoles, 11 de septiembre de 2013

Triunfalismo

 
El sermoncete de la Misa de Stª Marta podría decirse que es el equívoco cotidiano. No es que no se pueda interpretar rectamente, es que se puede entender incorrectamente. Y de ahí su, diríamos, equivocidad, algo tan peligroso cuando el autor-predicador es el Papa (aunque sea manifiesta la reluctancia de PP Franciscus a titularse Papa; ni siquiera se firma-rubrica con el tradicional PP acompañando al Franciscus).

Ayer dijo algo que - como quasi siempre - parece no meditado, fruto de la improvisación al comentar el Evangelio de la Misa. Volvió (eso parecía) a censurar ciertas actitudes y comportamientos intra-eclesiales, sin decir nombres, sólo dejando medias palabras. Si señalar sin probar es problemático, insinuar sin precisar es confundente, y también injusto.

Dijo cosas como estas:

"...Cuando vemos a estos cristianos, con tantas actitudes triunfalistas, en sus vidas, en sus discursos y en su pastoral, en la liturgia y tantas otras cosas, es porque en lo más profundo no creen en el Resucitado..."

(aquí transcripción del sermoncete complero, según Zenith)

Uno no sabe bien - ¡como no se explica! - qué querrá decir con eso. No sé qué entiende por triunfalismo. No sé qué entiende por triunfalismo en la liturgia. No sé. Pero dado que se complace en ese minimalismo malentendido como 'sencillez' con todos sus etcéteras, parece que se capta la intención muy crítica, híper-cesurante de esas palabras. Unas palabras en extremo hirientes pues descalifican la fe y dudan de la sinceridad de aquellos en los que detecta una 'actitud triunfalista'.

Por ejemplo, las palabras del sermoncete infligen una herida afrentosa a estos enormes 'triunfalistas':



Según lo predicado ayer, estos hermanos venerables que celebran con tanto esplendor a Cristo, no creen - dice Francisco - en Cristo Resucitado. Su 'triunfalismo' es sólo disimulo, porque, en verdad, la relumbarnte solemnidad enmascara su falta de fe. Ni más, ni menos.

Esas palabras del sermoncete, además, parecen confirmar una preocupante tendencia a subsumir el esplendor de la fe, a negar o reducir la gloria de la gracia y la radiante manifestación del Misterio.

Que se eclipse el Sol. Que se nuble la luna. Que se apaguen las estrellas y luceros. Que se extingan los cometas y no chispeen las estrella fugaces en la noche.

Que todo sea penumbra, sombra.

Como canta el tango: 'Y todo a media luz / crepúsculo interior'

Por lo menos, esa es la impresión.

¡Cuánta gloria para nuestra Santa Madre Iglesia! (...Triunfante ???)


+T.

12 comentarios:

Augusto TorchSon dijo...

Excelentes observaciones DOn Tercio. Ese minimalismo litúrgico es otra de sus cuidadas ambiguedades para no manifestarse abiertamente en contra del tradicionalismo católico. El reduccionismo de lo divino para mundanizar lo más sagrado ya es algo que no puede negarse. El discurso es masónico. Tal vez por su cercanía a los perfidos masones de la judaica B'nai B'rith. Lo cierto es que en ámbitos un poco más privados como en el discurso que le dió a los obispos en Brasil nos señaló (a los restauracionistas) como los más peligrosos y a los que más le tiene miedo. Entre otras cosas dijo algo que no escuché que nadie criticara y que me pareció terrible por eso escribí al respecto http://nacionalismo-catolico-juan-bautista.blogspot.com.ar/2013/07/el-papa-en-la-reunion-en-el-jmj-de-rio.html
Saludos en Cristo y María

Miles Dei dijo...

Tirunfalismo el de la JMJ, ergo por allí no se creería mucho en la resurrección.

Gaugamela dijo...

Se lo repito, don Terzio, es usted un guasón, jeje, y me encanta, jejeje!

" Ayer dijo algo que - como quasi siempre - parece no meditado"

¿Usted cree que con tanta cháchara, por aquí y por allá, tiene tiempo para la meditación? No sé yo, no sé.

Yo creo que tuvo un lapsus linguae y, en lugar de "triunfalistas" su subconsciente decía "tradicionalistas, tradicionalista". En fin, cosas de PP Franciscus, (a su pesar lo de PP).

Cuando leí el "sermoncete" me quedé con la misma palabra que usted (triunfalistas), y pensé:
"Jo, éste es de los de las penumbras. Ni que estuviéramos aún velando aún a NSJ. A ver si es que no sabe que ha resucitado?"

'Y todo a media luz / crepúsculo interior'

¡Señor, Señor! para su meditación le vendría bien la luz crepuscular; a los exultantes católicos, nos desborda Su Luz. Y que se deje de tibiezas, el tenebroso éste. Que ya bastante gris es el mundo como para que nos matice la Única que lo ilumina y nos ilumina a quienes creemos en El.

Vaya un cenizo de hombre.

(Hay una canción del año... ni idea, que se la oía a mí padre. Decía:
"Bajo el palio de la luz crepuscular..."
Pues eso. Verso por verso, don Terzio).

Gracias por sus palabras. Son un estímulo para volver siempre por aquí y encontrar "algo de Luz".

Andres P. dijo...

Tal vez el sermón se ajusta a la definicion que pupula en los diccionarios de internet: Triunfalismo: Actitud de seguridad en sí mismo y superioridad sobre los demás, fundada en sobreestimación de la propia valía; optimismo exagerado basado en esa sobreestimación.

Podría ser? Quien sabe...

joseph dijo...

El simplismo de ciertas afirmaciones roza la indignaciòn. La crisis litùrgica de estos ùltimos 50 anos puede explicarse (hasta donde el hombre puede intuìr)como tiròn de orejas a tantos que se acostumbraron a misas de 20 minutos sin unciòn. Habrà que preguntarse qué narices hemos hecho para merecer un pontificado asì. Que Dios tenga piedad de su Iglesia.

Anónimo dijo...

Milongas (cuentos) porteños: palabreria vacia que puede decir algo pero es en realidad una venta de humo. Es como los comerciales argentinos, consigues que te vendan a un cliente...pero a la larga se da cuenta que ha sido timado en la palabreria y lo pierdes.

Su Santidad en Su Mediocridad no da más de si.

Santi

Ἰουστινιανός dijo...

Este ataque al "triunfalismo" no es -creo yo- sino un reflejo de un complejo de inferioridad ante las cosas del mundo, de manera que cualquier vestigio de esplendor genuinamente católico, y que por ende no se corresponde con esa especie de "fe servil" que se predica desde las instancias conciliares.

En definitiva, no es sino un aborrecimiento profundo por la Tradición, y las tradiciones en que Ésta se manifiesta.

Por otra parte, habría que ver hasta qué punto este el desprecio por el esplendor litúrgico que profesa este pontífice, así como los anteriores (si es que, como es muy probable, realmente se refiere a ello lo de la liturgia de los triunfalistas) no es sino la lógica consecuencia del abandono de la Liturgia como "theologia prima", y su subordinación a la especulación dogmático-teológica, que llevamos padeciendo varios siglos en Occidente, y de la cual en cambio los bizantinos se han mantenido relativamente indemnes.

En fin, perdone la digresión.

Kyrie eleison

Anónimo dijo...

Como en casi todos sus "discursos" Francisco, como le gusta ser llamado se "proyecta"..difuso, confuso, obtuso y con gran abuso en su lenguaje verbal y corporal.

Carmelina..

Anónimo dijo...

Estimado Padre,
A mi modesto entender se refería al Camino Neocatecumenal y su triunvirato. Ejemplos,
- Vida: De empezar en Palomeras Altas a terminar en la Domus Galileae.
- Discurso: Todo son milagros como que los muertos hacen proselitismo del Camino.
- Pastoral: La evangelización en 10.000 plazas.
- Liturgia: Se inventan lo que quieren y encima fardan de ello (hasta de su supuesta aprobación)
¿Sigo?

Anónimo valenciano.

Anónimo dijo...

Crepúsculo interior, vaya que si lo tiene este ... una especie de
profecía facilmente aplicable a susodicho.

Rigoberto Gerardo Ortiz Treviño dijo...

Comenzamos con el plagio den los pastores con olor a oveja; seguimos con los pepinillos avinagrados y las monjas solteronas -bueno, el Obispo de Roma se definió single a sí mismo- y ahora los triunfalistas... Si lo que Parolin anuncia del adiós al celibato, todo apunta a que será Poncio Pilatos el que padeció y fue sepultado y resucitó al tercer día...

Anónimo dijo...

Lindo video,
Que dignidad tienen estos clérigos (no se como se llaman ¿Popes?). Que diferencia cuando uno ve nuestras tristes procesiones sudamericanas con sus Obispos mal vestidos, el guitarreo y el mal gusto!
Hasta donde llegaremos!
Rodrigo