jueves, 18 de abril de 2013

Sin marcha atrás ???

 
Después de la saturación de documentos (escritos y hablados) de los dos últimos Pontífices, con el Papa Francisco aparece en el muy colapsado escenario del magisterio común y ordinario la novedosísima modalidad de la píccola-homilía improvisada con improvisaciones, viva voce, recogida/transcrita en apuntes de los presentes y publicada en los medios con subrayados interesantes (según qué interesados). Una recentísima y fresca aportación a la ya extensísima (no digo profundísima)  producción pontificia, qué duda cabe.

Aunque sí caben algunas dudas: ¿Son mociones carismáticas in situ? ¿O emociones irreflexivas improvisadas ad casum? ¿O se trata de fioretti, diciamo, piccoli brani di pensiero, ya rumiados, que afloran por resorte de la coyuntura?

Es que dependiendo de una u otra explicación, lo dicho en la capella de Santa Marta tendrá un valor u otro, un peso a considerar o no, una categoría más o menos magisterial (trascendiendo ese tipo de low/soft magisterio(?) cotidiano-doméstico, o no).

Por ejemplo, cuando dicen que dijo que 'no hay marcha atrás', ¿qué quiso decir? ¿en qué pensaba? Porque si verdaderamente piensa que pensamos que la Historia tiene marcha atrás, me sorprendería semejante absurdo, viniendo de quien viene. Todos sabemos que el tiempo no vuelve, que el pasado es pretérito y todo eso. Ya lo sabemos: Los ríos no tienen corriente reversible, estamos en ello. Hasta podemos predicar con textos sagrados que contienen terribles admoniciones y recordar a la mujer de Lot convertida en sal por mirar atrás, no lo olvidamos (y hasta nos lo creemos).

Pero también sabemos que el tiempo no se detiene, que la Historia no se para. Entendemos - usando una imagen de gusto francisquista - que el camino es camino y tiene un sentido que hay que transitar. Sabemos que somos viatores, lo tenemos muy en cuenta. Tenemos presente que el reloj no se para., que el sol no se detiene (salvo el milagro de Josué (y el de Tentudía) y el del reloj de Ezequías (mal que le pesara al contumaz Galileo)), que las horas no se paran, que los siglos no se bloquean.

Justamente, por eso mismo, mi perplejidad: ¿No se puede dar marcha atrás pero sí se puede fondear, anclar, la Barca de Pedro en 1962-1965? Porque ese es el disparate que parece desprenderse de lo dicho, como un absurdo corolario. Esa es la tentación de los hombres del vaticanosegundismo, de los poseídos por el espíritu vaticanosegundista: Quieren que la Iglesia se pare en aquel quinquenio entusiasta de entusiasmados que se auto-aplaudían y lanzaban mensajes al mundo mientras el edificio se tambaleaba, no por decrepitud, sino por mudar el cimiento de roca por cimientos arenosos, movibles, versátiles, dialogantes, acomodables, aggiornati.

La misma idea es contradictoria, contra sí misma y sus axiomas: ¿Nos paramos cuando el Espíritu anima y sopla para que se avance sin freno ni miedo???

No lo advierten. Son viejos. Son hombres de los años treinta, cuarenta, cincuenta. Se embelesaron con el V2º y siguen en su embeleso, no salen de él, atrapados en el tiempo pasado de su juventud y sus ilusiones. En su espejismo, repiten que todavía no se ha estrenado, que aun no se ha puesto en marcha. Y el vehículo aquel ya no tiene ni motor servible, ni combustible al día. Ni piezas de recambio.

Se engañan. Se empeñan en no ver que la Tradición de los católicos tradicionales y conscientes no es el pasado que fue, sino el presente que es y el futuro que se mantendrá. No han entendido que el V2º quedó atrás, tan caduco como el '68 y el Muro de Berlín y otros monumentos del momento, del momento de entonces, del momento que fue. Y están tan ciegos que nos quieren bloquear en el hormigón armado del V2º.

No entiendo que no entiendan.

¿Y el Espíritu?, me preguntarán/se preguntarán algunos. Pues, muy señores míos, el Espíritu sopla donde quiere y cuando quiere. Y aunque es sutil y entra hasta estando las puertas cerradas, también cierra puertas, porque es viento. Suponer que siempre abre y nunca cierra, sería mantener un extraño concepto reductivo de la motilidad, fuerza y actividad del Espíritu.

También sería terca obcecación empeñarse en mantener la puerta abierta cuando es tiempo de cerrar.

¿O es que en estos 50 años no nos hemos aireado suficientemente?


+T.

23 comentarios:

Miles Dei dijo...

Bergoglio creo que ha inventado el género del sondeo de opinión pontificio. Dejar caer algo a modo de cata en un momento mínimo de su magisterio ordinario para ver como crece la bola de nieve y obrar en consecuencia. Quizás es suponerle mucha inteligencia.

Por otro lado, nadie se ha fijado en el contexto donde decía eso (la misa por Ratzinger en su cumpleaños) y con el saludo al anterior Papa por delante de la homilía: "«Hoy es el cumpleaños de Benedicto XVI. Ofrecemos la misa por él, para que el Señor lo acompañe, lo conforte y le dé abundante consolación»"

Y como consolación le da una bofetada sonora a todo lo que fue su política de gobierno respecto al tema acabando por llamar "necios y lentos de corazón" a todo el que quiera una marcha atrás. Suponemos que Summorum Pontificum incluído.

Toma consolación. Le ha faltado decir.

AMDG dijo...

Lo he publicado en TD, atreviéndome a un añadido en el título, que espero le guste :)

Miles Dei dijo...

Anda, por lo que se ve en la homilía de ayer comentó sobre el mismo tema.

"Prefiero una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma"

Eso es una especie de vivan los experimentos... Ay, la que se nos viene.

MIGUEL25 dijo...

Antes de hacer algún análisis sería bueno ver la posición actual en la Iglesia sobre el CVII:

TRADICIONALISTAS:

(FSSPX y otros dentro de la Iglesia)

(Aquí entramos un servidor de Vds., y al decir del Padre Iraburu, toda la "malvada" caterva de "filo-lefebvrianos y lefebvrianos").

A la luz de la Tradición y Magisterio anterior constante, vemos claramente que algunas partes son rupturistas y por lo tanto erróneas, que hay que revisar a la luz de un Magisterio infalible, siendo esto posible porque el CVII, es sólo pastoral y se hizo renuncia expresa al carisma de infalibilidad, esto operó una ruptura entre la Iglesia-sujeto y la Iglesia-objeto (o también el objeto de la Iglesia)

Consideramos al Concilio Vaticano II, fuente y raíz de la ruina y demolición de la Fe Católica y por lo mismo la apostasía y condenación de muchísimas almas.

CONSERVADORES:

(OPUES DEI, LEGIONARIOS DE CRISTO, I.V.E ...y otros afines)

(y aquí metemos a Infocatólica, Padre Iraburu, Luis Fernando y a toda la peña)

El CVII, de manera ninguna es contradictorio y es imposible que contenga algún error ya que aunque se haya hecho renuncia expresa al carisma de infalibilidad, y aunque sea solo pastoral, subsiste sin embargo un "carisma de la verdad", según ellos, que siempre asiste a la Iglesia-sujeto. Según ellos el V2º contiene formulaciones nuevas y distintas a las anteriores, que no contradicen las enseñanzas anteriores, sino que son producto de la "Tradición viva" que las interpreta correctamente bajo una "hermeneutica de la continuidad".

Sin embargo reconocen como nosotros la ruina, demolición, apostasía y malos frutos del CVII, pero lo achacan a una mala "interpretación" y/o una mala aplicación y propaganda que los "progresistas" (modernistas-neoprotestantes) hicieron del mismo.

PROGRESISTAS (MODERNISTAS Y NEOPROTESTANTES):

(NEOCATECUMENALES, CARISMATICOS,..MOVIMIENTO DE CURAS PROGRESISTAS....ETC)

El CONCILIO VATICANO II, fue una verdadera resurrección de la Iglesia católica, muerta según ellos desde los tiempos del emperador Constantino, según ellos el CVII, resucitó una Iglesia "viva" y "plural", que rompió, con la "antigua" Iglesia, "opresora" y con la "férrea casta clerical", que impedía el acceso a la "verdad" y a los "carismas" a los fieles laicos.

Las formulaciones y expresiones nuevas, del CVII, admiten una variedad de "hermeneuticas", y nadie puede arrogarse la obligación de imponer alguna a los demás bajo la supuesta "continuidad".

Según ellos, el CVII, rindió magníficos frutos, pero consideran que la cerrazón de los Papas y el poder eclesial de los conservadores han "archivado", al CVII, y lo han paralizado para no perder poder y privilegios.

Decir además que eso mismo opinan y piden los protestantes de fuera.
Ellos dicen eso mismo, que el CVII, abrió el camino hacia el verdadero "cristianismo", (el de Lutero claro), y dio pasos en ese sentido, pero se quedó a medio camino y está paralizado por los "poderes institucionales" (el Papado y la férrea guardia pretoriana de los conservadores).
Abominan de los tradicionalistas, como del mismísimo demonio y se alegran de que estén "fuera" o por lo menos "inoperativos", en la Iglesia.


Así pues ya sabemos lo que hay según el católico pertenezca o se sienta afín a alguno de estos tres grupos así dirá del CONCILCIO VATICANO II.

Miles Dei dijo...

Corrijo: No era la homilía sino una carta a los obispos de Argentina.

YORCH dijo...

Muy buen comentario y muy ilustrativo el de Miguel25

KaosHispano dijo...

otros clericaletas dicen que es pronto, que la Iglesia se hace en sus cambios por siglos... O sea que traguemos, callemos y borreguemos, y que no osemos criticar nada, nadita. Mas perdidos que un pulpo soltado en la plaza de San Pedro. Que se lo pregunten al del show franciscano, o mejor a Betto o Boff, padrinos actuales que exijen tambien grandes cambios, como la guerra civil caribeña que han promovido en Venezuela, ya un hecho, letrinomarxistas americanos impunes cabalgantes (Betto tiene condecoraciones puestas por Raul Castro).

Esperanza dijo...

Es una homilía temerosa...me impactó que Francisco acabara diciendo que "gracias al CV2 los católicos habían salido de los muros del Vaticano difundiendo el mensaje cristiano en casas, hospitales, cárceles"... O sea que en los 1962 años inmediatamente anteriores no hubo misiones católicas?? Pues claro que sí, y más que ahora.
Para no entrar en consideración de los últimos 50 años "primaverales", da la impresión de que el Papa elige ponerse una venda delante de los ojos. No sabría dónde situarle en la clasificación de Miguel25, porque por una parte, tiene mitificado el CV2, pero por otra dice que no ha tenido lugar: es una oportunidad para una gran revolución... (eso dice, glubs!)
D. Terzio, cuando escribió Vd. su idea sobre lo que supondría fondear la barca de Pedro en 1962-65, no sé por qué, recordé que el "establisment" comunista de la RDA llamaba al muro de Berlín "muro de protección antifascista". Da miedo, porque da la impresión de que alguno de la vieja guardia del CV2 querría que éste hiciera, de algún modo, las veces de muro de Berlín.
¡Kyrie eleison!

MIGUEL25 dijo...

Como corolario de mi aporte anterior, es curioso constatar, que todos los católicos tradicionalistas, conservadores y progresistas estamos en lo mismo:

LA IGLESIA CATOLICA ESTÁ EN FRANCO DECLIVE, HAY UNA DESBANDADA HACIA FUERA, ya sea hacia la apostasía ya hacia los movimientos pentecostales protestantes sobre todo en América Latina.
Es curioso como desde la valoración del Concilio Vaticano II, los tres grupos de católicos: tradicionalistas, conservadores y progresistas (modernistas-neoprotestantes) proponemos (ellos y nosotros)
por separado las soluciones acordes con las posturas respectivas:

TRADICIONALISTAS:
Es urgente y necesario DAR MARCHA ATRÁS, es decir revisar el CVII, a la luz de la Tradición y Magisterio constante anterior, siendo la revisión mediante un MAGISTERIO INFALIBLE, (conciliar o del Papa) para poder descubrir con precisión los errores, corregir lo que sea necesario y llenar las graves omisiones.
Entendemos que el modernismo-neoprotestantismo vive y se alimenta de los textos conciliares contradictorios, ambiguos, oscuros y de amplia “manga ancha”, que posibilitan pese a lo que digan los conservadores varias hermenéuticas; de la nefasta reforma litúrgica y sacramental, obra en parte de los ministros del error y de las tinieblas, y de la nefasta colegialidad y eclesiología protestantizada resultante.
Entendemos que la Iglesia-objeto es decir la misión y el depósito de la Fe confiados, prima y es la razón de ser de la Iglesia-sujeto (“con Pedro y bajo Pedro”) a la que esta sirve, custodia y administra.
Así Cristo puso en primer lugar la DOCTRINA, y en segundo lugar fundó la Iglesia para su custodia, administración y transmisión; luego la DOCTRINA, es la razón de ser de la Iglesia y no al revés.
La obediencia católica por tanto no nace de la Iglesia-sujeto, esta es solamente el vehículo de transmisión que nos conecta, el vínculo, sino de la Iglesia-objeto, es decir de la DOCTRINA, es decir de LA GRACIA.
La perversión doctrinal, la protestantización de la Liturgia y sacramentos, el ecumenismo irenista falso, y la nefasta colegialidad, puestas en marcha por el CVII, hacen que la Iglesia caiga en un ESTADO DE NECESIDAD, que desnaturalizan a la Iglesia-sujeto y a la misión a ella confiada.
Luego es urgente una MARCHA ATRÁS, es urgente desandar el camino errado del CVII, y volver a recomenzar en lo tradicional y antiguo.
La medicina es REVISION A LA LUZ DE LA TRADICION DEL CONCILIO VATICANO II y RESTAURACION LITURGICA-SACRAMENTAL así como anular la nefasta colegialidad.

Sigue…

MIGUEL25 dijo...

Viene del anterior…

CONSERVADORES:

NO HAY MARCHA ATRÁS, EL CONCILIO VATICANO II, NO SE TOCA, ya que es netamente continuista con la Tradición y el magisterio anterior (para ellos el CVII, es lo mismo, solo que dicho de otra manera.

Entienden que el modernismo-neoprotestantismo vive y se alimenta de las hermenéuticas rupturistas y/o de una mala aplicación del CVII, igualmente en Liturgia, las aberraciones litúrgicas son obra de una mala comprensión-aplicación, pues para los conservadores la reforma Litúrgica fue buena y necesaria, igual que la colegialidad y la eclesiología resultante.

Como según ellos el “carisma de la verdad” actúa siempre en la Iglesia-sujeto (con Pedro y bajo Pedro) incluso en el magisterio no infalible, por tanto no hay distinción entre la Iglesia-sujeto y la Iglesia-objeto, sujeto y objeto son lo mismo por tanto es imposible alguna desviación de naturaleza doctrinal y de la misión de la Iglesia. (lo cual es una falacia, como lo demuestra la crisis arriana que vivió la Iglesia y como lo demuestra la crisis actual que vivimos)

Por eso mismo la obediencia católica para ellos es ciega ya que quien obedece al sujeto obedece al objeto, pues son lo mismo, así se explica, que abominen de Monseñor Lefebvre y para ellos los tradicionalistas somos rebeldes, herejes y cismáticos, así se explica que las conversaciones doctrinales mantenidas con ellos en Roma, no hayan servido para nada y que sean nuestros más feroces enemigos.

Como para ellos el sujeto personifica y garantiza la verdad objetiva, el escándalo de Asís del Papa Juan Pablo II, no es escándalo ninguno, es “otra manera de hacer buen ecumenismo” y “bellos gestos de acercamiento”, que “preparan el terreno para un fructífero diálogo”.

La perversión doctrinal, la protestantización de la Liturgia el falso ecumenismo y la dualidad doctrinal y de poder (colegialidad-Papa), son achacables a una parte de la Iglesia, los progresistas-modernistas, pero de manera ninguna la lglesia ha caído en un estado de necesidad.

Entonces para ellos es necesaria UNA REFORMA, en la disciplina eclesiástica, que obligue a los rebeldes “filo-lefebvrianos y lefebvrianos”, a aceptar a TODO, el concilio Vaticano II, sin rechistar, y respecto de los modernistas-progresistas obligarles a aceptar la hermenéutica de continuidad del CVII, y prohibirles de raíz, cualquier otra. (Olvidan estos ilusos ciego-obedientes que las distintas hermenéuticas del CVII, son posibles y el propio concilio las propicia), igualmente en Liturgia, basta la misa “novus ordo” bien celebrada y no hay razón para recuperar la misa tridentina, luego bastaría “cortar los abusos”. (Olvidan que esta misa nació protestantizada y es muy difícil cortar abusos que ella misma posibilita)

La medicina para ellos es OBEDIENCIA CIEGA.

Sigue...

MIGUEL25 dijo...

Viene del anterior...

PROGRESISTAS:

NO HAY MARCHA ATRÁS, HAY QUE SEGUIR ADELANTE CON LAS REFORMAS DEL CVII, las distintas hermenéuticas del CVII y la literalidad de algunas de sus partes, configuran una Iglesia viva, participativa y plural, la Iglesia para ellos ya ha dejado de ser una unidad visible fuera de la cual “no hay salvación” sino una pluralidad de opciones unidas invisiblemente en Cristo (igual que los protestantes).

Toman al Concilio Vaticano II, en algunas partes al pie de la letra, en otras en hermenéuticas, y así fundándose en el CVII, construyen su “cristianismo” (falso) y sus “creaciones” (aberraciones) litúrgicas asamblearias, festivas, comunitarias y participativas.

Lo ideal para ellos, sería una Iglesia sólo horizontal, los curas casados, mujeres ordenadas sacerdotes, apoyarse en las “comunidades” eclesiales y no el sacerdocio jerárquico, no obligatoriedad de los dogmas, todo seria relativo y cuestionable, seguir adelante con el ecumenismo uniéndonos en lo que nos es común y respetando lo que nos separa, en la Iglesia todos los grupos y movimientos tienen su “espacio” y su “carisma”, no habría razón para discriminar a los “lefebvrianos” y “filolefebvrianos”, eso sí siempre que no se salgan de su “chiringuito” o de su espacio, dentro del cual y entre ellos podrían decir lo que quieran incluso en contra del CVII, pues existe una “unidad en la diversidad”, igual los conservadores, no podrían prohibir nada, lo que hagan en su grupo o movimiento es cosa de ellos, es decir todos quietecitos en su sitio. (Es curioso como cabemos los tradicionalistas en la misma olla que ellos, siempre y cuando los respetemos, y en cambio los conservadores nos combaten a sangre y fuego).

Avanzado más sería la construcción de una “federación de Iglesias” para una participación interreligiosa.

La medicina para ellos es CONCILIO VATICANO II, A TOPE HASTA SUS ULTIMAS CONSECUENCIAS.

P. Albrit dijo...

...No hay marcha atrás...

Claro que no. Desde el 22 de diciembre de 2005 no hay marcha atrás. La Iglesia está viva, y crece, sin dejar de ser lo que ha sido, sin amanecer un día escarabajo por sorpresa. El problema es quiénes quieren ir hacia atrás y hasta dónde. Porque nos encontramos con dinosaurios del quinquenio iluso que quieren volver constantemente a los '60.

También los hay que, palentólogos y arquologístas, de los '40 no pasan.

Esto sigue adelante. La Iglesia seguriá adelante; y después de muchos sufrimentos, la tradición de la Iglesia resplandecerá, libre de tirones e ideologizaciones.

Recemos, suframos, reparemos. El Señor dará la victoria, cuando convenga. Mientras, lo que ha sido sagrado para nuestros padres, ¿habrá de dejar de serlo para nosotros?

Bendiciones, don Terzio. Como siempre, una lucecilla potente e indiscreta para no perder el norte.

Anónimo dijo...

Muy buena la explicación de Miguel.

btrix

Wamba dijo...

El cardenal Kasper sobre el CVII:
http://tradiciondigital.es/2013/04/18/kasper-admite-ambiguedad-intencionada-en-los-documentos-del-vaticano-ii/

rosasaldias dijo...

Excelente, Miguel, tu aporte. Explica el porqué del odio "Conservador" hacia los "Tradicionalistas" mientras los "Liberales" son tan benignos con ellos.
Gracias.

Jeremías dijo...

Y de la ambigüedad de los textos conciliares, reconocida por Kasper, a la ambidextra inspiración de los reproches de Francisco:

http://in-exspectatione.blogspot.com.ar/2013/04/necios-y-tardos-de-corazon-para-aplicar.html#comment-form

Wamba dijo...


Mira lo que dijo también un masón de grado 33, amiguísimo de Juan XXIII y que estuvo al frente de los Caballeros de la Orden de Malta. Yves Marsaudon, del Rito Escocés de la Masonería, en su libro Ecumenism Viewed by a Traditional Freemason [El Ecumenismo visto por un Masón Tradicionalista] aplaudió el Ecumenismo sustentado por el Vaticano II. Escribió:
Los católicos (...) no deben olvidar que todos los caminos llevan a Dios. Y tendrán que admitir que esta audaz idea del librepensamiento, a la que sin duda podemos llamar una revolución, que emana de nuestras logias masónicas, se ha diseminado magníficamente sobre la cúpula de San Pedro.
El francés Marcel Prelot, senador por la Región de Doubs, es probablemente el más preciso al describir lo que realmente sucedió. Escribió:

Durante un siglo y medio habíamos luchado para introducir nuestras ideas en la Iglesia, y no lo habíamos conseguido. Llegó finalmente el Vaticano II, y hemos vencido. A partir de entonces las proposiciones y los principios del Catolicismo liberal han sido, por fin, definitiva y oficialmente aprobados por la Santa Iglesia.
Yves Congar, uno de los “peritos” del Concilio y el principal artífice de las reformas, observó con discreta satisfacción que “la Iglesia ha pasado pacíficamente por su Revolución de Octubre.” Admitió también Congar, como si fuera cosa digna de orgullo, que la Declaración sobre la Libertad Religiosa del Vaticano II es contraria al Syllabus del Papa Pío IX. Afirmó:

Es innegable que la declaración del Vaticano II sobre la libertad religiosa expresa algo netamente distinto de aquello que afirmó el Syllabus de 1864, y logra ser justamente lo contrario de las proposiciones 16, 17 y 19 de ese documento.
Congar insinúa gozosamente que el Vaticano II anuló una infalible condenación papal del error.

Y, no hace mucho aún, el propio Cardenal Ratzinger, que aparentemente no se inmutó con tales confesiones, añadió su propia declaración. Según él, el texto Gaudium et Spes del Vaticano II, no es otra cosa sino un “Anti-Syllabus”. Así lo expresó:

Si se desea presentar un diagnóstico del texto (Gaudium et Spes) en su totalidad, podríamos decir que (en unión con los textos sobre la libertad religiosa y las religiones del mundo) se trata de una revisión del Syllabus de Pío IX, una especie de Anti-Syllabus... Limitémonos a decir aquí que el texto se presenta como Anti-Syllabus y, como tal, representa una tentativa de reconciliación oficial con la nueva era inaugurada en 1789 (los ideales de la revolución francesa) ...

Gregorio dijo...

Felicidades a don Terzio en el Domingo del Buen Pastor y oraciones por él y por todos los pastores de la Iglesia.

Manuel dijo...

A mi me gustaría considerarme alguien que intenta ser Católico (sin demasiados adjetivos).
Acepto el Concilio Vaticano II y entiendo que en algunas reformas es difícil dar marcha atrás, quizás, por ejemplo, con la misa tridentina (que no tengo nada en contra de ella).
No es la primera vez que en la Iglesia conviven diferentes formas de entender el camino que ha de seguir la I.C.
Ojalá los que os consideráis tradicionalistas os mantengáis en la Iglesia, defendiendo vuestras críticas, vuestras opiniones.
No se trata de aceptar todo lo que se ha hecho después del CVII, pero si se trata de no romper el principio de autoridad. Porque si un grupo de católicos pueden rechazar parte de la doctrina, entonces todos podemos hacerlo.
Y la catolicidad se hundiría.
¿De verdad os parece tan inaceptable una misa "novus ordo" bien celebrada"?

Félix dijo...

La Misa Novus Ordo tiene alguna ventaja. Por ejemplo, la riqueza y la variedad de las lecturas bíblicas. La Misa Tradicional es mucho más exquisita y rica en el rito, en el "mimo" o "trato" con el Señor. Básicamente creo que es así. Y de ninguna manera se debería restringir ni limitar la celebración de la Misa Tradicional. En cuanto al Novus Ordo, si no hay irreverencias, desmadres, salidas de tono y otras cosas por el estilo, desgraciadamente muy frecuentes.... tampoco harías falta las restricciones. Pero está claro que si alguna de las dos celebraciones requiere limitaciones y restricciones, ya sabemos cuál es.

Anónimo dijo...

Lo de la misa nueva es una cuestión de fondo, la han vaciado en lo teológico de tal forma que ni lutero imaginó hacer. Manuel si no profundizó bien el tema no hable. Además que han quemado los misales asi que va a ser difícil volver a celebrarla. Los que dicen que aman a Dios ¡quemaron los misales!!
¿se entiende eso Manuel? ¿se entiende de donde les viene el odio a la misa codificada en Trento????

btrix

Anónimo dijo...

Manuel:

Lo que no es infalible, es falible. Si Roma pretende la sumisión a aquello que es falible debería definir entonces dogmáticamente el valor del magisterio ordinario o del meramente auténtico.
Por lo de la nueva misa, le confieso que yo asistía hasta hace poco a ella por razones morales (el cumplimiento del precepto) y a causa de la presunción de validez de la misma. Pero resulta que la nueva misa (el rito) desvirtúa el Sacrificio, pregunte si no a los fieles que es lo que "ven" en la nueva misa: una comida, un memorial, un banquete, sí con "transubstanciación" pero esto no es lo esencial. Las misas ortodoxas son válidas y sin embargo no se puede asistir a ellas por su ilicitud. . Algunos tradicionalistas afirman que es ilícita porque al ser ambigüa y poder entenderse en un sentido protestante, no cumple su finalidad como tal (la ley debe servir al bien que es la salvación de las almas). Este argumento me parece un tanto alejado del realismo filosófico, el ser o no ser. La nueva misa sería lícita por emanar de la autoridad legítima que la promulgó con forma de ley. Pero precisamente, si la licitud no implica bondad moral (una ley de aborto es ley, pero es mala) se debe rechazar.
Luso

Manuel dijo...

Durante muchos años yo no fui a misa, a ningún tipo de misa, ni tradicional ni nueva. Pero por circunstancias de mi vida volví, por supuesto la misa que oía a mi vuelta era la nueva, la misma que oía antes de irme. Kikos, Opus, me intentaron acercar a su forma de oir la misa, y yo seguí fiel a la misa nueva, ahora Tradicionalistas me dicen que esa misa no es válida, pero yo sigo fiel a la misa nueva. Es la misa del Magisterio, la misa de mis padres (no la de mis abuelos) y es la misa del pueblo católico. Yo veo fe, veo lágrimas, veo devoción. En mi misa se canta la Salve al final. En definitiva yo siento mi fe atendida, alimentada en la misa nueva. No soy un teólogo, ni un especialista en escritura bíblica, simplemente soy alguien que intenta ser un católico.