jueves, 1 de noviembre de 2012

In expectatione Omnium Sanctorum

Una cita extraída del epistolario de San Juan de Ávila, doctor de la Iglesia:

"...Anima mía, ven acá y dime, de parte de Dios te lo pido, ¿qué es aquello que te detiene de no ir toda y con todas tus fuerzas tras Dios? ¿Qué amas, si a este tu Esposo no amas? ¿Y por qué no amas mucho a quien mucho te amó? No tuvo El otros negocios en la tierra sino entender en amarte y buscar tu provecho aun con su daño; ¿qué tienes tú que ver en la tierra, sino tratar amores con el Rey del cielo?

¿No ves que se ha de acabar todo esto que ves, que oyes, que tocas, que gustas y tratas? ¿No ves que es todo esto tela de arañas, que no te puede vestir ni defender del frío? ¿A dónde estás cuando en Jesucristo no estás? ¿Qué piensas? ¿Qué estimas? ¿Qué buscas fuera del único y cumplido bien?"

Levantémonos (...) y rompamos este mal sueño. Despertemos, que es de día, pues que Jesucristo, que es luz, ya ha venido; y hagamos obras de día, pues algún tiempo hicimos obras de noche.

¡Oh si tanto nos amargase el tiempo que a Dios no conocimos que nos fuese grandes espuelas para ahora con grande ansia correr tras de El! ¡Oh si corriésemos! ¡Oh si volásemos! ¡Oh si ardiésemos y nos transformásemos!..." (ep. 67)


Un soneto de Lope de Vega:


No sabe qué es amor quien no te ama,
celestial hermosura, esposo bello,
tu cabeza es de oro, y tu cabello
como el cogollo que la palma enrama.

Tu boca como lirio, que derrama
licor al alba; de marfil tu cuello;
tu mano el torno y en su palma el sello
que el alma por disfraz jacintos llama.

¡Ay Dios!, ¿en qué pensé cuando, dejando
tanta belleza y las mortales viendo,
perdí lo que pudiera estar gozando?

Mas si del tiempo que perdí me ofendo,
tal prisa me daré, que un hora amando
venza los años que pasé fingiendo.


Y una oración para culminar la vida en la Gloria de los Santos:

"... Ut cum Sanctis tuis laudem Te, per omnia saecula saeculorum. Amen."

                                                        
                                                   º  ~  +  ~  º


No puedo separar la fiesta de hoy del anhelo de santidad, que se me despabila cuando considero a tantos que ya son lo que yo no soy.

La Commnunio Sanctorum son cantos en la Gloria, lamentos en el Purgatorio y suspiros en la tierra, cantos, lamentos y suspiros santos.

Mantener la comunión es no perder la expectación: Creer, amar, esperar, con la firme persuasión de que Él, el Santo de los Santos, completará lo que nos falte, perfeccionará lo imperfecto, colmará nuestros vacíos, plenificará lo incoado.

Et cum Sanctis tuis in Gloria tua nos numera !!!


Ex Voto

+T.

4 comentarios:

Jordi Morrós Ribera dijo...

Quizás esta expectación de la "Communio Sanctorum" es lo que nos puede unir más a todos los cristianos que anhelamos la plena manifestación de nuestro Señor Jesucristo, y tan propia del Adviento que los católicos iniciaremos el próximo 2 de diciembre.

Miles Dei dijo...

Aunque conmociona todo el ser, que bonita es la muerte cuando la mira el alma cristiana como usted lo ha puesto, Don Terzio. Lo que fue maldición se ha convertido en triunfo y sabiduría de Dios.

¡Queda poco! Eso es lo bueno de vivir y saber para qué se vive.

Terzio dijo...

Entiendo yo, Morrós, que el Adviento, es el tiempo más propio de los Santos, de los que están llamados a ser Santos y están en proceso de santificación vital/existencial (no canónica). El fragmento ese del Mtrº Ávila es, precisamente, de una carta fechada en Adviento, a una dirigida suya.

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P. Albrit dijo...

Don Terzio,
¿de dónde son las vidrieras?
Me tienen enamorado...