Los padres sinodales parece que han pillado un constipado otoñal de espíritu vaticanosecundista (tanta ventana abierta, tanta corriente de aire fresco) y han sufrido una vaticanosecunditis aguda, pero, en vez de estornudos, han lanzado mensajes, mensajes, mensajes. El formato de la mensajería es un mensaje con sub-mensajes; o - también podría decirse - un mensaje en porciones; si se dijera que es un mensaje troncal con coda de ramillete de mensajes, sería igualmente descriptivo. Resumiendo, el documento estornudado ha sido un plúmbeo y extenso Mensaje final al Pueblo de Dios de la XIII Asamblea General Ordinaria de los Obispos, dedicado al tema “La nueva evangelización para la transmisión de la fe”
Para mortificación de mis sentidos y purgación de mis pecados, me he leído del tirón todo el papelorio. También he estornudado, mucho y estrepitosamente, con escalofríos, por la irritante excitación de mis mucosas ortodoxas, expuestas a la fresquísima aireación aperturista del mensaje sinodal.
El primer golpe (de aire) ha sido el mismo título del mensaje, oliendo a brisa del 65, con bouquet de inconfundible aroma a aquello que fue. Después, párrafo a párrafo, estornudo va y escalofrío viene, aprecio que ha habido un notable bajón redaccional, iuxta modum, diría yo. Desde luego, la brillante escritura de los textos concilares hace, por comparación, opaca y poco lucida la presentación de este mensaje, que parece manido, deja-vú. O - según otra impresión - como un 'copipega', con un poco de aquí y otro de allá, un recorte de este y un retal de aquel. Y no es que se diga de todo, pues lo que se dice está dentro del marco sinodal y su monotemática, sin bandazos (salvo los que caben en el susodicho espacio).
Del título dado a cada uno de los respectivos parágrafos, se puede extraer una sinopsis, un esquema sintético de lo expuesto:
1. Como la samaritana en el pozo
2. Una nueva evangelización
3. El encuentro personal con Jesucristo en la Iglesia.
4. Las ocasiones del encuentro con Jesús y la escucha de la Escritura
5. Evangelizarnos a nosotros mismos y disponernos a la conversión
6. Reconocer en el mundo de hoy nuevas oportunidades de evangelización
7. Evangelización, familia y vida consagrada
8. La comunidad eclesial y los diversos agentes de la evangelización
9. Para que los jóvenes puedan encontrarse con Cristo
10. El Evangelio en diálogo con la cultura y la experiencia humana y con las religiones
11. En el año de la fe, la memoria del Concilio Vaticano II y la referencia al Catecismo de la Iglesia Católica
12. Contemplando el misterio y cercanos a los pobres
13. Una palabra a las Iglesias de las diversas regiones del mundo
14. La estrella de María ilumina el desierto
Típico enunciado. Característico destilado elaborado en alquitara juanpablista, nectar neto de documento post-cociliar, de inconfundible marca. Se parece, suena, huele, a todo lo publicado en estos últimos 50 años, insistiendo en algunos particulares al gusto de la post-modernidad post-conciliar, como este parrafito del nº 10:
"...La nueva evangelización tiene su centro en Cristo y en la atención a la persona humana, para hacer posible el encuentro con él. Pero su horizonte es tan ancho como el mundo y no se cierra a ninguna experiencia del hombre. Eso significa que ella cultiva, con particular atención, el diálogo con las culturas, con la confianza de poder encontrar en todas ellas las "semillas del Verbo" de las que hablaban los Santos Padres (...)"
Concluyo con esta paradójica cita que el propio mensaje incumple, auto-contradiciéndose:
"...sólo desde la profundidad de un silencio que se pone como seno que acoge la única Palabra que salva, puede desarrollarse un testimonio creíble para el mundo. Sólo este silencio orante puede impedir que la palabra de la salvación se confunda en el mundo con los ruidos que lo invaden (...)"
Y otra más, así mismo elocuente:
"...Necesitamos que momentos de contemplación se entrecrucen con la vida ordinaria de la gente. Lugares del espíritu y del territorio que son una llamada hacia Dios; santuarios interiores y templos de piedra que son cruce obligado por el flujo de experiencias que en ellos se suceden y en los cuales todos podemos sentirnos acogidos, incluso aquellos que no saben todavía lo que buscan (...)"
Quedándome con la duda de qué puedan ser esos 'lugares del espíritu', 'santuarios interiores' y 'templos de piedra' con 'cruces obligados de influjos y experiencias' que resultan 'acogedores para quienes no saben qué buscan', expreso mi inquietud por lo que pudiera todo ello significar en la mente del corpus sinodal (o en las mentes de sus más conspicuos, ocurrentes, influyentes y hábiles sinodales).
Reconozco que quizá prefiera no saber, no concretar. Y mantenerme en la nebulosa de la suposición de que todo lo dicho en el mensaje es susceptible de ser versionado secundum la hermeneútica de la continuidad.
Aunque si todo lo del sínodo ha sido una recapitulación continuísta del Vat.2º en orden a la nuevangelización, entiendo que se precisará una doble conexión con el alambique de la hermenéutica susodicha. Es mi temor.
+T.
16 comentarios:
Triste cuando uno piensa en lo que ha costado en euros cada palabra de ese mensaje.
Por cierto, ya han salido las propuestas del Sínodo (sólo en inglés de momento). No se las pierdan, de lo obvio que nada dice sobre lo obvio salvo reconocer que es obvio a lo más conciliar de lo posconciliar sin dejar lo estrambótico.
http://www.vatican.va/news_services/press/sinodo/documents/bollettino_25_xiii-ordinaria-2012/xx_plurilingue/b33_xx.html#ELENCO_FINALE_DELLE_PROPOSIZIONI
Como purgante de inmundicias me estoy leyendo el comentario al Evangelio de san Mateo del Crisostomo.
"Mensaje final al Pueblo de Dios de la XIII Asamblea General Ordinaria de los Obispos, dedicado al tema “La nueva evangelización para la transmisión de la fe”
Acabo de leerme este rollo:
Me remito a mis comentarios anteriores en otros posts.
Pero lo que más me repatea es esto:
Sabemos que en el mundo debemos afrontar una batalla contra “los Principados y las Potencias” y “los espíritus del mal” (Ef 6,12). No ocultamos los problemas que tales desafíos suponen, pero no nos atemorizan. Esto lo señalamos especialmente ante los fenómenos de globalización, que deben ser para nosotros oportunidad para extender la presencia del Evangelio. También las migraciones - aún con el peso del sufrimiento que conllevan, y con las que queremos estar sinceramente cercanos, con la acogida propia de los hermanos - son ocasiones, como ha sucedido en el pasado, de difusión de la fe y de comunión en todas sus formas. La secularización y la crisis del primado de la política y del Estado piden a la Iglesia repensar su propia presencia en la sociedad, sin renunciar a ella. Las muchas y siempre nuevas formas de pobreza abren espacios inéditos al servicio de la caridad: la proclamación del Evangelio compromete a la Iglesia a estar al lado de los pobres y compartir con ellos sus sufrimientos, como lo hacía Jesús.
Por lo visto ahora los Principados y las Potencias y los espíritus del mal, son la GLOBALIZACION, LA POBREZA, LAS MIGRACIONES, LA CRISIS DEL ESTADO, POLITICA Y SOCIAL y la misión de la Iglesia, es estar al lado de los pobres de los que sufren.
Nada de hablar de Lucifer, de Satanás y de los demonios como seres reales espirituales, que nos tientan para hacernos pecar y arrastrarnos al infierno.
Pues no, señores obispos modernistas, el CVII, les llenó de ponzoña, y ahora sueltan Vds. estos discursos vanos y dulzones, que son pura palabrería y que no dicen nada, (y no quiero meterme en el tema de las herejías)
Presentan al Jesús humano, UN BUENAZO, que nos acepta y recibe como somos, nada dicen del JESUS, DIVINO, DE LA REALIDAD DE SUS MILAGROS, NI DE SU JUSTICIA.
De lo que dicen estos obispos a lo que dice San Pablo y de lo que siempre enseñó la Iglesia sobre los demonios hay un abismo, estos obispos modernistas ni enseñan, ni santifican ni gobiernan.
La Tradición, la Escritura y el Magisterio constante o de siempre son unánimes, NUESTRAS ARMAS SON ESPIRITUALES PORQUE NUESTROS ENEMIGOS LOS DEMONIOS SON ESPIRITUALES:
Efesios, 6,11-12
11 Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio.
12 Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio.
13 Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos.
14 Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza.
15 Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la paz.
16 Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno.
17 Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.
18 Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animadas por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos,
En fin, hay que orar mucho por estos obispos, para que el Espíritu Santo los ilumine, y puedan revisar el Concilio Vaticano II, a la luz de la Tradición.
Porque sinceramente esto es VANA PALABRERIA HUMANA.
La palabra "silencio" sólo sale dos veces en el texto de este mensaje final del Sínodo, y las dos veces son las que se recogen en uno de los párrafos resaltados por el padre Terzio.
A los que tenemos querencias hacia la vida contemplativa nos puede parecer un poco escaso, pero en mi caso tan solo es un parecer y no aspiro a elaborar ninguna crítica de este mensaje final.
Yo aspiro a más: Por inflación de documentos pontificios y magisteriales, por saturación de la atención de los fieles católicos, se impone (se debería imponer) un silencio documental de, por lo menos, 50 años sin emisión de encíclicas, cartas, mensajes, etc. Salvo lo estrictamente necesario canónicamente.
Necesitamos una urgente contención (ya que una reducción al 10% de todo lo publicado entre 1962-2012 no sería asumible, imagino).
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Lo lógico es que el Papa escriba una encíclica como hizo Juan Pablo II con la de sacramento de la penitencia al final del un sínodo del que ya nadie se acuerda, por cierto.
Y dicho sea de paso de la encíclica tampoco se acuerda nadie y además ha tenido nulo impacto en la vida de la Iglesia.
Son ganas de gastar tiempo y dinero.
Que se lea a san Juan Crisostomo desde los
Miguel y ni hablar de lo que dijo San Pablo que el que no ame a Jesucristo sea anatema. Este sínodo oye esa frase y huye despavorido.
Miguel y ni hablar de lo que dijo San Pablo que el que no ame a Jesucristo sea anatema. Este sínodo oye esa frase y huye despavorido.
Pues sí, esta es la Iglesia que tenemos, pero proclamar lo que proclama este sínodo que los Principados, Potestades y los espíritus del mal son EL MAL EN EL MUNDO, (pobreza, globalización, crisis ..etc) a mí como católico, me indignan y me escandalizan estas BLASFEMIAS Y HEREJIAS, porque echan abajo un DOGMA DE FE: la existencia real de los demonios y con ello, la tentación, el pecado y el infierno.
Y es verdad que son obispos legítimos de la Iglesia, es verdad que no hay sido declarados formalmente herejes, pero por muy legítimos obispos que sean, por mucho que la Iglesia mire para otro lado, por muy legítima que sea su autoridad....
Nos predican un Evangelio distinto del que TRADICIONALMENTE hemos recibido, y ahí San Pablo era muy contundente, lo mismo que la Fraternidad Sacerdotal San Pio X:
SEAN ANATEMA
Gálatas 1,6-9
6 Me sorprende que ustedes abandonen tan pronto al que los llamó por la gracia de Cristo, para seguir otro evangelio.
7 No es que haya otro, sino que hay gente que los está perturbando y quiere alterar el Evangelio de Cristo.
8 Pero si nosotros mismos o un ángel del cielo les anuncia un evangelio distinto del que les hemos anunciado, ¡sea anatema!
9 Ya se lo dijimos antes, y ahora les vuelvo a repetir: el que les predique un evangelio distinto del que ustedes han recibido, ¡sea anatema!
Esto es lo mejor de todo:
El cristiano encuentra, además, sintonías comunes con las grandes tradiciones religiosas de Oriente que nos enseñan en sus textos sagrados el respeto a la vida, la contemplación, el silencio, la sencillez, la renuncia, como sucede en el budismo. O bien, como en el hinduismo, exaltan el sentido de lo sagrado, el sacrificio, la peregrinación, el ayuno, los símbolos sagrados. O, también, como en el confucionismo, enseñan la sabiduría y los valores familiares y sociales. También queremos prestar nuestra cordial atención a las religiones tradicionales, con sus valores espirituales expresados en los ritos y las culturas orales, y entablar con ellas un respetuoso diálogo; y con cuantos no creen en Dios, pero se esfuerzan por “respetar el derecho, amar la lealtad, y proceder humildemente” (Mi 6, 8), tenemos que trabajar por un mundo más justo y en paz, y ofrecer en diálogo nuestro genuino testimonio de la Palabra de Dios, que puede revelarles nuevos y más altos horizontes de verdad y de amor.
En este párrafo está resumido el problema de los últimos 50 años de la Iglesia.
No hemos aprendido absolutamente nada. Y en las narices del Papa.
Sin entrar en la filosofía y neo teología del documento, del que sólo quiero decir que está plagado de errores que escandalizan a los sencillos católicos, coincido con el blogger, sobre todo, en que se debería imponer un silencio de al meneos 50 años.
Tienen el mismos vicios que los políticios legisladores modernos. Mucho más aprovechable y necesario para la salvación del alma hay, sin necesidad de una prevención inquisidora, en el Kempis por ejemplo, que en la enorme montaña de palabrería circetera de cualquier pontificado post-conciliar más sus sínodos.
No sé si tulkas se refiere a esto pero el dinero que se están gastando en afiches es tremendo. Los que seguro tienen fe en estos sínodos son los dueños de las imprentas que ganan con esos trabajitos jas jas....
Las auto-contradicciones, vaguedades y originales vacuidades en el lenguaje de la Iglesia (con las que algunos nos hemos criado) son ideales para el mantenimiento de una "cafetería católica", porque hay café para todos: para el que quiera un "santuario interior", para el que quiera centrarse en el pueblo de Dios que camina, camina, camina...
Yo pido una ración del punto 5, pero hecho a la plancha y con guarnición. Traduzco: convertirnos y evangelizarnos a nosotros mismos con el Catecismo Romano y lecturas de santos no tuneados.
Vaya, sobre lo que sí han guardado un silencio de casi 50 años ha sido sobre la definición de sentido de Dei Verbum 21, que se publicó en el AAS en 1968.
Han guardado tanto silencio que Juan Pablo II y Benedicto XVI han dejado que se interprete y aplique por los Neocatecumenales el sentido excluído en ese texto con sus famosos sagrarios dobles.
http://tradiciondigital.es/2012/10/30/la-idolatria-del-libro-en-la-dei-verbum-n-21-fue-rechazada-por-pablo-vi/
Te dedico, Miles, el pròximo articulete, sobre eso mismo.
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