domingo, 14 de octubre de 2012

Festejando un declive???


El  'Año de la Fe' se ha inaugurado en un formato reciclado del peor juanpablismo, aquellos 25 años de jubileos intercalados con años temáticos, viajes triunfales, sínodos perpetuos, encíclicas mensuales y jmjs, año sí, año no. Es alarmante cómo entre la decrepitud decadente nos aferramos a esquemas de representación con exuberante tramoya, un escenario con montaje rutilante que se celebra a sí mismo entre la indiferencia de un mundo que ignora displicente.

El problema (uno de los problemas) es que nuestra Jerarquía, la actual/contemporánea, la forman los abducidos conciliares, los que entonces se entusiasmaron o quedaron enganchados de por vida a los tópicos fantásticos del Vat-2º. No exagero si hablo de mitómanos vaticanosecundistas: Yo los conozco, los he sufrido, y están todavía muy activos.

Item más: Desde aquellos míticos años sesenta, los años del Vaticano y sus secuelas, fue obligado presentar un cumplido y bien testado currículum/perfil post-conciliar para aspirar al episcopado. Con ese metro inflexible se fue renovando toda la Jerarquía. Es famoso el caso de la España del funesto tándem Dadaglio-Tarancón, pero ocurrió igual, con unos u otros agentes, por todo el mundo.

Aun todavía, el perfil episcopal ha variado poco. Durante los años más intensos del juanpablismo, la selección del episcopado se hizo entre sacerdotes igualmente de-formados en las tendencias marcadas por el Vaticano II, tanto en liturgia, como en dogma o pastoral. Solamente se advirtió una firme corrección de la deriva en temas morales (familia-vida), llegando a ser la Universidad del Laterano con su anejo Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre la familia uno de los centros preferidos a la hora de seleccionar candidatos a obispo. También es fama el probado fracaso del pontificado del Papa Wojtyla tocante a la renovación del episcopado.

Dado por supuesto que el Vaticano IIº abrió una nueva época para una nueva Iglesia con una nueva Jerarquía, los fastos del histórico cincuentenario se colorean con un acusado tono de autocomplacencia, comprensible, hasta cierto punto, si la realidad del sumario de esos 50 años de post-concilio no presentara un resultado tan decepcionante, con un balance sumamente desfavorable si se compara la situación de la Iglesia del pre-vaticano 2º con nuestra actualidad, la post-vaticanosegundista, medio siglo después.

Medio siglo de decadencia, de crisis, de descomposición y degeneración que algunos pretenden tapar con los telones escénicos del juanpablismo. A la solidez de roca que definía el perfil petrino del Catolicismo Romano ha seguido una arquitectura eclesial efímera, desmontable, readaptable, funcional, transportable, móvil. Una imagen que algunos dirían post-moderna y versátil, en diálogo con las transformaciones y exigencias del mundo, la sociedad y la cultura del siglo XXI. Nada que ver con la consistencia firme del edificio inconmovible que Cristo profetiza e instituye: 'Tu es Petrus et super hanc petra edificabo Ecclesiam meam et portae inferi non praevalebunt adversum eam ' Mt 16,18




Aunque el Papa esté saliendo al paso, aclarando, precisando, matizando, celebrar con fanfarrias el concilio que hizo del 'aggiornamento' su leitmotiv, me parece una absurda paradoja, muy equívoca. En medio de un mundo ajeno a toda esta efemérides, los católicos pasaremos el 'año de la fe' yendo de una fiesta a otra, como visitantes de circunstancias del gran parque temático en el que parece haberse convertido la Iglesia.

Esta tarde he celebrado la Misa de 8, con la asistencia de fieles habitual a esa hora, unos setenta feligreses. Nos habían propuesto que suprimiéramos las Misas vespertinas del Domingo, para poder asistir a una Misa de 'inauguración del año de la fe', concelebrada con el Obispo en la Catedral. Me parecía absurdo comenzar el 'año de la fe' quitando una Misa el Domingo, por eso decidí no ir y mandar una representación de la parroquia.

Habrá habido gente, siempre hay gente en esas macro-celebraciones. Con la Catedral llena, los fieles (gente mayor, más un refuerzo-suplemento de neocatecumenales y otros movimientos; los habituales en estos casos) ocupando sillas y bancos; los curas en el lugar reservado correspondiente, abajo y al lado de la tarima del Altar; sobre la tarima forrada de moqueta, el Obispo en su sede y los concelebrantes principales (asombrosa distinción/denominación neo-liturgística, por cierto). Durante un par de horas se escenifica en una liturgia mixta (Misa con intercalación de elementos ad casum (esta tarde creo que entregaban a los representantes de cada parroquia una vela y un catecismo, o algo así)), una de esas 'synaxis' que los enterados (liturgistas y especies cotangentes) llamarían 'asamblea participativa' o, según otra jerga eclesiástica, 'iglesia viva'.

Cuando estaba cerrando la Parroquia, sobre las 9'30, bajaban del autobús tres matrimonios, de unos setenta años, gente admirable, antiguos miembros de un grupo de Cursillos de Cristiandad. Sin preguntarles, deduje que venían de la Catedral, de la Misa de inauguración del Año de la Fe. Nos saludamos brevemente; me han preguntado que si mañana era el funeral de un difunto, vecino del barrio. Detrás de ellos, una media pandilla de jóvenes subió al autobús, no sé si recogiéndose después de la crápula del fín de semana, o si para rematar la marcha con una botellona de domingo-noche.

Dos celebraciones, pensé, tan distintas en personas y circunstancias. Y se me vino a la cabeza, no sé por qué,  el estrambote del soneto tumular de Cervantes:

"(...) Esto oyó un valentón y dijo: "Es cierto
cuanto dice voacé, señor soldado,
Y el que dijere lo contrario, miente."


Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada
miró al soslayo, fuese y no hubo nada."



+T.

23 comentarios:

jack tollers dijo...

Buen post, Terzio.

No porque esté bien escrito, porque ocurre que no se puede escribir bien cuando uno se ve obligado a decir verdades tan palmarias, evidentes, incontestables... verdades de a puño, verdades que para el que las puede ver, casi parecen perogrulladas.

Y luego, están los que no pueden ver esto (y a fe mía, ay, Benedicto tampoco).

Por todo eso, no se puede escribir bien para decir una cosa tan... evidente.

Pero igual, hace muy bien en decirlo, tiene toda la razón en repetirlo.

No sea que alguno caiga en la cuenta de que el rey está desnudo.

Jack Tollers

Anónimo dijo...

Misa de 9 de la mañana en una barriada de Sevilla. Indica el Sacerdote oficiante que este domingo se suspenden las Misas vespertinas. Y enseguida pensé en la de fieles que, sin previo aviso, se iban a quedar sin "su" Misa. Y la consiguiente dificultad de suplirla a esas horas. Supongo que no habría posibilidad de sustitución y se obedeció al mandato recibido. La mala suerte de esos fieles fue que su Párroco no actuó con la sapiencia de Vd. No entro, que podría hacerlo, en otras valoraciones.

Por cierto, esta temporada se están llevando mucho las corbatas estrechas y las Misas sin el Lavatorio "porque se traen las manos lavadas de casa".

MIGUEL25 dijo...

No nos extrañemos, la fe modernista
presenta a un Dios PAPA-BONACHON, que no castiga, porque el hombre no tiene pecados sino debilidades, por tanto el infierno no existe o esta vacio, el diablo no existe, es una idea o simplemente el mal en el mundo.

Presenta a un Jesús protestante, que ya ganó el cielo para todos, por tanto eso de infierno, purgatorio, indulgencias, cruces y sacrificios expiatorios..etc..son paparruchas que afortunadamente (según estos herejes y embusteros)
el CVII, ha superado.

La misa es una fiesta y el
Evangelio luz y alegría.

Los no católicos también tienen algunos elementos de salvación, todas las religiones son buenas y todo el mundo se salva y cuanto mueren todos van a la casa del Padre.

Por tanto vanos son los sacramentos de la Penitencia, Confirmación y Unción de enfermos y eso de que fuera de la Iglesia no hay salvación es un cuento chino.

Como todo el mundo se salva, la misión de la Iglesia ya no es la salvación de las almas, sino las necesidades del hombre.

Vivan pues, el circo, los viajes, los encuentros, las JMJs, las puestas en escena, el baño de multitudes, con aplausos, espectáculos, fanfarrias, guitarras, tambores y ruidos..año de la Fe, ..año de esto..de aquello...celebraciones, reuniones, "lluvias de ideas"...
éxitos y primaveras vaticanosegundistas..

y como bien dice don Terzio..

un escenario con montaje rutilante que se celebra a sí mismo entre la indiferencia de un mundo que ignora displicente.

Pero esta Iglesia de TITIRITEROS en Liturgia, CUENTISTAS en Doctrina, MUNDANOS en pastoral y VIVIDORES en testimonio será renovada y purificada desde los cimientos.

Bien sabe Cristo, que todo esto es fachada y teatro..

San Mateo, 15,7-9
7 ¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, cuando dijo:

8 "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.

9 En vano me rinden culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos"».


Pioquinto dijo...

Item más, ¿qué haría la Santa Iglesia sin kikos, el logro cumbre del juanpablismo? Porque los legionarios están en plena liquidación.

Plazas vacías, caras largas, silencio sepulcral. A Roma fué el archimandrita Kiko I, su kikidad, a dar cátedra. Una metamorfosis del católico posconciliar desnortado y confuso, al homo kikianus, entusiasta todo él cantarín y bailón hasta el desplome. Pero esto es lo que hay. Annus fidei o annus horribilis? Saludos , dom W+.

Tulkas dijo...

Realmente da miedo el kikismo. De acá a poco nos van a querer kikos a todos, de manera genuina o de manera análoga:

a.-De manera genuina perteneciendo a la secta en sí misma. Es decir, pasando por los escrutinios, por las pseudoconfesiones públicas imprescindibles para avanzar en el pseudocamino de crecimiento espiritual.

b.-De manera análoga, con la misa kikizada.

Y si no, al tiempo.

Anónimo dijo...

"Sardonicis quodammodo herbis omnem Romaniim populum putes esse saturatum : moritur, et ridet."

Ferdinand

Miles Dei dijo...

Todo esto me recuerda la obra de Unamuno "San Manuel Bueno, martir".

Deberían proponerla como libro del año de la fe. Lo describe perfectamente.




Miles Dei dijo...

Por cierto, se podría hacer un remake de Elmer Gantry a la católica en este año de la neofe.

Desde luego, pero debería contar con esta referencia:

http://radiocristiandad.wordpress.com/2012/10/16/el-predicador-de-los-papas-benedicto-xvi-y-juan-pablo-ii-junto-al-cardenal-bergoglio-en-impia-union-con-los-herejes/

Miles Dei dijo...

Por cierto, Don Terzio, que se siente cuando el sínodo de los obipos invita a Su Eminencia Sarah Davis. ¡UNA MUJER OBISPO! de la secta metodista y a la que oficialmente la Santa Sede le da el título de Su Eminencia, como pueden comprobar aquí:

http://www.vatican.va/news_services/press/sinodo/documents/bollettino_25_xiii-ordinaria-2012/04_spagnolo/b01_04.html

Consejo Metodista Mundial
- S. E. Sarah F. DAVIS, Vicepresidente del "World Methodist Council" (ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA)

La foto es patética:

http://breviarium.blogspot.com.ar/2012/10/pastorzyca-biskupka-na-synodzie.html

Ya me han cabreado los demonios encarnados estos. A partir de ahora no hay año de la fe que valga. Es un timo.

Miles Dei dijo...

Perdón. Su Excelencia en lugar de Su Eminencia.

Terzio dijo...

Sí, la escena es tragi-cómico-patética: Un prelado católico romano, con cara de acelga y rictus curial, sentado codo con codo, sillón con sillón, cabe una abuelita negra travestida con pecherín morado de pseudo-obispo reformado (supongo, por la chaqueta, que el look completo será de clergyman/clergywoman (no sé si con pantalón o si con falda)). Una foto desconcertante, como el mismo Sínodo y su ocasión.

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Terzio dijo...

Del padre Reydero Cantalamema, predicador pontificio, recordaré que fue animador de las nenas de Lerma, entonces todavía clarisas. Mantuvieron aquel entrañable encuentro chupu-chupi chanchi-piruli guapi-pijo que dio la vuelta al mundo y dejaba adivinar futuras e inquietantes trayectorias --> véase

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Anónimo dijo...

Estimado Terzio:
Estoy por dejar de leer su blog por la tristeza que me da ver en que se ha convertido nuestra Santa Madre Iglesia. Casi que preferiría ser un feliz e ignorante, pues ver tal panorama y sin posibilidad de 'objetar' me deprime: puedo decir con total certeza que la Iglesia de mis abuelos no es (en su contenido) la misma que la actual.
Anónimo Valenciano.

Terzio dijo...

Valenciano anónimo: Si eres valenciano deberías de estar vacunado contra los escándalos. La Iglesia en tiempos de tu paisano, el valenciano Alejandro VI Borgia también daba pena...pero era la Iglesia, con la misma nota de Santidad que la actual. Que veamos los males no quiere decir que olvidemos las bondades, que nunca faltarán.

Anímate, hombre. Un día el Vat2º y el postconcilio se estudiarán como una época decadente y nefasta, pero la Iglesia seguirá usque ad Regnum.

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Miles Dei dijo...

Prefiero a Alejandro VI a un Papa posconciliar. No creo que este Papa se hubiera atrevido a meter a una mujer vestida de obispo en un sínodo. No hay más que hablar. Esto es un timo y estos viejos conciliochochos se están riendo de nosotros y nadie se atreve a decirles las cosas claras allí donde están.

Ruego a Dios que mande a una mujer al consistorio, pero una mujer como Santa Catalina de Siena.

Tulkas dijo...

Ciertamente.

La fornicacion debe de ser menos mala que destruir la Liturgia.

Pero no se...

Terzio dijo...

No se trata, Tulkas, de escoger entre el mal del pasado y el mal del presente, sino de entender que los errores de siglos pasados nos pueden valer para no desesperar al sufrir la problemática de nuestra actualidad: La Nave de Pedro navega en un mar proceloso, ayer y hoy.

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Pioquinto dijo...

Como en los naipes, queridos amigos, "doy como veo y pago por ver". Sin depresión, pero a Dios rogando y con el mazo dando. Creo que no viene en el CIC, pero vale.

Yo creo que el punto más bajo fueron los abusos sexuales a menores, que aunque han disminuído notablemente, se llevaron con ellos el pedestal moral de la Iglesia. En cuanto ésta trata de señalar la doctrina perenne de la Iglesia, la jauría mediática se le echa encima.

Mucha meditación, oración, la Santa Misa de siempre que no falte y recordar que "angosta es la puerta".

Saludos, páter y Dios nos bendiga a todos.

El cura loco dijo...

Yo no digo que no sean malos estos tiempos, pero todos los tiempos han sido malos; y si éstos son los piores, se aplica el refrán que dice: por lo más oscuro amanece; porque todos los tiempos están a igual distancia de Dios.

Antón el simple dijo...

A mí lo que me irrita, me cabrea, me hace hervir la sangre y me produce ganas de calarme una boina roja y echarme al monte es la retórica triunfalista y autocomplaciente con que se acompaña todo. No hacen más que repetir como loritos que "han librado a la fe de las adherencias medievales y del polvo de los siglos"... ¡y no se dan cuenta de que lo han hecho a costa de emplastar nuevas adherencias estomagantes, sensibleras, horteras y hasta de mal gusto!

Y ojo que no me refiero solo a las melodías y a los eslógans que estaban de moda en los años 60 del siglo XX (aunque eso por sí solo ya sería grave). Me refiero a las adherencias personalistas, existencialistas y en general de las chuminadas intelectualoides de moda en la segunda posguerra mundial. Me refiero a la jerga esa tan demodé y tan hippie del "Encuentro", la "Experiencia", la "Escucha", la "Búsqueda", "el Tú y el Yo", tan del gusto de los peritos conciliares. Y, por supuesto, también a la espiritualidad (o a la falta de ella) que le es consustancial. Lamentablemente, ese irenismo buenrrollista, enemigo de toda ascética y de todo apostolado, es lo que se enseña hoy en nuestros seminarios y sobre esa base no se puede edificar un sacerdocio católico iuxta cor Dei.

Cuando uno lee determinados documentos, determinadas homilías y asiste a determinados espectáculos, se da cuenta con dolor de que la Iglesia Católica se ha quedado anclada en los años 60-70 del siglo tenebroso.

Lamento la parrafada. Pero si no lo digo reviento.

Pedro dijo...

¿Celebración del Concilio? ¡Saco y ceniza debería vestir la jerarquía, saco y ceniza, y hacer penitencia por su infidelidad en los últimos 50 años! Aún está por ver que se celebren actos penitenciales en desagravio por esos "desmanes del posconcilio" que todo el mundo deplora pero que nadie parece tomarse en serio.

Tiempos y tiempos dijo...

Hay otra diferencia entre los tiempos pasados y el preente: en el pasado (medieval, por ejemplo) a los cristianos les preocupaba, y mucho, la figura del Anticristo mencionado en el Apocalipsis de San Juan y en otros lugares de la Biblia y de los textos de los Santos Padres de la Iglesia. Hoy día, con raras excepciones, esto no le preocupa ni es abordado, más bien despreciado, por los profesionales del sector (clero) y los cristianos en general. Diferencia importante y significativa.

YORCH dijo...

El concilio Vaticano II no fue sino un Festival de Woodstock vivido dentro de la Iglesia...