martes, 24 de julio de 2012

No alabo al muerto (r.i.p.a.)


En todo caso lo encomiendo a la Misericordia, para que le perdonen sus pecados, que han sido (políticamente) muchos y muy graves. Y como lo político (que es general) tiene repercusiones concretas, deduzco que la culpa personal es también grande. ¿Se habrá arrepentido? No sé. Tocante a los finales soy optimista, no porque crea en la bondad de los hombres, sino porque confío y creo firmemente en la Gracia de Dios.

Pero, así y todo, tampoco olvido la sentencia, tan ajustada a la realidad, que reza 'Sicut vita mortis ita'; es decir, que se muere como se vive, como se ha vivido. Y este profesional de la política y el status superior, este socialista profesional, ha vivido odiando a la Iglesia, procurando su daño y excitando los ánimos en contra de la Iglesia Católica. Primeramente fue un taimado disimulador, apareciendo, allá en los años de la transición y la constitucionalización, como un sujeto moderado, incluso con el perfil de ese imposible ontológico del 'cristiano socialista'. Se mantuvo en ese falso perfil durante los años pan-corruptores del felipismo, abanderando moderaciones que eran, al final, traiciones.

El órgano oficioso de la piara sociata re-publica su última entrevista (2008), con juicios ponderados (las correcciones post eventum, agua pasada), pero incorregible en su odio contra la Iglesia y todo lo católico:

"...P. ¿Cuál sería su máxima preocupación sobre lo que debe hacer un gobierno de su ideología?

R. Tiene que seguir la política social e impulsar la laicidad. Tenemos que renegociar con la Iglesia católica. No hay que olvidar que esta Iglesia no está regulada por la legislación española, sino por un tratado internacional. La ley de la Libertad Religiosa no afecta a la Iglesia católica y esto es un poco fuerte. Cuanto mejor te portes con ellos, más crecen y más creen que pueden dictar lo que son las obligaciones del Estado como si fueran señaladas sólo por ellos y por sus planteamientos.

P. Le indignó la concentración del día 30 de diciembre.

R. No me indignó, porque no me sorprendió. Eso responde a que esta gente no acepta la modernidad, defienden lo que dejaron escrito en un documento de 1988, en el que afirmaban que ellos eran portadores de valores que estaban por encima de las coyunturales mayorías y de la soberanía popular. Yo me considero cristiano, pero no creo en esta Iglesia institucional. Valoro otras muchas realidades cristianas. Pero esta Iglesia se opone a cualquier ley que defienda la modernidad, no acepta la autonomía de la razón humana. Sigue defendiendo la idea de los justos y los pecadores.

P. Tampoco aceptan la Ley de Memoria Histórica.

R. Es que tienen una inocencia curiosa. No son responsables de nada. Y además tienen una malísima memoria. Incluso ha llegado a tener la poca decencia intelectual Rouco Varela de decir que la Iglesia es la defensora máxima y la autora de los derechos humanos. Olvidan.

P. ¿Le ha enfadado la Iglesia?

R. La institución, sí, pero intento templar."


La piara sociata hispánica mantiene la mala leche volteriana de la teta de perra marxista cruzada con zorra ilustrada, con esa ponzoña se nutrieron y mueren rabeando como los reptiles, agitando convulsos la consigna que llevan en los tuétanos: 'Écrasez l'infâme'

Es una mala jaculatoria in artículo mortis, como todos sus devotos practicantes habrán podido comprobar. El Señor nos libre.

Paz a los muertos, of course. Y requiescant in pace, por supuesto. Pero que le quiten lo bailao (y lo politiqueado).

&.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero Padre, en el nacional socialismo había muchos católicos. No será que el catolicismo no es compatible con el marxismo? No veo problema con un socialismo no marxista...Podría echar luz sobre este asunto?

Pedro de Lombardía

Terzio dijo...

¿Luz en esa alcantarilla?

'

Jordi Morrós Ribera dijo...

Pues resulta que don Gregorio Peces-Barba se doctoró en derecho con una tesis sobre el pensamiento social y político de Jacques Maritain.

Esto me ha recordado mis años juveniles de Universidad, en los cuales un marxista convicto y confeso (el profesor Manuel Sacristán) nos citaba en clase a San Agustín y a Santo Tomás de Aquino.

Anónimo dijo...

Todo socialismo es ateo por antonomasia.

Miguel25 dijo...

Yo me considero cristiano, pero no creo en esta Iglesia institucional. Valoro otras muchas realidades cristianas. Pero esta Iglesia se opone a cualquier ley que defienda la modernidad, no acepta la autonomía de la razón humana. Sigue defendiendo la idea de los justos y los pecadores. No se si este señor (R.I.P.) se habria leido el Concilio Vaticano II. Pero lo que dice el nefasto concilio es casi lo mismo: (Concilio Vaticano II, Dignitatis humanae) Todos los hombres, conforme a su dignidad, por ser personas, es decir, dotados de razón y de voluntad libre, y enriquecidos por tanto con una responsabilidad personal, están impulsados por su misma naturaleza y están obligados además moralmente a buscar la verdad, sobre todo la que se refiere a la religión. Están obligados, asimismo, a aceptar la verdad conocida y a disponer toda su vida según sus exigencias. Pero los hombres no pueden satisfacer esta obligación de forma adecuada a su propia naturaleza, si no gozan de libertad psicológica al mismo tiempo que de inmunidad de coacción externa. Por consiguiente, el derecho a la libertad religiosa no se funda en la disposición subjetiva de la persona, sino en su misma naturaleza. Por lo cual, el derecho a esta inmunidad permanece también en aquellos que no cumplen la obligación de buscar la verdad y de adherirse a ella, y su ejercicio, con tal de que se guarde el justo orden público, no puede ser impedido. Ahora bien, la verdad debe buscarse de modo apropiado a la dignidad de la persona humana y a su naturaleza social, es decir, mediante una libre investigación, sirviéndose del magisterio o de la educación, de la comunicación y del diálogo, por medio de los cuales unos exponen a otros la verdad que han encontrado o creen haber encontrado, para ayudarse mutuamente en la búsqueda de la verdad; y una vez conocida ésta, hay que aceptarla firmemente con asentimiento personal. El hombre percibe y reconoce por medio de su conciencia los dictámenes de la ley divina; conciencia que tiene obligación de seguir fielmente, en toda su actividad, para llegar a Dios, que es su fin. Por tanto, no se le puede forzar a obrar contra su conciencia. Ni tampoco se le puede impedir que obre según su conciencia, principalmente en materia religiosa. Porque el ejercicio de la religión, por su propia índole, consiste, sobre todo, en los actos internos voluntarios y libres, por los que el hombre se relaciona directamente a Dios: actos de este género no pueden ser mandados ni prohibidos por una potestad meramente humana . Y la misma naturaleza social del hombre exige que éste manifieste externamente los actos internos de religión, que se comunique con otros en materia religiosa, que profese su religión de forma comunitaria

Anónimo dijo...

Para Pedro de Lombardía:
tal vez le resulte útil leer un aleccionador librito de Carl Schmitt: "Catolicismo y forma política" (con ese título se lo editó en castellano, el título original es "Catolicismo romano y forma política").

Anónimo dijo...

Usted dice: "incluso con el perfil de ese imposible ontológico del 'cristiano socialista'" pero es que se ovlida de la tendencia que le imprimió a la iglesia la nefasta Ost*politik vaticana. Desde la misma Roma se obligaba a colaborar con la nomenklatura.

Anónimo dijo...

El muerto era un canalla. Su último servicio al socialismo fue la arremetida contra las víctimas del terrorismo, en el momento en que su jefe negociaba un Nobel con los de las pistolas. Hubiera estado bien si sobre la mesa zapo hubiese puesto su propia sangre, no la de otros. Ya hay que tener estómago para haberse puesto al servicio de zapo, cuánto más para aceptar una tarea tan abyecta como para que cuadrase con los planes del ex presidente. Tengo entendido, no lo sé, que el muerto era sodomita, al igual que esa otra sentina de odio anti católico que escribe desde una tronera en El Mundo. Igual viene de ahí la cosa. Pero los alcances de la maldad del muerto iban mucho más lejos, de la mano de la masonería. Ya dijo que la implantación de la epc era objetivo estratégico de primer nivel en la legislatura de zapo. En fin, hoy el aire es un poco más limpio.