sábado, 19 de mayo de 2012

Eadem Ecclesia ?


El año de la fe en el marco del 50 aniversario de la apertura del Vaticano 2º servirá para justificar un 'año pastoral' más, según el recurso juanpablista, nullus annus sine festa. De paso, también excitará los ánimos vaticanosecundistas y espabilará, previsiblemente, el espectro del concilio, eso que otros llaman 'espíritu'.

La generación conciliar protagonista está en peligro de extinción, por eso, en algunos sitios, es una especie protegida que asoma la cresta todavía para revalidar lo hecho y clamar que se quedaron cortos. Lean (con paciencia) el exabrupto del bochornoso Dom Franzoni, un espectral del concilio que todavía se atreven a sacar de la galería de los monstruos conciliares: El Vaticano 2º se malogró

El escandaloso que fue abad benedictino y joven padre conciliar, el filo-comunista, el que colgó los hábitos y se juntó con una japonesa, se permite dictar lecciones de actualidad eclesiológica como (así lo presentan) líder de comunidades de base. Viniendo de semejante testigo, es honroso escuchar que los obispos españoles fueron una parte importante de la Jerarquía Católica que frenó el frenesí conciliar:

"...Los que más obstaculizaron la acción reformadora fueron los episcopados italiano, español y brasileño (...) En Madrid recibí duras críticas de parte de muchos teólogos por la gestión del Vaticano II de Pablo VI, pero yo defendí su extenuante defensa de la laicidad del estado en relación con la religión."

Sin embargo, cuando escucho afirmaciones o comentarios como ese, me pregunto ¿qué se frenó? Porque la letra del Concilio está disponible para quien quiera reavivar toda su virtualidad, esa peligrosa duplicidad de sentido (también de intención??) sobre la que advertía el magistral Romano Amerio. Por ejemplo, en este otro artículo se expone la frustración de lo no logrado (aun) y las perspectivas de progreso contenidas, a la espera de una oportuna y necesaria asunción por parte de las conferencias episcopales: Es posible otro magisterio

El autor del artículo dice que la intención conciliar fue dotar a las conferencias episcopales de un entidad de naturaleza semejante a lo que fueron en la antigüedad los antiguos patriarcados, capaces de emitir un magisterio propio que garantizara "una legítima y feliz pluriformidad en la comunión (Lumen Gentium nº 23)".

Item más: Apoyándose en el nº 12 de Lumen Gentium, reclama una participación de los laicos, de los seglares, en ese magisterio jerárquico. Se muestra a la conferencia episcopal de los Estados Unidos-USA como un ejemplo frustrado de lo que pudo haber sido y no fue. Se utilizan expresiones como 'magisterio participativo', 'participación y transparencia de la autoridad'.

El articulete sigue con una crónica sumaria de las tensiones/correcciones entre la C.E. Americana y la Curia Romana, presentando al Cardenal Gantín como malo de la peli, con el siguiente sumario-conclusión final:

"...se asiste la recuperación de una forma de gobierno eclesial poco o nada colegial. Como consecuencia de ello, se abre un tiempo de complicadas relaciones con las conferencias episcopales de EEUU., Brasil, Holanda, Alemania, Suiza y con algunas de Oriente y se empieza a promover al episcopado personas más dispuestas a escuchar las demandas que brotan de la curia vaticana que las que surgen de las iglesias locales que presiden o que han de presidir."

Conjuguen Uds. el cuadro de lo que llevo escrito hasta ahora con las noticias y comentarios de esta semana a propósito de la FSSPX y las conversaciones con Roma. Entenderán, si no tienen anteojeras, que tanto la carta de Mons. Fellay animando a estar dentro para curar y sanar como la otra carta de los otros tres prelados resistiéndose a entrar para no contaminarse, tienen su razón de ser, su lógica, desde los supuestos con los que se originó y se ha mantenido la FSSPX.

¿A qué Iglesia van, en qué Iglesia entrarían? Podría darse la paradoja de estar todos juntos, los católicos que sostienen la tradición y los nuevos modelos eclesiales como el que sostiene Schönborn, con gays en los consejos pastorales parroquiales (por el momento!!) interviniendo con voz y voto en la gestión pastoral, desde la catequesis a la liturgia, decidiendo qué se predica, cómo se celebra, a quién se elige...etc. etc. etc.

Otra muestra, sin ir más lejos y para conectar, en cierto sentido, con lo anterior, sería la resultante de confrontar dos modelos pastorales, dos formas de afrontar un problema/una realidad: La Iglesia, nuestra Iglesia, ¿es la Iglesia de Schönborn, abierta y sensible al tema gay, defensora efectiva de la integración pastoral de gay-militantes-practicantes, o, por el contrario, se trata de la Iglesia de Alcalá, cuyo obispo se permite alusiones indecentes acerca de las prácticas homosex en un sermón de Viernes Santo retransmitido por la televisión nacional?

¿Con cual de los dos nos quedamos, a cual elegimos, a Schönborn o a Reig? ¿Es posible esta elección, esta opción? De hecho los dos son obispos titulares, el más 'progresista' incluso arzobispo y cardenal.

Pues esta es nuestra Iglesia, displicente y reticente con los católicos tradicionales, capaz de declarar quasi-insufrible la división de opiniones dentro de la FSSPX, pero abierta al amplio espectro polarizado en casos como las diferencias Viena-Alcalá sobre el omnipresente caso homosex.

A esto, suponemos, se refería el del artículo susodicho cuando hablaba de "...garantizar una legítima y feliz pluriformidad en la comunión (LG 23)".

Por eso decía que comprendía las divisiones de opiniones de los prelados de la FSSPX.

Por eso sigo sin explicarme satisfactoriamente por qué hay que celebrar con fastos, un año entero, los L annos illos.



+T.

9 comentarios:

Miles Dei dijo...

Festejamos los 50 años de la inmersión oficial de la Iglesia en la inmanencia.

Clarito y conciso para el que no lo entienda:

Se entiende a la Iglesia como substancia pensada en lugar de substancia real según el estilo de la filosofía moderna.

Más espeso:

Por tanto, la referencia real y verdadera que es Dios y su revelación en Cristo Jesús, deja de ser algo que conocemos y se nos transmite desde los apóstoles para convertirse en parte de un proceso de pensamiento de los miembros de la Iglesia. La verdad deja de ser algo real para pasar a subsistir en distintas entidades susceptibles de pensarla y por tanto de darle substancia en la realidad. La fe se reduce a un mero creer sin referencia a credo alguno.

El magisterio deja de ser un criterio para guíar a los fieles sobre algo objetivo, como era la verdad revelada, y pasa a pensar dicha verdad según sea necesario moldear la realidad eclesial. Lo importante es el fieri eclesial, hablando al modo de los filósofos de la modernidad. El devenir de la Iglesia y el modo en que moldea a la humanidad. La Iglesia pasa de dar culto a Dios a través de los hombres, para tener el culto del hombre que cree en Dios en un giro antropológico inmanente.

El tema del colegio episcopal pasa a entenderse no como un cuerpo con una cabeza, sino como un grupo que piensa a su cabeza como un mero primum inter pares y donde a su vez cada miembro es sujeto de subsistencia de la verdad pensada (Iglesias particulares, modelo patriarcal, democracia en la jerarquía, etc)

La liturgia no es ya el obrar de Cristo como realidad objetiva a la que sirve el culto realizados por hombres de instrumento, sino el instrumento del nuevo fieri en forma de socialización del pensamiento eclesial que se crea a sí mismo en ella. Por eso cambió tan rápido y de manera tan caótica sufre los excesos de esta caida en la inmanencia.

Cambios esenciales pero sutiles. Cambios constantes y continuados, que pueden convivir perfectamente con mentes que aún sigan entendiendo el dato revelado y la fe de manera objetiva, pero que acaban sucumbiendo más tarde o temprano a la inmanencia si no se sigue una austera disciplina a todos los niveles de la mente. Aún todos los esfuerzos por volver a la liturgia tradicional pueden ser entendidos de modo inmanente como dejar a un sector de la Iglesia que se piense a sí mismo entre el resto del fieri cotidiano. Eclesiología de comunión que vale para toda entidad aún la no católica y la no cristiana. Ecumenismo, diálogo interreligioso.

Pero el Concilio fue solo el lugar y ocasión donde se asumió ofciosamente esta nueva iglesia dentro de la Iglesia oficial. La génesis es muy anterior y perfectamente rastreable.

Mientras no se hable claro de un repudio de toda inmanencia, por ejemplo mediante una sana vuelta a los principios de la filosofía perenne, no cambiará nada.

Un día alguien tomará el toro por los cuernos, pero me temo que al paso que vamos será una Persona divina cuando venga de nuevo a la Tierra a consumar el orden real de las cosas recrado en la Cruz.

Tulkas dijo...

Por supuesto que la regularización canónica de la FSSPX va a ser un evento de sanación para la Iglesia, en su lado humano.

Pero además vamos a disponer de otro elemento humanamente fiable dentro de la Iglesia, a sumar a lo poquito fiable que todavía queda: los escritos de los santos y el Oratorio de san Felipe Neri.

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A mí siempre me ha parecido que lo que le falta al V-II es una meditación serena sobre la naturaleza humana, la real, no inventada, no imaginadda. Las consecuencias del V-II son antropocéntricas precisamente porque sus fundamentos no parten de buena antropología.

Hay más antropología cristiana, real, en un par de Colectas de la Misa Tradicional que en toda la praxis antropocéntrica del Novus Ordo.

En fin: la exaltación del hombre deshumanizado. Y de ahí estos lodos.

Esperanza dijo...

La Iglesia a la que se acercan desde un punto de vista de estructural y visible podría compararse con Babel (con sus grupos y variados movimientos de amplio espectro _desde lo neoliberal a lo comunista_, y esa retahíla de situaciones pintorescas que cualquiera podemos ver en youtube... y en la parroquia de al lado!) Comparto por eso, d. Terzio, su análisis de que tanto el Obispo Fellay como “los otros” tienen su punto de razón. El último comentario Eleison del Obispo Williamson (de 12-5-12) es una buena síntesis de esa razón. Dios quiera que también ellos sepan ver esa razón “recíproca” para que conserven su unidad, no sé si me explico.
En cualquier caso, llega Pentecostés para todos _dicen que entonces el Papa decidirá_.

Pentecostés frente a Babel.


pd. Qué bueno el comentario de ahí arriba de Miles Dei

obrerocatólico dijo...

Muy buen artículo pater. Como siempre. Aunque con respecto a la entrada de la FSSPX yo no lo tengo nada claro. ¿Se curaría una casa donde hubiese lepra, por el mero hecho de introducir un hombre sano?....yo pienso que no, que lo más seguro es que se infecte el sano. Es un tema muy complicado. Que Cristo Rey ilumine los corazones de los que deben tomar esa decisión. Que Dios le bendiga Dom

MIGUEL25 dijo...

San Lucas:6,43-44
43 No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos:

44 cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas.


Sabido es de todos que Satanás infiltró a sus agentes masones y comunistas en la Iglesia, mucho antes del Concilio Vaticano II, que éstos encabezaron el ala liberal-modernista que dominó el mismo y que sutilmente, introdujeron errores, ambigüedades, equívocos en algunos textos y que además hay omisiones muy graves de verdades medulares de la doctrina católica.

Si Satanás se sentó en el concilio Vaticano II, sus frutos son:

EN TEOLOGIA:
El nefasto método histórico-crítico, que apoyándose en la ciencia humana, arguye contra la Fe, y maliciosamente contra el Dogma, reduciéndolo a un simple planteamiento teológico.
Exégesis bíblica torcida, negando por lo mismo, la literalidad y veracidad histórica del narrador bíblico, y reduciendo la Biblia a un simple simbolismo, paralelismo o analogía, interpretable según cada cual (protestantismo).

EN DOCTRINA:

UN FALSO CRISTO, bonachón, perdonavidas, que nos ama y nos SALVA A TODOS, por la sola Fe (protestantismo)
Omisión y cuando no, negación de los DOGMAS DE FE: INFIERNO, PURGATORIO, INDULGENCIAS, PECADO, CONDENACIÓN ETERNA, Y EL DEMONIO.
Auge de las antiguas herejías de ARRIO y PELAGIO.


EN LITURGIA: nefasta reforma litúrgica obra de seis ministros protestantes y un rabino judío de la mano del arzobispo Aníbal Bugnini, (sospechoso de ser masón)
protestantización (aunque sin llegar a la invalidez) de la nueva misa, y pistoletazo
de salida para una futura supresión del sacrificio de Cristo y por lo mismo del dogma de la Transubstanciación.

RUPTURISTA CON LA TRADICION: introduciendo novedades y cambios ajenos a la Tradición y Magisterio constante o de siempre, de la mano de la filosofía hegeliana y de la doctrina evolucionista. Ruina de la piedad y devoción popular a los santos, ángeles y a la Stma. Virgen, desprecio del uso de sacramentales y de la adoración Eucarística.

(sigue en comentario siguiente)

MIGUEL25 dijo...

(sigue del comentario anterior)

EN ECLESIOLOGIA:

UNA FALSA IGLESIA:

Ruina del sacerdocio jerárquico-ministerial: que se traduce en el abandono de la antigua enseñanza escolástica-tomista en los seminarios para abrazar las filosofías y doctrinas del demonio y del mundo. Por tanto seminarios y conventos vacíos.

Ruina jerárquica: el concepto protestante igualitario "Iglesia-pueblo Dios", introduce una horizontalidad, que se traduce en "iglesia-asamblearia-democrática-participativa", pasando el sacerdote a ser un mero coordinador o moderador de los laicos asamblearios.

Ruina disciplinar: la subjetividad y la relativización del Dogma, hacen que no sea necesario, la AUTORIDAD DEL MAGISTERIO, y por tanto no hay lugar para imponer penas canónicas de excomunión a nadie.

ECUMENISMO IRENISTA O FALSO ECUMENISMO.

Abandono del concepto "FUERA DE LA IGLESIA NO HAY SALVACION", las demás confesiones cristianas, también se salvan porque poseen (aunque no todos) abundantes medios de salvación, y siendo nuestros hermanos en Cristo, no es necesario que se "conviertan" forman parte de la Iglesia "invisible" cristiana unidos por el bautismo (eclesiología protestante)

SINCRETISMO RELIGIOSO:

Todas la religiones son buenas pues todas buscan con sinceridad a Dios, todas poseen
algo bueno y verdadero, todos somos hijos del mismo Padre y por tanto nos recibe
seamos de la religión que seamos sin necesidad de convertirse al cristianismo católico.

Ejemplo de ello lo dio el Papa Juan Pablo II, (¿santo súbito?) en el encuentro escandaloso de Asís, donde rebajó a al cristianismo católico a una religión más de la tierra.

COLEGIALIDAD NEFASTA: obra de lo cual son las Conferencias Episcopales, que debilitan la autoridad del Papa, contraponiéndola a las “asambleas democráticas de los obispos”.

Y basta por ahora aunque se me quede algo en el tintero.
Para concluir el Concilio Vaticano II, ni siquiera fue bueno, en parte fue obra del
Infierno, y sus consecuencias catastróficas, que estamos pagando ahora.

Terzio dijo...

Obrerocatólico: Las sentencias y ejemplos humanos no se aplican a la Iglesia cuya realidad es sobrenatural. Cuando el Señor entraba en casa de un enfermo, llevaba con Él la gracia de la salud, la corporal y la espiritual. Usando otra comparación, no se trata de arriesgarse a corromper por contacto con lo infectado el tejido o el órgano que se ha mantenido sano, sino de fermentar con levadura santa y virtuosa la masa; o de sembrar semilla buena en elcampo donde el enemigo ha disemindo su cizaña.

Para nosotros es una urgencia, para ellos un deber.

'

Anónimo dijo...

Creo que todo este desbarajuste trágico tiene un jefe. Benedicto XVI. Que no necesitaría más de cuatro minutos para denunciar lo evidente, para abominar de ello, para llamar a los fieles que lo sigan siendo y para hacerse centro de lo que quede sano de la Iglesia, dejando caer todo lo que la corroe. Pero Benedicto no dará a los católicos esa satisfacción. No. ¿Por prudencia?

Pioquinto dijo...

El SAnto Padre tiene que responder sólo a Dios de sus conductas, pero nosotros tenemos la doctrina perenne de la Santa Iglesia de siempre. Nosotros no tenemos excusa y debemos aferrarnos a formas litúrgicas "caducas" aunque en ello, la vida nos vaya. Y que cada quien responda de lo suyo. Pero cuántas almas inocentes no son llevadas por éste gran diluvio universal!! Y ya lo dijo Pío XII, apre`s moi, l'edeluge!!"