martes, 28 de febrero de 2012

¿Instituto de perfección o de posición ???


La tentación de excelencia suele pagarse muy cara en el medio cristiano. Me refiero a ese prurito absurdo de tener gente de apellido y blasón en las filas de un instituto religioso, extraño antojo para un discípulo del que nació en pesebre, se crió carpintero y fue crucificado entre delincuentes. Tampoco tuvo tumba propia, sino de limosna.

¿De dónde proviene el snobismo de nuestras órdenes, congregaciones e institutos religiosos católicos? ¿Hasta qué época tenemos que remontarnos para detectar ese tufo elitista que le reconoce más gloria al status de noble que al de siervo? ¿San Bernardo de Claraval, quizá? Más adelante la cosa se esclarece (se enturbia, es decir) con jesuitas que lucen blasones de los Borja (impúdica ostentación, dadas las circunstancias de haber nacido con la lacra Borgia) o de los Gonzaga o el del mismo Javier. Claro que la santidad disculpa estas manchas de haber nacido noble, a posteriori. Pero también es cierto lo bien que se recibieron las vocaciones cuando llegaron con recomendación de sangre azul y blasón historiado.

De casos más modernos y contemporáneos, no hablaré, no quiero meterme en vericuetos tan espinosos de explicar, que sale uno cardado y hecho jirones. Pero me voy a referir - con toda la delicadeza que pueda - a un caso de hodierna actualidad, porque está ocurriendo en estos mismos días. Ustedes ya lo sabrán.

Que el desgraciado fundador quisiera tener gente de élite para su fundación, no se comprende según virtud cristiana pero se entiende según defecto humano. Así y todo se pregunta uno cómo se leería en el ámbito del susodicho fundador, sus fundaciones y sus fundados, los Misteria Vitae Christi, y afirmaciones apostólicas como esta:


"¡Mirad, hermanos, quiénes habéis sido llamados! No hay muchos sabios según la carne ni muchos poderosos ni muchos de la nobleza. Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte. Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para reducir a la nada lo que es. Para que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios." I Cor 1, 26-29

En su vanidad, los snob-fundadores podrían dar la vuelta a este texto y decir justamente lo contrario: Mirad qué selectos, mirad cuánta elite, mirad que somos el plus ultra. Y así.

En el caso que ocurre, la crème se ha separado de la masa damnata, y se ha replegado a su casa. A casa de papá y de mamá. Los cinco o seis que son, con una hermana también.

La hermana, con nombre de nena pija madrileña, ya se ha fundado otra cosa, para ella y sus chicas, que estarán encantadas. Ya se sabe que estas muchachas son muy despabiladas, además de disponer de muy buenos recursos. No comprendo que haya obispos tan complacientes y expeditos para aprobar novedades tan rápidamente, salvo que me lo expliquen por via de lógica snob-clerical. Otra vez.

Del caso que no nombro, conozco a los que no se han ido y están aguantando. Se están santificando en la prueba, entre las zarzas del enredado mundo del patético ex-fundador (que tampoco nombro). Estos, los que aguantan, son los que se están ennobleciendo en el sufrimiento, sin escaparse a casa de papá, sin fundarse un club para ellos y sus amigos. Si soportan la prueba, que será larga, habrán probado que su vocación era sincera y que no levantaron la mano del arado. Al fin y al cabo, la simiente sigue siendo la misma y también el campo es el mismo. Sólo ha fallado el capataz, muy gravemente, pero nolos operarios, si trabajan y siguen fieles a su vocación sobrenatural (habría que subrayar 'sobrenatural'). Los que se han quedado no están fallando. No creo que me equivoque si digo que están (dolorosamente) reparando.

Dentro de poco, el Domingo de Ramos, en la Misa de Pasión, se canta el prefacio que reza:

"...Siendo inocente, se entregó a la muerte por los pecadores y aceptó la injusticia de ser contado entre los criminales..."

Parece evidente que esta chica y sus hermanos no han querido que se les sume a gente de mal vivir, no sea que su apellido quede deshonrosamente asociado, salpicado por las miserias que han salido a la luz (que son las mismas que estaban ocultas).

Humanamente, según el mundo (su mundo), quizá procedan acertadamente. Cristianamente, se equivocan: Esa no es la sabiduría de la Cruz.

Pero siempre les quedará el apellido. Y esa conciencia de superioridad que las élites inculcan a sus crías, un handicap tan dificil de vencer.

+T.

14 comentarios:

MIGUEL25 dijo...

Esto que dice don Terzio, es un mal que nos acecha a todos..

la eterna tentación de Satanás:

"tú eres el mejor", "el que más sabe"
"deberías dar conferencias"..

"Tu tienes un escudo, un apellido noble, eres de la élite, de los elejidos,..los demás son basura"...

la cita que puso Don Terzio, es muy oportuna como también la del fariseo y la del publicano..

seamos pues humildes como el publicano,..reconozcámonos miserables y pecadores ..y no presumamos de justos como hizo el fariseo.

Miles Dei dijo...

"La hermana, con nombre de nena pija madrileña"

Es casi más malo que yo, Padre. Aunque es cierto que el nombrecito se las trae. Mucho más si es, como dicen algunos, la abreviación de Magdalena, que fue de esas malas mujeres convertidas por Nuestro Señor.

Pero el temita de las élites no es más que otra de las consecuencias del congruismo en temas de gracia.

Un hombre dotado naturalmente como un lider, aunque solo sea por cuna, es congruente que sea un gran santo que responda a muchas más gracias que los pobres infelices del populacho. Eso es el conguismo en el lado perverso del adagio escolástico que dice que la gracia supone la naturaleza.

De nuevo desde el siglo XVI y XVII tenemos este modo de obrar afirmado teológicamente en la compañía de Jesús y en tantas otras fundaciones que fueron apareciendo hasta nuestros días.

Pero quizás es todo mucho más anterior y se basa en la perversión de la vida monacal con la introducción de esa servidumbre encubierta en los legos y en la típica carrera feudal en la clerecía de los hijos menores hacia aabdías y episcopados.

Lo que si es cierto es que al principio no fue así.

Antonius dijo...

No tengo ni idea de quién se habla, ¿alguna pista?

Anónimo dijo...

a essto se le llama un artículo en clave, solo para iniciados. Para la élite, vaya.

Anónimo dijo...

Creo que ahora comprendo una posible razón de por qué santa Teresa de Jesús decidió que sus hijos cambiaran de nombre y adoptaran un apellido religioso cuando entraran en el Carmelo Descalzo. Quien imaginaría que detrás del nombre de Teresa de San Agustín (declarada venerable por el beato Pío IX) se esconde Luisa María de Borbón, la hija más joven de Luis XV y hermana de Luis XVI.

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Creo que es injusto, Pater. El desgraciado fundador fue un canalla de siete suelas que armó una estructura viciada desde lo psicologico para encubrir sus canalladas. Contó con cómplices, encubridores e idiotas útiles que siguen conformando la dichosa estructura, con el elitismo, la frivolidad y el corporativismo de siempre. Esta gente huye luego de intentar superar el legado fundacional. Si lo hacen por pijos o por ver que la estructura no termina de depurarse, lo sabrá Dios. atentamentr

Terzio dijo...

¿Y si no se hubiera descubierto el caso del funesto fundador las nenas y los nenes con apellido, los conspicuos fugados-as, se hubieran quedado dentro, con la conciencia tranquila, como estuvieron sin piar, contentos-as en su dorada élite espiritual-familiar?

La suposición imaginada hace más tremendo el caso y deja más en evidencia a los actuantes.

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Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

No lo entiendo Pater. ¿Usted presume que esta gente sabía que Maciel era drogadicto, pedófilo, falsificador de pasaportes, plagiario, padre de familia múltiple y defraudador?
Obviamente que si no se descubría el caso, hubieran seguido en la estructura, engañados. Lo que los hace salir es descubrir el engaño fundacional, y luego, la incurabilidad de la institución, que sigue con las mañas controladoras y encubridoras de su fundador.

By the way, fíjese que el "pijismo" no es patrimonio de los que se van, sino de los que llegan. Varios ya han apuntado la ascendencia noble del nuevo Vicario General, de sólo 37 años.

Terzio dijo...

Será que los escogidos y admitidos eran todos de 'posición' y hay poco 'desclasado' para elegir.

Lo que digo - si se entiende - es que una vocación en la Iglesia nunca es para seguir a un fundador (humano) sino para consagrarse a Cristo. Desde luego, si es que estas chicas-chicos que se fugan se entregaron sólo por causa del fundador, comprensible es que su desengaño sea grande y su espantada memorable.

No quisiera que este articulete se convirtiera en foro de entusiasmados ni de discrepantes, conque contengan sus comentarios, please, para que no me vea obligado a borrarlos.

Lo que pienso lo he dicho, procurando no herir a los que quedan fieles a su vocación y poniendo en entredicho a los selectos que se han escapado con su apellido y su ruído.

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Martin Ellingham dijo...

Hoy he comenzado a leer el breve Dominus ac Redemptor de Clemente XIV. Espero terminarlo en breve.

Tal vez no hubiera sido mala idea, previa investigación exhaustiva y reparación de daños, "derogar", "suprimir" y "extinguir" el invento, y luego crear nuevas instituciones para los elementos sanos. Sin privilegios injustificados, por más apellidos y prosapia que se tengan.

Pero lo que debe ser difícil de procesar es entrar en un instituto y creerse durante años la mentira oficial de que se trata de un "carisma" (original), para que luego se descubra que el "fundador carismático" plagió escritos "fundacionales", copió reglas y constituciones, manipuló reglamentos y entabló vínculos de dudosa moralidad con algún cardenal de la Curia.

Saludos.

Cesar Augustus dijo...

También la Carta de Santiago tiene algo que decir sobre el elitismo.

Jordi Morrós Ribera dijo...

Me he tenido que leer todos los comentarios para deducir que el padre Terzio se refería en su comentario a la rama femenina de los Legionarios de Cristo, la cual por cierto desconozco por completo.

Ciertos movimientos espirituales no demasiado proclives a reconocer el carácter sagrado y único de cada persona humana, y muy marcados por fundadores más o menos iluminados, y también muy proclives a un culto a la personalidad casi enfermizo, corren serios riesgos. Y esto tanto ocurre dentro como fuera de la Iglesia Católica.

Anónimo dijo...

Me intento hacer una idea de lo que deben estar pasando los que se han quedado en la congregación y la verdad es que debe ser muy duro. Las hermosísimas palabras de Fray Luis de Granada con las que Vd. cerraba su entrada se les aplican a éstos que han quedado dentro una vez conocidas las fechorías de Maciel. En la vida civil suceden cosas parecidas y aguantas carros y carretas y no te vas porque no eres un pijo con posibles para emprender aventuras. Cuánto más los que buenamente se han quedado por fidelidad a su vocación!
"La crème se ha separado de la masa damnata." A mí lo que me choca es que la jerarquía no ponga límites a estas aventuras. A lo mejor piensan que esta nueva élite traerá la renovación y la nueva evangelización usw. O tal vez piensan eso mismo de que estos eventos son cosas de pijos, pero mejor no interferir.
ivan

Conde de Monforte dijo...

D.Terzio, acertadísimo su artículo en lo que se refiere al snobismo, no solo de órdenes y "movimientos", sino de la sociedad en general. Se lo digo por propia experiencia. Pero hoy día, seamos sinceros, cuentan más los títulos de propiedad que los nobiliarios. (Aunque si yo le contara...) Solo un punto,cuando dice:"estas manchas de haber nacido noble". Nada de manchas, sino todo lo contrario; doble tarea, mantener no solo la Fe, sino también el honor.