miércoles, 21 de septiembre de 2011

Un necesario injerto


Del Vaticano 2º se hizo mitología desde antes de inaugurarse el Concilio, passim. En España hubo un cronista especialmente entusiasta y activo, el sacerdote José Luís Martín Descalzo con su obra 'Un periodista en el Concilio 1962-1965'. Una vez me propuse leerme del tirón, de corrido, los tres tomos (creo que eran tres, en la edición que usé), para no perder el hilo. Con un brioso arranque, todo cohetería, la primera parte es un pandemonium con el laberíntico cuento de los esquemas, secciones, secretarías, rechazos, remodelaciones, votaciones, aulas, comisiones, camarillas, personajes de primera y de segunda, comentarios of the record, chispas de humor, turismo romano, conciliábulos paralelos y una miscelánea de flashes que te dan idea muy impresionista del Vat-2º, su marco y su ambiente.

La lectura de estos libros de Martín Descalzo es absolutamente prescindible; la obra se repite, se hace pesada, decae y languidece a medida que avanza la crónica, pero es interesante comprobar cómo tipifica desde las primeras páginas los patrones que luego se mantuvieron durante el postconcilio, vituperando y tachando con tintas negras a los 'villanos' torpes y cavernícolas (Ottaviani, Ruffini, Siri, el Coetus Internationalis Patrum, etc.) y canonizando y coronando de laureles a los 'héroes', siempre alabados, inteligentes, sagaces, brillantes, en el podio recogiendo aplausos, los Bea, Doepfner, Lercaro, Alfrink, Suenens, Frings, König y todos los 'hombres' del Concilio.

Algunos de los teólogos/consultores que no intervininieron como Jerarquía en el áula conciliar, serían años mas tarde nombrados cardenales por Juan Pablo II - De Lubac, Congar, von Balthasar -. Una extraña honra que precedía a la sepultura de los purpurados, todavía no me explico con qué sentido (salvo el de corroborar con capelos a tan discutibles teólogos y sus contribuciones en el CV2º).

Traigo a pelo todo esto por las cosas que están pasando y que muchos deseamos que se realicen finalmente y se confirmen para bien de la Iglesia Católica, tan descompuesta detrás de los telones, ferias de muestras, festivales y parques de atracciones juanpablistas, que han pasado a ser el plan nuestro para cada año.

Los más avispados, los que buscan timbrarse morado sobre morado (paonazzo dicen en las sastrerías de la Urbe), ya matizan, ya dejan unos flecos de reticencia condescendiente, ya se atreven y prenden algún botón de parabién con sonrisita de un cuarto de dentadura y mirada de soslayo condicionada etc. Los pseudo-baluartes del neo-catolicismo y demás puntos de crotoreada concentración virtual, miran desde arriba y preguntan qué más se les podrá dar si se les está dando todo, bastos hoy más que ayer pero menos que mañana. Hace un rato me han comentado que uno de los voceros mentecatos del neo-cath on-line sale hablando de 'histeria colectiva de filolefebristas', risum teneatis.

Deberían, más bien, reflexionar sobre por qué se ofrece, por qué todo este incipiente pero firme movimiento que, entre otras cosas, desmitifica el CV2 y lo deja expuesto para un exámen crítico que nunca tuvo porque los críticos fueron estigmatizados, excluídos, ocultados, silenciados. Y sin embargo había vida crítica, tan serena, profunda y contundente como la del maestro Romano Amerio, uno de los pocos intelectuales católicos conscientes no conformistas.

Fue la gran paradoja que el Concilio que no quiso ser dogmático quedara constituído en un súper-dogma intocable. Con su apéndice activo, el comodín interpretativo del espectral 'espíritu del concilio', mito sobre el mito.

Todos los concilios envejecen, hay partes, cánones, decretos, disposiciones que han quedado obsoletos, pero lo doctrinal permanece con toda su fuerza y valor teológico en el caso de concilios fundamentales. Sucede como con las obras de arte, sobre las que el tiempo deja su huella pero incrementando, incluso, su belleza, aunque hayan llegado a nosotros despojadas de algunos de sus elementos o exornos originales. En este sentido, los Concilios Antiguos, de Nicea I a Nicea II (325-787) son monumentos clásicos. Trento es un acontecimiento histórico de referencia perenne para el catolicismo, el Vaticano I es otro hito de la Iglesia Católica...¿Y el Vaticano II, en qué quedará, cómo será juzgado dentro de un siglo o de dos? Todavía estamos inmersos en una cercanía temporal que impide las perspectivas apropiadas. Pero sabemos cosas, hemos sentido los cambios, hemos experimentado consecuencias, hemos probado algunos frutos.

Es una tendencia quasi común de nuestra Jerarquía no querer hacer balance; y si existen cuentas y estadísticas parciales hacer relativo caso, o callar. Y seguir, seguir adelante, sin cuestionarse si el camino ha sido recto, si los pasos se han andado bien. En gran parte eso ha sido y es el juanpablismo, un entusiasmo ciego que empuña la bandera del Concilio, se niega a reconocer sombras y se empeña en montar escenarios de luces, muchas luces en escena.

La Iglesia Católica está hoy gobernada por los hombres del post-concilio, una realidad, un dato, que me recuerdo tantas veces con temor y temblor. Nuestros obispos no serán capaces de reconocer un cánon de Trento, pero recitarán de memoria fragmentos de los documentos del Vat.2º. Es natural, siendo como son gente de su generación. Aunque siento que el vaticanosegundismo va cediendo ante el juanpablismo, esa forma de neo-catolicismo tan expuesta a ser disuelta por un remolino de la historia por su inconsistencia, todo entusiasmo en torno a un nombre/una imagen.

Si la FSSPX encontrara finalmente su integración canónica, sería injertar en la cepa herida y enferma de la Iglesia Católica un retoño sano, vigoroso y capaz. Los nuevos frutos serían inmediatos.

Y el tiempo dirá. Sabiendo que los tiempos de la Iglesia no son planes quinquenales, sino siglos en avance hacia el advenimiento glorioso del Señor y su Reino.

Adveniat!


+T.

13 comentarios:

Jerónimo dijo...

"La tierra entera gimió, y descubrió con sorpresa que se había vuelto juanpablista"

Miles Dei dijo...

"En gran parte eso ha sido y es el juanpablismo, un entusiasmo ciego que empuña la bandera del Concilio, se niega a reconocer sombras y se empeña en montar escenarios de luces, muchas luces en escena."

En el futuro creo que esta será cita obligada para la definición de Juanpablismo.

Miles Dei dijo...

Pero ahora permítame una idea. No será acaso que lo que se llama juanpablismo no es sino la vivencia del vaticanosegundismo adaptada al Papa de turno que se convierte en nueva primavera de la Iglesia.

Así, descontando a Pablo VI, que permanece eclipsado por el Concilio y el inmediato posconcilio y descontando a Juan Pablo I al que no le dio tiempo (y aún en el poco que le dio fue ya magnificado en la escena mediática como el Papa de la sonrisa) Tenemos que a Juan Pablo II le acontece la manipulación mediática excelsa en esa línea que afirma y ahora a Benedicto XVI le sucede lo propio (el más grande teoólogo de todos los tiempos y gran hermeneuta litúrgico).

¿No es esto más el resultado de una pobre formación sumada a un exceso de información que hace incapaces de discernir a los sujetos y dóciles conejillos de indias en manos de poderes mediáticos?

Pioquinto dijo...

Volvemos a lo mismo, un entusiasmo bobalicón expresado con estallidos histéricos de juventudes a medio desvestir, con mochilas al hombro, música estridente y mucho teatro, como quien dice un estallido de cohete en medio de la negrura de la noche de una crisis moral inacabable, despúes del cual , las tinieblas se hacen más patentes. Y hasta la próxima JMJ, hasta que se agote en modelo, ad infinitum.
Saludos, páter W+

AMDG dijo...

> Si la FSSPX encontrara finalmente su integración canónica, sería injertar en la cepa herida y enferma de la Iglesia Católica un retoño sano, vigoroso y capaz. Los nuevos frutos serían inmediatos.

Entiendo lo que quieres decir, pero no es así cómo funcionan los injertos.

Por cierto. El espíritu de apostasía del concilio:

> No, judios, musulmanes y cristianos tenemos un uno y mismo Dios... A los musulmanes, esta revelación se les dió al final, de una manera muy única"

Nostra Aetate habla de "mirar con aprecio" a los musulmanes, pero esta gente da un paso más: aceptar el Islam como revelación legítima. Dicen que con eso se resuelve la guerra de religiones. Ni se les ocurre pensar que los musulmanes, como es läogico, ven eso como una confirmación de la revocación del cristianismo por el Islam.

Lo peor: nadie les desmiente.

Terzio dijo...

Estimado AMDG: Si no distingues las cualidades del lenguaje figurado, tampoco captarás sus imágenes. Obviamente 'injerto' no es injerto; pero insisto en lo que digo sobre 'ese' injerto y sus 'frutos' previsibles.

De lo otro, me atrevo a decir que comparto el fondo de lo que dices. Pero debes corregir eso de la 'revelación' y releer la N.AE. (que tampoco es santo de mi devoción pero que dice lo que dice y no más (a no ser que sobre el 'decir' tú impongas un subjetivo 'sobreentender')).

'

AMDG dijo...

Quizás haya habido un mal entendido.

Esa frase no es de Nostra Aetate, sino de gentes católicas que sobre su base dan un paso más, legitimando al Islam.

Arbil tenía esto al respecto, explicándo la diferencia entre respetar a los mahometanos, poniéndo límites a sus pretensiones) y legitimar semejante doctrina:

www.arbil.org/116isla.htm

(parece ser que Arbil está en este momento fuera de combate)

Miles Dei dijo...

Nuevo libro de Brunno Gherardini recién salido del horno:

http://www.lindau.it/schedaLibro.asp?idLibro=1264

Anónimo dijo...

No quería comentar mas sobre el tema FSSPX hasta que fuéramos sabiendo el desenlace final, pero por una parte veo afinidad en los comentarios, y por otra parte dije en ExOrbe hace unos cuantos hilos (antes del reciente ofrecimiento) que mas bien me temía que quizás sería mejor un no de la FSSPX y que no lo explicaría en ese momento. Luego, en no recuerdo donde creo recordar que Terzio (páter perdóneme si me equivoco) dijo algo como que no estaba bien el que no se deseara el "injerto" de la hermandad. Me vi aludido pero lo dejé pasar, pero creo que voy a explicarme en este momento.

Mi explicación es muy sencilla y es que no se si a nadie se le ha pasado por la cabeza de que existen varias situaciones posibles después de una posible operación de injerto. Lo deseable es lo que dice Terzio, que el injerto sirva para sanar el resto. Pero creo que también existe la posibilidad de todo lo contrario, a saber, que el injerto acabe recibiendo la influencia putrefacta del resto del árbol. Digo que es una posibilidad que debe de ser prudentemente considerada, aunque lo sea en términos meramente teóricos o estadísticos.

Creo que hay que tener cuidado y no debemos dejarnos llevar por lo que deseamos, que es obviamente lo bueno, pero por lo que tengo entendido (y en RC dan noticias y argumentos bastante contundentes) existen indicios suficientes o razones dignas de ser consideradas como para guardar una diligente prudencia. En la FSSPX se han visto movimientos raros, feos, dudosos, oscuros... en los últimos tiempos. Como mínimo.

Por tanto lo que todos queremos y yo me apunto el primero es lo que dice Terzio sobre el injerto, en eso estamos de acuerdo y si es así claro que quiero y deseo una operación injerto. Ahora bien seamos prudentes porque eso que tanto queremos no tiene por qué ser necesariamente así y no podemos tener la seguridad de ello.

Y en el peor de los casos, una FSSPX re-absorvida, neutralizada y derrotada, significaría una verdadera catástrofe porque la Santa Tradición se quedaría sin su último paladín y quedaría mortalmente dispersa, mas que nunca en manos de Dios.

Espero haberme explicado y no haber ofendido a nadie, solo estoy tratando de argumentar y razonar de la forma mas desapasionada posible.

Saludos.

Tulkas dijo...

Morado sobre morado!!!

Pero que malo que es usted, don winfrid!!!

Miles Dei dijo...

El mejor paladín de la Tradición es la gracia, no la estrategia. Obrando temerosamente por la propia santificación con la suficiente libertad para poder hacerlo, cada miembro de la Fraternidad hace un bien infinitamente mayor dentro de la disciplina de la Iglesia que fuera.

Anónimo dijo...

Hombre Miles, con lo de paladín me refería a paladín terrenal, por decirlo de alguna manera. Estoy de acuerdo, por otra parte, con lo que dice, creo que mi comentario lo deja claro pero personalmente me mantendré con una actitud prudente y me alejaré de toda euforia.

Recemos para que se produzca la operación injerto y sea para bien. Y también arrimemos el hombro todo lo que podamos y de todas las formas posibles. Podemos empezar, por ejemplo, por que cada uno de nosotros tome la iniciativa y acogiéndose al motu proprio reúna la cantidad suficiente de fieles para pedir la Santa Misa Tridentina en nuestras parroquias, vicarías o diócesis. Y si los obispos ponen pegas... el Señor se los perdone...

Pero por favor, también seamos prudentes y muy finos y atentos observadores, que no está de mas en lo mas mínimo.

Miles Dei dijo...

Rezar hay que rezar y mucho por este asunto. Ahora tenemos otra fecha propicia para interceder por ello. La FSSPX ha anunciado que sus superiores se reunen en Albano (Italia) el 7 y 8 de octubre para estudiar su respuesta a la oferta de la Santa Sede.

http://www.dici.org/en/documents/italia-reunion-de-superiores-de-la-fraternidad-san-pio-x-en-albano/