domingo, 19 de junio de 2011

Displicencia de énesima potencia


No sé quiénes me causan más repugnacia, si los indignados con su mugre pseudo-político social o los periclitantes auto-degenerados que sienten aberrante proclividad, simpatía, comprensión, cercanía o intrínseca vergonzante comunión con esa masa damnata. No sé quienes son más infectos, si los veinteañeros prostituídos a la vanagloria de sí mismos o los cuarentones, cincuentones, sesentones y demás provectos que desahogan sus rijosidades indecentes con el sueño impúdico de volver a la turbia viridiscencia perdida y ya podrida. No sé qué es más nauseabundo.

Pero reclamo la displicencia arrogante de un arístócrata del Ancién Règime, de un abbè refractario, de un nóbile nero romano, de un archiduque ruso para desmarcarme de esa chusma doble, la que desfila y acampa en las plazas y la que aplaude, anima y/o se identifica (aunque sea un átomo) desde el sillón de casa.

Me revisto de toga displicente contra-plebeya, invoco la púrpura de dictadores, déspotas y tiranos, la espada inexorable de la represión, la gloria de la reacción más integrista, el cañonazo contra-revolucionario, la implacable carga anti-populista.


Y me retiro a mi Aventino más enriscado, of course.

No están los tiempos para bajar a la calle.


&.

9 comentarios:

Favila dijo...

Ya lo siento, Don Terzio. Yo creo que, aunque gravemente equivocados en la mayoría de aspectos, hay más de sanamente reaccionario en estos del 15M que en los gatoflautas de Interlobotomía. La pena es que los reaccionarios no tengamos capacidad ninguna de influir en esta masa descontenta para orientarles en el sentido correcto, y que en muchos casos nos lo hemos buscado a pulso.

De todas formas, creo que hay un aspecto generacional que, por mucho que se esfuercen, no pueden comprender. Y no es que yo crea en el mito de la juventud: donde esté la sabiduría del anciano que se quite todo lo demás. Pero ustedes no se dan cuenta de que algunos no tenemos nada que perder; y que aunque estos del 15M instauraran el soviet supremo, algunos lo preferiríamos a la demo(nio)cracia actual en la que creyeron nuestros padres.

Anónimo dijo...

Turbia viridiscencia perdida y ya podrida




@ Torrijitas

Anónimo dijo...

D. Terzio:

Esto huele a repúblicaca para otoño.

Que Dios nos coja confesados e indignados

Rafael dijo...

Estoy de acuerdo con D. Terzio. Vivimos en una partitocracia podrida y estos supuestos indignados son un subproducto de este sistema. Absolutamente nada aprovechable, por más que algunos se entusiasmen o quieran ver espejismos. Esto huele a.... que seguiremos con la democracia monarquicaca. Una pena, pero es lo que hay. Hasta que Dios quiera, claro.

Cardenal Cisneros dijo...

Excelente artículo DW. Yo mismo he tenido que soportar a algún sesentón/cincuentón comentando que ya de tiempo atrás defendían lo que pedían los revolucionarios del 15m. O comentando lo de acuerdo que están con algún principio del movimiento.

Mi respuesta a todos ellos

¡Viva Cristo Rey! y ¡Viva España!

anco marcio dijo...

Dómine: Mucho nos hemos quejado, ya hace tiempo, de las botellonas, litronas y demás formas de pastar de este ganado, fruto de una sociedad opulenta y frívola. Ahora toca la protesta anarco nihilista, en la que cabe cualquier idea, siempre que sea contraria al orden establecido. Que el Estado pague a los parados el salario mínimo sin limitación temporal, que los hospitales se doten con la última tecnología y los colegios públicos también, que bajen los impuestos y suba el gasto público, que se cotice menos y se devengue una pensión más alta y, sobre todo, que se denuncie el Concordato. Recuerde a Plá en Manhattan: “Oiga, ¿pero esto quién los paga? Son vendedores de crece pelo, son el Dottore Dulcamara de L´elissir d´amore. Es normal, era esperable. Si alguien confió a los hombres la solución a su vida, a sus anhelos, a sus aspiraciones, siquiera materiales, esperó sin motivo. “Bendito quien pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua... cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto”. De todo corazón.

azahar dijo...

Estos revolucionarios bolcheviques no van a traer más que problemas y vamos a acabar hasta las narices de sus incordios. Y, lo peor, es que ganan adeptos que se dejan engañar porque buscan soluciones al desastre que tenemos. Pero el cambio no debe ser a cualquier precio.

La solución no se encuentra en que salga una manada de pelo rastas a dar lecciones a los demás. Si esos se me van a presentar como ejemplo de una mejor sociedad ¡apaga y vámonos!

Existen diversas opiniones pero casi todas confluyen en que este ¿movimiento? tiene un marcado caríz izquierdista. Y es que es así, se mire por donde se mire, su filiación es de color rojo. Que nadie se lleve a engaño, que todos estos son maestros de la manipulación y la mentira.

Y a quién le guste convivir entre ellos y tragarse su tuneado discurso de canto de sirenas, ¡allá ellos!

Anónimo dijo...

Estos trapecistas especialistas en el disfraz y la cuerda floja lo hacen por temporadas. liberadores en las calles dictadores en sus casas

Madri leño dijo...

Estimado Páter y comentaristas, una persona de profundo entendimiento, de genial razonamiento y excepcional historiador nos ha comentado a mis amigos y a mí que este sucimovimiento estaba perfectamente dirigido,sufragado y provocado y que aunque ahora ha escapado al control del instigador\es, su objetivo final sigue siendo el mismo. Si en las próximas generales el PP. gana, como así parece que será, el movimiento de los piojosos teledirigidos servirá para deslegitimar, desautorizar y enfrentar dicha victoria.
Exactamente lo mismo que pasó con la CEDA en las últimas elecciones antes de la guerra.
Aunque hablar de guerracivilismo suene tremendista, agorero y\o apocalíptíco; no soy yo quien ve este posible futuro sino que es la conclusión de un genio.
A mí lo que me huele realmente mal es que Rubalcaba, con lo "listillo" que es se presente a unas elecciones a "caballo perdedor".

Gracias y que Dios nos pille confesados y en lado de los justos.