miércoles, 9 de marzo de 2011

El Papa contesta


Camarillas las ha habido siempre, unas mejores, otras peores, unas han funcionado, otras han renqueado, unas para bien, otras para mal. Pero la camarilla (si existe) de nuestro Papa Benedicto va a quedar como una de las más penosas, deficientes, torpes y metepatas de la historia reciente. Lo malo es que la camarilla (si la hubiera) no sólo es incapaz de parar los golpes, sino que parece que los prepara. Al final todos los porrazos van a la Cabeza Visible, que es el Papa. El próximo (luego de la serie formidable de patinazos desde lo de Ratisbona a lo de los preservativos etc.) va a ser el espectáculo de el Papa contesta. El Viernes Santo, para más inri.

¿Tiene el Papa que descender a esos espacios de comunicación televisiva? ¿No debe mantenerse la Sede de Pedro en un nivel por encima de los comunes? Porque, sea como sea y lo que sea, será el Papa el que hable y exponga y conteste. ¿Le compete ese nivel?

La vulgarización de personas e instituciones ha sido una de las características de nuestra post-modernidad. Han bajado a la calle (y hasta a las cloacas) los tronos más altos, las coronas reales, las diginidades, las honorabilidades, los jefes de estado y de gobierno. Lo aristocrático se ha corrompido volviéndose pasto de la plebe, sin que la plebe se haya elevado al podio de la sangre azul después de rumiar paja de nobleza. Hay cosas que no se digieren nunca y muros de separación que nunca caen.

Volviendo al Papa, el juanpablismo inauguró cosas e introdujo formas impensables; actos, recibimientos, presencias, comparecencias, celebraciones y apariciones que nunca debieron ser protagonizadas por el Papa. Pero fueron aquellos largos años en que la norma era el Papa quiere y se hace lo que el Papa quiera. Y todavía parece que el aperturismo condescendiente sigue. Y seguirá causando estragos, como siga.

Hay, por ejemplo, una diferencia ofensivamente degradante entre la sedia gestatoria que se despreció y el papamovil que se aplaudió, entre la tiara displicentemente olvidada y los mil sombreros ridículos, indignos, impropios y ofensivos que el Beato Súbito se puso o se probó por todo el mundo; y Benedicto también, alguno, por esa confusa y equívoca idea de empatía, tan mal gestionada por su camarailla (si la tuviera).


No me gusta que el Papa, un Viernes Santo, salga en la televisión contestando preguntas; preguntas, por otra parte, escogidas, preparadas y presentadas ad casum, una quasi-ficción estudiada y ensayada para demostrar no sé qué cercanía con no sé cuales fieles. No me gusta ni lo entiendo.

Tampoco sé qué piensan que ganan o que se va a ganar con escenas como esa, tan 'light', tan insuficientes e insatisfactorias a la postre.

Al final es la figura del Papa la que se resiente, quedando expuesto a reacciones y comentarios desfavorables o indiferentes, siempre erosionantes.

Los católicos de verdad no necesitamos 'cercanías' papales; y los que no son católicos no se volverán papistas por ver al Papa como se ve a cualquiera, medido con el mismo rasero vulgar con que nuestro decadente mundo iguala a todos (con la paradoja perversa de ser luego tan disparatada su desigualdad).

Aprovecho para volver a proclamar lo necesarios que somos los más papistas que el Papa. Una especie católica cada vez más escasa, pero quizá nunca como ahora tan necesaria.

¡Apúntense!


+T.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Lo de las preguntas amañadas es deshonesto, y me recuerda a las largas sesiones de fundadores de movimientos neocones fingiendo preguntas de un auditorio con todo previamente preparado. Y dando la impresión de "improvisación".
Va a dar ocasión a befas, porque la deshonestidad intelectual es inmediatamente captada por el mundo.
Si quiere dar un speech o un monólogo, al estilo reina Isabel para la Navidad, que lo haga. Pero otra cosa es, como dices Terzio, plebeyo y para peor insuficiente.

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Y con speech o no, hasta Pío XII incurrió en ridículo con sus mensajes intimistas de TV, que hoy se ven tan histriónicos y artificiales. Veanlos si no.
En los albores de la sociedad mediática, el ínclito sociológo canadiense y católico -un poco progre, para ser sinceros- Marshall Mac Luhan, recordando su Santo Tomás, no vayan a creer que lo había olvidado, dejó sentado su axioma inmortal: "EL MEDIO ES EL MENSAJE".

Pues eso.

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

discúlpame que te ponga aquí el mensaje, pero qué me dices del patinazo de Iraburu? Tú lo conociste, pues ahora revela cosas que cuando te expulsaron de infocatolica yo no entendía.
Abrazo

YORCH dijo...

Algo que ha pasado con el afán de democratización en todo es la pérdida de respeto a la autoridad, sea política, religiosa, educativa y hasta en la familia, nada de esto ha llevado a hacer que la gente vuelva a aceptar el orden, por el contrario, las instituciones se debilitan más y más.

Los orientales por eso nos aventajan, basta ver un video de cómo llega el emperador de Japón a la apertura del periodo de sesiones del parlamento:

http://www.youtube.com/watch?v=F-Dv6BTvKj4&feature=autofb

Y aunque Hiroito renunció (de dientes para fuera) a su presunto origen divino,nunca concedió entrevistas, igual que Akihito, y eso que además de sus labores al frente del estado ni´pón también ha escrito tratados científicos sobre biología marina, disciplina en que se formó prodfesionalmente y que ejerce de hobby en su laboratorio de palacio.

Anónimo dijo...

Yo creo que habría que contar con las repercusiones e interpretaciones de lo que se dice o escribe.
Valga un botó como muestra, respecto del todavía no aparecido libro de BXVI en un sitio que al parecer se mofa:
http://www.deriojanos.com.ar/noticia.asp?id=67253
¿NO ESTABAN INSPIRADOS POR EL ESPIRITU SANTO?
Benedicto XVI: los evangelios sinópticos (Marcos, Lucas y Mateo) están equivocados y lleva razón Juan.
A la par de exonerar a los judíos de ser los culpables de que Jesús según los textos cristianos fuera condenado a muerte, en la segunda parte de su libro "Jesús de Nazaret", que saldrá a la venta el próximo 10 de marzo, el Papa Benedicto XVI dice que los evangelios están equivocados.

Pues este es el resultado de bajar a la arena y exponerse a interpretarciones simplistas como la anterior.
Creo que esto tiene relación con lo dicho anterior

Madri leño dijo...

Nuestro decadente mundo iguala, cito textualmente al autor hasta aquí, a la baja; esto es, a aquello que expulsamos por los esfínteres y que no procede de la razón del ser humano sino de actos instintivos.

Gracia y un saudo.