lunes, 29 de junio de 2009

Un identificable y probable rostro de San Pablo

Los romanos son exagerados como los sevillanos, poco más o menos. Lo digo por este titular:
Paolo? Uno di noi: Ecco il volto del santo (¿San Pablo? Como uno de nosotros: Este es el rostro del Santo). Se refiere al descubrimiento de una pintura en la Catacumba de Stª Tecla, una de las muchas de Roma que no se visitan, sólo abiertas a los arqueólogos, investigadores y visitantes especiales. (Al margen: Me parece estupendo que se restrinjan la visitas de lugares valiosos a solamente ciertas personas que saben y aprecian; extendería esta norma, por ejemplo, a la Sixtina, las Stanze, y otros recintos de altísimo valor que se ven de contínuo violados por las masas. No hay derecho.).

Bien. Volviendo a San Pablo, la pintura (hasta ahora desconocida) del Apóstol confirma la iconografía paulina más antigua: Un tipo característico, con frente calva y abultada, ojos bien marcados (mirada profunda) y barba en punta (muy "semita"). El valor del hallazgo estriba en que sería la más antigua de las representaciones de San Pablo conocida hasta el presente, de fines del siglo IVº.

El anuncio del descubrimento ha coincidido con el fin del Año Jubilar Paulino. Ayer mismo, Benedicto XVI se refirió en la homilía de clausura al éxito de las prospecciones efectuadas en la "confesión" del Altar Mayor de la Basílica de San Pablo Extramuros: El sepulcro del Apóstol está justo debajo del Altar, y el sarcófago encierra las venerables reliquias corporales de San Pablo.

La investigación se ha servido de los más sofisticados instrumentos de análisis arqueológico, que han permitido examinar el interior del receptáculo con una apenas imperceptible perforación en la piedra. En el interior se han podido observar una rica tela de lino púrpura con tejido áureo que envuelve las reliquias del Apóstol. Una vez más, la arqueología corroborando la tradición.

Si las telas etc. se pusieron en el momento de la consagración-erección de la basílica (la primera en el reinado de Constantino, después ampliada y enriquecida por Teodosio), podrían ser contemporáneas del retrato descubierto en la Catacumba de Stª Tecla. Me pregunto si en aquella época serían reconocibles las facciones del Apóstol, si hubiera estado incorrupto el cuerpo. Yo mismo tengo que responderme que sería relativamente probable, ya que se conocen varios traslados de las reliquias de SS. Pedro y Pablo. Se sabe que estuvieron durante uno de los periodos más crudos de las Persecuciones ocultos en las Catacumbas de San Sebastián. También, según la tradición, las cabezas de los dos Santos Apóstoles están en los bustos-relicarios de plata del baldaquino del Altar Mayor de San Juan de Letrán (los antiguos se perdieron cuando el Sacco, y los actuales son del XVIII-XIX, del orfebre-escultor Valadier, si no me equivoco). Las antigüedades romanas y sus historias particulares son insondables.
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Lo que me parece más interesante del hallazgo de la pintura de San Pablo es la fijación temprana de ese "tipo" iconográfico, común a Oriente y Occidente. El Greco, en su época de iconógrafo en Creta, recoge el modelo paulino que se había perpetuado en la tradición bizantina y lo repite luego, como si tuviera delante de modelo el tondo de la Catacumba de Stª Tecla. Algo que se repite también con San Pedro (con la variante más o menos marcada de la calva, pero con rasgos muy constantes--> cabeza, barba-pelo rizado encanecido, etc.). Como la arquelogía, también la iconografía vendría a confirmar nuestra tradición.



Imaginarse al Apóstol Pablo según esa figura no es pues un capricho más o menos ideal, sino que de acuerdo con todos estos documentos iconográficos es una más que probable aproximación "real". De todas maneras, soy de los que aprendieron que el mejor "perfil" paulino está escrito (más que descrito) en sus Epístolas.
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Él no se interesó en "transmitirse", sino en transmitir a Cristo, lo que fue su vocación y su obra. Todo lo demás, a él mismo incluso, lo tenía en nada comparado con la "excelencia" de la revelación y el mandato recibido.
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Aun así, estas noticias de iconografía paulina son una buen "apéndice" para ilustrar el margen del Corpus Paulinum. Un bello e interesante cierre de su Año Jubilar.
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Deo Gratias.
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5 comentarios:

Tumbaíto dijo...

Es lo bueno de cultivar una infinidad de tradiciones particulares, siempre hay una lo bastante estimada para cada época (ni que decir tiene que siempre distinta)con la que avalar la tradición en general.

Terzio dijo...

Las tradiciones se reciben; "cultivarlas" es relativamente importante, y hasta prescindible: Lo importante es transmitir fielmente.

Y no hay (no puede haber) "infinitas" tradiciones. El concepto mismo es muy restrictivo, conlleva bastante limitación por exclusión de lo que no es.

Si me explico.

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Tumbaíto dijo...

¿Conoce el principio de san Mateo? Pues eso.

Cultivar y transmitir las tradiciones se da a la vez pues nuevos servidores del Señor cultivarán Su Viña. No se transmite la viticultura mediante saber libresco sino cuidando las vides.

Naturalmente que son infinitud. Los cuidados con que se cultiva Viña del Señor son infinitos, las Viñas del Señor infinitas, los Siervos del Señor, infinitos, los Frutos de Sus Vides, infinitos, y...

¡La infinitudes son los números del Señor!

La finitud sería la sequedad de esa Santa Viña y en ella no existe sequedad alguna. Todo es verdura y hermosura.

Una infinita cantidad de agua pasa por cada uno de sus infinitos canales y su Infinita Sed es infinitamente satisfecha.

párvulo dijo...

Buenas tardes Terzio:

San Pablo es una de esas figuras gigantescas porque, sabiéndolas humanas, se yerguen como sobrehumanas. De 2 Cor. su curriculum:

"Hebraei sunt? Et ego. Israelitae sunt? Et ego. Semen Abrahae sunt? Et ego.
Ministri Christi sunt? Minus sapiens dico, plus ego: in laboribus plurimis, in carceribus abundantius, in plagis supra modum, in mortibus frequenter; a Iudaeis quinquies quadragenas una minus accepi,
ter virgis caesus sum, semel lapidatus sum, ter naufragium feci, nocte et die in profundo maris fui; in itineribus saepe, periculis fluminum, periculis latronum, periculis ex genere, periculis ex gentibus, periculis in civitate, periculis in solitudine, periculis in mari, periculis in falsis fratribus; in labore et aerumna, in vigiliis saepe, in fame et siti, in ieiuniis frequenter, in frigore et nuditate; praeter illa, quae extrinsecus sunt, instantia mea cotidiana, sollicitudo omnium ecclesiarum."

Casi ná.

Respecto a los recintos sacros, no estaría de más que volviesen a ser sacros. A mí me hace sufrir mucho ver las catedrales plagadas de turistas cámara en ristre, los niños corriendo y jugando y muchos y muchas vestidos de forma indecente. Que Dios me perdone pero creo que cuando la Iglesia prostituye uno de esos recintos hace un pésimo negocio. No hay caja que pueda compensar la ofensa. Si todos los recintos sagrados fuesen de verdad sagrados, no importaría mucho si encontrásemos allí sólo un puñado de católicos rezando. Estoy seguro que la restitución de lo Sacro es el único camino para que muchos otros volviesen a la casa del Padre.

Antonio García del Cueto dijo...

Buenas noches. Al hilo de la entrada sobre San Antonio, le recomiendo un montaje que "colgué" en la red, cantado por Joaquín Díaz y con unas ilustraciones que encontré al azar. Está en http://www.youtube.com/watch?v=aNQCXB_YXfY
Espero que lo disfruten.