jueves, 2 de abril de 2009

Una perla en el fango

No debiera sorprender - ¿por qué iba a sorprender? - pero lo triste es que sorprenda, porque es una inaudita rareza, una peregrina opinión dentro del cenagal de las siniestras. Me refiero a este respetable prócer y a su opinión pro-vida:



Eso dice el valiente (tiene que serlo) concejal segundo alcalde del sevillano municipio de Paradas.

Paradas es un bonito pueblo de Sevilla, que tiene la Parroquia dedicada al Santo más raro de toda la Diócesis: San Eutropio (aunque también tenemos a San Eustaquio, patrón de Sanlúcar la Mayor y otras cuántas rarezas, San Eutropio es el más extraño, me parece, entre nuestros Titulares). En la Parroquia de San Eutropio de Paradas se conserva y expone una preciosa Stª Mª Magdalena del Greco (...o de un cercano), que a los eruditos del lugar les encanta explicar y conjeturar cómo, cuándo y porqué arribó a su paradero paradeño, honra vecinal.

Paradas es Andalucía profunda, tierra de pan sembrar y olivar, llano paisaje con algún cortijo centrando fincas, fincas grandes y prósperas. En uno de los caseríos de una de las fincas de Paradas fue donde mataron hasta al apuntador, allá por el año setenta y tantos. Todavía no se conocen todos los intríngulis de aquella tragedia, que se mantuvo en las páginas de El Caso unos pocos años. Hasta hicieron una película, con Lola Flores en un papel "dramático", de esos que ella misma decía que era lo suyo (y era verdad, porque en la peli esa está que se sale).

Lo que no sé yo bien es porqué sale este prócer paradeño, con tanto desparpajo. Ni sé quién habrá sido el que le ha puesto la entrevista en el ABC. Desde luego que no me hace chispa de gracia cuando dice que lo católico le "sobra". No me lo creo, además. Conociendo al pueblo y a su gente, el catolicismo se mama en Paradas porque está el aire, y si no te entra por la sangre en tu casa te entra por la calle, con el aire. Después uno podrá decir, como este de la entrevista, que le "sobra", pero lo católico lo llevan dentro, guste más o guste menos (que yo diría que sí gusta).

Habrá que ver la gracia que le habrá hecho la entrevista del paradeño a las socialistonas abortadoras del capullo en el puño, las de carné amortizado en el Parlamento (risum teneatis!) o la Diputación (con perdón) o el organigrama del partidete. Y al grupo mixto (que también tienen).

Pero el hombre me parece sincero, y habla sencillo y cabal, más puro que el aceite de primera prensa, que en Paradas es de primerísima. Y se le entiende. Y mete puyazos de socialistón, con toda la gracia cuando dice que anima a los peperos -"...a que salgan y tengan valor para denunciar que el aborto debe ser una ilegalidad"; y con todo el "efecto" cuando les saca los colores (bueno, es un decir) al recordar que en las 2 legislaturas que pudieron no quitaron ni una coma de la ley del aborto, y que la píldora abortiva del día después se autorizó con Aznar en la Moncloa. Un par de banderillas, de las de fuego, bien puestas, en todo lo alto.

En fin, lo dicho: Una perla de valor entre el fango socialista.

Yo no me hago ilusiones, pero por esperar que no quede. ¿Y si salen más?

Aunque dice mi cura (mi cura es tremendista) que a lo peor también van saliendo abortadistas en el PP...para compensar.

¿A que tampoco tendría gracia?

Pero lo malo, lo peor, es que es posible (y hasta probable).

&.

4 comentarios:

Tumbaíto dijo...

Me incomoda que los socialistas no admita que es asesinato y no estén a la altura de su vileza.

Es lamentable guerrear pero guerrear contra imbéciles es aún más insufrible.

Terzio dijo...

Es que tú eres un alma noble, a tanta distancia de la piara.

'

Mendrugo dijo...

Bravo por el Teniente Alcalde de Paradas. Es un valiente.

Y ojo. Tal como yo lo entiendo, cuando contesta «eso sobra», no quiere decir que le sobra ser católico, sino que sobra hablar de ello. Yo me apuesto el bigote a que no anda lejos de la fe. (Aunque no sé qué falta hace la fe para defender la vida de los críos, el caso es que suele ir junto). Pero este señor, al entrar en combate, no quiere que la discusión derive por ahí. ¿Y por qué? Pues porque está sobreentendido que la opinión de los católicos vale menos.

Se supone que estamos dominados por un prejuicio religioso que nos incapacita para pensar con objetividad. También nosotros a veces tenemos ese complejo y buscamos fuera de nuestras filas a alguien que defienda nuestras ideas, aunque sea a medias, para tomarle por autoridad.

Es una paradoja en esta época tan irracional y nihilista, cuando el Catolicismo parece casi el último reducto del pensamiento racional y riguroso. (El mejor ejemplo es el aborto).

Un paradeño dijo...

¡Viva San Eutropio! Ojalá le destinases a usted de párroco allí.