domingo, 12 de abril de 2009

Inneggiamo! - un oratorio pascual verista -

Para solemnizar la Resurrección, me parece mejor, más emocionante, el Inneggiamo que el Aleluya, mejor Mascagni que Häendel. Una de las gracias del verismo - sempre Italia! - es la comprensión de lo heroico, lo lírico y lo operístico - in somma - en la vida común y corriente de la gente.

Con más o menos resistencia, llega un día en que descubrimos que también somos "gente". A algunos, esta certeza se les hace insoportable y la disfrazan con oropeles o sombras chinescas, una huida al castillo de arena al que todos tenemos derecho de fantasía, es comprensible. Otros no lo soportan, y cargan tintas negras sobre lo oscuro y no dejan leer (no pueden leer-se) el negro sobre blanco que es la escritura de la vida, de cada vida. Los más sabios, tocados por la gracia, son los "veristas" que hacen vida con la vida y se reconocen héroes y amantes y resistentes y profetas y sabios y personajes de una pequeña leyenda de pequeña vida, sin tramoyas de escena, pero con intensidad sincera que hace admirable lo sencillamente vivido.

En Cavalleria Rusticana se canta la vida y la muerte, el amor y las pasiones del amor, una historia en un pueblo con música para las palabras y los sentimientos. En medio de todo esto, transcurre el Misterio:





Dependiendo de gustos y medios disponibles, los maestros de escena montan esa procesión pascual que comienza - como un trémolo de voces - con el Regina Coeli y continua con el glorioso Inneggiamo! Es la escena "corazón" y centro de la ópera, todo lo que ocurre debe retornarse a esta escena, a los pasos con las imágenes del Señor Muerto y Sepultado y Resucitado; y a la Addolorata, que es la misma que recibe el exultante Regina Coeli, laetare!

Ocurre toda la ópera verista del Mascagni en las horas breves de una luminosa mañana de Domingo de Resurrección, en un pueblo de Sicilia. Se vive la alegría, vino y sol, aire perfumado de azahar y enamorados; se presiente el dolor, la sangre, la muerte; se resigna la tragedia, el destino. Y el telón cae apenas se oye el grito: -"Hanno ammazzato il compare Turitu!"

Pero en el eje de todo ha quedado plantado como un venturoso olivo de paz y esperanza el himno de la Resurrección: - "Inneggiamo, il Signor non e morto. Inneggiamo al Signore risorto. Oggi asceso alla gloria del Ciel...Inneggiamo, il Signor non é morto! Inneggiamo il Signor é risorto! Oggi a asceso a la Gloria, a la Gloria del Ciel, a la gloria del Ciel!!!"

En el youtube de arriba canta Elena Obratsova, tan propia en el papel de Santuzza; en estos que siguen hace de Santuzza Fiorenza Cossotto, intensa y arrebatada también, con Karajan a la batuta, envolvente como el aroma degli aranci sicilliani (y unos subtítulos feísimos en japonés):











Fiorenza Cossotto en Tokio:






En fin, que ya he dicho que prefiero la Cavallería Rusticana como verista "oratorio" de Resurrección.

¡Feliz Pascua Florida!

+T. & # ~

7 comentarios:

Tumbaíto dijo...

¡Feliz Pascua Florida, Don Jose!

anco marcio dijo...

Ciertamente, la Cavalleria es maravillosa por verista, sin embargo, la resurrección no creo yo que sea naturalista. Son pocos los que ven a Cristo resucitado. La "gente" lo que ve es a un hombre detenido, torturado y muerto. ¡Eso sí que es verismo! Pero un hombre (Verdadero Dios y verdadero Hombre, confesamos) resucitado, es difícil de ver. Por lo anterior y aunque estoy de acuerdo con Terzio en que el "Inneggiamo" para algunos pueda ser el canto de la Resurrección, a otros nos conmueve, tanto o más, el Aria de alto de la Pasión según San Juan: "Von den Stricken meiner Sünden mich zun entbinden, wir mwin Heil gebunden." "Para librarme de los lazos de mis pecados, mi Salvador está preso". También es "verista" la lírica de Bach, porque también en ella está la vida y la muerte, el amor y la traición, la lealtad y el olvido, en fin la vida misma. Pido a Dios que me conceda una visión tan "real" de la resurrección como la tengo de la muerte. Feliz Pascua de Resurrección.

Terzio dijo...

El tema va de Resurrección, no de Pasión. Sobre "pasiones", sin duda Bach; pero también Vitoria (Oficio de Tinieblas) y otros.

El tema iba de Resurrección "en" la vida corriente. Entre los personajes de Cavallería, el Inneggiamo es un "eje" que da sentido al dolor personal de Santuzza o a la muerte trágica de Turitu. Muy pocos "ven" la Resurrección; item más: no parece ser voluntad del Resucitado que se le "vea" sino que se le crea Jn 20, 26-29

Por lo demás, estate tranquilo: Si lo pides, alcanzarás la plena "visión"...en su momento y para siempre.

Feliz Pascua florida!

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ELIAS dijo...

FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN QUE EL RESUCITADO NOS INUNDE DE SU GRACIA SANTIFICANTE EN EL ALTAR Y EN LA VIDA DIARIA.

El_capullo dijo...

Me gusta algo más Pagliacci. ¿Será que me siento más asuncionista?

Terzio dijo...

Oh! Sabia apreciación, exquisita. I Pagliacci acontece durante la velada de un 15 de Agosto (¡Viva!!!). Pero ese no es día ni son horas para ver polichinelas, opino, of course.

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anco marcio dijo...

Hombre, puestos a hablar de música el día de la Asunción, no debemos olvidar que el estreno del Sigfrido se produjo el 15 de agosto de 1876, en el Festspielhaus de Bayreuth y su partitura de orquesta es heroica, majestuosa. Entiendo que podría sonar bien en una gran solemnidad.