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Debería decir también Caridad, pero eso, más que verse, está en todo lo demás: El Amor de Dios que pide nuestro amor.
El Evangelio "los amó hasta el extremo" es el summum charitatis, un cúlmen de amor de Dios por amor a los hombres, todo como gran preámbulo emocionado de lo que iba a acontecer: Su Sacrificio.
De todo esto, un niño entiende grosso modo, pero lo intuye también todo con esos golpes de consciencia infantil que sabe más que lo que parece comprender.
Y mi alma se fijó estática delante de aquel Monumento primero que aprendí, alhelíes blancos y flores de jarro, claveles y lirios. Cirios con llama olorosa y un incensario dejando un suave velo de aroma santo.
- "Ahí está el Señor!", me decían. Y yo entendía y sin ver creía y sentía una invencible atracción, ternura y poder a la vez del Dios que encubre su presencia en el Sacramento, reclamando fe y amor de los hombres a los que amó hasta el extremo.
Sin saberlo todavía yo sentía lo que reza la oración de Laudes de este Jueves sagrado: "Nuestra Salvación, Señor, es quererte y amarte..."
Para esto y por esto lo hizo todo: Sacerdocio, Rito, Sacrificio, Comunión, Altar, Sacramento.
Creerle, desearle y amarle es corresponderle en su Misterio, que es de amor y por amor.
Laus Tibi, Christe, Sacerdos noster et Amor!
+T.
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