miércoles, 25 de marzo de 2009

El Primer Ave



El aire nazareno se estremece con alas celestiales,
luz que envuelve el primer Ave.
Tú recibes la primera el Evangelio,
Virgen de Dios y Madre del Altísimo.
Dices "Ecce Ancilla" y el Señor
se complace en su escogida.

La sombra luminosa del Espíritu
fecunda numinosa tus entrañas puras,
y el Verbo Omnipotente se hace en ti
cuerpo, alma, hombre.
Sintiendo, sufriendo, amando,
tu corazón de madre acompasado al suyo.

+T.

3 comentarios:

Ignacio dijo...

Es una poesia de amor.
y me gusta

Natalio Ruiz dijo...

Bello.

Natalio

Mendrugo dijo...

Hagos míos sus versos, don Terzio.

Honra a María y en Ella confía.