Hay músicas que sintonizan sorprendentemente bien con mis gustos y circunstancias. Por ejemplo esta sinfonía de Rosenmüller:
Las sinfonías del delicioso maestro pre-bachiano me gustan todas, aunque no sea esta mi favorita, pero es la que he encontrado en el youtube.
La pongo porque es de la músicas que selecciono cada año para oir en Febrero-Marzo. Quizá porque la considero muy acordada con la intimidad en que se resuelve mi vida. A veces no me caben otras músicas, pero las de este estilo sí.
Por cierto que Don Jordi Savall (y sus Hesperiones) es de lo mejor de lo mejor de toda nuestra cultura musical contemporánea. Un verdadero lujo que espero (deseo) deje escuela que perdure.
p.s. Huelga decir que la ilustración del yotube con imágenes del Leonardo es de lo más cursi (y la aberrante Leda con el rijoso cisne olímpico, una pornografía que Uds. me dispensarán, les ruego).
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2 comentarios:
Bueno: te lo dispenso, pero ¡que no vuelva a pasar!
Entre otros atributos, de la sublimidad de la musica (clasica porsupuesto) sobre cualquier otro arte, es ese: no hay lugar para desnudez ni otras ludes.
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