viernes, 28 de noviembre de 2008

Cardenal scherzando

En el Collegium de los Emmos. y Revmos. Sres. Cardenales de la Santa Romana Iglesia siempre ha habido un selecto grupo de insensatos, de distinta procedencia y razón de ser. Algunos han causado mucho daño, y otros se han consumido sin ruído en su insensatez (un cierto daño de "impedimentum" si les cabe porque podrían haber dejado el capelo para otras cabezas más dignas y servibles). Pero eso ha sido, casi siempre, así: Excepto en las santas épocas de las persecuciones y los mártires, los calabazos nunca han faltado entre los purpurados.

Que no es el caso del cardenal Cormac Murphy O'Connor; por lo menos no da la impresión. Los Cardenales de la Gran Bretaña han conservado todos bajo la púrpura romana su "sello" brithish-english, con garantía de origen. Desde Wolsey y Pole hasta el actual Murphy O'Connor y el Basil Hume de hace poco, pasando por mi estimadísimo Newman y su "antagonista" Manning, todos se han hecho notar más de una vez, y de dos, y de tres.

A Manning le tengo simpatía por su recalcitrante ultramontanismo, tanto que merecería ser el patrón de nosotros "los-mas-papistas-quel-papa". Pero fue una paradoja que el caquéctico y malencarado deán anglicano (casado que estuvo antes de su conversión con una de las chicas Sargent (ya se sabe que era 4 las famosas hermanas Sargent, of course)) al hacerse católico resultara más beligerante archicatólico que un arcediano de Letrán. Y es chocante.

Mi estimadísimo y venerado Newman, por su parte, fue uno de los señalados como "inoportunista" antes y durante el Vaticano I, dejando caer más de una vez que la definición del Dogma de la Infalibilidad Pontificia no era apropiada dadas las circunstancias del momento. Y se equivocaba tanto que no advirtió que, precisamente, no habrían ni vendrían tiempos más "oportunos" para la necesaria definición. En este particular, Newman fue el alter ego contradictor de Manning, ya cardenal y participante en el Concilio (Newman todavía era simple sacerdote del Oratorio). El severo y apasionado Mannig quería - más o menos - que hasta los estornudos de Pio IX fueran infalibles. Ni una cosa ni la otra, ni calvo de con dos pelucas, como ustedes comprenderán. Gracias a Dios la Roma Eterna tenía más tacto y ponderación teológico-doctrinal que los dos eminentes conversos, y definió oportunísimamente la Infalibilidad Ex Cátedra del Papa como convenía, sin quedarse corta ni pasarse de largo.

A Newman, su "inoportunismo" le dejó sin capelo hasta que Leon XIII se lo concedió, con toda justicia y para admiración de todos. Huelga decir que acató con toda obediente obsequiosidad y pleno asentimiento "gramatical" de fe la definición y el magisterio de Pio IX y el Vaticano I. Of course. Pero ahí quedaron bien señaladitos los dos oxonienses, el del Oriel y el del Balliol, cada cual con lo suyo.

Volviendo al actual arzobispo de Westminster, C. Murphy O'Connor, las webs de noticias religiosas daban hoy la noticia en titulares, así: Un cardenal reclama a la National Gallery una obra de Della Francesca. Los noticieros religiosos y la mala pluma (iba a decir "lactis", pero he preferido "pluma", noten mi contención. De nada) de los gacetilleros procuran impactar con titulares que no cuentan lo que haya pasado sino lo que el gacetillero quiere decir (si es que tiene intención) o ha entendido (si es que padece de un defecto de comprensión, algo fatal pero muy tolerado en el medio periodístico). El original inglés se explica mejor y dice que Gallery’s masterpiece is a work of faith that should be in church, says Cardinal, que es otra cosa y no es lo mismo.

La cosa era que el Cardenal comentaba en un foro con otros tertuliantes (un protestante y un judío entre otros) que el arte cristiano era antes cristiano que arte, y que su sitio es más el espacio religioso para el que se concibió en origen que una sala de museo. Y para ilustrar el comentario, decía que el Bautismo de Cristo de Piero della Francesca que está en la National Gallery of London, mejor estaría en una iglesia como Dios manda. Le responde el del museo que la Nat.Gall. no se opone a que los devotos le recen al Battesimo, pero que su sitio es el museo, más a estas alturas y con lo delicado que está cuadro, que conviene no meneallo. Y así, poco más o menos.


En este blog, passim, he dicho lo mismo que el Cardenal Cormac M.O'C. Y lo mantengo...con todas la salvedades. Servidor que escribe esto es de los que va al Museo y le reza unas Aves a la Virgen de la Servilleta, verbigracia; y si estoy en el Prado, le echo sus correspondientes rezos al Cristo de San Plácido, a la Trinidad del Greco, a la Dolorosa de manos juntas del Tiziano, a la Anunciación del Fra Angélico...Y ya me pierdo, con tanto cuadro estimulándome el rezo piadoso. Los dias de fervor, para no estresarme, lo que hago es coger el Rosario y rezarlo, que es más práctico (parando el rezo pudorosamente en las Tres Gracias - que me pirran las tres - y otras indecentes bellezas (y bellezos) de mi afición; en el Museo de Sevilla es más facil porque tenemos menos procacidades y licencias que en la capital, que ya se sabe que es más de pecado que las provincias en todo, en museos también).

El muy indiscreto del Cardenal Murphy O'C (con todos mis respetos y besando su veneranda púrpura) no dice, sin embargo, que se devuelva el Battesimo a su Borgo San Sepolcro original, de donde jamás debió salir y en mala hora salió (culpa de fraile frailón), sino que deja caer que ya lo quisiera él en una catholic parish de las suyas. Oh!

De haber estado presente, un servidor le hubiera dicho al en parte acertado y en parte disparatado Sr.Cardenal que empezara por pedir al Papa que devolviera a sus iglesias lo que se enseña en la Pinacoteca Vaticana. Por ejemplo, y sin ir más lejos, que repusieran el Caravaggio del Entierro de Cristo en su capilla-altar de la Chiesa Nuova, y la Postrera Comunión de San Girolamo del Domenicchino en su altar mayor de San Girolamo della Caritá. Por ejemplo, decía.

¿A que no? Pues chitón el Sr. Cardenal y mejor que hable de los difuntos y los Santos (que se acaba el mes) o del Adviento, que se estrena el Domingo.

p.s. Otra cosa: Que aproveche las tertulias con impíos para exortar a la conversión a herejes, judios y paganos. Es lo propio.
p.p.s. También reconozco que padezco un resfriado anti-cardenalista.
p.p.p.s. Y por eso escoger un perlado de la pérfida Albión para el alfilereteo.
p.p.p.p.s. No es excusa, ya lo se. Pero mejor así, que yo también se etc.

Yes.

&.

12 comentarios:

Ignacio dijo...

En todo el tráfago de Carranza y herejías, una de las cosas que primero me llamó la atención fué la actitud de Pole, me lo has recordado.
Melanchton es de otro calibre.

Yo en cardenales, soy más de Cisneros con su tibieza y relativismo, y Richelieu como epítome; pero claro: soy demasiado literario, y me pueden D'artagnan y Nebrija; cosas de laicos.

Terzio dijo...

Pole va por libre en muchas cosas. Y se jugó la púrpura (y la cabeza) más de una vez. Era de los marcados en la lista de Caraffa (viva!).

También yo soy muy aficionado a nuestro Cisneros (tan lúcido); y de Richelieu, incondicional simpatizante a pesar de los pesares (incluída mi favorita, tan desengañada por Armand, oh!). Pero un genio es un genio no obstante sus canalladas reales y las que le achacan las novelas (por otra parte, ¿qué sería Richelieu sin Dumas, Les 3 Mousquetaires y Milady...?).

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Isaac García Expósito dijo...

but...

Desconocía esa faceta del Venerable Newman. Es más, en la Carta al Duque de Norfolk (¿sabe dónde está completa y no la versión cercenada de Rialp?), Nesman se defiende de los ataques del impío Gladstone (¡acusaba a los católicos de no obedecer al Estado en temas que fuesen contra su conciencia! Oh!) a cuenta del dogma de la infalibilidad papal. ¿Podría darme datos D. José?

Y por último, ¿por qué hay tanto y bueno sin traducir y se publican novedades sin interés ni enjundia?

Joaquín dijo...

A Letter Addressed to the Duke of Norfolk on Occasion of Mr. Gladstone's Recent Expostulation

http://www.newmanreader.org/works/anglicans/volume2/gladstone/index.html

Tumbaíto dijo...

¿La Iglesia, Don Jose, tiene alguna comisión que vele por su tesoro artístico?

Terzio dijo...

Muchas. En cada Diócesis hay una con su correspondiente delegado-responsable. Son eficaces según y cómo. Te hablo del patrimonio de las Diócesis, no del que pertenece a abadías, monasterios, conventos y comunidades religiosas, que tienen gestión independiente.

A pesar de la mala opinión, el mayor y más rico patrimonio artístico de Occidente se ha conservado por la Iglesia, que también ha sido la gran víctima de los expolios y las destrucciones (guerras o barbarie político-ideológica). La suma de bienes desaparecidos o lesionados por mala gestión o incuria de los responsables religiosos, es ínfimo comparado con el arrasado por causas y causantes civiles y militares. En España, por ejemplo, al vandalismo de los Franceses sigue un siglo de destrucciones e incautaciones entre la Desamortización liberal y la República-Guerra Civil (1835-1939). El gran patrimonio artístico/religioso/cultural atesorado desde el siglo VIII al XVIII sufrió una merma salvaje e irreparable.

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Tumbaíto dijo...

Sabe... A veces me doy cuenta de que prescindiría de algunas personas antes que de algunas obras de arte.

A veces no tiene nada de extraño pues hay personas que de suyo ya son muy prescindibles (conque si se prescinde para salvar una obra de arte sólo añades que eficiencia a la acción) pero otras de las que en principio no puede prescindir, si mediase la salvación de una obra de arte, no tendría la menor duda.

Terzio dijo...

La Carta a Norfolk sale al paso de la opiniones divulgadas a propósito de la obediencia a Roma, con la controversia del Vat.I como cierto fondo (y Gladstone y demás dando guerra)

Newman comparte la vieja perspectiva del clero tradicional católico de Inglaterra, que prefería (por decirlo de alguna manera) dejar las cosas como estaban. La Carta al Duque demuestra que Newman no es del grupo de los "inoportunistas" estilo Dupanloup, por ejemplo. Sin embargo, desde el círculo de Manning y Mons. Talbot se le proyectarían "sospechas" en ese sentido, que no se disiparon plenamente hasta que Leon XIII le confiere el cardenalato.

Si no la conoces, esta biografía de Morales Marín es muy completa.

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Terzio dijo...

Oh!

Ese tema/dilema es interesante...pero quiera Dios que no nos veamos nunca en la tesitura de tener que escoger entre una obra de arte o una persona. Sería terrible.

Una clave dificilmente discutible para elegir es que el hombre es imagen de Dios y el arte imagen del hombre. La preferencia por la belleza artificial antes que por el ser natural humano sería gravemente culpable.

Aunque te digo que es un tema muy interesante por sus muchas implicaciones y grados de apreciación.

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Ignacio dijo...

Depende de quien estemos hablando, Deán, aunque me anatemices, salvaría antes al cuadro de La Inmaculada que a segun quien.

Joaquín dijo...

A escala cosmológica, un millón de años es apenas un parpadeo. Desde esa perspectiva, los hombres de carne y hueso, y las obras de arte, son efímeros. El dilema es falsísimo, entonces. Hay un refrán que lo dice con mucha gracia: "Dentro de cien años, todos calvos".

Anónimo dijo...

Took me time to read the whole article, the article is great but the comments bring more brainstorm ideas, thanks.

- Johnson