martes, 16 de octubre de 2007

Clérico-ficción (thriller de)


El boletín de la agencia Zenit sorprende - me sorprende - de vez en cuando con noticias que no sé qué pintan en un bolentín de una agencia como Zenit.

El de esta tarde trae una entrevista con un mozo de treinta y siete años que ha escrito un novelorio que dice Zenit que se está vendiendo y es casi best seller (horreur!). Y más horreur porque el novelorio del quasi cuarentañero es un thriller, una ficción eclesio-satánico-clerical-policíaca de intriga (no sé si sale sexo, que sería el colmo-olmo).

Pregunta el de Zenit: -"Pensábamos que la marea de «El código da Vinci» ya había pasado. "

Contesta el autor de treintisiete años: -" No sólo no se ha acabado con «El código da Vinci» ni con otras novelas que aprovecharon el tirón comercial de aquel libro. Es más, aquella literatura-basura prostituyó un género que no puede manejar quien no tenga fe, salvo que le sea ajeno el riesgo de caer en la desinformación o directamente en la calumnia."

Tendría que haber contestado simplemente : - No, como prueba mi novelorio. Voicí.

Mantengo la tesis de que el combate contra el enemigo no puede/no debe hacerse hacerse con las armas del enemigo; que una bomba atómica no se convierte en una bomba santa porque se bendiga con agua bendita y se adorne con una cruz; que una prensa amarilla no se combate con una radio amarilla. Verbigracia.

Me imagino que en el fondo ese novelorio del codigucho y la demás pseudo-novelítisca de ese pseudo-género que tanto vende, es por algo: Es porque engancha y crea adicción. Suele pasar. Y me atrevo a pensar que el autorcete de 37 del noveloriete que cuenta Zenit (hay que ver!), es un fascinado adicto del codigucho y que su novela es consecuencia, criatura, engendro de una loca e irresistible pasión (iba a añadir también "inconfesable"...pero no sé, porque la entrevista suena a, por lo menos, cuenta de conciencia).

Tengo un temor, una aprensión: Que la gente piense, se imagine, sospeche, que la Iglesia es así; que eso pasa en las Iglesias, que eso hacen los curas, que así es la Curia, que esos son los Cardenales, y que el Papa hace eso. Tengo este miedo. ¿Infundado? ¿No lo cuenta Zenit?

¿Digo como se titula el novelorio? Pues como una entrega de Harry Potter: "La sangre del pelícano". Original el muchacho de los trentisiete, como se ve. Lo peor es que lo explica y todo, con cita del Adoro te devote y Stº Tomás al canto, para que se sepa que sabe.

¿Que si yo no he leído bagatelas? Si, claro está que también he leído chucherías gustosa y despreocupadamente. Pero yo leía las cosas del Padre Brown de Chesterton...que no son lo mismo, que no es lo mismo.

&.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay Dios mío!!!!

El texto de Dan Brown, ‘El Código Da Vinci’, ha dado lugar a que el escritor Miguel Aranguren se lanzara a publicar una novela policíaca en el que figuran como personajes el fallecido Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta

Si a esto sumamos los ganadores del primer y segundo puesto del Premio Planeta, concluiremos que estamos ante un período de crisis en el otrora saludable mundo editorial...

Argh!

Agus Alonso-G. dijo...

Mercantilismo cargado de buenas intenciones. Tampoco es para rasgarse las vestiduras.

El Harry Potter ese debe ser acóprifo, ¿no? ¿O no me he enterado de una octava entrega?

(El libro me lo he leído. Por motivos profesionales. Y no digo más.)

Apolonio-de-Rodas dijo...

El problema de estas novelas, porque eso es lo que son, es que la gente cree que es real lo que narran, no se dan cuenta de que es ficción, con unos cuantos datos reales mezclados con imaginarios, se puede crear una buena novela, o un bodrio, pero hay que saber diferenciar. Al final llegamos al quid de la cuestión, una falta total y absoluta de cultura, pero cultura basica y general, no hace falta ser un erudito. Perdonar el rollo pero es que es algo que me molesta mucho, en cuanto te sales de la norma, de conocer a los "personajes" de gran hermano y en cambio conoces a Personajes reales y con valores, ya eres un bicho raro, y lo digo con conocimiento de causa.
Un saludo

Isaac García Expósito dijo...

Pero, ¿hay genio hoy para defender la fe como lo hicieron Chesterton, Belloc, etc.?

Terzio dijo...

Lo del Planeta, tragicómico; pero el Planeta ha sido siempre así: Franquista con Franco, psoero con Felipe, y ahora gay-light bajo Zp.

La fe hoy no se "defiende"; y los apologetas de hoy son tantas veces sus sepultureros, porque al "defenderla" la sentencian al cadalso siempre dispuesto para la ejecución.

Verbigracia, el caso del novelorio que comento.

+T.

Anónimo dijo...

Hola. Soy Miguel Aranguren y agradezco todos los comentarios, también la crítica inicial, por más que se haga a través de lo que se cree adivinar en una entrevista y no de la propia novela.

Comparto buena parte de los gustos literarios del autor del este blog y sólo os digo que la novela va muy bien, que mucha gente se ha sentido más segura de su fe después de leerla y que después paz para todos.

Con todo mi cariño,

Miguel Aranguren