domingo, 15 de junio de 2014

Nuestros 'hermanos'(?) del (otro) Oriente?

 
Un masón es un intrigante aprovechado a quién (además de los negocios) le va el morbo misterioso. Un masón es un snob del misterio que no cree en el Misterio pero es adicto a jugar a misterios. Como en todas estas fantocherías, a mayor tontería vana del adepto, más provecho del interesado incrédulo adepto. Es decir, que unos son porque son vainas, y otros están porque les conviene.

¿Qué clase de conveniencias puede interesar a un masón respecto a la Iglesia? Muchas y de variada clase, sin duda. Y a un (mal) clérigo, ¿qué intereses podrían llevarle a la masonería? Muchos también, todos malos. Aunque al fin, en uno y otro caso, todo se resuma en poder y poseer, dos sustantivos/infinitivos capaces de articular y conjugar quasi todas las aspiraciones terrenales y temporales.

Por ende, no es buen clérigo ni buen cristiano quien se mete en logias y se viste el ridículo mandil (o escarcea con ellas o simpatiza con quienes lo llevan). Aunque haberlos, húbolos y haylos. Véase la prueba, de hace un par de días:

Los masones celebran simposio sobre Vaticano II y actualidad de la Iglesia de PP Franciscus

Estos son los comparecientes-tertulianos:

Moderador:

MARCO POLITI, periodista


Intervienen:

ALBERTO MELLONI, de la Universidad de Modena-Reggio Emilia

MARINELLA PERRONI, del Pontificio Ateneo de San Anselmo, Roma

STEFANO BISI, Gran Maestro del Grande Oriente d’Italia

Se contará también con la presencia del periodista IGNAZIO INGRAO

Se habló y discutió, expresamente, de:

- PP Franciscus, predicador de un movimiento espiritual fundado en la humildad y la pobreza, predicador de una renovación espiritual en una Iglesia que parece haber perdido su centralidad en la vieja Europa pero que se re-descubre viva y fértil en 'sur del mundo'

- la actualización del Concilio Vaticano II en el curso de estos últimos 50 años de historia de la Iglesia, ha encontrado, por desgracia, obstáculos y dificultades. La Iglesia del guión ecuménico, extrovertida y abierta al mundo, dispuesta al diálogo y sensible a la simiente positiva de la modernidad, no siempre ha tenido una vida fácil. Temores, resistencias, miopías, han ralentizado la necesaria evolución. Muchas de las reformas incluidas en el orden del día del pontificado de Bergoglio re-envían a temas ya afrontados durante el Concilio: Desde la familia al rol de la mujer, desde el celibato de los sacerdotes a la 'pobreza' de la Iglesia

- estudiar el Concilio de ayer, nos ayuda a anticipar la Iglesia del mañana. PP Franciscus ha recogido el testigo de sus predecesores asumiendo el empeño firme y decidido de actualizar el Concilio. La Iglesia en diálogo proyectada hacia las periferias, como quiere el pontífice argentino, repropone el modelo que los padres conciliares deseaban realizar. Se abre así una estación nueva sobre tantos temas dejados en suspenso


(ver original italiano aquí)

Si han leído Uds. el programa del simposio masónico-conciliar y comparten con ExOrbe juicio, parecer y criterio, habránse confirmado en un par de ya viejas (para nosotros) impresiones:

1ª) que algo debió estar mal (o se entendió mal) en el Vat.2º (o del Vaticanosegundo) para que suscite entusiasmos tan enardecedores entre las filas de los masones (y otras especies afines)

2ª) que algo no funciona bien en la Iglesia si las perspectivas de una necesaria renovación se entiende entre gente de Iglesia (y agentes de disimulada anti-iglesia) como una re-programación del Concilio después de la constatación de 50 ruinosos años postconciliares

La tercera impresión es una cuestión inquietante a despejar, una actualísima aun no esclarecida cuestión: ¿Por qué, precisamente, PP Franciscus alienta (pasivamente (creemos)) estas turbadoras mociones entusiastas entre los menos católicos (e incluso reconocidos anti-católicos) mientras sume en graves perplejidades a los católicos más católicamente conscientes?

El recién celebrado simposio masónico-católico es un botón de muestra más entre muchos, todos del mismo o concomitante signo/tendencia.

No nos preocupamos por pusilánime hiponcondría: Estamos cada vez más alertas porque tememos que el daño conciliar se haya vuelto crónica afección...como un letal tumor con avanzada metástasis activa, passim.

Y tiene perversa gracia que el tratamiento recomendado (por los masones) sea una dosis masiva de la misma causa/etiología de la afección.

Ustedes perdonen el diagnóstico. No es fatalismo pesimista, sino análisis sintomatológico más que comprobable.

¿O no?


+T.

lunes, 9 de junio de 2014

Asís en comprimido/cápsula


Que el Papa de Roma pase la tarde del Domingo de Pentecostés plantando un olivo con el Patriarca constantinopolitano, el presidente israelí y el presidente (virtual) de Palestina (virtual) es algo inquietante, patético, aburrido, por muchas razones, entre otras por el pobre y manido simbolismo del acto, tan multiplicado y protagonizado, passim, por cualquiera. Hasta el más peleón guerrero ha debido plantar alguna vez un olivo en simbólica acción no-creíble pero deglutible por las tragaderas del mundo, anchas y profundas.

Pero esta plantada de olivo ha sido especialmente insufrible por sí misma, en sí misma, por haber tenido que presenciar al Papa, al metropolitano bizantino y a los otros dos echando paletadas de tierra a la estaca de olivo, una escena nunca vista, entre la solemnidad de un ceremonial ad casum y el ridículo de su ejecución.





De los besos francisquistas, los tres sillones co-iguales y la 4ª sede separada/cismática, no diré nada. De que Bartholomeos parecía la sombra inoportuna que se cuela en el proscenio, tampoco diré rien, que los bizantinos, ya se sabe, son muy quisquillosos y arman un cisma por un -que.

Lo que sí diré es que al Santo JP2º le hubiera encantado la ocurrencia, tan proclive como era a la dramaturgia.

Al fin todo ha sido como una pildorita, un comprimido, una cápsula de Asís, con menos religiones, pero con similar lectura. Y PP Franciscus como triunfante anfitrión, próximo (congruentemente) candidato al Nobel de la Paz, incluso pudiera ser que postularan al trío completo (perdón, al cuarteto, que ya se sabe lo susceptibles que son los bizantinos).

El que esto escribe, sin estacazo de olivo ni nada, reza por la paz en los Santos Lugares, simplemente.

Total, una tarde de Pentecostés muy bien aprovechada. Menos mal que el nuevo estilo francisquista nos aporta estas escenas tan motivadoras, que el mundo agradecerá en lo que valen.

Ea, pues.Vamos a otra, a ver qué viene ahora.


+T.

lunes, 2 de junio de 2014

Se muere, pero no se abdica


Una abdicación lleva implícito un fracaso, sea personal, sea coyuntural. Las explicaciones huelgan; primeramente porque un Rey no se explica, segundo porque explicar derrotas y/o rendiciones es un ejercicio de patética esencia que es de buen gusto evitar pro bono generale, para no infundir en el ambiente la siempre muy molesta vergüenza ajena.

Un Rey se muere siendo rey en su lecho mortuorio, o batalleando espada en mano, o en un magnicidio bañado en sangre regia, o en un patíbulo, con inmensa dignidad, frente al populacho indigno y abyecto.

Morirse abdicado es, para un Rey, morir sin ocaso de gloria, la última gloria de un Rey.

Ahora, además, no es tiempo de abdicar, no son fechas, no es el momento. Los antiguos reyes consultaban los horóscopos, que algo tendrán que ver o que decir los astros de las mecidas y vaivenes del péndulo de la Historia. Pero, incluso sin cartas astrales, parece obvio que Junio del 2014 no es el momento para meterse en abdicaciones y todo lo que sigue. A no ser que se sepa que los meses siguientes van a ser todavía peores, que entonces sí que cabría cierta razón (sin decir con esto que sea bueno abdicar).

Los derrumbes comienzan, muchas veces, así, con un movimiento que precipita un mundo que se viene abajo incontinente. Como cuando cae una torre, como cuando detonan un edificio. Lo que queda luego, cuando se disipa la nube cegadora de polvo, es un desolador vacío con peana informe de cascotes y deshechos.

El Señor nos libre, pero conste que los siniestros zapan y minan porque profesan el odio ncestral al trono y el altar.

Algunos estúpidos católicos no saben valorar lo que de trono y altar nos queda, necios que rezan sin sentir el 'adveniat Regnum Tuum'.

Aunque la ocasión no provoque al fin otro desgraciado hiato monárquico-español -¡Dios nos libre!- , aprovecho, no obstante, para clavar un par de rejones a quien le duela, a todos los que les duela:

¡Reviente la España republicana!!!...y se hundan con ella todos los perros republicanos, todos.

Y es que, como recordamos de vez en cuando en ExOrbe, en esta casa somos monárquicos axiales, católicos conscientes, no pazguatos, críticos hasta con el Santo Rey David, si se tercia, pero fervientes siempre, siempre leales al Altar y el Trono.

Vivat Regnum !!  Vivat Rex !!



+T.

sábado, 31 de mayo de 2014

Desconcertantes actos (...consecuencias de GS ??? )


El otro día, mientras se rezaba en la Misa el pasaje de San Pablo en el Areópago (Act 17, 16 ss.), pensaba que el escarceo de San Pablo con la élite cultural del momento inauguró una nueva tentación que ya no abandonaría a la Iglesia, o, más bien, a los hombres de iglesia, esa especie tan versátil y peligrosa para la Iglesia.

La tentación debe entenderse como atracción, cierta fascinación, más o menos intensa, por el mundo del pensamiento, las formas, la palabra. También hay que entender que tal fascinación pudiera esconder, envolver, disimular un cierto hastío, cansancio, decepción de la fe, por las cosas de la fe, o una disimulada displicencia por la gente común que, simplemente, tienen fe. Y por eso se siente intensamente el tirón del nivel, de la clase, surgiendo así el prurito de la inquietud evangelizadora de lo selecto-mundano. La filosofía, como en el episodio paulino del Areópago, presta una coartada excelente para ello.

Cuando se considera que vivimos, nos movemos y existimos bajo la quasi dictadura de textos como este:

"Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. (...) La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del genero humano y de su historia."

Cuando se reflexiona, decía, sobre este programático leit motiv, tan alabado por todos los afectados (los de aquella generación contemporánea del texto, principalmente), se comprende en parte la inundación de elementos extraños que sufrimos, cada vez más anegados por las olas (y sucesivas oleadas; tsunamis, incluso) que los hombres de nuestro tiempo agitan y traen a nuestra puerta, siempre simpáticamente abierta a todos y a todo. Por eso pasan estas cosas, verbigracia:

La Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales a favor de que se mantenga la ley de uniones civiles que reconoce el 'matrimonio igualitario'

" Los obispos católicos de Inglaterra y Gales han dado su respaldo explícito a ley de uniones civiles entre personas del mismo sexo vigente en ese país ante la posibilidad de que esta figura legal acabe por suprimirse y quede solo el matrimonio. Todo ello ocurre al mismo tiempo que desde otros lugares llegan indicios de que persisten las actitudes de rechazo o incluso se refuerzan.

La petición de la Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales de que se mantenga la vigente ley de uniones civiles tras la aprobación del matrimonio igualitario. La petición forma parte de las respuestas a un cuestionario enviado por el gobierno británico a este respecto para valorar si es necesario que siga existiendo figura legal de las uniones civiles una vez el matrimonio ha quedado abierto a las parejas del mismo sexo (la ley británica de uniones civiles, recordemos, fue una ley creada específicamente para parejas del mismo sexo cuando a estas no se les permitía el matrimonio, y a ella no pueden acogerse las parejas heterosexuales). En caso de desaparición de esta figura, las personas que contrajeron unión civil verían estas convertidas automáticamente en matrimonios o han de poder seguir como unión civil.

La opinión de los obispos católicos es contraria a la desaparición de las uniones civiles. Según afirman, hay parejas del mismo sexo católicas que quieren seguir unidas civilmente porque creen que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. 'Hemos recibido representaciones de algunas lesbianas y gays católicos que afirman no desear contraer matrimonio homosexual y que temen que sus derechos queden eliminados si se abolen las uniones civiles. Hay lesbianas y gays católicos que han contraído uniones civiles para garantizar unos derechos legales importantes y necesarios pero que no desean casarse ante los ojos del Estado ni tampoco ver su unión civil automáticamente ‘convertida’ en matrimonio. Retirar el derecho legal de estas parejas del mismo sexo que no desean 'casarse' a contraer una unión civil significaría retirarle derechos legales para estas personas en el futuro', argumentan."

La noticia es curiosa, porque parece moral pero incluye, como supuesto, una inmoralidad básica preliminar. ¿Lo distinguen Uds.? Como justificación, se recurrirá, supongo, al argumento del mal menor, que es aplicable, no lo discuto. Lo que discuto es que estamos afincándonos en el malminorismo como recurso ante todo y para todo, pudiendo suceder (quizá ya haya sucedido) que una acumulación de opciones malminoristas nos obstruya perniciosamente el circuito moral, con resultado colapsante-mortal.

Esta otra muestra también va de lo mismo, en Brasil:

La Iglesia brasileña, a favor de "un amparo legal" para las uniones gay


"(...) 'Es necesario dialogar sobre los derechos de vida común entre las personas del mismo sexo, que deciden vivir juntas, necesitan de un amparo legal en la sociedad', dijo el secretario general de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, Leonardo Steiner, en una entrevista publicada el jueves por el portal de internet del diario O Globo.

Hace un año, la Iglesia se opuso a una decisión de la justicia brasileña de permitir que personas del mismo sexo puedan casarse ante un notario, tal como ocurre con los matrimonios civiles heterosexuales en Brasil, el país con más católicos del mundo.

Según el sacerdote, la Iglesia está en cambio constante: 'Ella no es la misma a través de los tiempos. Teniendo el Evangelio como fuerza iluminadora de su actuar, la Iglesia busca respuestas para el tiempo presente`(...) La Iglesia siempre busca leer las señales de los tiempos, para ver lo que se debe o no cambiar. Las verdades de fe no cambian' (...)"


Se habrán estremecido Uds. con la cita del hereje-sacerdote ese: "...la Iglesia está en cambio constante y no es la misma a través de los tiempos...", justamente la sentencia contraria a la verdadera, aquella 'Semper eadem' que algunos piadosos prelados escogían como lema. Como el venerable Cardenal Alfredo Ottaviani, una de las mentes lúcidas que supo ver que el horizonte post-vaticanosecundista amagaba cataclísmico.



  Para cerrar el cuadro, esta otra sorprendente noticia, de análogo signo:

El obispo maltés Charles Scicluna presente en un acto convocado por una asociación gay-católica

Scicluna, el mismo, el inquisidor vaticano de la pederastía criminal etc. etc. etc. El mismo:

Charles Scicluna, obispo auxiliar de la Iglesia Católica en Malta, tras afirmar recientemente que las uniones entre personas del mismo sexo suponen un "acto moral muy grave", acudió este fin de semana a un evento realizado por la organización Dracma, un colectivo católico de personas LGTB, con motivo del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia.

"Charles Scicluna, obispo auxiliar de la Iglesia Católica en Malta, ha sorprendido este fin de semana al acudir a un evento convocado por una organización de minorías sexuales del país europeo.

Scicluna acudió al acto convocado por la organización Dracma, un colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales católicos, con motivo del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia.

El obispo acudió al acto contra la discriminación acompañado por un grupo de sacerdotes católicos, mostrando su respaldo al trabajo que llevan a cabo los activistas de la organización Dracma.

Scicluna, pese a mostrar públicamente que celebra el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, condenó recientemente el reconocimiento de los derechos de la diversidad sexual.

El obispo auxiliar de la Iglesia Católica en Malta manifestó que reconocer el derecho de las parejas homosexuales a unirse mediante uniones civiles supone un acto moral muy grave."

Allí estaba Scicluna, sin miedo a la contradicción manifiesta, manteniendo el non possumus pero yendo al acto de los gay-lesbis, no sé cómo y con qué cara.

Nos quieren hacer tragar que no hay conexión entre homosexualidad y pederastía, que no existe ilación entre reconocer la homosexualidad (reconocer la 'bondad' de la homosexualidad???), defender el derecho al respeto de lo homosexual, y los efectos que se derivan de la práctica homosexual (la pederastía que tanto afligió y aflige a la Iglesia, por ejemplo).

¿Qué hace Scicluna en un acto de esos? ¿Qué significa estar en contra de la 'homofobia', un concepto creado, promovido e impuesto por la militancia gay?

¿Qué es lo contrario de la homofobia? Por supuesto, la homofilia. Si se profesa la homofilia, en consecuencia se ha de defender la honestidad de la práctica homosexual. ¿No?

¿Qué hacía Scicluna en un acto de esos?

Perfectamente, Scicluna nos podría responder que estaba practicando la Gaudium et Spes.

Seguramente, probablemente, con la vocación y la determinación de Gaudium et Spes.

Con-fraternizando con nuestro mundo.

¿Pero Él no nos dijo que no éramos del mundo?

¿Pero Él no dejó dicho que su Reino no es de este mundo?

Oremus: Adveniat Regnum Tuum!


+T.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Celibato de puerta abierta


De nuevo la locuacidad del Papa en vuelo ha armado otro lio (como a él le gusta). Los líos de las entrevistas volantes de PP Franciscus, a pesar de la improvisación que parece aneja a ese extraño plan pastoral liante, tienen cierta coherencia en tanto marcan un determinado sentido que, aunque algunos quieran llamar de 'renovación', es, de hecho, neta innovación rupturista (la misericordina y demás franciscadas son la costra de chocolate que envuelve la amarga píldora).

El tema de esta vez vuelve a ser el celibato tradicional del clero católico, una institución vinculada al Sacramento del Orden que, por mucho que insistan sus detractores, no es sólo una disciplina. Una práctica ininterrumpida desde tiempos apostólicos, con fundamento en los Santos Evangelios, siempre alabada, recomendada desde siempre y de observancia católica general desde hace mil años no es una mera disciplina susceptible de ser revisada/reformulada como si fuera el vestuario ceremonial del Papa.

Las palabras del Papa en el avión de regreso a Roma desde Tel Aviv se han publicado en todos los medios. En el boletín de Zenit lo cuentan así:

"...Otro tema al que respondió fue sobre el celibato eclesiástico. Les recordó a los periodistas allí presentes que no se trata de un 'dogma de fe' y que hay en diversos ritos orientales de la Iglesia católica hay sacerdotes casados. Y que al no ser un dogma se puede siempre abordar el tema. Si bien precisó que los temas “sobre el tapete", en este momento son otros.

Reitero entretanto que el celibato 'es una regla de vida, yo lo aprecio mucho y creo que es un don para la Iglesia'. El tema era particularmente recurrente hace dos o tres de décadas atrás en las ruedas de prensa, aunque sigue siempre despertando interés. (...)"

Precisamente es la recurrencia del tema lo que me preocupa, a mí y a todos los católicos preocupados, porque no parece ser casualidad que salga tanto, de un tiempo a esta parte. Aquí mismo, en ExOrbe, salió a relucir hace poco, en uno de los articuletes del mes pasado: La trampa de los 'viri probati'

Pero la preocupación no es sólo mía, pues hace unos días el blog de Messa in Latino, siempre bien informado, publicaba un alarmante artículo: ¿Y si el Sínodo fuera una distracción para hacer caer el celibato de los sacerdotes?

Según parece, el juego sería aprovechar la decepción del mantenimiento de la prohibición de la comunión a los divorciados y matrimonios irregulares para compensar la avidez de los revolucionarios des-católicos abriendo la puerta del celibato opcional y el matrimonio de los sacerdotes.

Si al supuesto de Messa in Latino añadimos el hecho de la carta indecente que dos docenas de uxores remitieron la semana pasada a PP Franciscus reclamando que se les reconociese como esposas de curas (y a los curas, sacerdotes con esposa), el panorama es en extremo preocupante. Son demasiadas piezas sueltas, demasiadas coincidencias para que todo sea una especulación de blogs y prensa.

¿Concluimos, pues, que hay algo más? Y si hay algo más debe ser algo más que intención.

Conque ya no sería el momento de cuestionar la intención, pues la pregunta es: ¿Hay determinación?

Yo me confirmo en lo que dije: Si suspenden el celibato sacerdotal, será el campanazo para replantearse otra forma de ser y estar (dado que están dispuestos a dejar de ser y a no dejar estar).

Interim, oremus.


+T.

martes, 27 de mayo de 2014

Exceso de política, déficit de espiritualidad

 
La Historia de la Iglesia tiene registrados en su larga crónica muchos momentos políticos protagonizados con más o menos acierto (político) por algunos Papas de perfil más político que sacerdotal. No niego la oportunidad, incluso la necesidad, de algunos momentos, circunstancias, coyunturas políticas que reclamaban un trato político. Pero sí afirmo que los grandes capítulos de la Historia de la Iglesia no se escribieron con vis política, sino que fueron consecuencia de grandes Papas de gran impronta sacerdotal.

Que el Papa se supiera/sintiera garante de la concordia entre naciones y príncipes cuando la sociedad se definía, propiamente, como Cristiandad, era algo que entraba dentro de la lógica ministerial de quien era reconocido no sólo como cabeza de la Iglesia, sino también como el supremo legislador y juez de todo y de todos.

El tercer Papa del globalizado siglo XXI mantiene la vocación de ser para el mundo un agente de la paz necesaria. Su predecesor Juan Pablo II dio la impresión de estar firmemente persuadido de ser/haber sido el hombre providencial de su momento histórico. Desde los prolegómenos de la Iª Guerra Mundial, el Papado desarrolló profundamente esa conciencia, característica de la Iglesia del siglo XX que se fue confirmando con cada uno de los Pontífices, todos, hasta la actualidad, grandes promotores y ministros de la paz internacional, con doctrina, signos, iniciativas e intervenciones.

Aunque no sea ese el ministerio petrino fundamental. La vocación papal es, esencialmente, de fe: Confirmar en la fe a los hermanos. Sin olvidar que el apacentar a la grey de Cristo es mantener vivo y equilibrado el principio lex orandi, lex credendi, alma de lo esencial eclesial.

Yo hubiera gozado más de un Francisco celebrando y orando, predicando y bendiciendo, evangelizando y consagrando que con el Francisco político en Jordania, entre los palestinos (menos expresivamente) y con los israelíes (con excesivos signos de complicidad).

Los Santos Lugares no son lugar de política, sino un enclave real de la más auténtica espiritualidad. Por Cristo. Per Ipsum, et cum Ipso et in Ipso.

Todo eso, se ha visto poco, demasiado poco.

Y mucho todo lo demás.

Por lo demás, Deo gratias que la peregrinación papal concluyó bien. Bien en estilo francisquista, quiero decir (con otro episodio de elocuencia en vuelo).

Es decir.


+T.

viernes, 16 de mayo de 2014

Según el ejemplo de San Wojtyla


Por mucho que digan y sea quien sea el que lo diga, cuando un pagano realiza un acto de una falsa religión pagana en un templo cristiano, se comete una profanación. Si hay cristianos presentes, sean expectantes pasivos o participantes activos, sean consentidores o cooperadores, cometen todos sacrilegio (sean jerarquía, clero o laicos).

Esos orientales malcantando y tocando chinchines en la Catedral de Santiago de Compostela, primero me indignan, después me horrorizan (fotos aquí). En tercer lugar hacen que me cuestione a la Jerarquía que lo permite (y quizá hasta promueve), evidenciando que no creen, porque si creyeran, en vez de prestar espacio al error (y tantas veces al terror) de los paganos, se dedicarían con mejores fuerzas a evangelizar y no a confundir a los fieles, que se quedan influenciados con la mala huella del escándalo.

Además, me asombro de la necedad de nuestros jerarcas y de nuestras autoridades, que le ceden hoy las naves compostelanas a los sintoístas y mañana arman un conflicto con si se les deja o no la catedral de Córdoba a la morisma islámica. ¿Se dan cuenta del dislate? ¿Saben a qué clase de invitaciones, peticiones, demandas y/o exigencia se están prestando?

Hace un rato comentaba que Thomas Merton fue un adelantado de la confusión postconciliar. Nadie imaginaba cuando Merton falleció (de no se sabe bien qué forma) mientras tonteaba con los budistas de Tailandia, que a los pocos años seria el Papa quien tonteara con todas las falsas religiones de los cinco continentes, la mar de animoso, divertido y gustoso, provocando el malestar de los creyentes que distinguen la caridad del evangelizador de la torpeza del pánfilo ubícuo.



Lo de Santiago me ha recordado también el funeral de la modosita Chiara Lubich, cuando entraron en escena promíscua-litúrgica unos orientales pelones con paipays de paja y caña, en primer plano de escena, con todos los obispos y sacerdotes católicos modosamente contemplativos, ninguno indignado con la cuchufleta impía.

El Papa que abrió la caja de Pandora de Asís, recién canonizado entre el fervor de las masas, dejó sembrados ejemplos aberrantes, auténticos bofetones al muy olvidado (o preterido) 'Sancta Sanctis !!!', que hoy se obvia y pisotea católicamente por todo el orbe.

Conque súplicas hagamos al Señor Santiago porque nos perdone, y por nosotros ruegue a Cristo que a sus fieles conceda claridades de fe y doctrina, pues que tan turbios estamos.


+T.