No tengo conciencia de haber escuchado nunca voluntaria y deliberadamente ni una copleta de los Beatles. Incluso me disgusta nombrarlos. No diré de los que siguieron después de esa mala cuadrilla su abomibable senda, molestia que me ahorro.
Peeero...no hay alcázar sin brecha, ni perro sin mancha, ni cabeza sin chichón, grano, cana o calva. La integerrimidad es praeternatural entre los seres creados, lo mismo que la perfecta perfección no pertenece a nuestra naturaleza. Por lo que - mea culpa! - confieso que me gustan estas dos canciones:
Yes. Solutamente. Por mis pecados será, sin duda. Mas me fascina la pinta de capullo del que canta; y, todavía un grado más, me chifla el pataje con botas de Mama Cass bailando, ese movimiento, ese suave y módico-rítmico compás, balanceando su descomunal torso-busto de Venus esteatopígica versión '60-70, imposible batir de piernecitas y tacones, con su batón de muñecona. Me embelesa.
Cuando iba al cine, a la sesión infantil (tardes dominicales de Tarzán-Weismüller, espaguetti-westerns de Almería, y pelis de romanos contra todos) ponían antes y en el descanso un disco rayado de The Mamas & The Papas , con Monday Monday y Californiam Dreamin. Y por eso será, digo yo, que me saben a palomitas y pipas y kikos, y chicle bazooka, y conguitos, y orozuz del duro, y piruletas fiesta, y pictolines. A juanolas también. Y me gusta oirlas (de vez en cuando).
En el summum de mi parcial y ya crónica afectación de la bacteria pop, soy fan de Mama Cass. Si ya me rindió con sus imposibles movimientos coreográficos sin sacar los pies de la misma losa bajo sus opulentas formas superiores, me hechizó definitivamente haciendo de Bruja Hazel en La Fláuta Mágica-The Pied Piper, con su nariz real enriquecida con un par de verrugas, y dos o tres ratas en el pelo. Y a pesar de todo, encantadora.
Bueno, ya está. Son solaces que me per-mitto, que todo no van a ser virtudes. Y de algo nos tiene que perdonar el Señor, que para eso vino. Amén.
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domingo, 28 de septiembre de 2008
Candidatos (globales)

El más viejo se parece a un actor de comedias, no recuerdo cómo se llama. Y el negro - que no es tan negro - tiene una pinta de lo más inquietante, como de brujo de vudú, o algo así. No me caen simpáticos ninguno de los dos. Ni tampoco la segundona con moño que lleva el vejete; ni el otro canoso que lleva el negrete como vice. Ninguno.
Lo de la globalización, al final, se está quedando en una vulgar y ordinaria reducción made in USA, todos vueltos y atentos a ver lo que pasa. Y eso hasta nuestro fantoche monclovita, ansioso por resoplar con los oxígenos que le manden desde allí, con la tirria que les tiene a los ultramarinos EEUU.
Para nuestros infaustos progres de la banda siniestra, el ultramar acaba en Cuba, y La Florida ya no es lo mismo, sino tierra de enemigos. No sé si se reconocerá alguna vez, pero lo que se perdió en y con Cuba nos traumatizó la estimativa, con el eco de la explosión del Maine volviendo sordamente a la "memoria histórica", con carga de repetición. Y sea Franco, sea Zp, deseamos y toleramos al yanky cuando es Mr. Marshall, pero lo detestamos cuando aparece Mr. Monroe o Mr. Roosevelt (los dos, pero el Th. peor que el Fr.).
Tampoco conviene olvidar la querencia hollywoodiana, tan reciente. No supera de verdad el tráuma del ultramar perdido, pero se rinde prostituído (en muslo de macho o pechuga de hembra) a Mr. Oscar, sin límites. Hasta abre consulado y planta banderas con fonda y pensión para las visitas, pero sin renunciar a su anti-americanismo - salvo siempre Jolivú, of course, que con el pan no se juega -. Y esas son las nuevas tendencias de la moda. Una esquizofrénica promiscuidad que odia a la américa profunda y fornica con la américa epitelial.
Nosotros, los destetados con biberón de Disney y Hanna Barbera, los adictos a las series de pistola, los enamorados-as de pimpollos-as desde la Merle Oberon al Brad Pitt, los mismos que sabemos más de la Conquista del Oeste que de Cortés en Tenochtitlán, los que bebemos cola-coca y comemos burgeres y hotdoges. Los idem que se parecen a todos los demás que miran y se miran y se re-miran en el espejito-espejito de la alma mater del Nuevo Occidente, tan occidente. Eso.
Llegará Noviembre - D.m. - y será vergüenza que entre los Pirineos y Gibraltar se computen sufragios de los dos candidatos polichinelas (uno blanco y otro negro, para que esté claro (sea claro) que hay dónde y qué elegir). Y como per orbem se hará lo mismo, sucederá como si no pasara nada, todo lo más normal, lo más global. Y lo más vulgar.
Por lo menos, en nuestra Europa todavía, nos quedan Reyes y Reinas con Corona. Algo es algo. Y un relativo consuelo. ¿No?
(no respondan si no opinan que sí)
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viernes, 26 de septiembre de 2008
Repasando, que es gerundio
Pues resulta que la máquina probeta del big-ban (pam-pam-pam) se ha escacharrao por no sé qué fusible que se le ha fundido. Y ya no anda. Y habrá que re-petir. Y re-costear. Dicen que los al-físicos y al-químicos están desolados, los animalitos. Ea, ea, ea...!!! Venga, enga, nga....!!! Y yo también estoy muy afectado, la verdad.
Y pasa también que el sinvergüeza pseudo-artista que exponía y vendía un becerro disecado, contó en la subasta de su becerro con la inestimable ayuda de unos sus amiguetes que pujaron y empujaron y volvieron a pujar para que el becerro fuera repujado en oro de delincuentes quilates. No han ido a la cárcel, ni el uno ni los otros; ni se ha quemado en estercolero sub-urbano el becerro apestoso hiper-pujado. Yo no pierdo la honrada esperanza.
Y también que dicen los colegas de los colegios médicos que no hace falta que ninguna politiquesa de cuota del cacique bético emborrone una ley andaluza mataviejas de golpe de gracia y olé, que aplicando y desarrollando la que hay, ya será suficiente.¡Qué bien y qué pronto le dijo la tonta al tonto! Y yo no sé qué decir, asi a lo pronto. La verdad.
Bueno, pues un repasito, ya lo decía. En gerundio (de presente), que es durativo. A ver en qué queda todo cuando ya sea pretérito.
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jueves, 25 de septiembre de 2008
En Guerra contra la Revolución

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La revista provocante se llama Ahora información, discreto y quasi insignifcante nombre que nadie diría que esconde un cañonazo carlistón con munición y metralla. Un cañonazo con bóina y borla que me huele a España romántica, como un retazo tardío y perdido de Fernán Caballero o el Padre Coloma. Ya digo que algo extra-ordinario.
La última que me ha llegado trae en portada, como ilustración de fondo, un fragmento de un cuadro recreando la Batalla de Somosierra. Llamativamente, se ha escogido un ángulo en el que resaltan unos frailes metidos en la refriega. Hay uno - con hábito de cisterciense o de lego dominico - con la Cruz alzada en la mano izquierda y disparando a bocajarro una pistola con la derecha. Y más abajo, uno que parece cartujo, apuntando y disparando un fusil, y en el plano más abajo, otro apuñalando a un soldado francés, y al lado hay otro apuntando a uno que parece un oficial napoleónico, o algo así. Toda una estampa, un poema con toda su trágica y melodramática heroicidad.
Lo más extra-ordinario es que aquellas cosas (la batalla del paso de Somosierra y todas las demás "gestas" de aquella Guerra) fueron más o menos así, tan abigarradamente pasional y española como la estampa del cuadro, todo arrebato por la patria y el rey con el fervor católico ebullescente en sangre carmesí sobre fondo dorado-gualda. ¡Viva!
Lo patético es que la Corona falló y, al cabo de la Guerra aquella, la Iglesia fue la victima de todos y por todos. No sé si se pagó con eso el purgatorio debido por los frailes y curas patriotas de trabuco y navaja contra el francés invasor. Pero desde entonces y hasta 1939 - con algunas intermitencias - no paró la persecución, y echó las raíces ese rabioso anti-clericalismo que se hizo "quístico" en los cuadros de la progresía hispánica de turno. Y hasta el presente.
Volviendo a mi extra-ordinaria revista, me he solazado canturreando letrillas de entonces, que salen en algunos de los artículos de ese número 93 :
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Bonaparte en los infiernos / tiene una silla poltrona / y a su lado está Godoy / poniéndole la corona.
La musiquilla que me sé - popular - es la misma pachanga graciosa que devino en Himno de Riego, ominosa pieza que amenizó en su dia no sé cuántas tragedias. A pesar de la antipatía incondicional que le profeso, opino que es muchísimo más bailable y festera que la Carmagnole y demás copletuchas por el estilo. También reconozco que con fondo de fusilería, tambor batiente y/o ritmo-cadencia de guillotina ganan mucho todas ellas, la verdad.
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Para colmo de mi frución, el Ahora de Julio-Agosto incluye un par de artículos que terminaron de exaltarme: "La Predicación de la Cruzada. El Btº Diego José" y "El Soldado Católico en Guerra de Religión". Con ilustraciones de un par de retratos del Beato y la portadilla de su opúsculo:
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EL SOLDADO CATÓLICO
EN GUERRA DE RELIGIÓN
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CARTA INSTRUCTIVA
ASCÉTICO-HISTÓRICA-POLÍTICA
en que se propone a un Soldado Católico
la necesidad de prepararse, el modo con
que lo ha de hacer, y con que debe ma-
que lo ha de hacer, y con que debe ma-
nejarse en la actual guerra contra el impío
partido de la infiel, sediciosa y Regicida
Asamblea de la Francia.
ESCRIBIALA
EL P. FR. DIEGO JOSEF DE CÁDIZ,
Misionero Apostólico del Orden de Menores
Capuchinos de N.S.P.S.Francisco de la
Provincia de Andalucía,
A SU SOBRINO
DON ANTONIO XIMENEZ Y CAAMAÑO
Soldado distinguido Voluntario del ilustre y antiguo
Regimiento de Infantería de Saboya
PRIMERA PARTE
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CON LICENCIA:
ECIJA, POR DON BENITO DAZA
AÑO DE M.DCC.XCIV.
Como verán todo extra-ordinario.
Y yo cautivado y encantado con y por tan extra-ordinarias cosas.
Uds. comprenderán-me. Si no, peor para Uds y su vulgar gusto, con todos los respetos mios.
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p.s. Se me olvidaba el título de ese nº 93 de Julio Agosto: "1808-2008 En Guerra contra la Revolución".
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Ita!
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miércoles, 24 de septiembre de 2008
Pijama de rayas (otra entrega de la historia como no fue)

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Lo mismo - mutatis mutandis - con nazis y otras malas especies de nuestra trágica y demente historia, que se pretende "superar" a golpe de novelorio falseador con película ilustradora de la "historia corregida y aumentada". Recuerdo la mala tarde de cine que me tragué cuando me llevaron a ver (yo no quería, peeeero...) aquella payasada de la "La Vita é bella", una de las más insufribles pantomimas del peor cine italiano (con el agravante de "made" para gustar en Hollywood y sacar en la tómbola idolillo dorado, ese filón inspirador; del caricato protagonista-director, evito decir hasta el nombre). Una desgracia.
Ahora es un pijama de rayas y vuelta a inventar melodrama que no fue. Como si con azúcar glasse las píldoras de Austwichtz y Mathausen se tragaran mejor, que cantaba Mary Poppins. Y así, como los yanquis con sus indios, disfrazamos la historia y damos láudano a la conciencia.
De todas maneras, la revisión edulcorada del marxismo y el comunismo está por estrenar. Sin un Boris Pasternak y con Solzhenitsyn recien enterrado, a ver quién es el valiente que rueda un "Cuéntame cómo pasó" con aquello que pasaba cuando Lenin y Stalin y sus satélites.
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El género de la fábula - fábulas morales, las llamaban - tenía la prudente y sabia discreción de poner animales por hombres, estereotipando escenas y circunstancias. Era una forma de decir verdades sin falsear realidades, pero respetando y marcando una distancia "moral" con su lección. Son breves de extensión y se explican por el narrador o llevan implícita o explícitamente su interpretación, siempre "legible" y rara vez "confusa". Me inquieta que "fabulen" la historia, tanto más cuanto se parte de los hechos para terminar desarrollando una ficción.
Debe ser un síndrome, un virus de lesa memoria que trastorna mentes y tuerce crónicas según el recuerdo particular de cada quisque moderado por su capricho de imaginar cómo fue lo que no fue de lo que fue.
En España mal-gobierna un afectado por el síndrome, precisamente. Seguro que le gusta la peli del niño del pijama.
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lunes, 22 de septiembre de 2008
No nos hagas esto!!!
A pesar de los mapas del tiempo (telediarios del mediodia y los de la noche y los de madrugada), ni una gota el Miércoles (que se bendecían las casetas) ni el Jueves tampoco (que eran las carreras de jóvenes) ni el Viernes (que se coronaba en la Plaza la Reina de las Fiestas con su Corte de Honor) ni el Sábado, que eran las carreras de caballistas y la ofrenda al Simpecado, y por la noche salía el Rosario cantado con el Simpecado en la Carreta de Plata. Ni una gota. Y los mapas anunciando agua y tormenta desde el Miércoles.
Pero amaneció el Domingo, es un decir. Porque a eso de las ocho de la mañana, más que de amanecida, el cielo tenía tono de reverbero, entre amarillento y candilazo, con un rum-rum remoto, sordo, amenazante, que sonaba cada vez más, como rodando, como un eco que no se va sino que crece. La gente le echó valor, y empezaron las tracas. Mi pueblo no es Valencia, pero algún valenciano nos tuvo que dejar la afición porque mi pueblo no sabe vivir ni sentir sin cohetes. Menos en los entierros, para todo lo demás hay un cohete a propósito. Media docenita por cualquier cosa, cualquier dia, es lo más normal. Cuando son fiestas, mi pueblo es La Batalla de Vitoria de Beethoven (como también hay bandas de música y uniformes, la comparación no es impropia, sino todo lo contrario).
Pues a eso de las ocho, con tormenta en gestación y aproximación, comenzaron los cohetes y las tracas. Una hora, hasta las nueve, sin parar. Dicen que es para que la gente se despierte, muy fina la ocurrencia. De hecho es tan efectiva, que a los diez minutos de tracas y cohetes, no hay cuerpo que siga en cama. Y todo tiene su gracia y querencia. Por ejemplo, un despertar con olor a pólvora entrando en el cuarto por debajo de la persiana del balcón, es una delicia que me rejuvenece titantos años. Y un desayuno con chocolate y calentitos, café y brazo gitano, con suave aroma a traca y cohete en el ambiente, es una exquisitez que ni en el Versalles de la Pompadour.
Pero ni la cohetería ni la carga bombardera de la tracas pudieron impedir el amenzante tormentazo: A las nueve y cinco, relámpagos y re-truenos, el cielo más cerrado que un banco en quiebra, y una manta de agua que rebosaba las alcantarillas. Diez minutos duraría.
A las nueve y media, con las calles escurriendo agua por la regueras y las canales, íbamos con nuestras medallas puestas para la Misa. Iba a ser un "pontifical", en un tablado, en la plaza, con doseles y parte de las gradas de plata del Altar de la Novena, un montaje espléndido, de alta priostía sevillana. Los de la Hermandad, con todo pesar, no se arriesgaron a que otro chaparronazo repentino nos empapara el Pontifical, y prepararon la Misa dentro de la Ermita, allí mismo, improvisando lo que no había y acomodando a la gente cómo podían. No se cabía. La ermita es de buen tamaño y tres naves, pero había gente para llenar cinco ermitas de cinco naves. La mayoría se quedó en la puerta, extendiéndose a la plaza, con las mujeres vestidas de flamenca y los hombres de chaquetilla corta. Los curas emepzaron la Misa dentro, con el coro cantando como podía, entre la estrechura de la gente y los curas. La Comunión, más estrecha todavía, con apuros para llegar y volverse a su sitio.
Acabó la Misa, con la bendición del Sr.Vicario. Y la gente mirando al cielo panza de burra, con esas nubes bajas que parecen deshacerse en humo de tahona, pesadas. Pero había que seguir. La gente en el porche de la ermita, arremolinada.
- ¡Ya llega la Carreta! La Carreta bajaba por la cuesta la Badila, campanilleando; los bueyes de la yunta eran blancos, salpicaos en colorao, con sus frontales de plata. Y la Carreta era digna de ver, con rosas amarillas, rojas, blancas, rosadas, todas formando ramos en la delantera y las jarras de plata de los costados. La Carreta de Plata era el centro de la fiesta del dia, porque en ella se coloca el Simpecado y se lleva por todo el pueblo, con la gente cantando y bailando alrededor, y los caballistas delante, y detrás los coches de caballo, y los charrés de mulas, y una banda de música delante y otra detrás. Y el cielo tormentoso, más que cuando empezó la Misa. Y era la hora y había que salir.
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Por fín se alzó el Simpecado, y ya lo traían a la puerta. La gente rompió a decir vivas y vivas y vivas y vivas y vivas...Y más vivas! En mi pueblo somos expertos en vitorear, un caso especial sin parangón a su altura. Sin exageración.
Cuando estaba el Simpecado en el umbral de la ermita, cuando iban a ponerlo en la Carreta, una de las Nicolatas (una de las mayores, Manuela, me parece que se llama) se pone delante del Simpecado, con los brazos abiertos, las lágrimas corriéndole, y diciendo a gritos:
- "¡¡¡No nos hagas esto, Madre mía, no nos hagas esto!!! Mira como te hemos puesto el pueblo. Tó es pá tí, pa tu gloria, tó es pa tí! Que nos parece poco tó lo que damos, que nos quitamos los lujos pa dártelo a Ti, Reina, que eres nuestra Reina. No nos hagas esto! Que tú eres la que mandas allí arriba, que el Señor te subió al Cielo y en el Cielo mandas Tú, Reina, Reina, Reina!
El último Reina! se engarzó con la Marcha Real, porque ya ponían el Simpecado en la Carreta, con mas Vivas! y más clamores por el estilo del de Manuela la Nicolata.
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Cuando volví a casa, eso de las dos y media, mi tía (que está de luto y este año no sale a las fiestas) me pregunta: - "¿Cómo va la Carreta?" Y se lo cuento y le digo que ni una gota, que hasta ha abierto el nublado y en la Calzada salió el Sol, con un calor, y...Y mi tía, comenta por lo bajo, con todo el aplomo de sus ochenta y cuatro: "Ella no nos deja nunca!" Y siguió poniendo la mesa.
En la cocina, delante de un cuadro de la Virgen, un tazón de aceite con tres mariposas que chisporroteaban su antífona (o sus Vivas!) habían sido las "aliadas" del rezo de mi tia. Y como ella, no sé cuántas más por el estilo, en sus casas y "sus labores", con sus lutos y sus cosas. Pero todas tan seguras de lo que puede Esa que tienen tan tratada, tan amada, tan rezada, tan llorada también. Cuando le rezan, cuando le dicen "...Reina y Madre..." lo hacen con toda conciencia y consecuencia.
Viva!!!
p.s. Breve crónica de pequeñas pasiones, con doméstico milagro pueblerino, con trombas de agua e inundaciones por Andalucía entera. Menos en mi pueblo. (Viva!!!)
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miércoles, 17 de septiembre de 2008
Bellarmino, de controversiis

Es de esos Santos católicos netos. Su perfil es tan católico, tan romano, tan tridentino, que la causa se le atascó (eventualidades del tiempo, las circunstancias, los hombres, las políticas, las oportunidades) y no salió Beato hasta tres siglos después, bajo Pio XI. Después el acelerón fue notable y en 1930, Santo. Y en el 31, Doctor de la Iglesia.
Que es lo que había sido desde que sus superiores de la Compañía le descubrieron sus valiosos y brillantes talentos: Un doctor de, en y para la Iglesia. Cuando empiezan a publicarse sus Controversias, los protestantes llegaron a pensar que detrás había todo un equipo de eruditos, porque se resistían a aceptar que semejante caudal de "respuesta" se debiera a un sólo hombre. Pero todo era del Bellarmino.
De Controversiis era la cátedra que le encargaron en el Collegium Romanum. Tan bien enseñaba, tanto sabía, que al poco estuvo metido en casi todo lo que perfila aquella época apasionante, desde la célebre comisión de Auxiliis, a la revisión-reedición de la Vulgata (malograda por la "ligereza" de Sixto V, y que finalmente se publicaría bajo Clemente VIII, con prefacio compuesto por el mismo Bellarmino). Intervino en el proceso de Giordano Bruno, y también en el de Galileo; con todas las inevitables consecuencias para el primero y aconsejando prudentemente al cabezota Galilei (que poco caso le hizo).
En política, le tuvieron manía tirios y troyanos. Enseñaba que la potestad jurídica del Papa sobre los reyes y príncipes era sólo indirecta (y Sixto V rabiaba); y también enseñó que la monarquía no era una institución de derecho divino, y temblaban de cólera las coronas y quemaban públicamente sus libros en las capitales de la Europa pro-absolutista. Controversias con ingleses, con franceses, con españoles, con venecianos...Siempre controvertido Bellarmino.
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De las mejores ocurrencias de su anecdotario, la explicación que dio cuando mando descolgar y retirar los tapices de las salas que ocupaba: - "Las paredes no tiene frio", dijo. Porque siempre tuvo buen humor, y el genio simpático, y el bolsillo desprendido y siempre abierto. Y la dieta mediterránea; o mejor dicho, espartana, con mucho pan y ajo. Y catequista, y diplomático (a pesar del ajo) y director espiritual. De casi todo, y todo haciéndolo bien. Un caso.
En el summum de lo extraordinario, murió cardenal y sin dinero. Con lo que quedaba después de sus limosneos, apenas pudieron pagarle los gastos del entierro, que fue de noche para que fuera más discreto. Y así y todo, Roma entera estuvo en su entierro. Está en Sant'Ignazio, pegando a la espalda del Collegium Romanum donde enseñaba magistral.
La oración colecta de la Misa, le hace honor y le cuadra estupendamente:
Señor, tú que dotaste a San Roberto Belarmino de santidad y sabiduría admirable para defender a tu Iglesia, concede a tu pueblo, por su intercesión, la gracia de vivir con la alegría de profesar plenamente la fe verdadera. P. Ntrº Sñºr. Xtº...Amén.
Destaco, recalco, remarco: profesar___ plenamente___la fe verdadera.
Ahí quedo! Y con alegría (con artículo determinado: la alegría). Es - por si no lo han notado - una de las más patentes y rotundas oraciones católicas de entre todas las del Misal, el Eucologio y el Santoral. Como le conviene al Santo Roberto Bellarmino. Como conviene que no olvidemos los que profesamos plenamente la fe verdadera (con su correspondiente alegría).
+T.
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