Supongo que el retrato se lo harían al poco de llegar a Inglaterra, en 1810, con unos treinta y cinco años, porque no se le adivinan más. La estampa romántica parece habérsele estereotipado en el tupé, las sienes peinadas hacia delante y las consiguientes patillas. Resulta un modelo muy del estilo de los personajes de los novelorios de Jane Austen, incluso ese aire de afectado clérigo-gentleman rural inglés.
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Este que sigue no sabría decir si es original o copia del anterior (o viceversa). Cuenta con la garantía de estar en la colección primera de la National Portrait Gallery de London, y está firmado por un tal J.Slater, en 1812; es decir, que Blanco tenía treinta y siete años cuando se lo hicieron. Mis dudas sobre la dependencia entre una y otra imagen son por sus evidentes similitudes, sin bien el primero acusa rasgos más juveniles, y más adultos el de la Portrait Gallery.
Este otro es un excelente retrato al óleo, con un Blanco más hecho, y por comparación con otros retratos, mucho más aproximado al personaje real. Del anterior retratado solo quedan la frente despejada, los labios finos y la nariz, más acarnerada que aguileña; pero ni los ojos, ni las cejas, ni el "aire", son los mismos. La pose de clérigo con clase, también es otra, aquí mucho menos romántica y más académica, más oxoniense.
Quizá el Blanco sevillano que pudo haber sido, sea, más que ninguno, el del dibujo de Frederick C. Lewis, que me recuerda a otros personajes sevillanos contemporáneos, hasta en el vestuario.
Los amigos sevillanos de Blanco, los de su "círculo", fueron estos:
Manuel María del Mármol
Alberto Lista
Felix José Reynoso
Manuel María Arjona
Todos clérigos, todos hombres de letras, con currículum académico y hasta político; "afrancesados" más o menos (unos más que otros) y liberales (cuanto podían serlo sin desdoro de su posición). Todos muy cercanos en "perfil"a su ausente amigo José María, al que tanto y tantas veces añorarían.
Otra tesis que mantengo es que somos del tiempo que somos, sin remisión. Después, cada uno escoge época soñada o predilecta, para re-ubicarse o inspirarse...relativamente. Pero al fín somos de la generación en la que nos parieron. Como estos amigos y coetáneos de Blanco, tan próximos a él.
Nada en los presupuestos familiares-ambientales-histórico-culturales-religiosos de José María Blanco y Crespo supondrían un Blanco White, pero las circunstancias generales se impusieron sobre las particulares con el resultado de ese ilustrado-romántico-liberal, casi prototípico entre los españoles de su tiempo: Un español sin España, porque se había adelantado, y ni su Sevilla ni su España le acompañaban (aunque le seguían, e iban con él).
... (D. m. continuará, también) ...
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