Bélgica es una nación preocupante, empezando porque ni los mismos belgas tienen claro si quieren ser una nación (o dos, o dos y 1/4 considerando que Bruxelles es una especie de D.F. alquilado por las instituciones comunitarias, o por el estilo). Preocupante es también que esos estados de aquel Benelux original han ido marcando las pautas sociales al resto de Europa que, en cuanto más "progresa" a la europea, más se acerca al paso que marcan esas naciones, en grave crisis de desarticulación de identidad.
El problema de la eutanasia es el polo consecuente del aborto, en el otro "extremo" de la vida. Con la misma o semejante perversa lógica inmoral, una vida ajena que problematiza la propia vida, es, digamos, una agresión a los "derechos" y "libertades" de los "ciudadanos-as" y un problema para la "colectividad" que exige un "marco legal" adecuado para la resolución del mismo (o algo así o por el estilo, que es lo que dicen los ministresos y las ministrosas bio-progresistas del "marco europeo" incluída España.
Que Zapatero y sus boys & girls tienen ganas de emprender una legislación mata-terminales-problemáticos, es un hecho. Un hecho avalado hasta por el oscar que le dieron a ese subvencionado espabilado y aventajado "cineasta" por aquel melodrama infumable que rodó para mayor gloria del régimen del talante y la alianza de civilizaciones. La propaganda del régimen, como una re-edición del No-Do, pero más fashion y post-moderno.
(Quiero decir - de pasada - que el cine de estos años talanteros o corrige la historia pasada contándola como quieren que hubiera sido, o prepara la historia del futuro de los ciudadanos-as españoles-as en películas como la eutanasista oscarizada esa. Una petardada pesadísima, por cierto, que duró en cartel una temporadilla por la cuota de pantalla y la propaganda).
Lo que pasa es que una película es una película, y lo que se nos viene encima es un culebrón en capítulos de España profunda. Porque si en Bélgica ya es un hecho que los nietos piden la muerte rapidita de los abueletes chocheantes, aquí en España los casos van a ser de novela gótica con pandereta, gáita y castañuela. Un horror.
Pero eso es lo que viene. Sin remedio. Porque ya se sabe que en España los sociatas inventan leyes anti-vida que los pperos mantienen sin más problemas que los de algunos manifestantes semestrales (que luego les votan y votan y vuelven a votar como "mal menor", que dicen).
Un mal menor que será el motivo in-moral más socorrido para quitarse de enmedio enfermos molestos, viejos insoportables, y parentelas cascadas y problemáticas. Es la "nueva ética" de "progreso" de las izquierdas post-modernas y los centro-derechas que les siguen el paso. Imparables.
Cada vez que se tercia comento que hemos conocido un mundo que en 30 años ha desparecido. No era perfecto, pero era mejor que el de ahora; la gente tenía menos cosas, pero era más feliz con las cosas que tenía. El mundo que se aproxima tendrá cada vez más "comodidades", pero a costa de terribles errores. Y una cosa es segura: A pesar de todo, la gente no será más feliz, sino todo lo contrario. Nos están "preparando" un mundo de gran infelicidad. Diseñarán una población planificando los nacimientos a costa de abortos y las defunciones con las eutanasias a la carta.
Lo más perverso es que disfrazan la muerte de los inocentes y los "inválidos" como si fueran una libertad y un derecho. Y la gente se convence. Eso es lo peor.
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