Addenda a modo de estrambote al articulete anterior:
Por responder a un comentario, me he encontrado este borrador de un articulete sobre Novell que empecé a componer a primeros de Agosto pasado y quedó sin publicar. Lo hago ahora para confirmar que el novillo episcopal apunta maneras la mar de preocupantes.
Supuesta la escasa mejoría que suelen experimentar los prelados cuando se ponen la mitra por montera, la deriva de este pimpollo Novell puede ser de las que dejen huella, ¡el Señor nos libre!
Dicho lo cual, ahí va el borrador, tal como me quedó en Agosto (que Uds lo pasen bien):
No sé si esto que voy a criticar fue antes o después de lo del programa de Buenafuente, intuyo que es anterior. Pero acabo de descubrir esta entrevista publicada en El País y no me resisto a comentarla porque corrobora mis peores sospechas.+T.
Locuaz y divertido, así califica el periodista entrevistador al prelado entrevistado. Dos calificativos que pueden ser positivos para un relaciones públicas, por ejemplo, pero que resultan impropiamente chocantes si se refieren a un obispo.
¿Cómo tiene que ser un obispo? No quiero decir que un obispo deba de ser taciturno y aburrido, no. Pero en absoluto deben ser su locuacidad y su ligereza lo que más resalte a primera vista. ¡Es que es joven! - dirán algunos - . ¡Es que por eso mismo! - les respondería yo - . Ademas no considero que 41 años sea la edad del pavo; con 41 años uno no es ni debe parecer un adolescente.
La entrevista de El País ustedes verán si al leen o no. Por si les diera pereza, les hago un florilegio de citas (en negritas el entrevistador/en cursiva Novell):
"...los obispos tienen que ser valientes. Personas de Dios, preparadas, capaces de dialogar, de hacerse cargo de que vivimos en una sociedad que no es la de hace 40 años, sino la de 2011, que hayan nacido en este contexto plural, donde la Iglesia es una institución con su importancia, pero no la única. Hombres valientes para afrontar los cambios que la Iglesia tendrá que dar en estos años."
"...¿Cuáles son los retos del siglo XXI? El primero es transmitir la fe a la nueva generación. Lograr que, si quiere, crea en Jesucristo y viva según su Evangelio. Para eso hacen falta personas que hablen un lenguaje sensible a los problemas de hoy"
"...Un conocido le recuerda de seminarista defendiendo el fin del celibato en el Concilio Tarraconense de 1995. Es verdad, defendía cosas con ímpetu porque digo lo que pienso y entonces pensaba eso. Era deudor de quien me había formado."
"...Jesús no habló de celibato. No, y la Iglesia no ha dicho que eso no puede cambiar."
Hay más, léanlo con paciencia. El final es una verdadera traca. No me puedo explicar cómo un obispo, un obispo de la Iglesia Católica, aunque sea un obispo recien nombrado, un obispo recién ordenado, un bisbet jr. pueda decir esas cosas en una entrevista. Una entrevista al periódico oficioso del psoe, órgano oficioso del anti-catolicismo español.
Si alguno piensa que tengo mantengo manías y prejucios personales, que lo piense; pero que piense también que tengo razones y tengo razón.
p.s. Por supuesto ¡Oremus!