jueves, 29 de diciembre de 2011
St. Thomas Becket ep. mr.
Orémus
Deus, pro cuius Ecclesia gloriosus Pontifex Thomas gladiis impiorum occubuit: praesta quaesumus: ut omnes, qui eius implorant auxilium, petitionis suae salutarem consequantur effectum.
Per Dóminum &. Amen
Ex Voto
+T.
Calendario Festivo Católico (lo que queda) en peligro
Un comentarista que se firma "Preocupado" ha dejado en la entrada anterior, la de los Inocentes, este comentario-cuestión:
Preocupado dijo...
Pasado ya el día de los Santos Inocentes, P. Terzio, me gustaría hacer notar, aunque no sea el tema de su entrada, que si nadie lo remedia los católicos nos vamos a quedar en 2012, de repente y sin que parezca que haya oposición alguna, sin dos días festivos de gran importancia: el día de la Asunción de la Virgen y el día de Todos los Santos. Con esa idea del nuevo Gobierno de pasar las fiestas al lunes, se va a conseguir lo que no se atrevió el PSOE a hacer durante estos últimos ocho años: quitarnos las fiestas religiosas. Parece ser que hay acuerdo con los sindicatos en este punto: éstos rechazaron pasar al lunes el día del trabajo, pero aceptan pasar al lunes las antedichas solemnidades. ¿Ha habido alguna reacción? ¿No deberíamos hacer algo? Gracias.
Me ha parecido oportuno ponerlo en esta entrada, con el comentario-contestación que le hecho:
Terzio dijo...
Todo el calendario festivo estuvo a punto de perderse ya en 1989. Entonces se pudieron salvar las Fiestas, tal como han quedado hasta ahora. Entonces estuvieron a punto de desaparecer el 1 de Noviembre, el 6 de Enero y el 8 de Diciembre, Todos Santos, Reyes y la Inmaculada. No creo que - salvo alguna queja de circunstancias - la Conferencia Episcopal haga nada, ni movilice ni presione. Considerarán otros calendarios europeos, si acaso. La medida no es invento de los pperos, sino iniciativa de la piara sociata que ahora está sobre la mesa del pp. Pero el pp se avendrá con los masones de la ceoe, y de ahí saldrá lo que sea. ¿Ilusiones? muy pocas. Yo lo daría ya por perdido. La Iglesia en España esta jmjotizada, sin arrestos ni intereses salvo para las 4 cuchufletas que se les ocurren a Rouco &. cía. Un tema delicado será la Semana Santa, por la fuerza que puedan hacer las Cofradías. Quizá se salven Jueves y Viernes Santo (ni en Italia son festivos) pero a costa de sacrifcar otras fiestas. El festivo de la Asunción, curiosamente, es un absurdo quitarlo, en mitad de las vacaiones y con más de media España en fiestas patronales. Pero la apisonadora liberal-laicista es tan arrolladora como la marxista-laicista. Conque a ver qué pasa y a ver cuánto nos tocará resignarnos, porque en esta batalla la Iglesia está sóla...e incluso dentro de la Iglesia no sabría decir cuántos estarían de acuerdo en mantener el calendario festivo tradicional, ya tan mermado, por otra parte.
No es un signo esperanzador que, a los pocos días de entrar el PP en la Moncloa, vuelva a salir el tema de la supresión de Fiestas Religiosas del calendario laboral.
En aquella ocasión a la que aludo, el curso 1988-89, se movilizaron la Hermandades y Cofradías de Sevilla (otro artículo-noticia, y passim en la prensa de aquellos días; no me entretengo en buscar más referencias), y con ellas otras muchas hermandades de Andalucía. Amenazaron muy seriamente con suspender las salidas procesionales de la Semana Santa si se suprimía la Fiesta de la Inmaculada, el 8 de Diciembre, del calendario festivo-laboral. Gobernaba la panda socialista de Felipe González y, en aquella ocasión, se pudo arreglar, parcialmente, el problema, salvándose el día de la Inmaculada, con la consecuencia de la aprobación quasi oficial del monstruoso puente del 6-8 de Diciembre, un disparate propiciado no por la fiesta de la Purísima, sino por el ridículo invento del "día de la constitución".
Ahora, veinticinco años después de aquella arremetida en la que desaparecieron el jueves del Corpus Christi y la fiesta de San José, el 19 de Marzo, y se ajustaron algunos calendarios al gusto de las autonomías, se replantea la reforma de los festivos, con el agravante/coartada de la crisis, como si los 5 millones de parados dependieran de quitar cuatro días de fiesta.
Lo que pueda pasar, no lo sé. La CEOE está infestada de masones; la piara socialista y el muladar de las izquierdas arremeterán con saña; los pperos se apuntarán a lo políticamente correcto, escorados hacia la banda laicista y optando por el perfil europeísta. Y a los obispos, nuestra Jerarquía, les importa relativamente, y no creo que hagan del calendario un casus belli.
¿Y las Hermandades y Cofradías? Tampoco sé cómo se lo tomarán, porque el pueblo es impredecible: Si no se les excita, no pasará nada y comulgarán con ruedas de molino. Si surge un cabecilla que lidere una respuesta y promueva la contestación, podríamos tener una suficiente movilización. Pero las circunstancias y sensibilidades del 2012 no son las de 1988.
Oremos, supliquemos y echemos, si podemos, redaños al asunto. Si no son nuestros jerarcas los primeros en decepcionarnos. O en resignarse.
Pero el aire huele a rendición sin condiciones. O con muy pocas.
Si no fueron fuertes hace veinticinco años, no me hago ilusiones de que ahora lo sean.
+T.
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