En mi casa, en mi familia, el 18 de Julio siempre fue un día de fiesta: Mis mayores sabían lo que celebraban porque conservaban, con dolor y con amor, las huellas del Alzamiento.
A setenta y cinco años de aquella fecha, honro a los que entregaron su vida por Dios y por España, consciente de su sangre y su sacrificio, memorando su pasión y su valor.
Y beso y venero con emoción todos sus signos, bandera, escudo, nombres, lugares, personas, almas.
¡Gloria a los mejores! ¡Gloria a los valientes! ¡Gloria a los vencedores!
¡¡¡¡¡Arriba España!!!!!
¡¡¡¡¡Viva España!!!!!