martes, 28 de abril de 2009

San Isidoro descabezado: Caigan cabezas!!!


Preferí dejar sin comentario en el blog la memoria del Santo Isidoro, que además ha caído este año en Domingo y hubo que trasladar la fiesta al dia siguiente, pero retomo el tema isidoriano para comentar esta increíble noticia: Han extraviado (y a saber qué han hecho con ella) la cabeza de San Isidoro (la misma noticia aquí y aquí).
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Sin que me merezcan consideraciones los leoneses que debieran ser sus mejores custodios (y ya se ve que no), me reafirmo en la opinión de que San Isidoro debiera estar en Sevilla, y no pasando frío en León, donde le perdieron la cabeza hace casi setenta años, y ahora lo cuentan y la quieren recuperar. Pero es que puestos a considerar, la cosa es peor: No sólo se demuestra la irresponsable incuria del obispo aquel que la "cedió", sino que lo mismo de irresponsables descuidados se desvelan todos los demás obispos de León, desde aquel infausto hasta el que hoy se sienta en la sede leonesa. Todos deshonrados por tan inaudita deshonra isidorista.

En el Codex Iuris Canonici actual las llamadas "reliquias insignes" no pueden "...enajenarse válidamente o trasladarse a perpetuidad sin licencia de la Sede Apostólica" c. 1190.2 , repitiendo lo mismo que disponía el antiguo Codex de 1917:

Can. 1281.
1.Insignes reliquiae aut imagines pretiosae itemque aliae reliquiae aut imagines quae in aliqua ecclesia magna populi veneratione honorentur, nequeunt valide alienari neque in aliam ecclesiam perpetuo transferri sine Apostolicae Sedis permissu.

Más preciso que el actual, define en el párrafo 2º del mismo cánon qué se entiende y cuales reliquias deben considerarse "insignes":

2. Insignes Sanctorum vel Beatorum reliquiae sunt corpus, caput, brachium, antibrachium, cor, lingua, manus, crus aut illa pars corporis in qua passus est martyr, dummodo sit integra et non parva.
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Y el cánon siguiente ajusta más la cuestión:

Can.1282.
1. Insignes Sanctorum vel Beatorum reliquiae nequeunt in aedibus vel oratoriis privatis asservari, sine expressa Ordinarii loci licentia.

En esos "años 40" que dice la noticia, no me imagino a un obispo saltándose los cánones. Lo que sí imagino es a un pobre prelado pusilánime u obsequioso violando sus deberes y entregando en bandeja la cabeza de San Isidoro al abusante sacrílego que se la requirió.

Que esa es la segunda parte de la trama: El impío requeridor (ministro, subsecretario o personajillo director de lo que fuera) que tuvo la peregrina y anormal ocurrencia de procurarse la cabeza de San Isidoro para inaugurar - risum teneatis! - el CESIC. En la noticia se nombra al conocido D. José Ibañez Martín, un respetable prócer del Régimen del que uno nunca sospecharía semejante desatino impío. Pero, fuera él directamente o uno de sus dependientes, la violación de las reliquias isidorianas tuvo ocasión bajo sus ínfulas (muy típico de esos "tipos" clericalones, mitad seglarones mitad sacristanes, que se criaron - y aun se crían - en esos viveros. (No diré más)).

Llegados a este particular de la historieta nos encontramos en equidistante punto entre los esotéricos capitostes nazis que buscaban prendas mágicas para el Reich, y los mojigatos archi-beatos de casaca blanca y camisa azul que jugaban a ser el plus-ultra del catolicismo (o lo aparentaban para medrar, que era peor). Una tragicómica circunstancia con tragicómicos circunstantes, en todo caso. Pero en aquellos tiempos las cosas podían ser así, y hasta pudieron haber sido así.
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Total, que ahora no sale a relucir esta sarta de despropósitos que no se sabe el final que tendrá y a dónde irá a parar o quedará al fín la cabeza isidoriana. Y yo encantado, porque las historias de las reliquias (muchas historias de famosas Reliquias) son así, complicadas y enrevesadas idas y venidas y cambios y recambios y apariciones con desapariciones. Todo lo cual le pega muy bien a la azarosa historia de las reliquias de nuestro Santo Isidoro (que alguna vez conté en este Blog).

Por lo pronto, me parece absolutamente coherente la actitud que parece tomar el Cardenal Rouco: Si la reliquia está en Madrid, que se quede en Madrid. Que no es serio ni justo que los descuidados "custodios" de León la hubieran dejado ir y al cabo de más de 60 años la reclamen, como si la hubieran "perdido" anteayer.

Imagino la que se hubiera armado en Sevilla si a algún "poderoso" de aquel tiempo se le hubiera antojado para alguna "inauguración" la cabeza de San Fernando, por ejemplo. Por ejemplo imagino la excomunión fulminante que hubiera lanzado sobre el cretino atrevido y desgraciado nuestro Cardenal Arzobispo Don Pedro Segura y Sáenz, que sabía de cánones tanto como de poner firmes a todo quisque que se le insolentara un pelo. Y quiero decir con esto que lo que se puede se puede, y lo que no, no (a no ser que se ceda cobarde o servilmente el "poder", que es lo que parece ser que hicieron las autoridades y clérigos de León con su obispo al frente).
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Consideradas las vicisitudes de las reliquias isidorianas y su "descubrimiento" en la Sevilla de Almutandid por el obispo Avito (que me parece que es Santo (cfr. la discusión del articulete anterior, un poco más abajo de este, sobre el santo antipático aljubarrotero y las "categorías" del santoral etc.)), a lo peor es que los custodios leoneses "dudaron" (?) y desvaloraron las reliquias y por eso dejaron ir tan por las buenas la cabeza (y la han dejado estar por ahí sesenta años, en un CSIC cualquiera (y como está y en manos de quienes está el CSIC hodierno, mio Dio!!!)).

¡¡¡Jesús, Jesús, Jesús!!! Porque de repente se le vienen a uno a la cabeza las más descabelladas imaginaciones: ¡¡¡¡ ¿Y si estuvieran clonando sanisidoros en el CSIC???? !!!! Oh! Oh! Oh! Porque si en los tiempos aquellos, señores serios y de público y católico santo y seña desvariaban y expoliaban la cabeza de San Isidoro para el CSIC, me echo a temblar y no me quiero imaginar lo que puedan estar tramando las tenebrosas mentes científicas a propósito de la cabeza isidorita.

Un dia de estos (y que San Isidoro me perdone la ciencia ficción), a saber si la noticia es que ya tienen dos o tres sanisidoros creciendo en probeta, en el CSIC.
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Yo no sé si dada la ficción futurible le darían el Nóbel al clonador, pero que le deberían dar un baculazo supino a todos los de la trama, por supuesto: Desde al obispo al ministro pasando por todos los responsables por acción u omisión del susodicho sacrílego expolio isidoriano. ¡¡¡Amén!!!


p.s. Por cierto, que ahora caigo en la cuenta que el que nos (mal) gobierna tan desatinadamente talantero y talantista es un leonés: Leonés tenía que ser (y a saber si no es una plaga mandada en castigo por San Isidoro descabezado).

Ogh!

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