La simpatía que le tengo a Blanco por sevillano (y sevillano fuera de Sevilla) va pareja a la profunda antipatía que siento por el Blanco White anticatólico y renegado, faceta esta de su personalidad, carácter y trayectoria que le define muy negativamente.
viernes, 29 de febrero de 2008
Blanco White 3
La simpatía que le tengo a Blanco por sevillano (y sevillano fuera de Sevilla) va pareja a la profunda antipatía que siento por el Blanco White anticatólico y renegado, faceta esta de su personalidad, carácter y trayectoria que le define muy negativamente.
jueves, 28 de febrero de 2008
Blanco White 2
Supongo que el retrato se lo harían al poco de llegar a Inglaterra, en 1810, con unos treinta y cinco años, porque no se le adivinan más. La estampa romántica parece habérsele estereotipado en el tupé, las sienes peinadas hacia delante y las consiguientes patillas. Resulta un modelo muy del estilo de los personajes de los novelorios de Jane Austen, incluso ese aire de afectado clérigo-gentleman rural inglés.
.
Este que sigue no sabría decir si es original o copia del anterior (o viceversa). Cuenta con la garantía de estar en la colección primera de la National Portrait Gallery de London, y está firmado por un tal J.Slater, en 1812; es decir, que Blanco tenía treinta y siete años cuando se lo hicieron. Mis dudas sobre la dependencia entre una y otra imagen son por sus evidentes similitudes, sin bien el primero acusa rasgos más juveniles, y más adultos el de la Portrait Gallery.
Este otro es un excelente retrato al óleo, con un Blanco más hecho, y por comparación con otros retratos, mucho más aproximado al personaje real. Del anterior retratado solo quedan la frente despejada, los labios finos y la nariz, más acarnerada que aguileña; pero ni los ojos, ni las cejas, ni el "aire", son los mismos. La pose de clérigo con clase, también es otra, aquí mucho menos romántica y más académica, más oxoniense.
Quizá el Blanco sevillano que pudo haber sido, sea, más que ninguno, el del dibujo de Frederick C. Lewis, que me recuerda a otros personajes sevillanos contemporáneos, hasta en el vestuario.
Los amigos sevillanos de Blanco, los de su "círculo", fueron estos:
Manuel María del Mármol
Alberto Lista
Felix José Reynoso
Manuel María Arjona
Todos clérigos, todos hombres de letras, con currículum académico y hasta político; "afrancesados" más o menos (unos más que otros) y liberales (cuanto podían serlo sin desdoro de su posición). Todos muy cercanos en "perfil"a su ausente amigo José María, al que tanto y tantas veces añorarían.
Otra tesis que mantengo es que somos del tiempo que somos, sin remisión. Después, cada uno escoge época soñada o predilecta, para re-ubicarse o inspirarse...relativamente. Pero al fín somos de la generación en la que nos parieron. Como estos amigos y coetáneos de Blanco, tan próximos a él.
Nada en los presupuestos familiares-ambientales-histórico-culturales-religiosos de José María Blanco y Crespo supondrían un Blanco White, pero las circunstancias generales se impusieron sobre las particulares con el resultado de ese ilustrado-romántico-liberal, casi prototípico entre los españoles de su tiempo: Un español sin España, porque se había adelantado, y ni su Sevilla ni su España le acompañaban (aunque le seguían, e iban con él).
... (D. m. continuará, también) ...
&.
martes, 26 de febrero de 2008
Blanco White 1
Mi confratello Alfaraz ha sacado a relucir a Blanco y yo, que tenía pensado escribir algo a propósito de White, le tomo la palabra y sigo con el mismo tema (variaciones sobre).
lunes, 25 de febrero de 2008
Recogiendo el guante
Esta es mi respuesta:
L'aria "Lascia ch'io pianga" del Rinaldo de Haëndel:
El joven se llama Philippe Jaroussky, francés - i presume - del mismo estilo, aprossimativamente, que Sarkozy.
En este otro youtube, canta un aria de Vivaldi (no dispone código para ponerlo aquí en directo).
No sólo Los Pirineos nos separan de Francia, como es evidente, oh Tente!
Pero impone más lo que nos separa de Alemania si la referencia es este mico-rapaz cantando una de las dos arias de la Reina de la Noche de la Flauta Mágica de Mozart:
¡Lloremos, pues! La cruda sorte etc. y todo lo demás, que hay materia y motivo abundantes.
Pero con música de Vivaldi en la dulce voz de Philippe Jaroussky, para que quede un lamento armonioso, por lo menos:
&.
viernes, 22 de febrero de 2008
Las predilectas
Vienen del brazo, tres y otras dos detrás. Visten chaquetones y abrigos oscuros, con pañuelos al cuello, los zapatos de tacón bajo. Caminan con un balanceo pesado, torpón, lento. Cada seis o siete pasos se paran un poco, y siguen otra vez, andando despacio, con cuidado.
Son las primeras que llegan a la Iglesia. Van primero al Sagrario; después escogen banco, que siempre es el mismo. Se sientan y empiezan a rezar el Rosario. Saludan con la cabeza o con la mano a las que van llegando. Cuando están a mitad de las Letanías, el sacristán comienza a rezar el Rosario a la Virgen del Consuelo, y ellas dejan sus Letanías y siguen el Rosario del sacristán.
Ya está llena la Iglesia. Rezan ahora las preces del Tríduo Doloroso y la coronilla de las Siete Avemarías, con rogativa por la concordia de las naciones, extinción de las herejías, conversión de los infieles y exaltación de la Santa Fe Católica. Ellas lo rezan todo, de carrerilla, apenas el Sacristán dice las primeras sílabas, que se saben de memoria desde niñas, y ahora todas tienen los ochenta cumplidos o van a cumplirlos pronto.
La gente más joven han ido ocupando los bancos de detrás y los laterales. Los primeros, detrás de la mesa de la Hermandad, son bancos de viejas, beatas de calidad, de solera. Como los vinos generosos, han ido mejorando con el tiempo, de año en año, de pena en pena, con la vida y con sus rezos. Las horas de Sagrario y Rosario las llevan en los ojos, que ya ven poco para coser, pero van penetrando mejor lo invisible, aquello que rezan sin meterse en complicaciones de doctrina, pero cada vez con más intuitiva profundidad, como cuando barruntan el tiempo porque les crujen los huesos. Con dos palabras y un suspiro exponen teología comprimida, que se cuece en puchero de lágrimas, a fervor lento, y se toma a sorbitos y a solas.
Llevan en el bolso calderilla para el pobre de la puerta y la canastilla del monaguillo. Todos los dias. Es la sisa de la economía, el diezmo doméstico, la reviviscencia del óbolo de aquella viuda a la que le han recogido el relevo, y ahora son ellas el Evangelio en céntimos de euro.
Cuando el cura en el sermón habla de penas, suspiran. Cuando el cura en el memento nombra a los difuntos, suspiran. Cuando se ponen en fila para la Comunión, suspiran. Cuando vuelven de comulgar, suspiran. Como si el alma necesitara más soplo, porque les ha crecido.
.
Se van las últimas, después de pasar por el Sagrario y detenerse en algún altar, o en dos, o en tres, o en todos. Son viejas, y hacen las despedidas largas.
.Cuando al fin salen, dan las nueve y media en la torre del reloj, con dos campanadas dobles, lentas, al compás de su paso lento y torpón.
+T.
miércoles, 20 de febrero de 2008
Una Europa minada
martes, 19 de febrero de 2008
O Fortuna
Aparte el formato quasi karaoke, pienso que es muy "cuaresmal" este montaje del O Fortuna de los Cármina Burana del maestro Carl Orff:
Orff tiene la extraña gracia y maestría de haber compuesto música clásica para un tiempo y en un tiempo en el que se había renunciado al clasicismo y optado por la improvisación pseudo-artística.
Un logro más de su genialidad es el de haber traducido en notas una extraña literatura ensalzándola, dotándola de un grado más alto de arte que el que los versos goliardescos tenían en sí, simbiosis que se logra muy raramente.
Si el Orff mil veces criticado por conservador y reaccionario (la piara siniestra no perdona nunca las genialidades de ningún tipo a la vez que impone sus mediocridades de toda laya) es un creador ajeno a su tiempo, que lo digan las veces que nuestro tiempo ha acudido a Orff y sus Cármina para expresarse.
Como yo estoy haciendo ahora, proponiéndola como música "cuaresmal".
Es porque la letra parece tan propia para un primer paso de contemptu mundi:
O Fortuna
velut luna
statu variabilis
semper crescis
aut decrescis;
vita detestabilis
nunc obdurat
et tunc curat
ludo mentis aciem
egestatem,
potestatem
dissolvit ut glaciem.
Sors immanis
et inanis,
rota tu volubilis,
status malus,
vana salus
semper dissolubilis,
obumbrata
et velata
michi quoque niteris;
nunc per ludum
dorsum nudum
fero tui sceleris
Sors salutis
et virtutis
michi nunc contraria
est affectus
et deffectus -
semper in angaria.
Hac in hora
sine mora
corde pulsum tangite;
quod per sortem
sternit fortem,
mecum omnes plangite
O fortuna - como la luna- en estado variable - siempre creces- o decreces - vida detestable - que ahora dura - y después preocupa - en el juego la punzada - de pensar en la indigencia - la potestad - derrites como hielo - Suerte desmesurada - y vacía - tú rueda voluble - mal asentada - hueca salud - siempre disoluble - ensombrecida - y velada - también resplandeces para mí - ahora por el juego - la espalda desnuda - llevo de tu calamidad - suerte de salvación - y de virtud - para mí ahora contraria - es afecto - y defecto - siempre forzado - En esta hora - sin demora - tocad el pulso en el corazón - lo que por la suerte - derrumba al fuerte . llorad todos conmigo!
Muy "cuaresmal", ¿verdad?
A la letra (traducción bruta-literal-macarrónica de un servidor) que describe la fatal variabilidad de eso que llamamos "fortuna", Orff le ha puesto esa música tan poderosamente turbadora y fascinante a la vez.
¿Qué más digo a propósito? Diré que estamos en las antípodas, en el reverso de otro mundo que bien pudiera simbolizarlo el emblema y el mote cartujano:
"Stat Crux dum volvitur Orbis", tan cuaresmal también.
Son dos referencias que siguen polarizando el mundo y a los hombres: Los que se suben a la rueda de la fortuna y los que se vinculan al eje de la Cruz. ¿Hay un medium virtutis, un centro equidistante que sirva de ubicación circunspecta a los que aborrecen (o temen) los polos? No sabría decir; pero parece - según los cartujanos - que lo único inmovil, firme, bien asentado, estable y constante, es la Crux.
Sub specie aeternitatis decían los antiguos que había que considerarlo todo. Y parece que el eje extático está más conforme con la species aeternitatis, ¿no?
Lo que pasa es que desde chicos - ¿por qué será? - nos gusta montar en tiovivo. Debe ser por algo del pecado original, la concupiscencia, y todo eso. Pero más cuenta nos trae que vayamos ensayando la eternidad, que es lo que va a durar, verdaderamente.
+T.
lunes, 18 de febrero de 2008
Climb every mountain
Aunque reconozco que es el efecto de la música, más que el de la letra, tan "music hall". De todas formas la monja quasi en trance y cantando el emocionante y sugestivo "Climb every mountain...", es una escena con la que sintonizo y simpatizo....mucho.
Dos versiones en youtube:
Esta, cantada espléndidamente por Kiri Te Kanawa
Y esta con la escena de la peli: La abadesa perseverante, profunda y mística, con la novicia liviana y guitarrera en trance de "desmonjarse", cada una en lo suyo:
He encontrado otra, también muy bien cantada por la estupenda Leontine Price, pero se escucha muy mal. Conque me doy por satisfecho con estas dos.
Sé otra canción que podría complementar perfectamenta a esta, del grupo Brotes de Olivo, que repetía una sencilla letra: "...Vente a la Montaña, donde está el Señor/ Vente a la Montaña, vente a la Montaña..." La recuerdo como música de fondo de unos ejercicios espirituales en La Zubia; desde el comedor se veía Sierra Nevada, con el pico del Veleta relumbrando, y todas las mañanas, durante el desayuno, las monjas nos ponían un disco con esa copla: "Vente a la montaña, vente a la montaña..."
En fin! Esto es una coda, un estrambote gracias a la sugerencia de Mendrugo (que no sé quién será).
+T.
domingo, 17 de febrero de 2008
¡Qué bien se está...!
sábado, 16 de febrero de 2008
A propósito de lo de Dinamarca
viernes, 15 de febrero de 2008
Confianza
Claudio de la Colombière es un santo excepcional. Le cupo en gracia dirigir espiritualmente a Margarita Mª de Alacoque en la Francia profunda de Paray-le-Monial, en pleno siglo XVII, cuando las revelaciones de Cristo dando a conocer a la religiosa visitandina la devoción de su Sagrado Corazón, uno de los capítulos más emocionantes de la espiritualidad moderna. Con soeur Margherite estuvo Claudio Colombière, tan discreto, tan atento, tan profundo. Un año en Paray le Monial (1675-76) le bastó para hacerse cargo de las cosas del Corazón, y eran tres: El de Cristo, el de Margherite y el de Claude, un Maestro y dos discípulos en un curso intensivo sobre el Corazón de Dios.
Tu enemigo y enemigo mío cada día me tiende nuevos lazos; podrá llevarme a perderlo todo, pero no la esperanza en tu misericordia. Aunque recayera cien veces y mis culpas fuesen cien veces más terribles de lo que son, seguiría esperando en Ti."
+T.
jueves, 14 de febrero de 2008
Vanitas vanitatum...pero con corona
My Peculiar Aristocratic Title is: Imperial Majesty Terzio the Introspective of Divine Intervention Get your Peculiar Aristocratic Title |
...y, vanitas vanitatum, me ha hecho gracia la cosa, y la pongo aquí, que es su sitio: Un espacio virtual para un magno título virtual.
También le pongo música a tan fausta ocasión, faltaría más:
...aunque la música va en serio (y la letra también).
En el Breviario pusieron como himno para Cuaresma un poema de Sor Cristina de Arteaga, née hija del Duque del Infantado, Grande de España, y después monja jerónima de clausura en el Convento de Stª Paula de Sevilla, donde murió. La conocí de priora, y las tocas todavía dejaban ver la noble cuna. Este es su poema-himno:
¿Para qué los timbres de sangre y nobleza?
Nunca los blasones
fueron lenitivo para la tristeza
de nuestras pasiones:
¡No me des corona, Señor, de grandeza!
¿Altivez? ¿Honores? Torres ilusorias
que el tiempo derrumba.
Es coronamiento de todas la glorias
un rincón de tumba.
¡No me des siquiera coronas mortuorias!
No pido el laurel que nimba al talento,
ni las voluptuosas
guirnaldas de lujo y alborozamiento.
¡Ni mirtos, ni rosas!
¡No me des coronas que se lleva el viento!
Yo quiero la joya de penas divinas
que rasga las sienes.
Es para las almas que tú predestinas.
Sólo Tú la tienes.
¡Si me das coronas, dámelas de espinas!
Conozco a un probo sacro varón que tachó ese último verso, parece que lo estoy viendo. Fue sincero, porque lo que se dice en un verso o se reza en una plegaria no va siempre aparejado con el querer o el valor del corazón, que no suele estar para espinas extras.
Pero ahí quedó el himno desencantado de vanas coronas, con su verso final, por si alguien recoje el guante a Sor Cristina y se atreve a pedir lo mismo.
p.s. El secreto está en a Quién se pide.
&.
miércoles, 13 de febrero de 2008
Super nivem dealbabor
Se ven, por este orden,la Iglesia de Getsemaní, luego los aledaños de la Puerta de San Esteban, las cúpulas de la Basílica del Stº Sepulcro, una panorámica de la ciudad (desde las azoteas de Casa Nova?), unas imágenes tomadas en uno de los parques de la Jerusalén moderna, y otra vez las cúpulas del Santo Sepulcro.
"Si oblitus fuero tui, Ierusalem/Si me olvido de tí Jerusalén..." etc. Sal 136,5
Pues por eso.
+T.
lunes, 11 de febrero de 2008
La Virgen del Gave
La pureza en ti, Virgen del Gave,
un pie desnudo con la rosa de oro
sobre la nieve de febrero,
suave como un pisar de tórtola.
La pureza es en ti, Virgen del Gave,
un ceñidor azul, que, en gesto de ave,
vuela sobre la nieve de la túnica.
La pureza es en ti, Virgen del Gave,
tu saludo cortés, tus manos juntas,
tu zureo en las rocas.
La pureza es en ti, Virgen de Gave,
un abrirse de brazos, como inmensa
azucena de luz, transfigurada,
que nos dice: Yo soy la Inmaculada.
viernes, 8 de febrero de 2008
Et pro (pérfidis?) Iudaeis
Del Judaísmo y los judíos nos separa lo que va del Viejo al Nuevo Testamento. Con la enorme distancia de que el Israel Veterotestamentario tiene su continuidad sobrenatural en la Iglesia, pero sobrevive en el judaísmo, que sólo participa relativamente de la continuidad de la Historia de Salvación de los antiguos Patriarcas, Profetas y Reyes de Israel. El Pentateuco y toda la Biblia es nuestra, pero el Talmud y demás tradición judía post-neotestamentaria no. Tampoco el judaísmo actual conforma una absoluta continuidad del Antiguo Testamento y sus instituciones religiosas, sino que, de facto, el Judaísmo es una religión ex-sese con supuestos y precedentes veterotestamentarios, que le confieren entidad-identidad, pero no "identicidad" en el sentido de que equivalga a ser una y la misma realidad, pues no lo son.
Después de la barbarie nazi, la sensibilidad pro-hebrea se desbordó incontenible en el mundo cristiano/occidental, a veces con una especie de auto-inculpación traumatizada y acomplejada que sentía y veía culpa donde había, más que nada, historia. Por su parte el mundo judío agudizó una sospecha inveterada que derivó pronto en una acusación manifiesta y una agresividad que, después de tantos siglos, se atrevió a proyectar con resentida violencia contra...¿contra quién? Aquí la sabiduría, que decía el Apóstol del Apocalipsis, y el sepa interpretar que interprete: No contra el Cristianismo en general, sino contra La Iglesia Católica, muy en particular.
La Iglesia Católica mantiene - se puede decir que desde sus orígenes - una cuestión religiosa con el Judaísmo. La existencia de la Iglesia supone la no-existencia de otro Israel bíblico que no sea el que subsiste en la Iglesia, que es su continuación en la Historia Salutis. Por eso el conflicto es religioso, no cultural, ni político, ni de otra índole.
Cuando en el Vaticano II se aborda el tema del judaísmo, la Declaración Nostra Aetate (cfr nº 4) explicita la doctrina de la Iglesia en unos términos inequívocos y definitivos que quieren cerrar los siglos de desencuentro y hostilidad. Desde entonces - y muy particularmente durante el pontificado de Juan Pablo IIº - los gestos de recíproca acogida han ido significativamente en aumento, sin obviar el hecho de la fundamental diferencia de credos e identidad religiosa, a pesar del reconocimiento de una misma fuente original e importantes y sustanciales elementos comunes.
La actualidad ha removido este ambiente de afectuosa proclividad, y, dando la razón a lo que expongo, por un motivo estrictamente religioso: Una oración.
Ha sido que, con motivo de la restauración por Benedicto XVI del Misal de 1962 para la celebración del Rito Romano Extraordinario, se ha reformulado una de las intenciones de la Oratio Fidelium de la liturgia de los Oficios del Viernes Santo.
La oración que se ha cambiado, la del Missale Romanum en esa edición del '62 , era esta:
Pro conversione Iudaeorum.
Oremus et pro Iudaeis: Ut Deus el Dóminus nóster, áuferat velamen de córdibus eórum, ut et ipsi agnoscant Iesum Christum Dóminum nostrum.
(Oremus - Flectamus génua - Levate)
Omnípotens sempiterne Deus, qui Iudaeos etiam a tua misericordia non repellis: exáudi preces nostras quas pro illius pópuli obcaecatione deférimus; ut ágnita veritatis tuae lucis, quae Christus est, a suis ténebris eruantur. Per eúmdem Dóminum nostrun Ies. Chr. etc. Amen.
Esta intención de la Oratio Fidelium de los Oficios del Viernes Santo, apareció así en esa edición del Misal, la de 1962, hecha bajo Juan XXIII, que reformó la oración-intención que, hasta entonces, era esta otra:
Oremus et pro pérfidis Iudaeis: Ut Deus el Dóminus nóster, áuferat velamen de córdibus eórum, ut et ipsi agnoscant Iesum Christum Dóminum nostrum.
( Oremus - Flectamus génua - Levate )
Omnípotens sempiterne Deus, qui etiam iudáicam perfídiam a tua misericordia non repellis: exáudi preces nostras quas pro illius pópuli obcaecatione deférimus; ut ágnita veritatis tuae lucis, quae Christus est, a suis ténebris eruantur. Per eúmdem Dóminum nostrun Ies. Chr. etc. Amen.
La oración (que aunque apareciera en el Misal de Trento, publicado por San Pio V, es mucho más antigua) se cambió por esas palabras, "pérfidis" y "iudáicam perfídiam", que resultaban "malsonantes" y que provocaron la queja de algunos judíos y algunos católicos. En ese sentido, ya Pio XII aclaró que "perfídia" significaba "infiel", "sin fe", sin incluir otros conceptos peyorativos que tiene esa palabra (como traidor-desleal etc.). Al final, por voluntad de Juan XXIII, se "retocó" y quedó como he referido más arriba.
El caso actual ha sido que desde Julio pasado, cuando la publicación del Motu Proprio Summorum Pontíficum, algunos rabinos empezaron a movilizarse quejándose de que con la vuelta del Misal del 62 volviera a rezarse esa oración que, aun en la forma en que quedó después de la remodelación de Juan XXIII (sin el pérfidis y la perfídiam), les parece indignante.
Lamentablemente, se ha tomado en cuenta la queja, y la oración ha vuelto a ser reformada, quedando ahora así:
Oremus et pro Iudaeis. Ut Deus et Dominus noster illuminet corda eorum, ut agnoscant Iesum Christum salvatorem omnium hominum.
(Oremus.Flectamus genua.Levate)
Omnipotens sempiterne Deus, qui vis ut omnes homines salvi fiant et ad agnitionem veritatis veniant, concede propitius, ut plenitudine gentium in Ecclesiam Tuam intrante omnis Israel salvus fiat. Per Christum Dominum nostrum. Amen.
¿Qué se ha quitado esta vez? Algo muy significativo: La alusión al velo que cubre sus mentes/corazones, que es un cita implícita de San Pablo: "Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto ... un velo que cubre su mente y corazón, ..." (IIªCor 3, 14-15)
No sé cual podrá ser la reacción de los tradicionalistas católicos, tan dispuestos a "motivarse" por cualquier cosa. Pero esta sustitución de la oración/intención me parece improcedente, excesiva y desproporcionada, porque la oración tal y como estaba sólo puede ser "ofensiva" para el judío que esté dispuesto a ofenderse: La misma existencia de la Iglesia es para ellos una perenne ofensa, bien considerado.
Haber prestado atención a esa queja de unos cuantos rabinos, me parece improcedente. Si ha sido en aras de un irenismo de carácter inter-religioso, doblemente.
En correspondencia, habría ahora que ponerse a examinar los oracionales judíos y exigir que cambien cuantas expresiones nos resulten ofensivas y malsonantes a los cristianos (que son muchas). Pero esto, claro está, no se hará.
Esta es mi opinión sobre el caso, que lamento se haya resuelto con esta acomplejada condescendencia, tan poco concorde con la solidez que debe tener/mantener la Liturgia.
Algo, sin embargo, entiendo que hay de positivo en el episodio: La evidente intención de que el Misal del 62 y el Rito extraordinario se asuma y se celebre con normalidad. El haber descendido a este detalle de esa oración del Viernes Santo así parece demostrarlo.
Pero hay más: Il Corriere della Sera publicaba ayer la chocante noticia de que el gran Rabino de Roma y otros señalados rabinos italianos declaraban en suspenso el diálogo con la Iglesia Católica por mor de la oración esa, que siquiera en la nueva versión les parece tolerable.
Quizá lo tengamos merecido, como escarmiento. Pero esa es la noticia: Los rabinos italianos con el Gran Rabino de Roma a la cabeza, no sólo no están satisfechos con la reforma de la oración pro iudaeis del Misal del 62, sino que, oportunamente y a propósito, declaran que se han roto la bases del diálogo con la Iglesia Católica, y que se impone un tiempo de reflexión.
El rabino romano llega a decir que se han atrasado 43 años las relaciones de la Iglesia Católica con los judios, y que lo de la oración ha sido un relámpago en el cielo sereno.
Entiendo que la hipocresía farisáica se lleva en los genes y rebrota de manera incontenible al poco que se descuide. Pero esto no suena a anécdota, sino a algo muy premeditado y deliberado, que estaría esperando un motivo para salir a la luz pública. Yo me temo que todo ha sido estudiado y planeado, desde las primeras alarmas por la vuelta del Misal del 62, hasta esta última y sorprendente salida del rabinato romano-italiano.
¿Reaciones católicas? Habrá que esperar a ver quién recoge el guante de la afrenta y en qué términos.
jueves, 7 de febrero de 2008
Limosna
El hombre anciano me dijo: «Amiguito, ¿no eres el hijo de Zen En Giou?». «Sí», respondí.
Le hablé de la situación de mi familia. Me llevó a su casa y cogió un fajo de dinero, lo contó, lo envolvió y me lo dio. Dijo: ‘ Ten mucho cuidado y lleva esto a tu padre' .
Con ese dinero, mi familia tuvo dinero suficiente para comprar alimentos durante varios meses.
miércoles, 6 de febrero de 2008
Immutémur hábitu
Concéde nobis, Dómine, praesidia militíae christianae sanctis inchoáre ieiúniis , ut. contra spiritales nequitias pugnatúri, continentiae muniámur auxiliis. Per Dnm. Ies.Xtum...etc. Amen
La versión del Misal español, es aproximada, pero conteniendo lo mismo y también con esa concisa y profunda expresividad.
Señor, fortalécenos con tu auxilio al empezar la Cuaresma, para que nos mantegamos en espíritu de conversión; que la austeridad penitencial de estos días nos auxilie en el combate cristiano contra las fuerzas del mal. Por Ntrº Sr. Xtº...etc. Amen.
Con estos conceptos: "fortaleza", "auxilio", "conversión", "austeridad", "combate", "fuerzas del mal", se está enunciando una doctrina completa. Destaco ese "combate cristiano contra las fuerzas del mal", que parece decir que sólo es posible combatir el mal ( o al mal ?) con fuerzas cristianas, y que lo que existe en el mundo es un gran combate cristiano contra el mal (el Maligno) y sus fuerzas, combate que tiene momentos, tiempos, en los que se precisan fuerzas especiales, como en cualquier guerra.
Una cuestión: Cuando crecen las dificultades, aumenta la gracia, pero ¿porque la gracia abunda se crecen las fuerzas oponentes? En Cuaresma que es tiempo de gracia, aumentan también en proporción los embates del mal...?
Aclaro, conste, que no planteo estas cuestiones pensando en la actualidad de España y las fuerzas malvadas de zpeses y demás récua mohina. Yo pensaba "in génere", sin descender a detalles de maldades pedestres; pero valgan - ¿por qué no? - también como casuística de ejemplo.
Volviendo a la Cuarema y sus cosas, le encuentro especial sentido a una de las antífonas de la ceniza: "Immutemur hábitu..." cambiémonos el vestido, la indumenta, la vestimenta. Como una necesidad quasi higiénica, de urgencia. Pero la antífona sigue dura, muy dura: Pretende que el vestido nuevo sea de sayal, cilicio con ceniza, y que rompamos a llorar, vueltos al Señor: Un clamor penitente, todos magdalenas desmelenadas y jerónimos calvorotas con calaveras en las manos y flagelo en el lomo. ¡Qué espectáculo!
Esas cosas impresionan. Y si se hicieran con sinceridad y coherencia, serían una conmoción definitiva: Una conversión (no una revolución).
Pero todavía, los postmodernos, hablan de revoluciones y no de conversiones.
Nosotros, otro año, hemos vuelto al pregon del immutemur con sus cenizas, ayunos y cilicios: Nos damos cuenta de que nos hacen falta...o no?
Una delicia sevillana, un pellizquito del Miserere de Eslava, para pasar mejor el trago cuaresmal (Sí: el tenor es regularcillo tirando a peor; no, esa Iglesia tan feísima no es la Catedral de Sevilla, faltaría más. Pero es que no he encontrado otra cosa...y la calva de Luís Izquierdo me despistó y pensé que era en y luego no era en, si me explico).
+T.
domingo, 3 de febrero de 2008
Carnaval en campaña mortal
El tópico literario de la máscara que oculta la muerte es un tema de carnaval. Quizá porque el carnaval es eso, más que nada. Se disfraza de terrible alegría, de vertigonosa vida, la irrefrenable muerte, que por unos días, por unas noches, un par de horas, se pone careta de risa y tapa su trágica calavera, porque es Carnaval.
sábado, 2 de febrero de 2008
Un Obispo en la SER
viernes, 1 de febrero de 2008
Locus iste
Este tiene poco volúmen:
Y este, que tiene unas fotos muy adecuadas, está incompleto:
Y este del Coro de niños de la Catedral de Colonia, tiene esa pinta de vídeo casero:
Así que pongo este potpourrí que haría estremecer al exigente y hermético Bruckner, pero espero que por sacra y reverente complacencia, me conceda la licencia, porque, además de hipercatólico como Don Antón, estoy seguro de que me concede venia por ser nos quién somos.
Y una simple nota: Cuando uno cree con sinceridad y sentido, transmite el Misterio y anima la fe del que escucha. Bruckner es un ejemplo notable.
Esta es la letra a la que pone música:
Locus iste a Deo factus est,
locus iste a Deo factus est,
a Deo, Deo factus est.
inaestimabile sacramentum,
inaestimabile sacramentum,
irreprehensibilis est,
irreprehensibilis est,
irreprehensibilis est,
irreprehensibilis est.
Locus iste a Deo factus est,
locus iste a Deo factus est,
a Deo, Deo, Deo,
a Deo, Deo factus est.
Tengo la convicción de que se emocionaba y rezaba componiéndo.
+T.