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jueves, 30 de octubre de 2008
La Reina opina
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martes, 28 de octubre de 2008
Nuestro Otoño
domingo, 26 de octubre de 2008
Doñas...lectotrices ???
Cambiar la hora
viernes, 24 de octubre de 2008
Otro que ladra
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jueves, 23 de octubre de 2008
El Indeseable (pero encantado con que lo sea)
miércoles, 22 de octubre de 2008
Retro-justicia
Lo de los jueces italianos condenando a Alemania por crímenes de guerra cometidos por los nazis, es demencial. Pero Italia es así. En Italia, lo que mejor fuciona es lo que no está gestionado por las instituciones del estado (cioé, en Italia funcionan bien y sin problemas la Mafia, la Camorra, la N'dragheta y esas cosas tan serias).
martes, 21 de octubre de 2008
Úrsula y XI mil olvidadas Santas Vírgenes
¿Alguna observación? Yes. Por lo pronto que en la narración de la Legenda aparecen madres, tias, primos, tios y una galería de parientes de Úrsula y sus compañeras; unos son obispos, otros de estirpe imperial, otros paganos que se convierten y al final están en el momento del martirio; también aparecen ángeles que avisan. En fin una verdadera historia al gusto de la época. Jácopo de la Vorágine, el autor-recopilador, observa con cierto ánimo crítico que si bien algunos señalan mediados del siglo III como fecha del martirio de las OnceMil, él opina que hubo de haber sido más tarde porque en aquella época todavía no habían hunos en Alemania (perspicaz observación, para que luego se diga) y otro par de detalles más. Total, que él propone mejor mediados del siglo V, que fue cuando de verdad los hunos asolaron Occidente. No sé cuando, pero en otras tradiciones, es el mismísimo Atila rey de los hunos el que se insinúa a la virgen mártir y el que dispara el flechazo mortal en mitad del pecho a Santa Úrsula.
Gracias a Dios, el cura de mi Parroquia es reverente varón que compesa sus flaquezas con piedad veneranda, y siempre saca de él sabrá qué recónditos arsenales píos algún viejo oracional de donde toma la oración de estas y otras Santas y Santos perdidos. Y la reza en Misa. Y nos enteramos los devotos de que hoy es el dia de Santa Úrsula y sus compañeras Mártires (que eran, a saber, 11.o10, en realidad; y aunque estuvieron a punto de quedarse sin 1, al final fueron, contando a Úrsula, 11.011 (un bonito capicuo de Vírgenes y Santas, como Uds. pueden ver)).
lunes, 20 de octubre de 2008
Gerberto, el Papa Silvestre II Aurillac
Desde que se re-puso de moda, la novela histórica ha ido degradándose en proporción directa al éxito y el número de las ediciones. Muy pocas de las obras publicadas son dignas de entrar en el catálogo del género, la mayoría no pasan de la categoría de libro de ficción-entretenimiento. Lo más llamativo es que hasta escritores de cierta reputación han picado y pecado, escribiendo y vendiendo su novelucha de historieta.
Lo único de valor (lo que más me gusta, quiero decir) de ese tipo de lecturas es lo que el autor saca de obras documentadas sobre los personajes y la época que toma como coartada-pretexto de la narración. Lo demás, agua de borrajas con riesgo de indigestión sub-literaria. Si ni siquiera se toman la molestia de incluir ese tipo de información-estructura historiográfica, el novelucho no merece ni que lo quemen en la estufa.
Cuando Sir Walter Scott (el venerable) y Dumas (el inagotable) inventaban héroes y aventuras, no falseaban la historia. Alguno había que salía malparado (imperdonable el maltrato al gran Richelieu, oh!) y otros ganaban lustre y hasta mito (Richard Coeur de Lion, tan mimado, corregido y aumentado). Pero en general la exposición de las dramatis personae era justa. En los buenos escritores; en los malos y los peores, los abusos fueron creciendo secundum quid. Y hasta el presente, como decía. Por eso mis prevenciones sobre el género.
Uno de los autores contemporáneos mejores en calidad literaria e imaginación es - sin rivales - el argentino Manuel Múgica Láinez. Aunque el Unicornio y El Escarabajo son deliciosas y amenas lecturas, su Bomarzo le hace grande entre los grandes del género. Pocas veces se ha trazado una semblaza más fascinante y a la vez realista e "histórica" de una época/unos personajes/un mundo. No es lectura para todos los públicos, pero es piedra de toque para descubrir sensibilidades y niveles de "cultura literaria". Bomarzo tiene escenas que deberían estar en los museos junto a ciertas obras del arte inmortal.
Volviendo a Gerberto, le tengo simpatía desde que leí El Año Mil, de Henri Focillon. Una edición del libro de bolsillo de Alianza, allá por 1978, en un autobús, yendo a Sevilla, un lunes de Febrero o Marzo. Me lo bebí de un tirón, entre una paisana gorda que llevaba una maceta de espárragos y el cristal de la ventanilla del autobús de la Bética. Cuando llegamos a la cochera de Plaza de Armas, Focillón y su Europa del Año Mil estaban ya en el selecto catálogo de mis favoritos in saecula.
Es facil encariñarse y dejarse encantar por el brujo Aurillac, porque algo de mago tuvo; es verdad. Por lo menos así lo vieron los romanos de su tiempo, y también los germanos. Los hispanos no, porque aquí fue donde le enseñamos, sin complejos, en la joven España reconquistadora que desde Liébana comentaba el Apocalipsis e iluminaba Beatos, que empezaba en la Marca Hispánica y terminaba en el Finisterre Compostelano. Porque Gerberto fue de los peregrinos pioneros, uno que se "inició" en el camino antes de que Gelmírez institucionalizara (y rentabilizara) el peregrinaje.
Ya traía su pequeño currículum de aprendiz de brujo, desde su Auvernia natal. Francia - guste o no - es le Moyen Age. Más "adelantada" que los romanos de Roma y que los germanos del imperio, podía permitirse el lujo de un Gerberto del que presumir ante el mundo que emergía rutilante con el nuevo milenio, el primero después de Cristo. La tesis del libro de Focillón, en contra de los que describen con tintes sombrios el año Mil, es que con el milenio se disipan terrores supersticiosos y amanece un siglo optimista, creativo, rico en inteligencia y arte, desde el Románico a la Escolástica y la sociedad feudal. Las Cruzadas están a la vuelta de la esquina (Gerberto siendo ya Silvestre II las barruntó) y el Medievo más poderoso se despliega como un tapiz de imaginería románica tejido en Gerona o bordado en Bayeux. Y Gerberto de Aurillac sería el Papa Silvestre II que cerraría el siglo X y abriría el Milenio, en Roma.Roma no se lo perdonó. Todavía entre las brumas del Siglo de Hierro, aquellos herederos de las Marozias y los Teofilactos apenas soportaron el "aggiornamento" del Papa Aurillac, con un Otón, ni más nu menos, como patrono y admirador. Le tejieron su particular leyenda negra, de brujo, de nigromante, de tratande del diablo, creando un personaje tan fascinantemente atractivo e imprescindiblemente romano como cinco siglos después harían con nuestro Alejandro VI Borgia. La rendida sumisión del inferior ante el superior se dice y expresa de muchas maneras, verbigracia.
Durante todo el largo medievo, Silvestre II sería uno de los inolvidables que inspiraron o alentaron los delirios de los más avezados en el saber y los saberes. No en vano fue el Papa del año Mil. Desde la cabeza parlante contrahecha en oro que adivinaba por conjuro de Gerberto-Silvestre, hasta los avisos de las muertes papales que suceden en su sepultura, el Papa Aurillac pervive en la fantasía de los romanos.
Lo de la lápida de su sepultura en Letrán es notable: Creído y validado por sacristanes y beatas del quartiere Laterano y Roma entera:
Es fama que: Cum colludit Ossa, pulsat tímpano. Si sudet Sarcófago, obitu lacrimatur Pontificis: Unde mortalibus ómnibus sentarse hora mortis incerta Pontifici excepto Romano.
Es decir que cuando se oye entrechocar los huesos y se ve sudar la lápida de Silvestre II, hay que empezar a llorar porque el Papa se muere, que para todos los mortales es incierta la hora de la muerte, pero los Papas son una excepción; porque Gerberto avisa. Y es verdad. (Y dícese que algunos con malquerencia al Papa de turno pegan el oído al pilar donde está la losa, y pasan la mano a ver si exuda...y repiten la inspección frecuente e impacientemente...Y si alguno lo veía, iba con el cuento al secretario o el sobrino del Papa y causaba la inmediata desgracia del impaciente...O se inventaba la cosa, con parecido efecto para el infeliz). Ita!
Conque se comprenderá el poderoso atractivo que Gerberto de Aurillac-Silvester II puede ejercer sobre el género de los novelorios histórico-esotéricos.
n.b. Pero el que tenga pesquis que me haga caso y se lea, mejor, el librito del Año Mil.
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Item más sobre lo mismo (Pio XII y los judios).
Guido Mendes, el amigo judio de Eugenio Pacelli-Pio XII
Non solum, sed etiam.
Sin embargo, a saber cuántos son ya los infectados irreversiblemente por la calumnia, desde que la lanzaron "a escena" el fatídico 1963.
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domingo, 19 de octubre de 2008
Sobre lo mismo (judios contra Pio XII)
sábado, 18 de octubre de 2008
Otra vez los rabinos
viernes, 17 de octubre de 2008
Anticristianos, otra vez
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miércoles, 15 de octubre de 2008
La Santa (Teresa, of course)
Hablar o callar
¿Cuántas voces cantan un madrigal? ¿Y una conversación interior, cuántas voces tiene? Habla la mente, y el cuerpo también; y el alma, y el espíritu; y habla la vida; y se oye el pasado (y el bordón acorde de lo que vendrá). También caben voces de los otros, recogidas con amor o con dolor, y que se llevan dentro, en la fonoteca particular, nunca compartida, siempre reservada.
Y si entra Dios en la conversación, lo hace por medio del Ángel, o como Palabra, o con lo grabado en la conciencia. Tiene muchos recursos para hacer que su voz esté, aun sonando desde todo y con todo, pero dejando su nota distinta, profunda.
Cuando la conversación está bien llevada, es tan armónica como un madrigal de Monteverdi, con sus ritmos, sus entradas, sus pausas, con voces y el contínuo de fondo acompañante. Se quedan frases, notas, melodías, que se retoman o se dejan ir.
Los primeros versos, el canto que abre, tienen la frescura del aire que se siente claro y nuevo; despues se templa y hace ambiente. Parece que cuando se quiera se podrá reiniciar, continuándolo. Con otras palabras, con otras notas, pero la misma música con su misma lengua.
A Terzio le hubiera gustado tanto escribir la letra, como componer la música, y también cantar cada una de las voces y pulsar el bajo.
Parlo, miser' , o taccio?
S'io taccio, che soccorso havrà il morire?
S'io parlo, che perdono havrà l'ardire?
Taci; che ben s'intende
Chiusa fiamma tal'hor da chi l'accende.
Parla in me la pietade,
Parla in lei la beltade;
E dice quel bel volto al crudo core,
Chi può mirarmi, e non languir d'amore?
Claudio Monteverdi VIIº Libro de Madrigales; letra de GianBattista Guarini (y el amable Mr. Youtube, of course).
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domingo, 12 de octubre de 2008
Cine-Cine del 12 O.
Soy de la generación que veía todos los años Agustina de Aragón en la tele, cada 12 de Octubre. No puedo precisar hasta cuándo duró esa familar escena de sobremesa en blanco negro, pero Aurora Bautista con el cañón y Juan Espantaleón con el cachirulo son entrañables estampas que marcaron mi impresionable vis patriótica, indeleblemente y para los restos. Uds. se harán cargo.
Y heme aquí, cuarentón abocado al medio siglo que echa de menos aquellas estampas de mi tierna y sana infancia, moralmente irreprochable. Cosa que no es de extrañar, que ya se sabe cuánta verdad encierra eso de los pretéritos paraísos perdidos. Y era un paraíso ver la Agustina de Aragón de Juan de Orduña, y una remembranza paradisíaca recordarlo. Oh!
Desgraciadamente los pobrecitos niños de ahora no crecerán con esas formativas imágenes, que ponían en película los dibujitos de la Enciclopedia Álvarez, otro tesoro que alcancé a conocer porque algunos de mis primeros señores maestros seguían aferrados a su sólida pedagogía y, aunque nos hacían comprar los libros modernos para guardar las formas, seguían enseñándonos con la Álvarez como libro patrón insustituíble (sabia y magistral opción que agradezco en la distancia todo lo que puedo y cada vez que puedo). Allí venía dibujada Agustina de Aragón, con la mecha en la mano prendiendo el cañón, lo mismito que el grabado de Goya, lo mismito que luego salía en la peli de Juan de Orduña, con Aurora Bautista y Juan Espantaleón. Todos los años el Dia del Pilar.Me avisó un amigo entendedor, la otra tarde, que ni se me ocurriera ver la peli tan malísima que han rodado con multi-subvenciones pesoeras-zperas sobre el 2 de Mayo y todo lo demás. Como casi tutto el reciente cine español, caca cacarum con el consabido plus de memoria antihistórica de lo que no fue tal y como quiere la piara que hubiera sido. Como no pienso verla (bastante que subvencionen a costa del respetable las basurillas del régimen como para que encima las pague uno en taquilla; con obligada cuota de pantalla, además); como no tengo intención de verla - iba diciendo - me solazaré recordando aquellos mis 12 de Octubre en blanco y negro de Cifesa.
El recurso siempre digno de nuestros lost paradises.
&.sábado, 11 de octubre de 2008
Haciendo patria
viernes, 10 de octubre de 2008
La Inquisición es CosaNostra
jueves, 9 de octubre de 2008
Pius PP XII. In memoriam
Mi madre nunca se enteró de la polémica levantada en contra suya por sus enemigos, los de siempre. Tampoco supo de la ingratitud de algunos, del resentimiento de los que se revolvieron mordiendo en su rabia la mano benedicente del gran Pacelli. Para ella, como para tantos, Pio XII estaba tan alto que el fango de los miserables de turno nunca le tocó. Su impóluta sotana blanca sólo tuvo la huella de la sangre de su pueblo, cuando acudió el primero a consolar a los romanos desolados por el bombardeo de San Lorenzo Extramuros.
miércoles, 8 de octubre de 2008
La afrenta de los energúmenos
La envidia - que es pecado capital, cabeza de otros muchos - se disfraza de tantas cosas como tantas son las realidades envidiadas. La envidia - que es "tristitia boni alieni"; tristeza de/por/a causa del bien ajeno - llega algunas veces en algunos casos al paroxismo de destruir el bien deseado y no gozado. En las páginas de sucesos aparece con relativa frecuencia y universalidad la escena de la fea que arroja ácido u otro corrosivo al rostro de la bella; o quema, o corta, o hiere de la forma que sea. También se repite que el agresor sea el amante no amado, despechado y violento por no ser querido, por ser despreciado, ignorado, y no poder poseer a su pretendida y deseada. Una tragedia con una víctima y un criminal, relativamente perturbado, pero siempre culpable en cuanto consciente del mal que hace, queriendo y odiando.
La patología, aunque corriente, tiene dificil excusa. Cuando reinaba el sentido común, en otros siglos, nadie se llamaba a engaño y rara vez se pasaban por alto las aberraciones contra la estética. Una cosa era poner cara de monstruo y cuerpo deforme a una gárgola que servía para escupir agua desde un saliente del tejado, y otra muy distinta imaginar la belleza corporal figurada de un arcángel destinado a exornar el retablo de un altar; pero, aun así, un dragón se hacía hermoso en tanto que dragón, y en su sentido propio. Y se distinguía, y se sabía. Alguna vez se permitía la broma, el juego divertido y equívoco, pero en proporciones y circunstancias aceptadas comunmente, sin falsear por malicia o incompetencia. Y siempre con la maestría del autor patente, incluso alardeando de saber hacer arte con lo feo, deforme o grotesco.
Pero este no es el caso, en el "arte" contemporáneo, me refiero. Desde el desprecio de las formas, un degenerado estado de fastidio hiper-saturado encontró la excusa de la novedad por la novedad para inventar una anti-estética que se impuso por la dictadura de las vanguardias sobre un acomplejado snobismo burgués, siempre insatisfecho y a la búsqueda de últimas experiencias. Estragados en el gusto y auto-alucinados en su hermético subjetivismo, tocaron la fláuta de Hamelín y se llevaron detrás un público acrítico, víctima de una obsesión inducida, bajo la fascinación de un engaño y la recurrente atracción de nada. Empachados, ahítos, de placer en placer, por probar límites, un día comieron estiércol hediondo y dijeron que lo podrido era de buen gusto, e impusieron el corrompido gusto, y muchos gustaron y dijeron sí, y compraron con oro estiércol para ver, oler y saborear. Y ya no hubo vuelta atrás, porque el precio pagado hacía irreversible el paso.
Todo esto es por la "exposición" - Le Louvre, une autre fois - de monigotes del monigotero (una de las más envilecidas personalidades del mundo moderno) Picasso, desgracia nacida en Andalucía, allí donde vivieron y reinaron e hicieron escuela los Grandes a los que nunca alcanzó (y el lo sabía). La petulancia del envidioso se agrava en furia interna si entiende y encuentra motivo de inspiración, con el tormento de aspirar y no poder y no llegar; siempre queriendo, nunca alcanzando. Y la carcoma de la entraña se vomita en falso arte, que disimula la impotencia con la provocación absurda. Eso fue y eso hacía.
Para que entiendan los que sepan y se empecinen los afectados, en Le Louvre han colocado la obra del arte al lado del adefesio del energúmeno. Con el pecado explícito de que se pretende magnificar al fantoche a costa de empequeñecer al artista. No se busca la admiración de Velázquez, sino el aplauso para Picasso; ni para Velázquez ni para el Greco ni para Goya, a los que perversa y equívocamente se ha sumado la monstruosidad engañosa del aborrecible que vivió y avarició fortuna apostatando de España y enchiquerándose francés.
Basura al fin. Perfil de un mundo que ha hecho de gentuza de esa repugnante laya sus gurús culturales. Y digo para las otras artes degeneradas lo mismo (precisamente están radiando en nuestra penosa Radio Clásica unas patochadas de L.Berio y de G.Ligeti. Vaya lo uno por lo otro, tales para cuales).
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martes, 7 de octubre de 2008
Lepanto en la memoria
Por eso, por la incesante beligerancia de los Reinos de España contra la amenaza islámica, la España de Felipe IIº era mucho más sensible al peligro que aun representaba un Mediterráneo infectado de piratas berberiscos, obedientes al Sultán que desde la desafortunada Constantinopla (renombrada - ay!- Estambul) daba rostro a una re-actualizada agresividad de la media luna.
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lunes, 6 de octubre de 2008
La Cena pisci-vegetariana del Leonardo
La novedad salió en la prensa, hace unos días. Supongo que el boom del código ya pasó y tienen que echarle un poco de pimienta al caso para que siga "picante", digo yo. El novelucho era un best-seller de diseño, lectura de estación de tren o aeropuerto, un género que distrae y poco más, nada más. La peli fue un fracaso fracasorum, sin paliativos. Pero hay que seguir vendiendo la "trama da Vinci" y mantener el negocio, aunque sea hablando del menú de la Cena.
Y de eso escribo yo ahora. Sin ser experto, y así a "vuela-tecla", expongo mis conjeturas de por qué esa dieta pisci-vegetal en la mesa davinciana:
- La pintura del Leonardo se hizo en un convento y para su comedor: Refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie, en Milano (Milán, decimos aquí).Una "sala di pranzo" en la que se comía todos los días. Junto con la comunidad, más de una vez comerían Leonardo y sus ayudantes. Recuerdo que en su película "Il Decamerone" el maestro Passolini recreó una escena parecida: Un pintor del Trecento comiendo en el refectorio con los frailes.
- En el caso de Leonardo era un convento de dominicos. Los dominicos seguían en aquella época (fines del XV, 1494-98 es la fecha de factura del fresco de la Cena) estrictamente o con algunas mitigaciones la Régula Sancti Augustini. Esta regla monástica (muy difundida y base de muchas otras reglamentaciones de comunidades religiosas) prescribe largos períodos de abstinencia de carne durante el año. No recuerdo con precisión, pero me parece que la abstinencia comenzaba en Adviento, y había comunidadaes más rigoristas que la empezaban después de la fiesta de Todos los Santos; se suspendía durante Navidad-Epifanía, volvía a retomarse inmediatamente después, en Septuagésima, y ya no se interrumpía hasta Pascua de Resurrección. Luego había otras "cuaresmillas" que eran vigilias para algunas Solemnidades y otras ocasiones. Conque gran parte del año, en los conventos dominicanos se comía dieta pisci-vegetariana.
- Las pinturas religiosas suelen recoger algunos detalles anecdóticos que conectan la escena representada con la vida real. Hasta el siglo XIX con las escuelas de los "Nazarenos" y los "Pre-Rafaelistas" no empieza a despertarse en la pintura el interés "historicista", intentando plasmar lo más aproximadamente reales los vestuarios, escenarios y demás circunstancias de las escenas evangélicas. Hasta entonces, el arte cristiano representaba más bien el entorno del pintor y su época al evocar la vida de Cristo. Tantas veces, para saber cómo era el ambiente de una boda del Quattrocento, lo mejor es contemplar una pintura de esa época que represente las Bodas de Caná, por ejemplo; y si hay que averiguar cómo era un taller de carpintería del siglo XV, lo mejor es buscar una pintura o miniatura de San José carpintero.
En ese sentido, no es de extrañar que al estar el fresco de la Cena presidiendo el refectorio conventual, se pintara en la mesa un "menú de vigilia" como el que se tomaba en el convento. La Mesa de la Cena tendría más o menos la misma comida que tenían servida las mesas de los frailes que estaban debajo, con iguales o parecidas viandas. Si además se considera que la Cena es de "Jueves Santo", no es extraño que se pintara en la Mesa del Señor y los Apóstoles los platos y fuentes con la comida típica de Cuaresma que consumían los dominicos en su convento.
Unos detalles para confirmar lo que conjeturo: Las anguilas, las naranjas y las granadas.
- Las anguilas eran un pescado corriente en las mesas monacales. Eran fáciles de criar en estanques, que solían tener los monasterios; después se pescaban y se llevaban vivas a pilones o toneles con agua que había en las cocinas, para irlas sacando y consumiendo frescas. Particularmente se servían en comidas del tiempo de abstinencia, siendo muy apreciadas en la mesa.
- Las naranjas son fruta de invierno. Se empiezan a recoger en Diciembre, y duran hasta Marzo-Abril. Ya fueran dulces o agrias-amargas, eran comunes en los huertos y jardincillos de los conventos. En los fondos de las pinturas de Fra Angélico - dominico - es corriente ver naranjos y limoneros. La fruta se comía como postre, o se usaba como aderezo. Tal es el caso del plato pintado en la mesa de la Cena: Una anguila troceada aliñada con gajos de naranja, un típico plato de cuaresma, por los ingredientes y el condimento de temporada.
- Las granadas también eran fruta corriente en los monasterios, siendo así mismo un arbusto típico de huertos, jardines y claustros. La fruta se conserva muy bien, por su corteza dura, que guarda frescos los granos, y se pueden ir consumiendo durante todo el invierno y hasta comienzos de primavera. Si hay cascos de granada sobre el mantel, señal de que la comida representada es de invierno-Cuaresma.
Quiero decir que esos alimentos que se destacan son muy propios y adecuados para una cena de Cuaresma, pudiendo haber sido perfectamente los que se comían un Jueves Santo en el refectorio de los dominicos de Santa María delle Grazie en los años 1494-98, cuando Leonardo pintó la Cena.
No me gusta inventar misterios cuando todo tiene/puede tener una lectura más normal, ordinaria, cotidiana, real. Inventar para fantasear es malo, porque falsea la realidad de las cosas, ya sea arte, ya sea historia. Si encima se pretende alterar con ficciones y ocurrencias el Evangelio, el delirio roza el sacrilegio. Y las cosas santas, tantas veces, son tan sencillas como sencillo se hizo el Dios que se hizo Carne.
Pues esta es mi ocurrencia/explicación a propósito de lo que Leonardo pintó sobre la mesa de su Cena, tan domésticamente sencilla, sin ningún "código" oculto ni en el pescado ni en las verduras. Lo paradójico es el interés de los mentecatos en buscar misterios donde no hay a la vez que desprecian - o no ven, o no quieren ver - el Misterio que tienen delante.
n.b. Si vieran Uds. este mismo articulillo por ahí, en otra web, no se alarmen: Un compadre me pidió que le escribiera una colaboración a propósito, y uno que es servicial le dio cumplimiento al antojo. Pero ahora la he aprovechado para el blog, como derecho de autor.
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