Si esto pudo pasar
esto puede pasar
Pero ni en aquel Berlín ni en este Pekín deberían celebrarse Juegos Olímpicos. Es una contradicción criminal.
Al buscar la ilustración del cartel pekinés, me he encontrado con esta viñeta, que lo dice todo
De propina, velis-nolis, tendremos chinerías comunistas infectándonos todo el verano. En el colmo de la propaganda, hasta en Radio-Clásica te ponen "música clásica china" (que es un tormento chino con coartada de sinfonía dodecafónica).
Y mejor no pensar en los porqués de la concesión olímpica. Porque si ha sido rendición política, hiede; y si es transacción comercial, apesta. Y si hubiera o hubiese "miedo", más miedo me da suponerlo.
No sé si habré incubado una manía chinera, pero últimamente me acuerdo mucho de Mafalda y sus obsesiones.
&.