sábado, 30 de abril de 2016
En las antípodas pías
Esta mañana, en la Santa Misa, al rezar la oración de la memoria San Pio V
Oremos
Señor, tú que has suscitado providencialmente en la Iglesia al Papa San Pío V, para proteger la fe y dignificar el culto, concédenos, por su intercesión, participar con fe viva y con amor fecundo en tus santos misterios. Por nuestro Señor Jesucristo...
Amen.
interiormente, bajo un incontenible golpe de consciencia, a la vez que rezaba (¡Dios me perdone!) pensaba (¡Cristo nos asista!), especial y particularmente cuando dije esa parte central de la oración "...proteger la fe y dignificar el culto...", díjeme a mí mismo (¡Señor, misericordia!): -'¡¡¡Pero si estamos viviendo lo contrario!!!'.
En fin, que tuve que hacerme violencia interior, reprimiéndome para no seguir el juicio, ¡miserere mei!
Y en un segundo ataque, volví, otra vez incontinenti, sobre lo de la providente suscitación, atque preguntéme etiam, iterum de internis: -'Y lo de ahora, ¿también es una suscitación providencial..???'.
Llegado a este punto, confíteor que, para evitar un colapso interno-externo, me puse a considerar cuáles y cuántas serían las virtudes de San Policronio, otro Santo del 30 de Abril.
Algunas veces, es tan dificil creer, rezar, celebrar y ser inteligente, todo simultáneamente; declárolo, ahora que nadie me oye.
p.s. Otro articulete que escribí, illo témpore, sobre San Pio V (¡¡viva!!)
+T.
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