martes, 30 de julio de 2013

Sed contra

 
Papa Franciscus parece querer seguir con aquellas charlas en vuelo que tantos malentendidos y explicaciones costaron a Benedicto (iba a decir su 'antecesor' pero me resisto, porque, realmente, es su coetáneo). Así mantuvo en el vuelo de regreso a Roma una distendida charla-coloquio con los periodistas que iban en el avión (ver entrevista aquí). Aunque en su transcurso dijo cosas importantes, también dejó algunas cuestiones en suspenso y otras respuestas sonaron confusas, si no equívocas. De todo lo que dijo, la prensa ha resaltado en sus titulares esto:

Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?

Esto dijo PP Franciscus.

Sed contra:

"Luego el Señor añadió: -'El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande, y su pecado tan grave, que debo bajar a ver si sus acciones son realmente como el clamor que ha llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré'." Gn 18, 20-21

Este pasado Domingo (n. o. Dom17º lecc. C) , la primera lectura fue Gen 18, 20-32 (intercesión de Abrahám) y el Evangelio Lc 11,1-13 (el Padrenuestro, la oración, parábola del vecino importuno etc).

El paralelo alusivo de las escenas del Génesis con el Evangelio forzaba, en cierto sentido, a tratar en la homilía el tema de la oración, la confianza en la plegaria, la perseverancia en la súplica, la excelencia del Padrenuestro. Todo muy pertinente. Pero se obviaba el terrible marco de la escena, con el pecado de Sodoma y su tremendo castigo como telón de fondo. Quien dispuso esas lecturas, no quería que apareciera como tema el castigo del pecado de los sodomitas y gomorritas.

Algo parecido ha hecho PP Franciscus con su respuesta elusiva, tan impropia.

¿El Papa no tiene nada que decir al respecto? ¿El Papa no es juez del caso, del pecado y el pecador? ¿El Papa puede ignorarlo?

Porque no se trata del pecado de un pecador, sino de un estado de pecado fomentado, promovido, legalizado y generalizado. No es que redivivan Sodoma y Gomorra, sino que una militancia formidable, bien organizada y con medios, suscita e impone en la sociedad actual la pseudo-cultura de la aberración nefanda. ¿Y El Papa no tiene nada que decir? ¿El Papa no juzga?

Sed contra, repito la cita:

"El Señor dijo: -'El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande, y su pecado tan grave, que debo bajar a ver si sus acciones son realmente como el clamor que ha llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré'."

Mal estamos si el Papa, a quien le compete el caso, se encoge de hombros, cierra los ojos y deja pasar.

En estos tiempos, además, en que, más que nunca, quien calla otorga.


+T.

domingo, 28 de julio de 2013

En estado de 'JMJ'




Cuando el Señor dijo que fuéramos como niños no quiso decir que nos comportáramos como niños. Mucho menos como adolescentes. Y no dijo nunca que nos mantuviéramos jóvenes. Desear la juventud perpetua no es una aspiración cristiana, por el contrario, ese fue uno de los mitos antiguos del paganismo, uno de los más perdurables, que incluso llegó hasta el Medievo. Algunos de los valientes que emprendieron la conquista del Nuevo Mundo buscaban también la fuente de la eterna juventud; Ponce de León descubrió La Florida buscando aquella legendaria fuente.

En estos días de la JMJ hemos visto quasi realizada la ancestral aspiración de la vuelta a la juventud, contagiados por el ambiente juvenil de la muchachada católica internacional; ha sido fácil sentirse joven con los jóvenes, moverse entre ellos y con ellos expresar la fe en el Señor desde una Iglesia joven, de jóvenes y para jóvenes.

Pero en cuanto tengamos un poco despierta la (cada vez más necesaria) conciencia crítica, advertimos que algo falla, puesto que las proclamas junioristas sólo sirven, realmente, para los jóvenes participantes (presentes o conectados), sencillamente porque es engañoso extrapolarlas y alentar un estado permanente y general de JMJ en la Iglesia, que no es joven toda ella. En el fondo parece que se aceptara sin discusión una peligrosa confusión: La de identificar juventud con bien, la identificación de juventud como ideal, declarar que la santidad se identifica con la juventud (o viceversa). Esa, al menos, es la impresión, resultando la curiosa paradoja de que en la época más anti-dogmática de todos los tiempos surgen dogmas nuevos y absolutos, como este del juniorismo eclesial, vagamente definido pero quasi universalmente profesado.

Si hubiera que precisar en qué consiste, qué significa y aporta la juventud a la Iglesia, sería fácil y rápido hacer una relación de tópicos: Inconformismo, rebeldía, desprendimiento material, desinhibición, sinceridad, ausencia de prejuicios, altruismo, capacidad lúdica, etc. Una lista de 'méritos' de la juventud, en suma, tan relativamente real como revisable en cuanto a su justo valor. Una lista apreciable, en todo caso, siempre que incorporara ideales y virtudes cristianas, identificándose con ellas según el animoso, optimista y alegre espíritu juvenil.

El entusiasmo y el ambiente alegre es contagioso en las JMJs, es patente. Pero también la impresión de que esa 'movida' es más externa que interna; es decir, que el entusiasmo que se exterioriza no se corresponde con una conversión interior que luego de traduzca en una vida religiosa, devota y virtuosa. A la postre, la mayoría de los grupos juveniles pueden mantener luego en sus encuentros un entusiasmo formal, pero raramente un compromiso espiritual perseverante.

¿Puede haber culpa pastoral? ¿Se puede acusar a los pastores? Entiendo que sí, por dos razones:

1) por frívolo mimetismo con las formas
2) por ausencia de una formación doctrinal/espiritual/moral seria y exigente

Un comentarista de ExOrbe me mandó el yutube que he puesto de cabecera, una grabación que esta mañana ya corría por internet. En la escena que recoge la grabación, la imagen de nuestra Jerarquía es patética; pocas veces se habrá visto un escenario tan elocuente para ilustrar la crisis de identidad de un estamento sagrado que, hasta hace unos 50 años, se caracterizaba por la conciencia de una alta y sagrada dignidad, y hoy se desfigura identificándose con la insustancial frivolidad de un ambiente tópicamente 'juvenil'. Podrían corear con los chicos ensayados la cantinela de 'Esta es la juventud del Papa' cambiando la letra y diciendo, mientras bailan, 'Esta es la Jerarquía del Papa' o 'Somos los obispos del Papa'. Con todo ritmo. A toda marcha. Armando el lío.

Y todos contentos. Todos satisfechos, emborrachados de entusiasmo. Con la engañosa ilusión de que eso es y así se hace la 'nuevangelización'.

Nunca he estado en una JMJ. Comprendo que a algunos le sirva como excitante, una experiencia estimulante para los buenos (y equívoca para los incipientes). Esta mañana he llegado con retraso a la Misa de 9'30 porque ayer estuve hasta las 3 y pico de la madrugada siguiendo la vigilia de adoración de la JMJ, retransmitida en directo desde Copacabana. La celebración tuvo momentos emocionantes, con el Señor expuesto en la Custodia, centro de todo el acto. El Papa, con pocas palabras, señaló un claro esquema de vida: Oración, Sacramentos y obras de misericordia. Las cámaras ponían primeros planos de jóvenes llorando emocionados, rostros sinceros, recogidos, orantes. Se interpretaron algunas canciones, intercaladas entre los minutos de silencio y las preces; todos los cantantes estaban igualmente emocionados, todos cantaron arrodillados, hasta los que se acompañaron de la guitarra, nunca lo había visto antes. Sin gustar de ese tipo de celebraciones, tengo que reconocer que el ambiente de oración era muy atrayente. Se cantó el Tantum Ergo en portugués, con una melodía muy adecuada, el Papa incensó y dio la bendición con el Santísimo; después de la bendición se rezaron las preces de alabanza. El Sacramento, expuesto en una gran custodia, de diseño moderno, fue retirado en una pequeña procesión, portado en andas por cuatro diáconos con dalmáticas, acompañados por acólitos ceriferarios. Como conclusión, ante la imagen de Ntrª Srª Aparecida, se cantó la Salve Regina. Todo me pareció muy digno. Para muchos jóvenes participantes en las jmjs esos momentos son especialmente emotivos y muy recordados luego.

Pero son una especie de paréntesis en medio de un tono general bullicioso, agitado, donde lo contagioso no es el recogimiento sino el tono exaltado, ligero, quasi frívolo. Por ejemplo, esta foto que me han mandado y que no sabía si sacar, pero al final he decidido poner. Total, es una imagen, simpática, desinhibida, juvenil e ingenuamente descriptiva del ambiente sano y amable de las JMJs; disfruten Uds. de la instantánea:



Como se trata de un posado para una cámara, no hay sorpresa en la instantánea del conocido prelado, tan juvenil, así, con la chaqueta por la cabeza, como disfrazado de monja, con las manitas juntas, en piadosa estampa.

Lo que pasa es que viendo el pectoral y sabiendo que es obispo (y un obispo en circunstancias muy especiales), nos cuestionamos la personalidad y el peso de esta nuestra Jerarquía, que Dios guarde (y perfeccione).

Total son pequeñeces, detalles de esta gran movida de la JMJ, que vuelve adolescentes y bailones a los obispos. Justo lo que necesitamos para los males que afectan a la Iglesia.


+T.

viernes, 26 de julio de 2013

Nueva Santidad para la Nueva Evangelización


El vídeo es alucinógeno, estupefaciente, pero muy útil para hacerse cargo del programa, de las nuevas tendencias, del camino que nos quieren hacer seguir. Si no han podido entender la letra en portugués-brasileiro o no han podido seguir bien los subtítulos, supongo que sí se habrán quedado con una parte del estribillo:

"(...)Necesitamos santos que vivan en el mundo, sin sotana y sin velo (...) Santos en blue-jeans que beban cocacola y coman hot-dogs (...)"

Eso dice la copleta. Por internete corre un texto atribuído a Juan Pablo II, unas palabras que habría dicho en la jmj del año jubilar 2000. No he encontrado la referencia de dónde y cuándo lo dijo, pero sí el párrafo completo que da pie a la letra de la canción:

"Necesitamos Santos sin velo, sin sotana. Necesitamos Santos de pantalones jeans y tenis. Necesitamos Santos que vayan al cine, escuchen música y que paseen con los amigos. Necesitamos Santos que coloquen Dios en primer lugar y que sobresalgan en la universidad. Necesitamos Santos que busquen tiempo cada día para rezar y que sepan enamorar en la pureza y castidad, o que consagren su castidad. Necesitamos Santos modernos, Santos del siglo XXI con una espiritualidad insertada en nuestro tiempo. Necesitamos Santos comprometidos con los pobres y los necesarios cambios sociales. Necesitamos Santos que vivan en el mundo, se santifiquen en el mundo y que no tengan miedo de vivir en el mundo. Necesitamos Santos que tomen Coca-cola y coman perros calientes, que usen jeans, que sean internautas, que escuchen discman. Necesitamos Santos que amen la Eucaristía y que no tengan vergüenza de tomar una cerveza o comer pizza el fin de semana con los amigos. Necesitamos Santos que les guste el cine, el teatro, la música, la danza, el deporte. Necesitamos Santos sociables, abiertos, normales, amigos, alegres, compañeros. Necesitamos Santos que estén en el mundo y sepan saborear las cosas puras y buenas del mundo, pero que no sean mundanos."
¿JP IIº, JMJ 2000 ??? (y aquí...y en más sitios por el estilo)  Incluso aquí se atribuye ya a Francisco

¿Sabe alguno de los que visitan ExOrbe dónde y cuándo diría JP2º esto? Como nunca fui especial seguidor suyo, no sé si es cita de algún texto oficial o si sería un espontáneo off the record, dicho bajo el efecto de alguna escena entusiamante. No sé siquiera si lo dijo o si se trata de un apócrifo wojtyliano (lo más probable), pero esa mezcla promíscua de santidad y vida vulgar es asombrosa. En sustancia, podría entenderse bien como una glosa aggiornata de aquel fragmento de la Oración Sacerdotal del Señor:

Yo ruego por ellos:
no ruego por el mundo,
sino por los que me diste,
porque son tuyos. Ya no estoy más en el mundo,
pero ellos están en él;
y yo vuelvo a ti. Padre santo...ahora voy a ti,
y digo esto estando en el mundo,
para que mi gozo sea el de ellos
y su gozo sea perfecto...Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió
porque ellos no son del mundo,
como tampoco yo soy del mundo... No te pido que los saques del mundo,
sino que los preserves del Maligno...Ellos no son del mundo,
como tampoco yo soy del mundo. Así como tú me enviaste al mundo,
yo también los envío al mundo
.
Jn 17, 9-19

Puede ser. Desde este texto precioso podría entenderse bien la letra de la canción y ese apócrifo juanpablista, insistiendo en que la evangelización es 'intramundana' debiendo estar el evangelizador fuera del orden 'mundano' pero activo en medio del mundo, el mundo actual. Bien. Pero ¿por qué esa reluctancia, ese rechazo a los signos que identifican a los Santos que evangelizaron al mundo sin caer en los embelecos del mundo?; precisamente, la sotana y el velo, el hábito religioso y la vestimenta clerical, fueron los signos que identificaban a los que renunciaban al mundo para salvar al mundo siendo fermento de santidad con su acción en el mundo, vestidos unos con sotana y otras llevando sus velos religiosos. ¿Por qué ese rechazo, por qué el distanciamiento, por qué esa repugnancia anti-sotana y anti-velo?

¿Han pasado de moda, ya no son válidos, Francisco de Asís, Vicente Ferrer, Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, Rosa de Lima, Damián de Molokai, Pio de Pietralcina, Teresa de Calcuta? Todos católicos, con hábito, sotana y velo.

Paradójicamente, sorprendentemente, se exalta otro hábito, un 'nuevo hábito': el blue-jeans, la cocacola y el hot-dog, vestimenta/uniforme y dieta. Todo made in USA, curiosamente.

Si se prolonga el silogismo, si se sigue el argumento - ¡¡ que sean valientes!! (ya que son vanguardia) -, hay que concluir que se desea y se busca santos de rock-and-roll, rap y ritmo caribeño; santos de porro, anfetas y coca, santas de look gótico, con tatuajes y vida noctámbula. Etc. etc. etc.

¿No es eso? ¿No se trata de eso? ¿No es la secuencia consecuente del 'no queremos santos de sotana y velo' que canta la canción?

Y dirán, con todo el desparpajo de la insolencia embravecida que sí, que es eso, que quieren justamente eso. Y cantarán el himno a los nuevos 'santos' del mundo, sin sotana y sin velo, santos en pantalón vaquero, tatuaje en el hombro y canuto en los labios. Un prototipo de la nueva santidad.

En la jmj de Rio, hoy mismo, el Papa Francisco ha dado otra puntada, ha añadido otro matiz a la nuevangelización en vaqueros de dieta cocacola. El Papa ha dicho que hay que armar lio:



(aquí más extenso)


No sé cómo se traducirá y entenderá la expresión 'hacer lio / armar lio / liarla' fuera de esta animosa jerga hispano-latina. Sea como sea, la proclama juniorista parece que se adueña del discurso papal referente a la nuevangelización, ese mito de la iglesia del 2000, tan inflado.

Entiendo que en una jmj, pensada para eso, la Iglesia haga proclamas a los jóvenes. Pero me resulta patéticamente doloroso comprobar como el juniorismo vaticanosecundista sigue atrapando el alma de la Iglesia.

Cristo no funda su Iglesia con jóvenes. El adolescente que presenció el prendimiento del Señor en Getsemaní, iba liado en una sábana y salió corriendo desnudo (Mc 14, 51-52).

Los chicos y chicas de la jmj se irán. ¿Se irán evangelizando? Se irán con la copla del 'queremos santos sin sotana ni velo, santos de blue-jeans, cocacola y hot-dogs'

¿Y qué lío armarán? El lio de llegar a sus parroquias diciendo que 'quieren santos sin sotana ni velo, santos de blue-jeans, cocacola y hot-dogs'

Y será un lío, verdaderamente.

Santidad, Papa Francisco, Obispo de Roma: Con lo liados que estamos, con el lio que tenemos ¿quiere su Santidad más lios? ¿Quiere su Santidad que nos líen más? ¿Ha venido su Santidad para liarnos?


+T.

jueves, 25 de julio de 2013

Astro Glorioso de España, Apóstol Santiago !!!





R/ O adiutor omnium seculorum,
O decus apostolorum,
O lux clara Gallecianorum,
O advocate peregrinorum,
Iacobe, supplantator viciorum,
solve nostrorum catenas delictorum,
Et duc nos ad salutis portum.

V/ Qui subvenis periclitantibus
ad te clamantibus
tam in mare quam in terra,
succurre nobis nunc
et in periculo mortis,
Et duc nos ad salutis portum.

V/ Gloria Deo Patri
almo excellentissimo,
et Filio eius
pio altissimo,
Amborumque
Spiritui Sancto.
Et duc nos ad salutis portum.





R/ Iacobe virginei frater preciose Iohannis,
qui pius Ermogenem revocasti
corde ferocem ex mundi viciis
ad honorem cunctipotentis

V/ Tu prece continua pro nobis omnibus ora,
qui pius Ermogenem revocasti
corde ferocem ex mundi viciis
ad honorem cunctipotentis

V/ Gloria Patri almo natoque, flamini sancto
ad honorem cunctipotentis



Ex Voto

+T.

lunes, 22 de julio de 2013

Munilla in Wonderland


Las jmj son una institución juanpablista y los juanpablistas se lo pasan pipa en las jmj. Las jmj son el Woodstock del decadente catolicismo post-conciliar, un 'espárrago rock' en versión pandilla-católica donde se expanden entusiasmos y se recargan baterías con la ilusa energía de 'cuánto nos gustamos', que es una versión degradada del petrino 'qué bien se está aquí'. Las jmj son el Tabor de las propias jmj. Y el Papa, claro.

Es de esperar que el entusiasmante Francisco que arranca unánimes aplausos en Roma entusiasme arrolladoramente en las jmj, un escenario creado para entusiasmar, expresamente. Su desenvoltura populista se prodigará en instantáneas de espontánea complicidad con los jóvenes católicos de la nuevangelización, esas masas de mochila, banderita y acampada, la juventud del Papa que aportan los movimientos neo-católicos, ese fenómeno engañosamente dinámico que, bien examinado, es practicamente estático, sólo móvil en el tiempo, el transcurso que media entre una jmj y otra.

Cada vez que se celebra una jmj, la Iglesia que convoca y asiste es más débil que la anterior, cada vez le cuesta más mantener incluso el entusiasmo que es el ser de la jmj. Las estadísticas pueden dar cifras, pero las cifras no son más que cuentas, cuentos.

El otro día leí lo que cuenta Munilla, que hace una semana que está en Rio jmjeando, encantado de estar, entre guitarritas y chicos-as de mochila con el kit católico.

Munilla es un ejemplar-tipo del prelado juanpablista. Munilla se cree (con toda su buena voluntad) que evangelizar es sentarse en el suelo, cargar mochila, ponerse el pectoral encima de un anorak y hacerse una marcha monte a través, con reata de chicos-as y Misa de campaña con sermoncete de impacto, mechado con unas cuantas palabrejas del argot pijo-urbano.

A Munilla le hicieron campaña - más política que pastoral - gente del estilo de esos grupos del catolicismo no-afiliado que sobrevive en pequeñas fundaciones de viejos jesuitas francotiradores, de los que no se iban de la Compañía descompuesta pero organizaban grupos pretendiendo conservar el estilo jesuita del que la Compañía se desdecía. Al final, los grupos pro-Munilla hoy día se definen en un confuso catolicismo contrahecho, con partes carismáticas, partes neocatecumenales y cierta impronta de la espiritualidad del Opus Dei, todo ello amalgamado con una entusiasta adhesión al Papa, con la figura de JP2º como ideal, por haber sido el Papa que les configuró.

Subrayo que Munilla ha sido un fenómeno político-pastoral confeccionado en la retorta de la CEE. No le veo futuro en el podrido escenario de las Vascongadas, una sociedad manchada por su complicidad con el terrorismo criminal, con un clero algunas veces cómplice y siempre complicado en la sórdida trama del separatismo. A veces intuyo que el día menos pensado Munilla se cansa y se va, por mero instinto de supervivencia, no porque lo vayan a matar, sino porque aquel ambiente mata.

Por eso se comprende el relato del género 'Munilla in Wonderland' que el prelado vasco nos manda desde el trópico de Río de Janeiro, una tópica crónica juanpablista, con patentes toques francisquistas (leer aquí). Entresaco algunas líneas:


"(...) Es emocionante ver la hospitalidad de los pobres (...) fuimos a las favelas donde jugamos un partido de futbol con los chavales (...) entramos en una favela a rezar el rosario, metidos como pudimos en varias habitaciones. Lo hicimos en la favela de una familia en la que habían matado a dos hijos en un tiroteo. La madre nos había preparado una merienda para después del Rosario, y luego hicimos una fiesta con bailes a la que asistieron los miembros católicos de las favelas vecinas (también al Rosario). Todo el mundo bailaba, cada uno en el cubículo en que se encontrase, porque era imposible que cupiésemos en el mismo habitáculo (...) Tuvimos una eucaristía en la parroquia, a la que asistió muchísima gente del barrio. Impresionante cómo se puede compaginar tanta ‘devoción’ con tanta fiesta en la eucaristía (guitarras eléctricas y batería inclusive). Al mismo tiempo, todo supersolemne, con monaguillos con sotana roja y roquete incluído. Al terminar la eucaristía, unos diez minutos de cantos y baile en la iglesia con toda la gente que no terminaba de marcharse, por la música religiosa tan animada (...)


La conclusión de la experiencia:

1.- LOS POBRES NOS EVANGELIZAN.

2.- LA IGLESIA ESTÁ MÁS VIVA QUE NUNCA, A PESAR DEL RETO DE LAS SECTAS.

3.- SI NO OS HACÉIS COMO NIÑOS NO ENTRARÉIS EN EL REINO DE DIOS

4.- TE DOY GRACIAS PADRE, PORQUE ESTAS COSAS SE LAS HAS OCULTADO A LOS SABIOS E INTELIGENTES Y SE LAS HAS REVELADO A LA GENTE SENCILLA "


¿No les resulta a Uds. familiarmente chocante ese estilo condescendiente en el que se dice 'pobre' dejando claro, implícitamente, que el que lo dice se auto-categoriza en un nivel superior?

¿No perciben Uds. cierto tufo acomplejado del que se declara anti-teología de la liberación pero al fin queda prendido en las redes del proletarismo víctima y sujeto de misión-renovación?

Y así en todo lo demás.

Confieso que esto que comento son reluctancias muy personales, mías, impresiones del que esto escribe, que no pretendo transferirles, conste.

Pero conste también esta crónica de la crónica, que no disparata ni delira, sino sólo comenta y esboza algunas conclusiones.

p.s. De los conceptos y tendencias litúrgicas de la jmj de Río y del propio Munilla nada digo, saquen Uds. mismos las penosas conclusiones, conscientes de que esto no es lo peor, siendo Munilla un buen chico juanpablista, modélico en su especie (imaginen con terror lo que pueda haber a su izquierda).


+T.



viernes, 19 de julio de 2013

Lo de Asís en los altares


La foto la publicó ayer en facbook uno de mis amigos/contactos. El mosaico está en la parroquia del Sagrado Corazón, en Roseto degli Abruzzi, en el altar mayor, en el muro del fondo del presbiterio. Es una abigarrada composición; se nota cierta influencia de Rupnik en las figuras y los colores. En dos planos, se representa un Cristo bendicente, que no enseña su Corazón sino que lo oculta con su mano, (una mano sin la herida de la Cruz). Licencias, extravagancias del artista (y del cura que encargó el mosaico, imagino).

Debajo, en otro plano, con unas extrañas perspectivas del interior de la Basílica de San Pedro como fondo, aparece un banco con cardenales y obispos y delante la figura de un Papa; parece Pio XII, por la figura (que no distingo bien en las fotos), aunque si lo que se representa es el aula del Vaticano II supongo que el Papa representado en el ángulo izquierdo será Pablo VI; a la derecha, más al centro, sentado en un trono, el Papa Juan XXIII; sobre su cabeza hay una inscripción con el nombre de la encíclica Pacem in Terris. Marcando el eje de mosaico, una cruz separa esta escena de la del ángulo opuesto.



En el ángulo inferior derecho, bajo el Cristo que bendice, acompasando con la otra escena, aparece representada aquella quasi-abominación de la desolación que fue Asís '86: El Beato JP2º rodeado de cismáticos, herejes y paganos, unus inter pares; sobre la cabeza del Papa y de los otros, se ha escrito la palabra pax/paz, en diversos idiomas. Encima y en el centro de todas las figuras, circunscrito en una especie de mandorla, está San Francisco de Asís.

Toda época ha creado su iconografía, algo muy característico. Se puede, perfectamente, reconocer e identificar, analizar y estudiar un siglo por sus imágenes, las que ha creado y las que lo han recreado. El gran Concilio de Trento tuvo su iconografía y promovió una determinada iconografía. También el Vaticano II ideó sus imágenes, innovadoras, desde la puertas fundidas en bronce por Giacomo Manzú y el báculo-férula de Lello Scorzelli para Pablo VI, hasta los monigotes de Rupnik y los neo-iconos de Kiko. Y este mosaico de Roseto degli Abruzzi, obra del maestro Bruno Zenobio.

Dice el artista que:

"Più che nella chiesa petrina - quella trionfale - trovo la vera interpretazione del messaggio cristiano in alcune figure che sento particolarmente vicine, quali S. Francesco d’Assisi o Madre Teresa di Calcutta, ma anche Ghandi o Chiara Lubich.//Más que en la iglesia petrina - aquella iglesia triunfal - yo encuentro la verdadera interpretación del mensaje cristiano en algunas figuras que siento particularmente cercanas, tales como S. Francisco de Asís o madre Teresa de Calcuta, pero también en Ghandi o Chiara Lubich."
(aquí)

Huelgan comentarios.

Pero, volviendo al mosaico:

¿Qué quiere decir, qué significa? ¿Que después del Concilio Vaticano II lo que sigue es lo de Asís y su 'espíritu'? ¿Que esos son los momentos estelares, los hitos de la Iglesia de fin de siglo y estreno de milenio? ¿Que el comienzo fue el Vaticano II y el futuro será Asís?



La Iglesia no ha tenido escrúpulos en representar el mal, incluso el demonio tiene una abundante iconografía, muy variada; desde que existe arte cristiano, las paredes de nuestras iglesias tienen pinturas de los demonios y del infierno, de los pecadores y de los condenados. También se ha representado a los herejes, muchas veces. Pero cuando figuramos al demonio, lo ponemos como dragón vencido bajo el pie de la Virgen Inmaculada, o como ángel horrendo y tenebroso, rendido y aplastado por San Miguel. Y si pintamos herejes, se representan combatidos por los Santos Doctores, perseguidos por los Santos Predicadores y expulsados por los Santos Misioneros. Nunca, jamás se ha representado en un lugar sagrado, en un altar, a un Papa como un igual entre herejes y paganos. Esto es nuevo, una novedad post-conciliar.

Roseto degli Abruzzi es una pequeña ciudad, poco significante, nada sobresaliente; su parroquia es sólo una más entre tantísimas parroquias católicas que hay por todo el mundo. Pero lo que se ha representado allí es una imagen, una iconografía de cómo se ve y es vista la Iglesia, una muestra de su actualidad.

Una lamentable muestra.

(galería de fotos aquí)

p.s. En el blog Messa in Latino también publicaban hace un par de días un artículo sobre una parroquia de Ostia que ha puesto en una de sus fachadas grandes imágenes de Gandhi, Luther King y Mother Teresa. No comment plus.


+T.

jueves, 18 de julio de 2013

18 de Julio aquel



Ya es historia, y la historia no se repite.
Pero hay historias que quizá sería conveniente repetir.

...De vez en cuando.

¿No?


#.

miércoles, 17 de julio de 2013

¿Qué dice Randjith?




Hace unos días ápareció en los blogs católicos este vídeo en el que el Cardenal Malcolm Randjith hace una breve crítica sobre la actualidad litúrgica. En sustancia, se refiere a lo que se ha perdido y se debe recuperar, todo aquello que la liturgia tradicional ha conservado pero no se ha sabido plasmar, no se percibe, en las celebraciones según la forma ordinaria de la liturgia católico-romana impuesta a raíz de la reforma post-conciliar. Estamos de acuerdo con la crítica del Emmº Randjith y compartimos sus apreciaciones.

Pero en el minuto 1'53 del vídeo afirma otras cosas, bastante extrañas. Transcribo los subtítulos:
"En todas estas religiones orientales muchas cosas se sienten debido al aura de misticismo y meditación de varios tipos de acciones exóticas. Se trata de un lenguaje que habla al corazón, y al cual la iglesia Católica no puede renunciar. En la forma extraordinaria de la liturgia lo hemos conservado; hemos protegido esos símbolos y este lenguaje místico que habla a nuestro corazón más que en el Novus Ordo. Así que tenemos que mejorar el Novus Ordo, necesitamos reforzarlo si queremos que nuestros esfuerzos evangélicos surtan efecto."

Las imágenes que acompañan a estas palabras del cardenal son también desconcertantes: Unos budistas tibetanos accionando 'molinillos de oración', un sacerdote (?) confucionista (?) o shintoísta (?) con un clavel asomando bajo el gorro y el entrecejo marcado con una pasta roja (sangre?). Suponer que - aunque sea remotamente - sean equiparables o puedan ponerse en relación de semejanza esas religiones paganas y sus cultos con la Liturgia Católica, resulta algo sumamente inquietante, sobre todo en alguien como el cardenal M. Randjith.

Acaso, en un lapsus, por la ocasión de la entrevista, recurriendo a una sorprendente forma de captatio benevolentiae, Randjith toma argumentos de la fenomenología religiosa o de la temática de las 'religiones comparadas' y hace esa alusión. Aunque lo estimo injustificable, pudiera ser esta la explicación de esas palabras del Cardenal cingalés (cuya impresión sigue siendo desconcertante).

Un poco antes, refiriéndose a la 'mística' de los ritos litúrgicos de las iglesias ortodoxas orientales, valora la interpretación de cantos, el uso específico de una 'lengua litúrgica', la utilización del incienso etc. Comprendo lo que quiere decir, pero hay que subrayar ante este tipo de apreciaciones (muy comunes entre los católicos defraudados por el minimalismo y la descomposición de la liturgia católica postconciliar) que el valor de un rito o un acto litúrgico eclesial no estriba en la forma de sus pormenores ceremoniales, sino en la entidad del propio rito. Lo grave de la crisis litúrgica del catolicismo post-vaticano 2º no es la desaparición del antiguo ceremonial marcado por las rúbricas, sino el deliberado abandono de la liturgia que había conformado hasta entonces la vida espiritual de la Iglesia Católica. Aquellos ritos despreciados y sustituidos por los del Novus Ordo, no tenían/tienen valor por sus ceremonias, por los paramentos que usaban, ni por el latín en que se rezaban, sino porque eran/son la expresión formal de la fe que realizaba/realiza los Sacramentos, misterios de salvación, con unas formas que traslucen el dogma, la doctrina, la fe, el ser de la misma Iglesia que los celebraba/celebra y que ha recibido aquel rito, aquella liturgia como una tradición preciosa, vinculada esencialmente, sin interrupción, a su historia y a sus orígenes apostólicos. Es lo mismo que expresa San Pablo en la Iª Cor cuando enfatiza con emoción, solemnemente "...Yo he recibido una tradición que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido".

Lo 'oriental', per se,  no tiene valor espiritual, ni cristiano. Tampoco el incienso es por sí merecedor de más aprecio que el que se le tenga a cualquier perfume. Ni siquiera el patrimonio artístico vinculado al culto antiguo, por valioso o meritorio que sea, tampoco vale por sí: El valor de todo lo que usa la liturgia cristiana depende del ser de la misma liturgia que es actualización del Misterio de Cristo, el ser medio efectivo de la Gracia santificante, esto es lo que da valor a lo accesorio que es mero elemento auxiliar, simple instrumento.

Con un Stradivarius se puede interpretar la Chacona de Bach o tocar una cacofonía compuesta por un pseudo-músico de vanguardia. Ciertamente, una música superior merece un instrumento superior, pero la esencia es la partitura, la música, no el instrumento.

El problema de la crisis litúrgica del post-concilio es esencial, no sólo, ni principalmente, formal o material. Desde una esencia devaluada se ha llegado a una formas degeneradas; este es el meollo del caso.

Dice Randjith que 'tenemos que mejorar el Novus Ordo'. No sé por qué no se atreve a decir que se debe corregir, suprimiendo muchas cosas y recuperando otras, que es lo que se debería, lisa y llanamente, decir. Pero no lo dice, quizá porque sus circunstancias no se lo permiten (o el no se lo quiere permitir, por las circunstacias). Subraya que "...hemos reducido (la liturgia) a una serie de acciones. La acción, sin embargo, no es lo más importante. Lo más importante es el ser."

Hay que profesar lo esencial, insistir en el Credo para restaurar lo arruinado y regenerar lo pervertido.  La clave de todo es la fidelidad a la tradición que expresa la fe recibida; la sentencia 'lex orandi lex credendi' es la clave, no 'lo oriental', entre otras razones porque también el Oriente está afectado de los mismos males que el Occidente (aunque lo disimulen con incienso).



+T.

viernes, 12 de julio de 2013

Cuando lo profano desplaza a lo sagrado


Me pidió un comentarista que incluyera un link a Página Católica con imágenes de la velada del pasado 29 de Junio en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires; aquí pueden ver las fotos. La escena es triste, para quienes pre-sentimos la sombra de la profanación usurpando el espacio/tiempo de lo sagrado. Porque se trata de eso.

Al poco de recibir el link del comentarista, me encontré con este artículete en la página contra-católica de Religion Digital: Las discotecas o guateques santos en Brasil

No las conocía, pero no me extraña el fenómeno porque, desgraciadamente, es ya corriente. Me dicen que hasta en Polonia, la patria del Santo Súbito, se hacen cosas como las que reseño más arriba. Es un fenómeno que crece parejo a la nuevangelización. Por meter en la iglesia a la gente joven, convierten los templos y capillas en salones de música y baile. El efecto equívoco es des-evangelizador, porque no forman en la fe y la piedad a los jóvenes, sino que les proporcionan un sucedáneo que no es ni verdaderamente religioso/católico ni auténticamente festivo/lúdico. Los efectos de estas falsificaciones se verán con el tiempo. No intuyo buenos resultados, ni pastorales ni espirituales. Pero es lo que hay, por todos sitios.

Hace unos meses me sorprendió un yutube grabado en una celebración de Comunitá Cenácolo, un nuevo movimiento muy exitoso en Italia: Nuevangelización, tratamiento de toxicomanías, liturgias con cante y baile. En el yutube se puede ver cómo retiran el mantel del altar (la Misa ha concluido) y dos chicos se ponen a un extremo y otro del altar para dirigir a la asamblea, que canta, baila y repite los gestos mímicos de los dos gogó-boys. Vean:




Insisto en que todos hacen los mismo, con variaciones. El Domingo pasado, por ejemplo, vi un poco de la Misa de clausura de la asamblea anual de la Renovación Carismática, en Madrid; no he encontrado la grabación; celebraba la Misa Jose Ignacio Munilla, el obispo de San Sebastián. Munilla celebra como un obispo juanpablista, escenificando, poco recogido, con poca observación de rúbricas, con cierto aire rutinario, dejando ver algunos detalles chocantes. El clero concelebrante, revestidos de alba y estola (casi todos sin cíngulo), carismáticos todos. La mesa de altar improvisada era baja, le llegaba a Munilla poco más arriba de la rodilla. Detrás, una orquesta de baterías, guitarras eléctricas y otros sonajeros, cantaba y medio-bailaba coplas pseudo-litúrgicas de género pop-carismático.

No recuerdo quién, me contó hace poco que existe una 'iglesia' evangelista pop-rock-country, muy concurrida. Se llama Hillsong. Me dijo también mi informante que algunos grupos católicos (nuevangelización etc.) usan en sus reuniones y celebraciones las músicas-coplas de Hillsong, que gustan mucho a los des-católicos de mal gusto musical/espiritual. En este yutube pueden Uds. ver el estilo Hillsong.


¿Acaso no se siente - lo dije al comienzo - cómo la sombra de lo profano invade el espacio/tiempo de los sagrado, de lo sagrado católico, lo más sagrado?

Después de esa invasión/violación/profanación, ¿qué queda?

Creo que sólo la huella de una devastación espiritual que deja en el campo (en la Iglesia, en las almas) un espantapájaros contrahecho, esperpéntico, patético. Sobre él se posan los pájaros que picaron y se comieron la semilla de la Parábola.



Todavía con la impresión del Papa Francisco con la cruz de palo pintada de esmalte azul, celebrando encima de una barca rota, predicando desde un púlpito-ambón hecho con dos tablas y un timón de naufragio, con la estampa del Papa en Lampedusa en mis ojos, me preguntaba ¿por qué?

Esta mañana, en la Misa, mientras recitaba (en secreto y en privado) el salmo del lavabo, me dí cuenta que estaba rezando algo que los sacerdotes (los que celebran según el misal nuevo) ya no rezan:

Domine, dilexi decorem domus tuæ,
et locum habitationis gloriæ tuæ

Señor, amé la belleza de tu casa / y el lugar donde habita tu gloria
(Sal 26, 8)

No se reza ya, quitaron este salmo que acompañaba al lavabo de los dedos del sacerdote; ha dejado de rezarse y con los versículos del salmo se ha perdido también la conciencia sacerdotal de la belleza de lo sagrado, la conciencia sacerdotal de procurar y conservar la gloria y esplendor de la casa del Señor, que es su templo, que son nuestras iglesias y nuestros altares.

Por eso lo de Lampedusa y todo lo demás. Son epifenómenos de una misma dolencia, muy profunda, que estraga y descompone a la Iglesia desde hace 50 años.

Cuando hace seis años el motu proprio de Benedicto parecía el comienzo del remedio, la renuncia del 11 de Febrero fue un parón en seco y la elección de PP Franciscus un bloqueo con acelerón en dirección por el camino que no es.

El Señor tenga piedad y nos bendiga.


+T.

viernes, 5 de julio de 2013

Bi-Papal


El Vaticano es uno de esos sitios donde no se dan puntadas sin hilo; salvo los imprevisibles imponderables, es raro que ocurran casualidades, nada se improvisa, todo se delibera. Incluso en la espontaneidad más trivial hay algo estudiado, premeditado. No estoy diciendo que todo sea falso o impostado; lo que digo es que no hay efecto sin causa ni acto sin intención.

Por eso me causa mal efecto el acto de esta mañana pasada, con la aparición en público de Francisco y Benedicto, tête a tête, codo con con codo, en dos sillones, uno sentado junto al otro. Una imagen equívoca hasta el extremo.

El año 2013 está siendo traumático. Si en Julio del año pasado nos dicen que doce meses después veríamos una estampa como la de esta mañana, hubiéramos contestado al que nos lo dijera que deliraba, que veía fantasmas y figuraba espejismos. El tiempo, sin embargo, no ha mostrado la realidad contingente con toda su fuerza traumatizante.

Pero como se acostumbra a los niños a superar los traumatismos familiares, rupturas, abandonos, ausencias y distancias, así parece que se nos quiere normalizar la conciencia, con actos anómalos aparentemente normales. Pero no son normales. Yo, por lo menos, procuro mantener despierta la conciencia crítica resistente de la a-normalidad. No soy tonto ni me gusta que me metan en la lista de los bobos que asienten y aplauden.

En este caso nos han dado a comulgar la piedra de molino de dos Papas al alimón, el día que se publica esa inaudita encíclica elaborada por uno y firmada por el otro. Escrita a 'cuatro manos', han dicho los medios (tan perversamente vulgarizantes).

Si Francisco renunciara también (algo que desde que salió al balcón intuimos que podía pasar en cualquier momento), sería de pesadilla ver juntos a tres, uno, otro y otro.

Como en las fotos de esta mañana Benedicto llevaba pectoral de oro y Francisco pectoral de plata, el que viniera podría ostentar pectoral de bronce.

Lo peor es que la mayoría aplaude, no problem.

Yo mantengo, sin embargo, que el trauma golpea por dentro. Porque la Cabeza Visible de la Iglesia es el Papa, y hoy - lo expliquen como lo expliquen - eran dos las cabezas visibles.

Incluso uno parecía más cabeza que el otro, todavía.

+T.

martes, 2 de julio de 2013

Desmarcándose de las tendencias (aunque sean esencias)


La conferencia (un pequeño simposio) sobre liturgia y actualidad recién celebrada en Roma parece (esa es mi impresión) uno de esos actos prenotados en la agenda que quedó alterada con la desgraciada renuncia de Benedicto XVI y la inesperada elección del Papa Francisco. Se nota que el tema de la liturgia tradicional ha sido expuesto falto del entusiasmo positivo que hubiera tenido bajo el Papa Ratzinger, el ilusionado promotor de la reforma de la reforma y otras iniciativas que han pasado (?) sin pena ni gloria, y que bajo PP Franciscus parece como si se hubieran convertido en temas embarazosos que se soslayan o se reformulan en otra clave. Como en este simposio, verbigracia.

Las conferencias se tuvieron en las aulas/salones de la Universitá della Santa Croce, la universidad romana del Opus Dei. El ponente principal ha sido Mons. Dominique Rey, obispo de Frèjus-Toulon, el más destacado entre los obispos franceses por sus simpatías tradicionalistas, en liturgia precisamente. Insisto en que sólo es una observación personal mía, pero parece como si Mons. Rey se hubiera desmarcado un punto de su querencia tradicional, dados los nuevos vientos francisquistas. Incluso la insistencia de entender los actos celebrados como un 'homenaje a Benedicto XV' definían un ambiente de discreta despedida y transición al archivo de la historia reciente.

Si no hay buen simposio sin polémica y/o antagonista (presente o ausente), en la Santa Croce el debate ha gravitado, en parte, sobre la FSSPX-SSPX, no en mención/citación/confrontación explícita, sino - yo diría - en forma de elipsis. El Opus Dei actual (sus círculos más conscientes) pudiera estar sufriendo una especie de síndrome de crisis de identidad al ver reflejado parte de su pasado en la sustancia y la forma de la FSSPX-SSPX, a la vez que manifiesta una anómala repulsión por todo aquello de la FSSPX-SSPX que le recuerda su propia identidad pasada, añorada y odiada a la vez. Pretendiendo conjurar fantasmas acusadores y anular cargos de conciencia, se esfuerza en re-definirse en parámetros juanpablistas, cerrando las puertas del pasado y abriéndose compulsivamente al porvenir aggiornato, casi alardeando de un temerario, ubícuo y pluriforme vanguardismo.

Una muestra de este incómodo y mal asimilado pasado-presente, sin ir más lejos, sería la reticente y maledicente crítica que una conspicua miembra del Opus Dei expuso ante los asistentes. Se llama Tracey Rowland, una formidable virago australiana de inquietante estampa, admiren su foto:



Esta imponente doña dijo cosas tan interesantes de analizar en diván psicoanalista y/o sofá de salita de dirección espiritual como estas:

"...(ella) invitó al mundo más cercano a la liturgia tradicional a hacer un poco de autocrítica '(...) resistir el espíritu de la modernidad a veces lleva a excesos, como el de vestir a sus mujeres e hijos como 'huérfanos de una granja Amish' (...) la misa tridentina, liberalizada por el Papa Ratzinger, es vista como expresión de una parte político-teológica dentro de la Iglesia, como aversión al Concilio Vaticano II (...) su atractivo entre los católicos normales y corrientes será limitado. Y esto incluso en un clima, como el de la post-modernidad, donde la mayor parte de los jóvenes miran con curiosidad e interés la tradición, como si fueran teso-ros del desván de la abuela, sin hostilidad ideológica."

Y, sin embargo, las palabras de la Tracey Rowland supuran hostilidad, muy ideológica, de la peor, de la del estilo del mortífero y devastador 'fuego amigo', como esta otra andanada:

"...La sensación es que no se quiere reabrir un periodo de guerras culturales en el seno de la Iglesia, como las que caracterizaron los pasados decenios y, en parte, también el pontificado del Papa alemán, con la lefebvriana Fraternidad de San Pío X."

En cierto sentido, se trataría de una declaración de principios, una de esas sentencias of the record que se dicen y circulan por círculos, tertulias, convivencias de formación, retiros y charlas de la Obra. Etc.

Conque ya lo sabemos: Es una 'guerra cultural que no se quiere reabrir', algo de los años del 'Papa alemán', cosas de 'lefrebvianos', esa gente con la que los socios de la rotunda Tracey Rowland no tienen nada que ver, ni quieren.

Porque el estilo tradicional, la antigua liturgia, esa que restauró y declaró no-abolida el 'Papa alemán', los ritos tridentinos, el look católico-romano-tradicional, no tienen nada que ver, ni en el pasado ni en el presente, con la vida y obra a la que Tracey Rowland se consagró, cincuenta años atrás. Quede claro y no quepan dudas.


El pequeño simposio se anunció como

TRIBUTO A BENEDICTO XVI,  ANIMADOR DE LA REFORMA LITÚRGICA
JORNADAS SOBRE  «LA RECUPERACIÓN DEL SENTIDO  DE LO SAGRADO Y DEL MISTERIO»

En Vatican Insider sacaron una breve reseña.

Y Rome Reports también publicó un YouTube apto para todos los públicos (no sale la monstrua Tracey)

Por si lo quieren ver/leer.

La cosa no parece haber dado más de sí. Salvo servir de coartada a Mons. Dominique Rey para desmarcarse de peligrosas e impolíticamente correctas filias litúrgicas. Y servir a la Rowland para declarar urbi et orbi que ella tampoco (y los suyos, menos).

Un éxito, resumiendo.

Aplausos (y un ¡bravo! a la Cocodrilo Dundee)


n.b, La foto de San Josemaría celebrando la Misa que hoy 'incomoda', la pongo venerando y desagraviando. También rogando por la conversión de los desafectos.


+T.