Belén que tocas campanas
para que las almas vengan
y adoren al que bajó
desde la Gloria a la tierra,
con la luz de aquella Estrella,
refleja en los corazones
la verdad de su presencia.
Sé, Belén, en cada alma
la presencia del Misterio
y en tu Pesebre se encienda
nuestro deseo del Cielo.
¡Venid y adorad al Niño,
Dios bendito en nuestro suelo!
+T.