viernes, 7 de noviembre de 2008

Gurús del multiculturalimo

Ponen en la tele un anuncio de un noséquién cantamañanas queriéndo hacerle atractivo como "artista de fusión y mestizaje". Se trata - el sujeto y su obra - de uno de esos que no valen para cantar flamenco, ni tienen voz ni estilo para cantar nada definido y de calidad, y se venden a costa de mal-cantar-mal-bailar una zarandaja que ni es flamenco, ni jazz, ni soul, ni rumba ni gatos muertos. Pero es - oh maravilla! - mestizaje y fusión.

Un camelo. Y un sub-producto reciclado con desechos de tienta. En parecido sentido valoro y tengo a los gurús del "multiculturalismo". Algunos se han hecho auténticos profesionales del invento. Un invento que ellos (hay que reconocer que el estar bien situados y relacionados les dota de considerables ventajas) descubrieron y empezaron a pregonar en la barraca de la feria cultural hace varias décadas. Ahora están en pleno apogeo, aunque les pille algo mayores para disfrutarlo. Pero ellos siguen con su cacareo multicultural.

A los Pániker les conozco desde que tengo conciencia televidente, porque han sido unos mimados por el medio. Mestizos de hindú y catalana, han sabido moverse con discreto y bien aprovechado seny, y desde hace más de treintitantos años salen de vez en cuando en la tele y la prensa. Son dos: El cura (que yo nunca me he enterado bien si sigue o no en el clero militante-santificante) y el de la universidad.

El otro día hablaba desde su cátedra el de la universidad, diciendo que "tenemos que aprender a vivir sin verdades absolutas" . Que es, precisamente, lo que le ha permitido a él vivir tan acomodadamente bien. Lo que no dice es lo que quiere decir con lo que dice, que es, más o menos, que hay que dejar de lado la religión y sus dogmas, la moral y sus principios, la verdad y sus consecuencias. Seguro que sobre cada una de estas cosas el inteligente y dialéctico Pániker plantearía mil preguntas que supondrían mil dudas y proyectarían mil sombras sobre cada una de ellas. Es un experto en dudas y cócteles de críticas. Pero de dudas y preguntas todos (algunos, perdón) podríamos hacer un florilegio tan poliédrico como el del versátil Pániker. Estoy seguro.

En el fondo es consumar el NO a todo lo que nos hace seguir a los que seguimos. Que no somos tontos, sino que sabemos y nos mantenemos firmes en lo que sabemos. Que es poco para disipar todas las dudas del mundo, pero archi-suficiente para mantenernos en la expectación de lo que sabemos que es y que será.

Llegado a este punto, llega el momento en que lamento que no haya Inquisición (Santa y sana Inquisción). Pero me digo que es una comodidad que no merecemos, por nuestros pecados.

Pero me gustaría poderla disfrutar. Y veríanse cuántos maestros multiculturalistas anti-dogmáticos se convertían fervorosamente al más severo dogmatismo. Sin embargo es de temer que los de las habilidades que comento se salvarían de la quema tan airosamente como ahora se mecen en sus hamacas de la acomodación de todo a todo. Estoy quasi seguro que sería así.

Oh!

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Chorrear pintura

Resulta paradójica la cualidad pesetera que han tenido los pseudo artistas. Mientras menos arte, más rentable. Así desde el siniestro Picasso pasando por Miró y ahora los Tapies y Barceló y demás especímenes (los nombro no se imagina la gente con cuánta repugnancia, que hasta escribir los nombres me da escrúpulos).
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¿Nunca han visto una paleta de pintor? Me gusta verlas porque son el totum revolutum de donde sale la Pintura. De un vistazo, uno conjetura qué colores y tonos dominarán en el lienzo, según el abigarrado colorido de los óleos mezclados y superpuestos en la paleta. Me gustan las paletas de pintor, pero sé que son paletas. Nada más.

Una especie de macro paleta es el nuevo gran timo con coste - se rumorea, que no está claro - de 11 millones de €uros, once. Imagino que no todos irán al bolsillo del avispado pintor-timador, pero imagino también que sería muy interesante saber quién más mete su cucharón en la sopera de los 11 millones de €.

Si será super-farsa la "obra" que no disimulan ni la técnica de chorro al techo con manguera, como se ve en la foto. Que no sé yo hasta cuándo tendrán que ponerse gorro y chubasquero para poder pasar debajo del engendro sin salir pringados y chorreados, hasta que las estalactitas de pintura sequen del todo.


Pero ahí está. Con la desvergüenza de proponerse como "Capilla Sixtina", para mayor irrisión. Claro que para reirse (o estremecerse) hay que saber qué es cada cosa y comparar cada una de ellas. Aunque puede ser que a más de uno la ridiculez se le transmute en penosa conciencia de la degeneración ambiental general (aunque se calle por no infringir la corrección política, ya se sabe).

Si lo he comentado aquí, en el blog, alguna vez, vuelvo a decirlo, incansable: No sólo es perversamente infra-artístico, sino que se ha hecho perversamente apreciable. Como con los abortos y otras aberraciones: No sólo se han introducido, legislado y aceptado por el común de la gente, sino que además se aceptan como "bueno", y se enseñan como "derechos" y "libertades". Respecto al arte, lo mismo: Lo han impuesto, lo enseñan y valoran como arte, y lo han introducido como tal en la mente de los acríticos, que no distinguen ni saben separar como merece el Arte del timo de los falsos "artistas-arteros".
Un horror. Con muchas víctimas y afectados. Y tan caro carísimo como pagar 11 millones por chorrear de pintura con manguera un techo de un sitio (oficial).

Y cada vez menos críticos. Y la Historia del Arte cautiva en las apestosas y tóxicas cloacas de la post-modernidad.
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p.s. Por cierto que el timo adefésico encierra más inmoralidades. Hoy cuenta la prensa (la psoera no dice nada, claro) que se han gastado fondos destinados a la ayuda internacional en la pintu-mamarrachada, que costará cerca de 20 millones al mecenas Zp y su piara (pero que se pagará con dinero de todos-as, claro también).

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