Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?
Esto dijo PP Franciscus.
Sed contra:
"Luego el Señor añadió: -'El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande, y su pecado tan grave, que debo bajar a ver si sus acciones son realmente como el clamor que ha llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré'." Gn 18, 20-21
Este pasado Domingo (n. o. Dom17º lecc. C) , la primera lectura fue Gen 18, 20-32 (intercesión de Abrahám) y el Evangelio Lc 11,1-13 (el Padrenuestro, la oración, parábola del vecino importuno etc).
El paralelo alusivo de las escenas del Génesis con el Evangelio forzaba, en cierto sentido, a tratar en la homilía el tema de la oración, la confianza en la plegaria, la perseverancia en la súplica, la excelencia del Padrenuestro. Todo muy pertinente. Pero se obviaba el terrible marco de la escena, con el pecado de Sodoma y su tremendo castigo como telón de fondo. Quien dispuso esas lecturas, no quería que apareciera como tema el castigo del pecado de los sodomitas y gomorritas.
Algo parecido ha hecho PP Franciscus con su respuesta elusiva, tan impropia.
¿El Papa no tiene nada que decir al respecto? ¿El Papa no es juez del caso, del pecado y el pecador? ¿El Papa puede ignorarlo?
Porque no se trata del pecado de un pecador, sino de un estado de pecado fomentado, promovido, legalizado y generalizado. No es que redivivan Sodoma y Gomorra, sino que una militancia formidable, bien organizada y con medios, suscita e impone en la sociedad actual la pseudo-cultura de la aberración nefanda. ¿Y El Papa no tiene nada que decir? ¿El Papa no juzga?
Sed contra, repito la cita:
"El Señor dijo: -'El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande, y su pecado tan grave, que debo bajar a ver si sus acciones son realmente como el clamor que ha llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré'."
Mal estamos si el Papa, a quien le compete el caso, se encoge de hombros, cierra los ojos y deja pasar.
En estos tiempos, además, en que, más que nunca, quien calla otorga.
+T.