domingo, 26 de febrero de 2012

Las Tentaciones en el Desierto


Hace dos cuaresmas comenté este pasaje del Stº Evangelio del 1er. Domingo de Cuaresma, Las tentaciones del Hijo, quizá el más misterioso paso de la Vida del Señor. Decía en aquel comentario que se debe considerar el valor de este Evangelio ya que tuvo que ser relatado por Cristo mismo a sus discípulos, pues en la escena del desierto está sólo Jesús frente a Satanás, sin más testigos que los Ángeles que también se citan como presentes. Es un Evangelio singular.

En la secuencia de San Marcos (Mc 1, 12-13), el relato es sumario, resumido, sin detallar las tentaciones, las tres que aparecen en San Mateo (Mt 4, 1-11) y San Lucas (Lc 4, 1-13) : la conversión de las piedras en pan, la caída desde el pináculo del Templo y la donación de los poderes del mundo. En cuanto se lee el texto, surge, casi espontánea, la cuestión: ¿Por qué se dejó tentar el Señor?

En la Última Cena, Cristo se refiere al doble valor de sus actos, según la forma en que es titulado por sus discípulos: "...Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy." Jn 13,13. Como Señor, se revela con potestad redentora, siendo el Hijo de Dios; en cuanto Maestro, enseña a los hombres su doctrina y les da ejemplo con su vida. En este sentido, al permitir las tentaciones de Satanás, por una parte está revelando su divino poder frente al diablo, que no puede vencerle con sus tentaciones, dejándole vencido e impotente. Por otra, nos enseña a nosotros cómo podemos resistir la tentación del demonio con el ayuno, la oración y la misma fuerza de Cristo:

"...No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" Mt 4,4

"En verdad, en verdad os digo: el que crea en Mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún" Jn. 14, 12

"...Sin Mí no podeis hacer nada" Jn 15, 5

Otra cuestión referente a la escena de las tentaciones es por qué Satanás no distingue, no conoce, no sabe con seguridad quién es Jesucristo, por eso su pregunta, en condicional, probando, tanteando: "Si eres Hijo de Dios..."

El Demonio no concibe a Dios en la humildad. Los demonios creen en Dios y le temen (St 2, 19), por su omnipotencia y majestad; pero en el desierto (y antes en Belén y durante los años de la vida oculta y sencilla en Nazareth), no son capaces de descubrir a Dios en la humildad de nuestra carne. Sólo después de la revelación en el Jordán, cuando se escucha la voz del Padre proclamándole su Hijo, la noticia de su presencia en el mundo hace temblar a las potestades infernales. Así y todo, Satanás no está seguro de que Jesús, el que hace vida penitente cuarenta días en el desierto de Judea, sea el Hijo de Dios.


Dice San Atanasio que   "...Habíase acercado a Él el enemigo, como a un hombre; mas no hallando en Él los signos de su antiguo veneno (el pecado), se retiró."

Al concluir las tentaciones, sí sabe que Jesús Nazareno no es un hombre más entre los hombre. Después, durante los primeros tiempos de su ministerio en Galilea, los demonios le confiesan Hijo de Dios, pero Jesús les impone silencio, no quiere que los espíritus inmundos le proclamen: Quiere que sean los hombres quienes crean en Él y le confiesen, que para eso ha venido.

Las palabras con las que San Lucas concluye este capítulo del Evangelio "...Acabada toda tentación, el diablo se alejó de él hasta un tiempo oportuno", son comentadas por algunos Padres y Escritores eclesiásticos:

San Ambrosio dice: "Ves como el diablo no es pertinaz en su propósito, sino que cede a la verdadera virtud; y si no cesa de aborrecer, teme insistir, porque rehusa ser vencido frecuentemente. Y así, oído el nombre de Dios, se retiró (dice) hasta el tiempo en el que no vendría a tentar, sino a combatir abiertamente".

Teofilacto comenta: "... porque lo había tentado en el desierto acerca de la voluntad, se retiró de Él hasta el tiempo de la cruz, en el que le tentaría con tristeza."

Porque será en la Pasión cuando el Demonio se ensañe con la Humanidad Sacrosanta del Verbo Encarnado, desencadenando todos los sufrimientos, humillaciones, injurias, tormentos y heridas en el Cuerpo de Cristo, su vencedor, el vencedor del pecado. La victoria sobre la muerte vendría después, al punto de ser consumada la Pasión.

Cierro con esta breve meditación de Fray Luís de Granada, un sustancioso compendio para la meditación de este pasaje de los Misterios de la Vida de Cristo:

Acabado el bautismo, fue llevado el Señor por el Espíritu Santo al desierto, donde estuvo cuarenta días ayunando, y orando, y padeciendo diversas tentaciones del enemigo. Todo esto es nuestro, y todo para nuestro bien: la soledad para nuestro ejemplo, la oración para nuestro remedio, el ayuno para la satisfacción de nuestras deudas, y la pelea con el enemigo para dejarnos vencido y debilitado nuestro adversario.

Acompaña, pues, tú, hermano mío, al Señor en todos estos ejercicios y trabajos tomados por tu causa, pues aquí se están haciendo tus negocios y pagándose tus delitos. Imita en todo lo que pudieres este Señor, ora con Él, ayuna con Él, pelea con Él, mora a tiempos en la soledad con Él, y junta tus trabajos y ejercicios con los suyos, para que por este medio sean ellos más agradables a Dios.


Laus Tibi, Christe, Rex aeternae gloriae!


+T.

sábado, 25 de febrero de 2012

Sor Finanzas


Seguramente, la noticia será vieja, de esas que repescan en los periódicos para rellenar titulares. De todas formas merece un comentario, porque la cosa tiene miga:

Monjas franciscanas operan en Wall Street

Como no tengo mente económico-financiera y nunca sé siquiera si tengo dinero o no, me faltan talentos/capacidades para evaluar la ocurrencia de estas avispadas franciscanas, no sé si sus gestiones son valorables y/o oportunas. Pero entiendo que eso de meterse en el mundo del pecado para gestionar el pecado, no es ni muy franciscano, ni muy católico, ni muy cristiano. Tampoco es monjil.

Si a San Francisco y a Santa Clara le hubieran dicho que sus hijas del siglo XXI estarían implicadas por voluntad pastoral (digamoslo así) y elección/opción carismática en el más reputado centro financiero de nuestro mundo, no sé qué hubieran pensado. Quizá sea esa lejanía de los carismáticos fundadores y los orígenes franciscanos lo que les genera a las franciscanas de Wall Street ese extravío: ¿Entiende sus orígenes, conocen al Poverello d'Assisi, distinguen sus esponsales con la Dama Pobreza?

Siempre ha sido una tentación de los intrépidos apóstoles de cada época meterse en el más profundo fango para rescatar almas, pero las operaciones de estas monjas parece que buscan inquietar al sistema finaciero-bancario, más que otra cosa. Probablemente esperan sacar algún fruto bueno de sus actividades, pero no sé si con ello lo que intentan es una cierto efecto testimonial o si se proponen colapsar a la banca y el mundo del capital. Sea lo que sea que tengan en mente, vuelvo a decir que me parece poco franciscano, poco católico y poco cristiano.

Para los que sostengan que el Vat.2º y sus efectos no rompieron la continuidad de la Iglesia, hechos como este plantan evidencias que dificilmente se pueden negar: Estas monjas (si es que a estas alturas se auto-reconocen como monjas) no son lo que fueron las franciscanas y clarisas de las que remotamente proceden. No ya porque no usen hábito y se hayan secularizado en sus modos de vida, relaciones y expresiones religiosas características, sino, en este caso, porque su inmersión en el mundo las desconecta de sus supuestas bases, raíces, fundamentos franciscanos.

Pero el panorama está tan descompuesto que habrá franciscanos que aplaudan la inicitiva y clarisas que estén tentadas de cerrar sus conventos e irse a un piso para articular una célula anti-capitalista como la de sus correligionarias yanquis.

El mundo de las congregaciones religiosas femeninas de los EEUU está tan perdido como no se atreven a informar los visitadores a quienes la Santa Sede les encargó hace unos años inspeccionar y elaborar un detallado documento. La situación es tan grave que parece preferirse cubrir con tupido velo los resultados del informe. Y esperar.

Esperar a que estas desconcertadas setentonas vayan extinguiéndose, ellas y sus errores. No me aprce buena 'política', pero la Iglesia se ve abocada al dilema: Si interviene con la contundencia merecida, la reacción será inmediata y la rebelión general; si deja de intervenir, el mal se enraizará más profundamente y se expandirá por más sitios:

Su orden se ha unido al Interfaith Center on Corporate Responsibility, una agrupación de decenas de órdenes y grupos religiosos que, como las Hermanas de San Francisco, han optado por el activismo como accionistas. Y su doctrina se está extendiendo, con grupos similares en Reino Unido, Suiza y Noruega. Nash y el resto de hermanas de la congregación son muy coherentes.

Si para los israelitas la tentación fue idolatrar becerros de oro, para estas modernas post-vaticanosegundistas el resorte que las mueve ya no es el desposorio divino ni la oblación salus animarum, sino los derechos humanos y el medio ambiente. Cosas veredes.

Algunos dirán que es lo mismo, que aquello hoy equivale a esto, y que si San Francisco viviera hoy emprendería una acción como esa. Y tal y tal y tal

El cuento de siempre con la devaluación y degeneración católica consecuente.

Me imagino también que alguno dirá que lo de estas poco-monjas es, al fin y al cabo, nueva evangelización.

+T.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Inmutemur habitu


Lo primero, después de la tentación y la caída, al pie del Árbol de la Ciencia, fue que Adán y Eva se vistieron:
"...et aperti sunt oculi amborum cumque cognovissent esse se nudos consuerunt folia ficus et fecerunt sibi perizomata" // '...se abrieron los ojos de los dos y como conocieron que estaban desnudos cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos ceñidores' Gn 3,7

La inocencia original incluía la desnudez inocente, mientras el pecado descubrió al momento la culpabilidad del desnudo, que había que vestir. La vestimenta fue, en origen, efecto del pecado.

El primer vestido fue aquel 'perizoma' (literalmente 'en torno al cuerpo', una especie de cinturón o faja vegetal de hojas de higuera (no de parra). Y así, con ese mínimo atuendo, comparecieron nuestros padres, Adán y Eva, ante Dios.

Insistiendo en el detalle del vestimento, antes de expulsarlos del Paraíso, el Señor hizo unas túnicas de pieles para Adán y Eva:

"... fecit quoque Dominus Deus Adam et uxori eius tunicas pellicias et induit eos / el Señor Dios hizo a Adán y a su esposa unas túnicas de piel y los vistió" Gn 3, 21

Dignificó así el Señor la primera vestidura de los hombres, y tuvo compasión de su desamparo, expuesto como estaría a las inclemencias del mundo, fuera del Paraíso.

Un par de versículos antes, en Gn 3, 19, la maldición del trabajo fatigante concluye con la declaración de la muerte y la reducción al polvo de la tierra
"...in sudore vultus tui vesceris pane donec revertaris in terram de qua sumptus es quia pulvis es et in pulverem reverteris // Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra de la que fuíste sacado, porque eres polvo y al polvo volverás."

justamente la admonición que reza la Iglesia al imponer el sacerdote la ceniza cuaresmal sobre la cabeza de los penitentes: Memento, homo, quia es pulvis et in púlverem reverteris // Recuerda, hombre, que eres polvo y al polvo volverás.

La antifona que se entona al comenzar la ceremonia de imposición de la ceniza comienza cantando 'Inmutemur hábitu...'



Inmutemur hábitu, in cínere et cilicio; jejunemus, et ploremus ante Dominum, quia multum misericors est dimittere peccata nostra Deus noster
Cambiemos nuestra vestimenta por la ceniza y el cilicio; ayunemos y lloremos ante el Señor, porque nuestro Dios es compasivo y misericordioso para perdonar nuestros pecados.

Otra antífona, reza este impresionante verso de la profecía de Joel:

Inter vestibulum et altare plorabunt sacerdotes ministri Domini et dicent parce Domine, parce populo tuo, et ne claudas ora canentium te, Domine // Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, diciendo perdona, Señor, perdona a tu pueblo Jl 2, 17

Es un versículo rebosante de conciencia y espiritualidad sacerdotal: Al oficio efectivo de los sacerdotes se encarga y confía la súplica penitencial por el pueblo, siendo el llanto de los sacerdotes el que debe preceder la rogativa, reconociendo un valor especial, singular, insustituíble, al clamor doliente y penitente de los ministros del altar, primeros servidores del Señor y agentes de la propiciación por el pueblo.

Cuando un sacerdote ora, su oración tiene un efecto especial, cuando un sacerdote implora, su rezo doliente tiene un valor específico, dotado de una gracia sobrenatural aneja a su ministerio que es oficio de intercesión pro pópulo.

Y si en el Antiguo Testamento la gracia de la oración sacerdotal es tan elevada, en el Nuevo Testamento la potestad de la oración del nuevo sacerdocio de Cristo confiere a la súplica penitencial de los ministros del altar, sus sacerdotes, una virtud celestial tanto más alta cuanto más sagrado es el misterio que ofician in Christo, en el Hijo de Dios, cuyo sacrificio renuevan y ofrecen sin cesar desde el oriente al ocaso.


Por eso es tan necesaria la súplica santificante del sacerdote. Y es necesaria la conciencia sacerdotal en el propio ministro, y también en el pueblo: Para que el sacerdote asuma conscientemente la gravedad sacrosanta de su oficio, y el pueblo admire y requiera el ministerio del sacerdote, don precioso de Dios para sus fieles.

¿Y no será el llorar cosa del Viejo Testamento, algo que contradice el espíritu del Nuevo Testamento, que debe ser de alegría exultante y constante? Sed contra, escrito está:

"Amen amen dico vobis quia plorabitis et flebitis vos mundus autem gaudebit vos autem contristabimini sed tristitia vestra vertetur in gaudium // En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo" Jn 16,20

¿Y es la penitencia, el ayuno corporal, algo propio de este estadio de espera del gozo sobrenatural y eterno, no se contradice la disciplina del ayuno con la esperanza alegre del cristiano? Escrito está también:

"...venient autem dies et cum ablatus fuerit ab illis sponsus tunc ieiunabunt in illis diebus // llegará el día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán" Lc. 5,33-39

Esta mañana, en la Misa de ceniza, he predicado sobre le Evangelio del día, Mt 6,1ss.
"Adtendite ne iustitiam vestram faciatis coram hominibus ut videamini ab eis alioquin mercedem non habebitis apud Patrem vestrum qui in caelis est // Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial..." et reliqua

Comenté que para vivir este Evangelio de sinceridad, de interioridad vuelta a Dios, primero hay que tener obras que perfeccionar. Es decir, que sólo el que reza, da limosna y ayuna está en condición apta para entender y practicar esta doctrina de Cristo. Si los fieles, por negligencia personal o descuído de sus pastores, han dejado de practicar estas acciones, ¿qué van a corregir, qué van a mejorar, qué van a interiorizar, qué van a ofrecer a Dios?

Inmutemur hábitu: Mudemos el vestido, porque inocencia para andar en desnudez no tenemos, la perdimos. Y no basta un cinturón de hojas para cubrirnos, necesitamos un vestido más recio para andar por el mundo, a la intemperie de la tentación, expuestos al pecado. Y debe ser nuestro vestido convenientemente severo para cubrirnos y protegernos, que sea de penitencia nuestra veste, sayal resistente tejido con misericordia y caridad, para combatir firme, con coraza que nos defienda y poder guardar la ternura íntima de nuestro espíritu para derramarlo ante el Señor, Dios nuestro, con ayuno, con llanto, con luto: Porque un corazón contrito y humillado no lo desprecia el Señor.

Y si no tenemos corazón digno que presentarle, tomemos el Corazón traspasado de Cristo Jesús, y con Él en las manos, llorando sus amores, acerquémonos con confianza al Trono de la Misericordia para alcanzar su misericordia.

Ahora, que es tiempo oportuno; hoy, que es día de salvación.


p.s. Y esto sobre la ceniza

+T.

martes, 21 de febrero de 2012

Otro epíscopo y otra episcopalada


No es porque estemos acabando el carnaval y quiera poner un punto de astracanada en Ex Orbe, no es eso. Lo que pasa es que la realidad se impone y supera a la ficción más descabellada.

Porque ¿quién se imagina a un obispo con mitra y báculo pregonando loores de una cupletista? ¿Se imaginan Uds. a Monseñor Richard o a Monseñor Dubois, Arzobispos de París, echando flores a La Goulue o a la Mistinguette? ¿Se figuran Uds. al Cardenal Pla y Deniel ponderando las gracias de La Chelito, o a Don Casimiro Morcillo echándole flores a Celia Gámez?

Pues eso, mutatis mutandis, es lo que acaba de hacer el Sr. Arzobispo de Oviedo, que ha sacado una pastoral-panegírico dedicada a Whitney Houston, que se ha muerto. Pero que se ha muerto ahogada en su bañera hasta las cejas de barbitúricos, parece ser, como Marilyn Monroe, o por el estilo.

Así como La Goloue, La Mistinguette, La Chelito y Celia Gámez sé, poco más o menos, quienes son, de Whitney Houston no sabía si era cantante, actríz de cine, modelo u otra especie por el estilo. Y digo esto no para enseñar lo desconectado que estoy del mundo y sus pompas, sino para dar cuenta de lo atrasado que me he quedado, que identifico a Manolín Monroe (así la llama la madre de mi amigo Ca) pero no tengo pajolera idea de quien fuera la Withney Houston, la pobre. Je suís absolutement demodée.

Pero el Arzobispo de Oviedo no, como se demuestra. Él, en titulares de un periódico de la siniestra, es "El prelado que oía canciones de amor". Y el titular lleva implícita la ironía y el pitorreo con que un medio izquierdoso suele rellenar una noticia como esta, que se presta tanto a la guasa de los incrédulos, siempre dispuestos.

Item más, para desconcierto mayor y perplejidad general de los afectados, el informativo Zenit (fuente que se pondera católica recomendada), traía también en su boletín la felíz noticia: El arzobispo de Oviedo dedica su carta pastoral a Whitney Houston "...una voz admirable y enmudecida"


Por supuesto, el contenido de la pastoral no es absoluto sino de estilo 'a propósito-ya-que'; incluso contiene cierto memento mori con nota de postrimerías y fúnebre reflexión. Bien. Vale. Lo que no me vale es, precisamente, el personaje y sus circunstancias en la boca y la pluma de un obispo, como tema de una pastoral.

El párrafo final concluye:

"...La cantante Houston se preguntaba en una canción ¿cómo podría conocer? (How Will I Know), y esto es lo que a tientas ha ido buscando de tumbo en tumbo. Pero hay Alguien más grande que nuestras torpezas o extravíos que nos conoce y que sale a nuestro encuentro. Es el Amor más grande de todos (Greatest Love Of All), como ella también cantó. Ella corrió hacia Él (Run to You) a pesar de sus notas fallidas. Su concierto eterno ha comenzado. Descanse en paz. Recibid mi afecto y mi bendición."




Recibido queda, muchas gracias, orondo, redondo y mofletudo Don Jesús Sanz Montes, fray Jesús, Su Excelencia Reverendísima, que se merece usted un cartel de Tolulouse Lautrec. Pero cónstele que con sus afectos y bendiciones también recibimos sus confusas y equívocas valoraciones, que parecen decir que la cantante, cuya muerte lamenta y cuya figura alaba, ha subido de un golpe al Celeste Empíreo, sin solución de continuidad, por sus suficientes méritos como artista y su desafortunada mala vida como víctima de sus circunstancias.

Vamos, que parece que la pone usted como modelo, poco más o menos, y a pesar de sus pesares.

O tempora o mores!

Estando la célebre Louise Weber 'La Goulue' en su lecho de muerte, avisaron a un cura, para que la confesara. Cuando el sacerdote se acercó a la moribunda, cuentan que con un hilo de voz, angustiada, le dijo: - Padre, ¿Dios me perdonará? ¡soy La Goulue! Pero ni por esta escena, tan conmovedora, tan arrepentida, ningún obispo le dedicó una pastoral. Eran otros tiempos, semejantes en pecado, con personajes parecidos e historias paralelas, pero eran otros tiempos y había otros obispos.

Cuando algunos dicen que la crisis de la Iglesia es de obispos y por causa de los obispos, tienen razón, toda la razón : Obispos tan empapados de 'aggiornamento' que parece que han perdido el sentido común referencial que se les presume (y el sentido católico, también).

O quizá es que nunca lo tuvieron.

+T.

lunes, 20 de febrero de 2012

Bisbet bis-Tarancón


No sé si el bisbet Novell tiene gabinete de prensa y/o manager de publicidad, pero si lo tuviera bien se merece un aumento de sueldo, porque en menos de dos semanas ha consegudio sacar al bisbet de Solsona tres o cuatro veces en titulares de prensa. Vean:

Novell defiende la existencia de la nación catalana

Que Cataluña es una nación no es una tesis, es una realidad

Monseñor Novell, el más joven de los obispos ibéricos, ha decidido bajarse el sueldo

Contra la crisis

Lo de rebajarse el sueldo ha sido un pelotazo, un puntazo. Además lo explica bien, en ese articulete-nota que publica La Razón (por cierto muy poco 'espiritual', con apenas una referencia cristiana indirecta). Lo que no me gusta es la forma en que cuentan la noticia en el Vatican Insider: Por no decir 'obispo de España' o 'español' se refieren a Novell como 'obispo ibérico', como el jamón. No sé si habrá sido ocurrencia del periodista o sugerencia de algún informador catalanista, como Novell, tan emperrado en subrayar la nacionalidad de su Solsona y alrededores.

Pero lo que más me alarma de esta - da la impresión - bien orquestada campaña publicitaria del bisbet solsonés, es la caracterización que se le atribuye en este otro titular:

Novell, el nuevo Tarancón de Solsona

Da tremare, que dicen los italianos: Para echarse a temblar. Primeramente por la mitificación de Tarancón y el taranconismo, un efecto lamentable mitad producto de la nostalgia de los curas des-católicos de los 60-70, mitad creación-recurso del periodismo estereotipificador; en segundo lugar por esta misma re-creación re-personalizada en el bisbet Novell, que tiene en común con Tarancón que ahora es bisbe de Solsona como en sus días lo fue Don Vicente Enrique. Por cierto que el obispo de Solsona fue el mejor Tarancón: Consciente del tráuma criminal de la 2ª República y la persecución religiosa desencadenada contra la Iglesia y los católicos, nada que ver con el Tarancón que desvarió en politicón afín a las izquierdas de los 70-80.

Si aquel Tarancón crecido durante la decrepitud de Franco y el franquismo tuviera que reaparecer en figura actual que le representase, sería por nuestros pecados, como castigo eclesial, no como premio gracioso. En este sentido, me pregunto qué pecados estaremos purgando o vamos a purgar con la jerarquia adveniente, de la que Novell parece ser el mascarón de proa. Aunque, según se desprende de sus locuaces comparecencias ante los medios, él se considere obispo de la nación catalana, a lo sumo 'obispo ibérico', nunca 'obispo español'.

Lo más inquietante para mí (que soy muy sensible a estas inquietudes) es la identificación perfilada que ha surgido hace poco, esa del 'obispo-conservador-creativo', que para mí que es un fiasco, una impostación sin sustancia, muy preocupante, según entiendo, porque lo que se quiere describir con esa neo-nomenclatura es, ni más ni menos, un juanpablismo puro y duro, mondo y lirondo. Me extraña que no se advierta, siendo tan evidente.

Si el entusiamo del neo-cardenal neoyorquino Dolan es en estos días el parto de los montes (antes del parto), el descubrimiento de Novell es un relumbrón de flash de magnesio, con humo y todo (por cierto, la foto de cabecera, la del clergyman gris y el bollo de pan, merecería articulete aparte).


Pero parece ser que eso es lo que se quiere: Líderes entusiasmantes, prelados de jmjs y movidas, de portada de prensa, fotos empáticas y gestos populares.

Hay que estar muy ciego, ser un gran mentecato (o un refinado pérfido) para soñar con otra era taranconista...y sus consecuencias. Y lo mismo digo sobre el juanpablismo, cuyos efectos estamos padeciendo (aunque otros, todavía, parece que lo disfrutan).

No comprendo que se quiera más de lo mismo (salvo que la voluntad de los postulantes se haya degenerado tanto como parece traslucirse).

El síndrome Novell-Tarancón, de haberlo, al fin y al cabo, es un endemismo. Lo temible sería que el caso local/regional se convirtiera en pandemia católico-universal.

¡El Señor nos libre!


p.s. Otra píldora de Novell, que he encontrado casualmente: Jesús hoy sería un ‘indignado’ más


+T.

sábado, 18 de febrero de 2012

Cardenales (de novela, de película, de ayer y de hoy)


Hace no sé cuánto tiempo soy re-lector de El Cardenal (The Cardinal) del americano Henry Morton Robinson. Aunque confieso que primero me enganchó la peli y después busqué y disfruté la novela. El libro es un novelorio ejemplar, de mediano mérito literario, pero estupenda en su género: Ágil, con una narración fluída, atractiva exposición, personajes bien definidos, buenas caracterizaciones, una acción intensa, tramas paralelas, escenarios variados, con una exposición muy acertada de la actualidad (años 20-40) de la Iglesia en USA y Roma-Europa. El film de Otto Preminger tenía casi forzosamente que salir bien, con ese guión tan transportable al medio cinematográfico. Y aunque la peli es muy buena, una producción clásica del Hollywood más clásico, la novela de Morton Robinson me resulta mucho más atractiva, entre otras razones porque explaya al personaje en su entorno, el muy americano Rev. Stephen Fermoyle. (Aquí pueden leer la novela (menos el prólogo, que no sale, y que sí está en este otro enlace)).

Para el catolicismo tradicional The Cardinal de O. Preminger tiene un valor añadido: Presenta admirablemente, incluso con algunos planos detallados, las celebraciones litúrgicas que la reforma post-conciliar destruyó, con la misma reverente solemnidad que hoy atesoran los grupos católicos fieles a la liturgia tradicional. Admiren estos detalles en esta secuencia con la ceremonia de ordenación sacerdotal, rodada en la iglesia de la abadía cisterciense de Casamari:

Ordenación Sacerdotal

(youtube no permite inserción directa del video) Paradójicamente, esas imágenes, las mismas, sólo pueden verse ahora en las ordenaciones de la FSSPX y los otros institutos tradicionales.

Para la película de Preminger, colaboró como asesor/consultor (supongo que para detalles de ceremonia, ambientación litúrgico-espiritual, etc.) un entonces desconocido sacerdote alemán llamado Joseph Ratzinger.


Pero, no obstante mi confesado gusto por la novela y la peli, juzgo también que son incorrectas, una muy mala influencia, que debería prohibírsele a cualquier joven con una vocación en ciernes, porque el libro y el filme deforman la realidad del ministerio sacerdotal, según la trama argumental del protagonista, el ficticio Rev. Stephen Fermoyle.

En cierto sentido, la novela de Morton Robinson y la película de Otto Preminger describirían un perfil sacerdotal de corte americanista, correspondiente a aquella poco recordada heterodoxia, el americanismo, condenada por León XIII en su carta Testem Benevolentiae. Una desviación poco recordada pero nunca extirpada, y tan activa hoy como entonces.

La vida de un sacerdote, de un cura diocesano, no es un currículum como el que cuenta la novela y enseña la peli. La vida de un cura, a lo sumo, se parece a los primeros capítulos de la novela, la primera parte, la que cuenta el ministerio del joven sacerdote Stephen Fermoyle como coadjutor en la parroquia del padre Monagham (alias Dolar Bill), y luego su ministerio junto al derrotado y venerable Ned Halley, una figura sacerdotal más realista, más ajustada a la verdad. Toda la amena trama posterior es novela, novela en torno a un currículum estelar, brillante, heróico por momentos, pero falso. Y muy nocivo si se trata de despertar expectativas y/o ambiciones eclesiásticas, por entusiastas que puedan ser.

Pues puede ser que si se decía que Morton Robinson se inspiró, más o menos próximamente, en la biografía del entonces refulgente Cardenal Francis Spellman para componer su The Cardinal, ahora se esté reeditando el género y el personaje del novelorio con este otro rutilante Cardenal americano. Vean y saquen una impresión:



El Cardenal Dolan triunfa en el Vaticano

Inquietante. A mí me inquieta un prelado así de 'americano', tan flamantemente optimista, tal y como está la iglesia de los EEUU y como está la Iglesia en general, sujeta a coyunturas tan delicadas, tan complicadas, tan críticas. Dicen, sin embargo, que Dolan, a puerta cerrada, ha insuflado un chorro del más optimista american way of life a sus colegas purpurados, los viejos y los nuevos cardenales.

Insisto, me preocupa. No siendo en estampa ni el Cardenal Fermoyle de la peli, ni tampoco el Spellman que lo inspiró, con ese 'tipo' yanqui total, no me suscita sino incómodo desasosiego.

De la novela de Morton Robinson, uno de mis pasajes favoritos, es la escena en la que aparece el Cardenal Merry del Val (personaje real) alternando con el Cardenal Glennon (personaje ficticio), jugando con Stephen Fermoyl a tirarse naranjas citando alternativamente versos de las Églogas de Virgilio. Encantador. Cada vez que lo releo siento, nostálgico, que ya no haya cardenales como Merry del Val.

No se trata de una nostálgia estética, sino de una verdadero sentimiento propter Ecclesiae Romanae causam.

Y parece ser que serán prelados como Nolan los animadores (junto con Fisichella & cía) de la nuevangelización.

Oremus!

p.s. Un curioso youtube con The Cardinal 'comprimido' en 8 minutos:



+T.

jueves, 16 de febrero de 2012

Oremos?


El popular y simpático San Valentín (presbítero y mártir) fue una de las víctimas de la reforma litúrgica post-vaticanosegundista. Cayó del Misal y quedó relegado, dejando vacante el 14 de Febrero.

La fecha, sin embargo fue pronto re-ocupada. La devoción del Papa (ya beato) Juan Pablo II introdujo como Santos del 14 de Febrero a los santos hermanos Cirilo y Metodio, cuya memoria ya constaba (en otra fecha) en el Santoral, pero cuya popularidad era practicamente quasi 0 entre los católicos de rito romano (salvas locales, conspicuas y eruditas excepciones).

Así nos encontramos en el neo-Misal con dos estupendos Santos, evangelizadores de los pueblos eslavos, misioneros del Oriente europeo en los años en que el Occidente decaía y sucumbía ante los infieles mahometanos. Los Santos Hermanos entraron por la puerta grande, con rango de Fiesta y neo-título de co-patronos de Europa junto con San Benito (luego, años más tarde, vendrían las co-patronas, también regalo de la personal devoción del Papa Wojtyla).

Pero este articulete no va, propiamente, sobre San Cirilo, ni San Metodio, ni tampoco sobre San Valentín. Mi intención era criticar con una muestra la perversa ideologización introducida en los textos que se rezan en la Santa Misa, en la 'Oración Universal' u 'Oración de los Fieles'.

El esquema de esa oración sigue, remotamente, un modelo aportado por dos antiguas oraciones, tipo responsorio

- las Oraciones del Viernes Santo, que se rezan después del canto de la Pasión, antes de la adoración de la Cruz

- las Preces que se añaden en Cuaresma, los Miércoles y los Viernes y algunas otras ocasiones más, a los rezos de Laudes y Vísperas (breviario tradicional)

Siguiendo (remotamente) aquel esquema, la moderna Oración de los Fieles presenta una serie de intenciones que deben seguir este orden:

a) Por las necesidades de la Iglesia
b) Por los que gobiernan el Estado y por la salvación del mundo
c) Por los que sufren cualquier dificultad
d) Por la comunidad local (cfr. OGMR nº 45-46, edición Misal Romano en español, 1988)

Comparen y distingan matices entre estas indicaciones y estas otras que aparecen en La Oración de los Fieles, Secretariado Nacional de Liturgia, Conferencia Episcopal Española, 6ª edición 1992:

1) Por la Iglesia universal y local
2) Las naciones y los asuntos públicos
3) Los que sufren cualquier dificultad
4) Determinados grupos de personas

En esta misma edición, entre las indicaciones que aparecen numeradas bajo el epígrafe Orientaciones Pastorales (a manera de de introducción), en el nº 17, se dice textualmente:

17. Para que esta oración exprese la verdadera intercesión de la Iglesia, ciertamente universal aunque adaptada a todo tiempo y lugar, existe la libertad de variar las fórmulas y de acomodarlas a la índole de las distintas regiones o pueblos.

El texto parece un ejemplo tópico desarrollado desde el estilo de la Sacrosanctum Concilium, con esa característica construcción que primero indica y prescribe y luego anula lo dicho concediendo una amplia e indefinida facultad para cambiar, corregir e improvisar según unas supuestas circunstancias ocasionales, ad libitum, practicamente.

Aparte esta consideración, no sé bien (¿alguien lo sabe?) qué se quiso decir cuando se dice que "...exprese la verdadera intercesión de la Iglesia...adaptada a todo tiempo y lugar". ¿A todo tiempo? ¿A todo lugar? Y tambien me pregunto si se está diciendo que la autencidad de la oración de la Iglesia estriba en su variabilidad según la índole geográfico-cultural. ¿Es así, así lo creían y enseñaban los responsables de esta edición preparada por la Comisión Litúrgica Nacional? No me atrevo a responder porque me temo que sí, que pensaban eso.

Del texto del nº 19, un párrafo más abajo, se pueden extraer alarmantes tesis eclesiológicas, lean:

19. La presente edición del Libro de la Oración de los Fieles, ampliamente renovada respecto de ediciones anteriores, ha sido aprobada por la Comisión Episcopal de Liturgia de España en nombre de la Conferencia Episcopal Española. Los formularios que contiene son modelos válidos y aptos para llevar a cabo el ideal de la participación consciente, activa y fructuosa del pueblo cristiano en esta plegaria, que con todo derecho y razón le pertenece

He marcado en negrita lo más alarmante: La 'razón y el derecho' (todas) que asiste al 'pueblo cristiano' para identificar (reclamar? reivindicar? sostener?) estas 'oraciones de los fieles' como algo 'suyo', de su 'pertenencia'. ¿Quizá en la mente del liturgo-redactor de la Comisión Nacional de Liturgia latía un sentimiento polarizado que oponía/distinguía la oración del sacerdote de la oración del pueblo'? ¿Pensaba que en los formularios de la oración de los fieles se expresaba la idiosincrasia de los laicos frente al carácter sacerdotal del celebrante? ¿Qué quería decir con esta contundente y quasi-desafiante afirmación?


Pero volvamos - permítaseme - a los Santos co-patronos europeos Cirilo y Metodio, para ponerles de muestra el estilo extravagante e impropio que alcanzan los formularios de la edición de marras. Vean:


Dirijamos nuestra oración a Dios Padre, unidos todos los hermanos en Cristo, para que los pueblos de Europa sepan reconocer y vivir su tradición grande de fe y de civilización.

R. Venga a nostros tu Reino, Señor

- Para que Europa, evangelizada por el testimonio de los apóstoles, de los mártires y de los innumerables confesores de la fe, recupere en plenitud la propia identidad humana y cristiana.
Roguemos al Señor.

- Para que las Iglesias de occidente y de oriente pongan en común sus dones y unan el espíritu de contemplación y de oración al fervor apostólico por la extensión del reino de Cristo.
Roguemos al Señor.

- Para que todas las lenguas y culturas se hagan instrumento de evangelización y de promoción humana al servicio de la justicia y de la paz universal.
Roguemos al Señor.

- Para que los países del Este puedan gradualmente crecer en la democracia, en la libertad y en el progreso.
Roguemos al Señor.

- Para que nuestras comunidades cristianas promuevan la reconciliación entre las generaciones y las clases sociales con la fuerza del amor, que vence toda violencia y dilata los ánimos en la esperanza.
Roguemos al Señor.

Dios, Padre de todos los hombres, ante tí nadie es extranjero, nadie queda excluído de tu paternidad; por intercesión de los santos Cirilo y Metodio, haz que los pueblos de oriente y occidente promuevan en el mundo una era de fraternidad y concordia.
Por Jesucristo nuestro Señor.

R. Amen.

He marcado también en negrita, para destacar. Si tiene Uds. un mínimo de sensiblidad católica, habrán sentido parecida repugnancia a la que yo siento cuando me veo ante esas 'intenciones' con esas expresiones:

Algunas suenan a discursete de logia, a discursillo de parlamento, a mítin de tabladillo, a panfleto partidista. Un lenguaje político usado en un contexto sagrado, litúrgico. Con una intencionalidad confusa, que parece identificar el mundo con el Reino de Dios, o la Iglesia con la sociedad civil.

Estos textos aparecen en un libro litúrgico, que se usa en el altar, en el ambón, durante la Santa Misa. Son suficientemente indicativos de la degeneración de la liturgia post-conciliar, su mundanización/socialización.

No suelo seguir semejantes guiones, no los recibo con aprecio, me resultan indignos. Me veo obligado a corregir e improvisar sobre la marcha (y no me pueden censurar puesto que el texto mismo, aprobado por la CEE, me confiere esa facultad, como he comentado más arriba).

Y como esto, todo lo demás. Y en particulares más graves. Ayer mismo comentaba con otro sacerdote las improvisaciones de la Plegaria Eucarística que suelen efectuar habitualmente muchos sacerdotes, con la indiferencia de los fieles, que se dejan llevar/conducir por le celebrante, y la pasividad indolente de los obispos, que ni quieren ni pueden remediar y/o corregir.

No quieren, porque muchas veces están de acuerdo con los infractores. No pueden porque no tienen medios para obligar y, si se atrevieran a censurar, obtendrían como respuesta la desobediencia, la contestación y/o el abandono del ministerio por parte de los sacerdotes transgresores.

En este ambiente se comprende el avance de movimientos como la pfarrer initiative del clero des-católico austriaco, y otras por el estilo.

Mientras, en los seminarios se expone la liturgia 'acomodable' de los liturgistas vaticanosegundistas y en las curias episcopales se ponen trabas o se aprueban sub mínimis, restrictivamente, las celebraciones de la Santa Misa según el rito tradicional (forma extraordinaria, según Summorum Pontificum)

Lo peor y más grave, sin embargo, es que el clero más moderado, incluso los curas que se consideran 'conservadores' no ven defecto en estos textos que he citado, al contrario: Muchos han adoptado ese lenguaje politizado, esos ideales sociales mixtificados con conceptos evangélicos, asumiéndolos como algo pastoralmente válido o identificativamente cristiano.

Estas y como estas son las circunstancias litúrgicas con las que se encuentra un sacerdote en el altar. Las situaciones son variadísimas, debatiéndose entre dos polos:

- los repentizadores improvisantes, ocurrentes y creativos que inventan una liturgia para cada misa, con apenas un mínimo reconocible/válido

- los obedientistas/oficialistas que se ciñen al texto-rúbrica y que presumen de observantes porque hacen lo que está mandado...y terminan rezando por esas intenciones, con esas expresiones que he transcrito, "...para que los países del Este puedan gradualmente crecer en la democracia, en la libertad y en el progreso". Sic.

Repito, insisto, que lo peor es que piensan que lo que están pidiendo dignum et iustum est.

p.s. Témome que el ya Beato JP2º pensaba que también.


+T.