miércoles, 7 de octubre de 2009

Rosario, miscelánea para 7 de Octubre


La discutible reforma litúrgica del post-concilio tuvo, en algunos casos, un perfil reduccionista malamente entendido como "cristocéntrico". Obviamente toda la liturgia es Trinitario-Cristocéntrica, pero se quiso remarcar la referencia exclusiva al Misterio de Cristo. En este sentido, por ejemplo, la fiesta de la Virgen del Rosario quedó desfigurada tocante a las oraciones propias de la Misa y el oficio.

Resulta extraño que en ninguna de las oraciones de la Misa (Misal 1.969) se mencione el Santo Rosario. Se ha escogido como colecta la oración del IV Domingo de Adviento con el añadido "...y la intercesión de la Virgen María", simplemente. Las oraciones del ofertorio y la post-comunión ni siquiera nombran a la Stmª Virgen, sólo insisten en el mismo concepto de participación-comunión en el Misterio de Cristo.

Las oraciones del antiguo Misal sí nombran el Rosario en colecta (oratio) - secreta -postcommunio. Además la fiesta se titula In Festo SS. Rosarii B. M. V. No tengo en este momento el proprio de la Orden de Predicadores-Dominicos, por eso no sé si han conservado las antiguas oraciones o si en las nuevas hacen mención del Santo Rosario.

La impresión es que en el nuevo Misal de Pablo VI se ha evitado deliberadamente que el Rosario de la Virgen aparezca en la memoria de Ntrª Srª la Virgen del Rosario. Una paradoja más entre otras.

Esta es la oración antigua, tan venerable:

Oremus

Deus, cujus Unigenitus per vitam. mortem et resurrectionem suam nobis salutis aeternae praemia comparavit: concede quaesumus: ut haec mysteria sanctissimo beatae Mariae Virginis Rosario recolentes, et imitemur quod continent, et quod promittunt, assequamur.
Per eumdem Dnum. Ies. Amen

Las explicaciones liturgísticas - supongo - son al caso tan absurdas como sospechosas. Pero así se hicieron las cosas (y así siguen).

De la popularidad de la fiesta no hace falta decir nada, porque es devoción universal. Sin embargo es una rara ocasión en que se juntan y celebran varias cosas: El patrocinio de la Virgen, una práctica devocional concreta y una efemérides memorable. La Orden de Predicadores tiene providencial e histórica relación con todo, desde la vinculación de la invención del Rosario a Stº Domingo de Guzmán, así como la difusión de su rezo, y la decisiva intervención del Papa San Pio V en la formación de la Liga Santa.

Expresamente, la fiesta del Rosario (primer Domingo y luego 7 de Octubre) se instituye tras la histórica victoria de la Armada Católica (Santa Sede, España, Venecia y Génova) sobre el Imperio Turco y su escuadra. En 1571 la conciencia del peligro común no contó tanto como cierto ánimo de urgencia, una impresión de los coaligados de que era el momento. Considerando la situación de los reinos y estados de Europa, desazona ver una cristiandad fragmentada e irrecuperable en la que tan sólo son fuertes ante el turco las potencias de los extremos del continente: España y Rusia. El resto se debate en una crisis de fe que afecta y deja inoperantes a sus instituciones: Alemania luterana, Inglaterra anglicana y Francia dividida por el conflicto de los hugonotes. Sólo España podía.

También merece notarse la insistencia de los Papas, con una privilegiada perspicacia que les descubría la gravedad de la amenaza turca en el Mediterráneo. En cierto sentido, hay una evolución sin solución de continuidad desde la convocatoria de la Iª Cruzada a la formación de la Liga Santa. Desde la pérdida del Ultramar de los cruzados a la toma de Chipre por los turcos aquel mismo año de 1571, todo fue una imparable extensión del dominio turco-musulmán. En este sentido, la victoria de Lepanto marca el comienzo de la regresión islámica en Occidente.

Las ilustraciones históricas de la batalla suelen tener de común la "interacción" celestial/terrenal, dividiendo en dos planos/dos escenas: En la superior, la Virgen aparece amparando y favoreciendo a la escuadra católica; abajo se representa la batalla, con una animada ambientación más o menos detallada.


En el famoso cuadro de Veronés, ante la Virgen aparecen postrados en actitud orante cada uno de los Santos patronos de los aliados de la Santa Liga: San Pedro por Roma, Santiago por España, San Marcos por Venecia y Stª Justina de Padua (cuya fiesta se celebra el 7 de Octubre, dia de la batalla). Entre San Marcos y Stª Justina hay una figura femenina velada de blanco y postrada; parece ser presentada por los Ss. Patronos a la Virgen, que le abre y tiende sus brazos; quizá representa a la Iglesia (?). Y debajo, separada de la escena celestial por una franja de nubes, la batalla en el momento del choque de las galeras: Sobre la escuadra católica, en el ángulo izquierdo, desciende un rayo de célica luz; sobre la turca, a la derecha, baja el castigo en forma de saeta fulminante.


El cuadro de Veronés tiene el valor de ser un "prototipo" contemporáneo, que después sería ampliamente reversionado, principalmente en España e Italia. Una de las variantes iconográficas complementa el cuadro con la incorporación de una tercera escena: El Papa San Pio V orante visionando milagrosamente la victoria por intercesión de la Virgen.


En la iglesia del antiguo dominicano Convento de San Pablo el Real de Sevilla (hoy parroquia de Stª Mª Magdalena) se conserva una bella pintura mural de Lucas Valdés con el patrocinio de la Virgen del Rosario en Lepanto y la visión de San Pio V. La escena de la batalla domina el plano bajo, y en el de arriba el Papa arrodillado ora extático ante la Virgen con el Niño en brazos; del trono de la Señora parte un tropel de Arcángeles con rosarios y espadas flamígeras que se ciernen hostigando la escuadra de los turcos; por la otra punta de la gloria, unos angelotes con palmas y rosarios en actitud de descender sobre la escuadra católica. *(para ver ampliado pulsar sobre la primera imagen, la de arrriba bajo el tíulo de la entrada).

La figura de la Virgen es muy interesante para la iconografía del tema rosarista en Sevilla, ya que representa a la portentosa imagen de Ntrª Srª del Rosario que presidía entonces el Altar Mayor conventual. Desafortunadamente fue desalojada de su retablo cuando la desamortización y la reubicación de la parroquia de la Magdalena; afortunadamente se conserva en la parroquia de Stª Cruz, re-titulada como Ntrª Srª de la Paz, habiendo perdido su advocación original del Rosario, tan batalladora y victoriosa.

+T.

lunes, 5 de octubre de 2009

Y el Te Deum

Como estáse celebrando una efemérides del maestro Haydn, pués pega que ponga el suyo, el de Mª Teresa:





Aunque ya confesé mi predilección por la fanfarria con tambourré del de Lullý, tan Roy Soleil, tan espléndido:





Y que repito con tanto gusto, en ocasión tan memorable y apropiada.

+T.

Gratias agens


Dominus pars hereditatis meae et calicis mei
tu es qui restitues hereditatem meam mihi
funes ceciderunt mihi in praeclaris
etenim hereditas mea praeclara est mihi.


.................................................................................. Sal 15, 5-6
.
+T.

El sermón


Misas de 9'30, 12, 1 y 8. Cada una con sus feligreses asistentes: edad, corte social, circunstancias e impoderables personales de cada quisque, más o menos abarcables en un conjunto digamos que regular, desde gente normal-normal a gente media-subiendo. Y algunos despistados.

El Evangelio, el mismo para todas las Misas, con sus dos lecturas previas: Mc 10, 2-16 (1ª lect. Gn 2, 18-24 ; 2ª lect. Heb 2, 9-11 ); y el sermón. Y la dificultad de predicar para "todos los públicos" sin que la gente "desconecte" o "reaccione" o "malentienda". Que de todo esto pasa: Los "hipersensibilizados" por algún tema, se disparan como un cohete; los "politizados" causa sui, se arrancan como un miúra; los "delicados" se incomodan hasta la náusea; los "petrificados" se quedan lo mismo y nunca pasa nada aunque tiemble la tierra desde sus cimientos (bueno, esto reconozco que nunca lo he probado; pero valga como aproximación). Todo esto, si me explico.

El Evangelio es claro y rotundo, terminante: "Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre" (ni Moisés siquiera); y el que/la que se divorcia y se vuelve a casar, comete adulterio. ¿Está claro? Y está claro también que se trata de "hombre y mujer", como "al principio Dios los creó"; no se contemplan otras posibles y eventuales variaciones, alternativas y/o modelos. ¿Está claro?

Peeero...Pero en la cuarta banca del extremo izquierdo está Dª Alfonsita, con una hija separada y divorciada y vuelta a casar por lo civil, con un hijo del primer matrimonio y tres de este segundo; un problema. Y en una de las bancas de detrás, está Don Torcuato, que se le "casó" su hijo Fabio María con su "novio" Rodolfo Manuel hace un año, y que viven en casa y son los que cuidan de la esposa de Don Torcuato, en cama y con alzheimer desde hace cuatro años; un problema. Y sólo cuento dos porque no es para hacer un catálogo de historias con acotaciones melodramáticas. Real como la vida misma.

Y el cura predicando ("¡Ay de mí si no evangelizo!") Porque más allá de todo lo que el cura comprende (que lo comprende (y mucho)) está lo que el cura cree (que lo cree (y cada día pide creer más)) y lo que el cura recibe como encargo y a lo que se debe con toda la fidelidad del ministerio y la gracia recibida: El Evangelio, íntegro, sin merma y sin aditamentos (Ap 22, 18-19); algo dificultoso porque a más de uno, por más de un motivo, le viene la tentación de añadir o de quitar; o de callar.

De entrada parece convenir cierta condescendencia. Teniendo en cuenta que un sermón se monta sobre las palabras, cualquier palabra vale y se riza el tirabuzón ilativo-argumental y se predica de la gastronomía de Cuaresma a propósito de la lectura del Festín de Baltasar, verbigracia. O como aquel buen párroco que el día de San José se explicaba así al empezar el sermón:

- "Amadísimos hermanos: Celebramos con toda devoción la fiesta del Patriarca San José, que es de todos sabido que ejerció el artesano oficio de la carpintería, esto es, que trabajaba con la madera; la madera, esa materia de la que se hacen los confesonarios: Meditemos, pues, amados hermanos, sobre la confesión..." Y espetaba al respetable un sermonazo sobre el tema.

Así se ha predicado siempre que no se ha querido predicar algo, muy socorrido recurso para no decir lo que se debe decir cuando toca decirlo. Un tipo de homilética muy "cortesana", pero también acomodable a la urbana, y a la aldea, con casi el mismo motivo en la aldea y la ciudad que en la corte: No inquietar, no "problematizar" (ni problematizarse).

Claro que es un incompatible compromiso (des-compromiso) cuando tan tajante dice el Señor esto que decía: "No penseis que he venido a traer paz, sino guerra..." Mt 10, 34 ss. Merece leerse y meditarse, con sus versículos de coda y sus paralelos en San Lucas. ¡Prender fuego! ¡Incendiar! Pero he aquí que la tentación de muchos sermones es echar agua y que no haya fuego (aunque algunos oyentes, por su parte, son especialistas en montarse un bunker para resistir el bombardeo cuando cae y por si cayera).

El cura de mi parroquia tiende a lo incendiario, más bien; como si tuviera algún gen de Guy Fawkes o alguno de los de la trama de la Gunpowder Plot. Y la arma. Con sus cautelas, que las pone; pero al final, la arma.

Una de las mejores bombas fue cuando clamó, repitió y machacó que "...los católicos estamos sólos; nadie defiende ni promueve nuestros principios, nuestra moral, nadie! Ninguno de los partidos con representación parlamentaria son pro-vida, todos son abortistas, todos son divorcistas: ¡Estamos sólos! Y tenemos que resistir, no podemos ceder nuestra representación política votando a partidos que hacen o permiten leyes contra la vida y la familia..."

Para rematar pidió que nadie fuera a la manifa del 17-Oct, que eso era un engañabobos que no servía para nada, sino para irritar a unos y desactivar a otros, porque el aborto se hace/se legaliza en el parlamento y el parlamento se vota en elecciones: "...El que sea de verdad católico y pro-vida que lo demuestre en las urnas eligiendo partidos que defiendan y promuevan ideales en consonancia con la fe y la moral católicas; y si no los hubiera, no se vota. Pero una manifestación, a estas alturas, es una pantomima sin sentido y sin efecto...".

El colofón de la homilía fue una glosa aplicada de Hb 2, 9-11, enfatizando el gran misterio cristológico y cristiano de la perfección y consagración por la cruz, referido muy particularmente a la vida familiar, el matrimonio y la maternidad.

Total, un sermón muy poco "corriente". Me gustaría que se oyera en más sitios y que algún mitrado se atreviera a decir cosas por el estilo.

Pero nuestros mitrados o no hablan, o no se les entiende lo que dicen, o mandan a la gente que vayan a las manifestaciones. Muy valientes, muy consecuentes, muy beligerantes.

¿Saben Uds. en qué se nota la "acogida del sermón? En el Credo: Cuando empieza el cura - "Creo en un sólo Dios..." la gente le sigue y lo reza con un tono y volumen verdaderamente estimulantes (o estimulados).

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Un necesario estrambote

Es un "ajuste" necesario que aprovecho para poner esto, tan preciosamente francés grand siècle:





Y además de la música rutilante del gran Lully, ese cuadro tan católicamente monárquico/tan monárquicamente católico.

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sábado, 3 de octubre de 2009

De Borja (y miscelánea)

Ayer se me pasaron los Custodios sin un comentario bloggero siquiera, mea culpa; pero a ratos se me venía a la cabeza el Evangelio de la Misa Mt 18, 1-5 y 10: Despreciar a un niño es despreciar a Dios; y los ángeles de los niños, dice el Señor, "...ven el rostro de mi Padre celestial"; y escandalizar a los pequeños, merece el más terrible castigo. Y pensaba en las consecuencias de ese Evangelio aplicado a nuestro mundo, con el aborto galopando por la "globalidad", y con España arbitrando leyes para matar mejor y más pronto a cualquier niño, que desde que son concebidos son amados por Dios, que les pone Ángel que les guardará el alma aun cuando maten "legalmente" sus cuerpos. ¡Malditas las madres, y malditos quienes lo hacen, y malditos quienes quieren y permiten que se hagan!

Un horror; pero un horror cada vez con menos "conciencia" porque nos estamos haciendo inconsciente a golpe de leyes criminales. Y las manifestaciones no valen, son tan letales como consentir porque no arreglan nada y dejan satisfechos a muchos que se creen que por ir el 17 Oct. a Madrid están haciendo algo.

El aborto en España y en el mundo es cosa de leyes y las leyes se hacen en los parlamentos y los parlamentos se hacen en las elecciones y las elecciones las hacen los partidos. Los muy inconscientes y los muy hipócritas (prelados mitrados inclusive) se lavan las manos convocando, animando y yendo a una manifestación pro vida y luego siguen votando y manteniendo al PP que es anti-vida y pro-abortista. Otro horror, pero este con máscara. El Zp, la Aído y demás siniestros psoeros son canallas a cara descubierta; los otros van con máscara. No sé quiénes son peores.

Pero hoy iba a escribir algo sobre Francisco de Borja, pero se me han cruzado los Custodios de los no custodiados, una paradoja. Aun así de Borja diré que es una lástima que haya quedado de nombre cursi y estereotipado de capullo-pijo, una pena. El año pasado (¡cómo pasa el año!) dije que la urna de las reliquias de San Francico de Borja en su iglesia de la calle Serrano se hizo con la plata que a regañadientes donaron ad casum los Grandes de España, porque Borja en su santo patrón. Santos Patrones hay para todo, y hasta los cerdos tienen el suyo y los perros también. Conque no es raro que la noblesse aussíe.
Lo que pasa es que un Santo patrón de Grandes de España - y encima que este sea Francisco de Borja - es un trampantojo barroco de tomo y lomo. Por cierto que se han llevado de Sevilla a Londres la posiblemente mejor imagen que existe del Santo Borja, para una exposición del Barroco Español que va a haber en la National Gallery, y que será digna de ver ("Lo sagrado hecho real. Pintura y escultura española 1600-1700" ; se inaugura el próximo 21 de Octubre, D. m.).

La imagen sevillana de Borja es una escultura de Juan Martínez Montañés, procedente de la antigua Casa Profesa de la Compañía, hoy Iglesia de la Anunciación; conforme a la iconografía del Santo, lo representa con habito de jesuita, sotana negra ceñida, con una calavera (¡la calavera de la Emperatriz!) en una mano y una cruz en la otra (aunque me parece que lo original era una disciplina de cáñamo). La escultura se fecha en torno al año 1624, y como es habitual en casi todas las de Montañés, las policromía de la encarnadura son de Francisco de Pacheco, el suegro y maestro de Velázquez. Digna de la exposición esa de la National Gallery de London, pues; si la instalan con una iluminación adecuada y favorable, causará sensación.


Como fue sensacional la conversión de Francisco de Borja en su día. Pero ahora los Grandes de España no se convierten; ni antes tampoco, porque lo de Borja fue una rareza, una excepción que no se ha vuelto a ver (y mucho menos en esa "magnitud" borgiana). Los Grandes, excepto en el título y en sus excesos, apenas han sido grandes en nada; por supuesto que en virtud menos que en nada. Para vergüenza de la casta que se acoge bajo el patrocinio de Francisco de Borja, hoy la grandeza o se sienta en sillones de consejeros de empresas, o arrastran sus indecencias por el Hola como antes las paseaban por la Corte y sus salones. Y otros horrores; algunos somáticamente descriptivos de su decadencia, como que antes padecían gota por comer demasiada caza y hoy sufren adiciones por demasiados polvos en nariz (y no rapé, precisamente).

Supongo que alguna representación de la Diputación de la Grandeza se habrá pasado esta mañana por la iglesia de Serrano para alguna Misa que le dedicaran al Santo, supongo. Y me imagino a media docena de cacatúas ellas (ha sido fama que las Grandes de España cuanto más grandes más feas) y una cuadrilla de tipos estilo Luís Escobar/Marqués de Leguineche . O por el estilo.

¡Y mira que fue grande Francisco Borja cuando dejó de ser "Grande"!

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jueves, 1 de octubre de 2009

El Cachorro en Madrid y un tal Yago en Babia


Llamarse Yago tiene bemoles de snob y pijoterío cursi a la enésima potencia. Comprendo que uno no tiene culpa y que la ocurrencia suele ser del padrino de bautismo, o de papá, o de mamá. Pero dado que en católico vige que en la Confirmación te puedes mudar de nombre, perseverar en el Yago confirma la pijotera ocurrencia. Pues érase que se trata de un Yago, un tal Yago de la Cierva.

La cosa se supone al nivel del nombre "Yago" del susodicho; pero he aquí que el tal no es un pipiolo de tertulia y club a la violeta, sino que es un señor que peina canas, viste look gris-príncipe-de-gales y es no sé cuantas cosas, inclusive archi-universitario de Navarra. Pero a pesar de todo su caché (y del Yago) ha lanzado una novedad al aire que no se le ocurre ni al pamplinas más casquivano de la feria de las frivolidades.

Frivolidad pía, en este caso, porque el buen Yago fantaseaba con un "viacrucis". Un viacrucis (a parte el fiel o los fieles que lo recen y transiten) necesita muy poco para ser un viacrucis: Catorce estaciones erigidas y bendecidas, y ya está; que haya una cruz procesional o no, no es necesario. Necesarias son las 14 estaciones y las debidas disposiciones de los asistentes. Nada más.

Pero Yago (como su nombre indica) es hombre de "grandezas". Y si al Papa en el Coliseo de Roma para el más universal Viacrucis de la Cristiandad le vale cada Viernes Santo una cruz ligerita de palo pintada en negro, Yago estima que en Madrid capital de España una cruz así se queda cortita, es insuficiente. Y Yago ha soñado con un Viernes Santo en Madrid-JMJ-2011. No sé en qué o en quién piensa Yago, si en el Papa o en Yago (hombre con nombre y vocación de grandezas, ya lo dije ¿no?).

En Sevilla ha caído como una bomba la ocurrencia de Yago. Ayer tarde ya corría la novedad por los face-books: ¡Que llevan al Cachorro a Madrid para el encuentro de la Juventud!


El Cachorro en Sevilla es Sevilla, se podría decir, si no fuera en realidad que el Cachorro es Triana (y Sevilla un apéndice trianero, dicen del puente p'allá). El Cachorro es el Señor de Triana, Icon Sacratissima, Imago Sancta inter Sanctas. Un culmen, una cima, una apoteósis de la fe y el Arte Cristiano. Como - un poner - la Pietá del Michelángelo, esa que está en San Pedro del Vaticano; pues lo mismo (y sin exagerar). Por eso, imaginarse al Cachorro en Madrid es como - otro poner - figurarse a la Piedad de Miguel Ángel llevada de romería por Fuencarral hasta Malasaña. O algo así. Con la diferencia de que a la Pietá no le tienen devoción ni los mismísmos canónigos del Capítulo de San Pedro, y al Cachorro le rezan y le lloran y le cantan saetas hasta los vencejos de la Giralda con Triana y con Sevilla entera, córpore et ánima.



Todo lo cual hace suponer varias cosas, uséase conclusiones:

- que Yago no tiene ni idea, ni pajolera idea

- que Yago está falto de ideas, de adecuadas ideas

- que Yago tiene unas ideas que mejor que se las quiten (las ideas)

Yo propondría una rápida y discreta sustitución. Que metan a Yago en un avión y le busquen empleo en Nueva Zelanda, que dicen que están rodando El Hobbit y necesitan extras para los elfos, hobbits, enanos, orcos y trolls. De seguro que don Yago, como todo buen Yago, sabe manejar espada, mandoble, sable y florete. Faltaría más.

Y que deje de idear viacrucis, por fa-please.

En Triana, al estupor siguió la guasa con media sonrisita. Y el Hermano Mayor de la Hermandad del Stmº Cristo de la Expiración y María Santísma del Patrocinio, ya ha dicho, discretamente, lo que tenía que decirse:

«Quien quiera ver al Cachorro que venga a Triana»

Y no se hable más.

Hay cosas - deberían decírselo a Don Yago - que no se deben tomar a la ligera porque son de mucho peso, de mucho peso. El mismo que parece le falta a Don Yago...y eso que llamarse 'Yago' tiene que pesar (del 'de la Cierva' no diré nada).

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