martes, 15 de septiembre de 2009

Dolores Gloriosos


Antes se llamaba (popularmente) a la actual fiesta del 15 de Septiembre los Dolores Gloriosos, para diferenciarla de la otra fiesta dedicada a la Mater Dolorosa, el popular Viernes de Dolores (feria VIª de la Semana de Pasión); en el Misal antiguo aparecen las dos fiestas con el mismo título "In Festo Septem Dolorum B.M.V." Se celebraba el IIIer. Domingo de Septiembre, y luego quedó fija el 15 de Septiembre, en la octava de la Natividad, el dia siguiente de la fiesta de la Exaltación de la Stª Cruz, y a un mes justo de la Solemnidad de la Asunción.

La fiesta parece remontarse al siglo XIV-XV, con cierto origen derivado de las devociones de los misterios septenarios de la corona franciscana (siete gozos-siete dolores). Aparecen datos, primeramente, en el norte de Europa; en un sínodo de Colonia, en 1423, se agrega al calendario festivo-litúrgico mariano; Benedicto XIII reconoce la fiesta en 1472. Alejandro VI da el placet a la primera archicofradía de los Dolores, fundada en Brujas en 1495. Poco más tarde empiezan a fundarse por toda España las cofradías de Ntrª Srª de los Dolores, a veces tituladas con otros nombres en alusión a devociones derivadas de los misterios pasionistas, u otras advocaciones locales. Clemente X extiende la fiesta a España y América, y en 1674 a todo el Imperio. El Papa Clemente XI, el 22 de Agosto de 1727, la extendió a toda la iglesia Romana, con el nombre de Fiesta de los Siete Dolores de la Bienaventurada Virgen María, fijándola definitivamente el Viernes de la Semana de Pasión (Vª de Cuaresma).

La de Septiembre pasa al Misal en 1814, por voluntad del Papa Pio VII en recordatorio-acción de gracias por la liberación de su cautiverio y el fin de las penalidades de la revolución. La reforma litúrgica del post-concilio suprimió la fiesta del Viernes de Dolores y dejó sólo la memoria del 15 de Septiembre.
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El Misal antiguo trae como propia de las dos fiestas la secuencia Stabat Mater, de Iacopone de Todi, que sería con el tiempo todo un género dentro de la música religiosa, un texto mil veces amonizado, inspirador de las más bellas composiciones de los mejores maestros. El misal en castellano ofrece como texto de la secuencia la glosa de Lope de Vega, una inspirada versión del original latino.

La iconografía de la Dolorosa, en principio, es la misma escena del Stabat Mater (Jn 19, 25ss.), es decir, el Calvario con el Crucificado en el centro entre la Mater y el discípulo. Después se identifica como tema independiente, desde el siglo XV, bien representando el septenario de la escenas dolorosas, bien figurando solamente a Ntrª Srª, afligida y llorosa, con o sin atributos pasionistas, variando según las diferentes tradiciones iconográficas.
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En España tiene especial importancia, siendo uno de los grandes temas del arte hispánico del Siglo de Oro, pasando desde la península a América, con una notable inter-relación de estilos e influencias que incluyen, también, a otros centros artísticos como Flandes-Países Bajos, Génova, Nápoles y Sicilia.

.Y en Sevilla es una pasión, una identidad que trasciende lo estrictamente devocional y se mixtifica en afectos familiares y sociales, con tantas formas y expresiones cuantas son las cofradías y las hermandades que se dedican al culto de la Dolorosa. Me pregunto muchas veces si es lo estético-formal lo que conmueve, o si es lo sinceramente religioso lo que atrae. Respondemos que parte y parte, según. Pero yo sé - y me consta - cuánto impera el oropel y qué vanas están las coberturas.

Por cierto, muy lejos de la post-comunión de la fiesta, que reza una de las oraciones más catolicamente tremendas de todo el Misal:

Después de recibir el sacramento de la eterna redención, te pedimos, Señor, que al recordar los dolores de la Virgen María, completemos en nosotros, en favor de la Iglesia, lo que falta a la pasión de Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amen.

(Que es, precisamente, lo que pide el Stabat Mater estrofa a estrofa, poco más o menos).

+T.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Crucifijos


A estas alturas, el tema debería haberse cerrado. Y quizá debiera haber sido la Iglesia la que hubiera puesto punto final. Así no estaríamos picando el anzuelo cada vez que el "gobierno de la nación" necesitara una pantalla secundaria para distraer la atención de la pantalla principal. Con los años que se avecinan y visto el interés que suscita cualquier polémica contra la Iglesia, el "gobierno de la nación" volverá, cuantas veces se vea apurado, a provocar cualquier polémica para que la Iglesia desvie la atención de la plebe.

Un Crucifijo en un áula es una señal cristiana que significa para los cristianos; y significa en tanto se le preste un significado digno y reverente. Puede estar y servir de mofa; puede estar y ser ignorado; puede estar y recibir una consideración ajena a su valor cristiano; puede estar como si no estuviera. De hecho, en tantos sitios está así, como si no estuviera.

Si yo fuera obispo - que no lo soy ni lo seré - habría dado órdenes a mis curas para que reclamaran los crucifijos de las escuelas que hubieran en sus respectivas parroquias. También movilizaría a las Hermandades y Cofradías, que son un poder temible y temido por la piara política desde Despeñaperros a Tarifa, por lo menos, (que es donde la piara política anti-crucifijera saca votos, por cierto). Y con esas y otras movilizaciones, o hubiera neutralizado la polémica, o la hubiera convertido en ariete contundente contra los infames anti-crucifijistas. Pero esto es mera ocurrencia y hablar por hablar. Nada más.

Decía que a estas alturas en vez de quejarse debería darse orden expresar de no polemizar, recoger los Crucifijos que se pudiera y darles un digno y piadoso destino. De camino, encargaría a los publicistas que inventaran algo "significativo" con los medios disponibles, aprovechando la retirada/exclusión de los Crucifijos. Una cierta campaña picante, con carteles y propaganda como la del lince, por ejemplo. Y a ver que pasaba.

En la España de Zp vivimos una confrontación contra-católica artificial, no real; creada y dirigida (manipulada) por los socialistas del gobierno con la aquiesciencia disimulada del pperío (que piensa más o menos lo mismo que los socialistas, en casi todo y en esto también).

Pero la gente no está contra los signos religiosos. Quiero decir la "mayoría" de nuestra gente (ellos dicen "ciudadanos" y se apropian del concepto con un extraño ánimo político-posesivo). La gente no está contra los crucifijos, ni contra la Iglesia, ni contra lo católico ni lo cristiano. Otra cosa es que la tele y la prensa y la radio (nunca se olvide que todos los medios son socialistas o afines, y esa es una de las principales claves del "problema") monten una "encuesta" o una tertulia "rosa" contra los crucifijos, los curas y la Iglesia. Ponen en un plató una mesa redonda con 10 degenerados a sueldo, y parece que España entera es anarco-atea-quemaiglesias. Pero no, la gente no es así, ni piensa así, ni quiere las cosas así. Digo la gente mayoría de la gente, no me refiero a pervertidores y pervertidos que no son "mayoría" sino carne de plató y tertulia "rosa".

En España des-gobierna una mente enferma que padece un extravagante síndrome anti-católico muy agudo, con bastante probabilidad de que se enquiste y se vuelva padecimiento crónico, para desgracia de todos. Como no se tienen ideas y proyectos, se recurre al fantasma del conflicto con la Iglesia para hacer guerrilla y dar la impresión de que se hace algo.

Es como Don Quijote viendo gigantes donde había molinos de viento: Zp y su equipo ven enemigos cuando ven un crucifijo. Y montan una guerra oportunista para que la gente vea el teatrillo de una polémica de títeres de cachiporra, mientras las cosas que importan se traman y se enredan detrás del escenario (pero con los mismos hilos y por las mismas manos que mueven los muñecos de la farsa). Nuestra España, que siempre ha sido muy titiritera (con cruces o sin ellas).

Claro que algunos tememos que después de los crucifijos vengan más "represiones" gubernamentales contracatólicas. Pudiera pasar como cuando en el XIX, con los liberales, que empezaban quitando las cruces de las esquinas de las calles y terminaban demoliendo monasterios e iglesias para abrir plazoletas o edificar un ministerio en el solar. Y después, una desamortización. Y para "ambientar" popularmente la faena, un asalto a un convento previa propaganda de que los frailes daban a las criaturitas caramelos envenenados (hoy dirían que violan niños, que es lo que está de moda decir contra los curas).

Por eso, en mi propia contradicción, bajo el efecto de mis reflexiones, termino aconsejando al revés de lo que decía al principio: Resistamos con los crucifijos porque si no nos harán más guerra con cosas mayores y con peores consecuencias.

Lo malo es que pudiera ser porque, con esta gente, todo eso puede volver a ser (O, por lo menos, parece que quieren dar esa impresión).

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sábado, 5 de septiembre de 2009

Tosti, con nostalgia bellamente evocada


Por asociaciones-conexiones de estación y alma, entre Agosto y Septiembre es tiempo (mi tiempo) de Tosti, Franco Paolo Tosti, el precioso y sin igual canzonetista di salone, compositor cortesano cuando las cortes languidecían y se ponían bombas a los reyes del occidente europeo, entre guerras y convulsiones revolucionarias. Pero el elgante Tosti encantaba en los salones, piano y tenor, cantando cosas de amores, de bellezas, arias de auditorio exquisito debajo de arañas venecianas entre espejos de azogue y marcos dorados. Europa se despedía de sus siglos de poder universal desangrándose en su juventud con un piano tocando y una voz cantando coplas de Tosti.

La convulsión del mundo que agonizaba entre 1914-1918 dejaría una Europa (un mundo) irrecuperable. En cierto sentido, entre la guillotina que decapitaba a los Capetos-Borbones y los comunistas que masacraron a los Romanov no hay solución de continuidad, sino un espaciado y revolucionado siglo XIX que remata trágicamente en Sarajevo y Ekaterimburgo, dos hitos para el fin de una historia que hizo la Historia.

Después todo se vulgarizó. Hay un descenso de nivel desde Tosti al cuplé y el tango de los años '20; hay un desnivel de rancia aristocracia a plebeya laya y proletariedad desde Laszlo a Picasso. Nada volvió a ser igual.

Pero a mí me gusta Tosti. Evidentemente por cierta coherencia de gustos, pero además declaro que es por familia. Porque en mi casa, mis abuelas cantaban cosas de Tosti. Les cambiaban la letra y les inventaban una para cantarla en las novenas, con todo su fervor, con toda su inocencia de un tiempo que se fue también con otra guerra.

Cuando mis amigos más "tradicionales" me salen con sus malgustos beatlemaníacos y otras degeneraciones pop-rockeras, siempre me suscitan cierta inquietud aprensiva. Y dudo. Dudo que uno con gustos de rock y hip-hop sea (pueda ser) sinceramente (profundamente) tradicional. Ita.

La tradición tiene sus márgenes, sus exclusiones, sus contrastes reveladores. Yo, señores mios, pienso que Tosti es uno de ellos.

Y ahora un muestrario de Tosti:

Malia, cantada por Alfredo Kraus, emocionantemente, como si de verdad la cantara un enamorado "Freme l’aria per dove tu vai,
spunta un fiore ove passa ‘l tuo piè"
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Vorrei morire, por el espléndido Richard Tauber con la letra en alemán, pero es la mejor versión que he encontrado con diferencia, a pesar de perder la letra original, cantando Tauber de manera insuperable (incluye también Serenata y otra que no identifico):





Ideale (mi favorita), cantada por el finísimo Ferruccio Tagliavini, maestro entre los maestros, con una pronunciación italiana conmovedora y una voz que es una época:





Pues eso y todo eso, a propósito de Tosti. Tosti suena a Tosti y a un mundo que se fue, que me causa la nostalgia de lo desconocido poderosamente atractivo y evocador: No hay más paraísos que los perdidos.


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domingo, 30 de agosto de 2009

De vuelta de la Novena


El año pasado - ¡cómo pasa el año! - comenté que una de los hitos de mi calendario personal-particular dividía el ciclo en pre-novena y post-novena. Y heme aquí con otra Novena a la espalda, ya transcurrida y celebrada y rezada. Como Dios manda: ¡Viva!

Y Dios tambien manda estos calores del Agosto que se agosta y no está agostando. Yo pensaba (yo quería) que a la vuelta de la Novena se hubieran acabado las calores. Pero no. Sevilla está que hierve como un puchero a fuego lento. Una auténtico estrago para los que vivimos y sudamos en aquestas latitudes de prolongada canícula, que estira la temperaura del ferragosto cuando Septiembre está a unas pocas horas ya.

Y por eso me ha vuelto - será por eso - la novena a la memoria, todavía fresquita; o, mejor dicho, caldeada. Mi memoria es muy recurrente y vuelve y revuelve a los sitios y los momentos con mucha facilidad, con mucho gusto cuando es cosa gustosa. Y la Novena es un singular espacio de felicidad, un arca preciosa con su tesoro de personas y de cosas.

De personas porque tantas que ya se me han ido está allí, en la Novena, presentes de alguna mística manera. Estas tardes de esta Novena pasada recordé que mi madre tenía la piadosa coquetería de ponerse un vestido distinto cada dia del Novenario, no por vanidad sino por solemnidad. Decía ella que para la Virgen había que ir, había que estar, mejor que nunca, más arreglada y más guapa también. Y lo lucía - porque mi madre era guapa - estupendamente bien. Cada día un vestido. Cosas de mujeres, encantadoras.

Y he recordado esta anécdota de mi madre porque mi tía, estos días de la Novena, ha hecho como mi madre: Cada día, un vestido, los nueve días. Y con el plus de dificultad de que, como está de medio luto, no ha salido del blanco y el negro, combinando sin repetir los vestidos que tiene. Y no tiene un armario llamativamente surtido, pero se apaña estupendamente bien para lucir su coquetería de novena.

Mi tía luce 84 años. Cada tarde hemos ido del brazo a la Novena, a su compás. Un compasito lento con tres paradas en la Cuesta del Reloj y una semi-paradita en el repechón del Pósito, para tomar aire. Pero, a pesar de los respiros, irrefrenable porque tenía que estar en la iglesia y ocupar plaza (su banco de siempre) antes de que llegara su amiga-rival y se sentara en la punta del banco que a mi tía le gusta porque es "su sitio". Ella dice que desde que era chica, y yo me lo creo porque en estas cosas de iglesia, devociones y sitios, el lugar acostumbrado, la esquina o el rincón o el banco "de siempre", importan mucho para estar a gusto en la piedad. Esto lo reconoce y recomienda hasta San Ignacio en los Exercicios. Y mi tía - sin saberlo - confirma con su costumbre a San Ignacio.

En la Novena se está en la Gloria, como un adelanto en porción terrena y relativa de la plenitud de beatitud y gloria. Tal cual. Por lo menos eso dicen - decimos - todos los que estamos en la Novena, la iglesia los nueve dias a rebosar, bancos corridos y sillas plegables y las dos puertas, la de la calle y las del Palacio, abiertas de par en par, para que corra el aire.

Y se hace el efecto parecido al movimiento de las lámparas de bronce de las iglesias del Monte Athos, que los monjes ortodoxos mecen y mueven cuando cantan su oficio. Pero en la Novena las lámparas son arañas de cristal, seis en los arcos de las naves y tres más grandes en la nave central y el coro. Todas se mueven con el aire, aunque parezca que no corre el aire. Y se mecen y hasta suenan las lágrimas de cristal.

En la Novena no hace calor molesto, porque el calor se hace fervor. Es una visión curiosa ver toda la iglesia parpadeante con movimiento de abanicos, un pequeño mar de abanicos en perpetuum mobile, con cierto compás, al ritmo de lo que se canta, o se reza, o predica el predicador. Los abanicos acompañan con su ritmo, ya largo, ya maestoso, ya allegro, ya forte, ya allegretto. Así. Y sin batuta, concordados con soniquete alternativo de pulseras de señora. Y alguna cabezadita dormilona, también.

Los hombres tambien se abanican, más comedidos y sin ritmo. Algunos llevan su abaniquillo en el bolsillo de la chaqueta y otros toman el que les ofrece, caritativa y simpática, la señora de al lado. Primero dicen que gracias, que no; pero a la segunda oferta cogen el abanico y se echan aire con relajado alivio. Si son matrimonio, la esposa abanica al marido; y la novia la novio cuando son parejita. En las novenas salen importantes noviazgos, y más de uno ha empezado con un abaniquito. Los abanicos de novena son instrumentos muy socorrido, polivalentes.

En fin, que una Novena es un mundo: Las viejas, las mocitas, las del coro, los señores, los chiquillos corriendo, el cura, los curas, el sacristán, los monaguillos. Tienen personalidad y definición propia hasta los semi-píos-impíos que se salen en el sermón y se toman una cañita de cerveza en el bar de la esquina, y ya esperan a que acabe la Misa y vuelven a entrar para cantar la Salve y recojer a la señora (las novias son más inflexibles y no les dejan escaparse). Y todo eso.

Lo mejor es la Virgen, tan bella, tan gloriosa en su altar. Todos la miran. Y la miran con lo que llevan, sean penas o ilusiones, con ojillos lagrimosos y labios con rezos que apenas salen y se oyen porque Ella los sabe y los oye. Y son para Ella.

La noche del 15 de Agosto, cuando sale, es un "ascua de oro". Así lo dicen, como una versión popular de Ap. 12 "...et signum magnum paruit in caelo mulier amicta sole et luna sub pedibus eius et in capite eius corona stellarum duodecim..." Una mujer vestida de sol con diadema de doce estrellas. Es Ella. Va vestida de dorado sol, enjoyada como doncella virginal para su Señor, la Hija de Sión preciosa, la Madre del Rey que sube triunfante y fascinante como columna de incienso y mirra, una princesa hebrea vestida y revestida con oro de Ofir. Las mejores joyas de cada familia terminan en sus brazos, en su pecho, para Ella, para que Ella las luzca, como una reina porque es la Reina.

Los Ángeles que la llevan y la suben la miran y admiran, y aclaman y cantan "...Quae est ista quae progreditur: quasi aurora consurgens,: pulchra ut luna, electa ut sol..." Y nosotros, que en su Imagen la miramos y también la admiramos, nos arrobamos en una sombra de luz dorada. Y por un momento somos ángeles, somos casi ángeles.

Cosas de Agosto, que viene y se va con calores mantenidos con fervores.

+T.

viernes, 28 de agosto de 2009

Ruíz-J (que en paz descanse)


Que le digan Misas, muchas. Es piadoso, caritativo y prudente decir Misas en sufragio por el alma del finado cuando el difunto (q.e.p.d.A.) ha tenido ese fin y esa trayectoria. Porque - ¡quién lo duda! - Ruiz Jiménez ha sido hombre de "trayectoria". Larga, compleja, variada, multiforme, pluriforme, poliédrica, hasta yo diría que "sincrética".

Siempre he sospechado de los que salen de las guerras sin heridas, sin lesiones, sin merma; pero peor efecto me hacen los que al final de una guerra salen corregidos y aumentados, prósperos y con carrera. En la España del 36-39 los buenos católicos acabaron mártires o "confesores", si me explico. Pero Ruíz-Jiménez sale airoso de la Guerra - nuestra Guerra - e inmediatamente hace brillante carrera de "católico oficial" en las altas cátedras universitarias; por mucho que estudiara y empollara "oposiciones", no hay quien le libre de ser un consumado tipo de "hijo de papá", de aquellos tiempos (¡y qué tiempos!). Y culmina carrera en los 40-50 - todavía jovencisimo - de embajador en el Vaticano. Y Ministro. ¿Quién da más?

Inteligente, no sé. Acomodaticio, sí. Y listo, muy listo para atisbar el cambio y enfilar la proa hacia nuevos mares. Sin dejar su cómodo barco con bandera "franca", por supuesto. Estuvo en todas las salsas y con ninguna se manchó la pechera, su pechera almidonada de diplomático señor y ex-ministro, con todas las condecoraciones del régimen y sus afines. Todas.

Después fue lo del intento de una DC, a la italiana, supongo. Pero España no es Italia (entre otras cosas porque no tenemos (y no digo nada) "mafia") y por eso no fraguó. Yo pienso que tampoco fraguó porque ahí estaba él, Ruíz-Jiménez. Que quizá estuviera, más que nada, para que la cosa no fraguara. Con él nunca fraguó nada, pero siempre y en todo, estaba él. Y si él no estaba, procuraba estar. Era experto (no era el único, pero sí uno de los más conspicuos).

Tan proclive, tan bienquisto, tan considerado por todos los pudientes políticos. Y todos le pagaron bien, muy bien. No sé qué sueldo tiene un "defensor del pueblo", pero tiene que estar bien pagado. Y si conservó en sus haberes quinquenios y emolumentos desde que empezó a cobrar del erario público español, la mensualidad de R-J tiene que haber sido sustanciosa. Ejemplar - siempre "profesional" - terminó sus días de homo publicus con un colofón adecuado a su cursus honorum: Presidente o no sé qué cuántos de Unicef en España. No era para menos.

La última vez que lo ví en persona, en carne mortal, fue en una sala de tránsito de un aeropuerto, no recuerdo cual, hará unos diez años: Adusto - siempre ha tenido cara antipatiquísima que luego templaba agradablemente con sonrisa y locuacidad muy diplomáticas - llevaba sombrero en mano y abrigo largo, muy bien cortado. De pié, distante, mirando de soslayo para ver si le reconocían; en el salón habían japoneses, americanos, holandeses...y yo, que me parece que era el único que sabía quien era Don Joaquín R-J. Un prohombre que fue el "católico oficial" de España. Y le gustaba. A mí, de Don Joaqúín, sólo me gustaba el ceceo, muy gracioso (es un decir), porque era como un eco de su parte andaluza (tan obviada).

De su "degeneración" católica y política, que hablen otros, que sabrán más. Aunque hay gente de la que nunca se habla mal "oficialmente", como es el caso.

Dicen que ha dejado dicho que no manden flores y que el dinero lo den a ongs (sin especificar cuáles). Genio y (contra)figura.

Yo insisto en lo que dije al principio: Mejor que le digan Misas, que le vendrán mejor.

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sábado, 8 de agosto de 2009

Tanquam moscas


En Sevilla - y en Andalucía - con tantos parados por metro cuadrado (y tanta corrupción por centímetro cúbico), la canalla pesoera caciquera no nos priva de adelantos. Ya estamos teniendo unos cuantos kilómetros de metro (el más caro del mundo; muy especial porque se esconde y asoma en superficie y se vuelve a soterrar etc.). Y un "mobiliario" urbano y una "arquitortura" de ciencia ficción de primerísima globalización. Y hembras políticas en todos sitios (exportamos ministresas incompetentísimas de primerísima calidad, muy solicitadas (por pperos también)).

Bueno pues entre las modernuras de la Sevilla del Menteserrín (cualquier sub-calabazo puede ser alcalde) está la del "canal bus", que es un come-cocos que hay en los autobuses (no en todos) y que van poniendo imágenes-consignas durante el trayecto. Dos monitores en cada vehículo (el que los lleva).

La emisión del canal-bus es marujonera infra-cultural proletaria, para que la entiendan parados, jubilados, maltratadas y demás votantes, sin mucha complejidad. Es como una tele ztapera pero en envase barato de oferta. O peor. Si hablan de cine te cuentan cosas de Almodóvar y si toca cocina te repiten lo del aceite y la dieta mediterránea (muy originales); también ponen cosas de salud, hipertensión y ejercicio etc. De la gripe-a todavía no dicen mucho para no alarmar (y para no provocar la estampía de las vacunas, que se va a armar (y yo que me alegro que se arme con tal de que la estampía se lleve por delante a Zp (y si se llevara también, por ventura, al Donmariano, mejor))).

Pues resulta que esta tarde me subo a un autobús y procuro no mirar el monitor del canal-bus. Misión imposible porque mi ojo izquierdo tiene visión-movimiento autónomo y mira defectuosamente de soslayo, libre de toda sujección de intención (un viejo problema oftalmológico). ¿Y qué ve-lee mi ojo insurrecto en la pantalla del canal-bus??? Un horror. Un horreur de tal malignidad infecta que tuve que aplicar el otro ojo (el derecho, más sano, como corresponde) y mirar-leer para cerciorarme. En pantalla decía un letrero-titular-consigna:

- "LA PROMISCUIDAD ES SANA" -

Debajo del titular, la foto de una mosca. Y más abajo el texto un poco más explicitado:

"La mosca mantiene relaciones con tres o más parejas para asegurar una variedad genética que asegure el crecimiento sano de las crías".

Yo, que tengo mente de juez de la Santa Inquisición (¡ viva !), inmediatamente hice la traducción in-moral de la promiscuidad de la mosca: -"Señoras, caballeros: Promiscuen como moscas y tendrán hijos sanos. Lo que es bueno para las moscas es bueno para usted".

Que es poco más o menos incitarles a ser moscas. O moscardones (moscardonas no, porque no hay, me parece, y no me consta que la re-putada ministresa igualadora esa tenga proyecto de clonar moscardonas y fijar cuota; o lo que sea). Moscas, decía: Que sean moscas y vivan y se reproduzcan promiscuamente (genéticamente muy sanos) en basureros, estercoleros, vertederos, letrinas...etc. No importa la caca del entorno; importa la variada promiscuídad (sexual) que asegure una prole sana (que viva y "piense" como moscas). Poco más o menos. Una nueva forma de incitar al sexo omnímodo sin obligaciones familiares y promocionando, de camino, la reproducción (que está por los suelos).

Claro que yo me hacía también la reflexión: Si no quieren niños vivos ni madres gestantes y lo que les entusiasma son abortos y hembras abortantes, ¿a quién dirigen la consigna de la mosca-promíscua? ¿...Hmm...?

Ahora la pregunta: ¿El canal-bus es un invento zpero para programar el coco sub-pensante del proletariado urbano? O ¿el canal-bus es la emanación socio-cultural de la infra-inteligencia que se vehicula en el medio del transporte urbano como una realidad de presencia compactadora de la escato-ciudadanía? O la tercera: ¿Estará el canal-bus diseñado como una arma psicológica letal cuyo objetivo es la alteración-enervación de la gente consciente/pensante/moral ???

Y me temo que es la tercera. Por lo menos a mí me afecta así.

Conclusión: Hay días que uno tiene tentaciones de hacerse terrorista-bomba y admira a Obama (el original del turbante, no el sucedáneo made in USA (no sé si me explico)).

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miércoles, 29 de julio de 2009

Marta, Marta...

El Evangelio del Señor en casa de Marta y María es una pieza de altísimo valor doméstico. Quiero decir que vale mucho para la vida "ad intra" de la Iglesia, porque es una preciosa ilustración del Señor. Además opino que es de las pocas escenas en que el Señor está verdaderamente "cómodo" y derrama a torrentes simpatía y buen humor divino. Son muy pocas, contadas, las escenas parecidas que se pueden encontrar en el Evangelio.

Como cada época ha figurado a Cristo según la imaginación del momento, son muchos los "flashes" que le han hecho. El de nuestra contemporaneidad es bastante defectuoso y engañoso, muchas veces con impostaciones en las que se nota mucho el filtro ideologizado del retratista. ¿Recuerdan la estampa del JesucristoSuperStar??? ¿Y el cartelito del SeBusca??? Tremendos engendros del post-68 post-conciliar. Y de remate el del fotograma de cine tipo Zeffirelli todo meloso pero apuntando maneras de los 70-80; y el último el de Mel Gibson que nada más salir en pantalla le ponen al Cristo un ojo morado, y en un flash-back sale bromeando con su Madre sentándose de un culazo en una banqueta (o una mesa?), muy divertidos los dos.

No imaginan ustedes los reparos que me dan cuando tengo que referirme a "bromas" o "chistes" por inocentes que sean (no sé si en este asunto cabe decir "inocente", me parece que no) si se refieren al Señor. De los Santos soy capaz de pitorrearme porque de ellos a mí y de mí a ellos sólo hay gracia por el lado bueno y un mismo barro por la parte mala. Y esperanza de llegar a ser. Pero las cosas del Señor no admiten tonterías porque es Él, se trata de Él. No sé si me explico.

Además Él suele ser muy serio. En la célebre Carta de Léntulo se dice esto:

- "...Cuando reprende inspira temor, pero al poco tiempo las lágrimas asoman a sus pupilas; hasta en sus rigores es afable y bondadoso. Dícese que jamás se le ha visto reir, y en cambio llora con frecuencia..."
Claro que la Carta de Léntulo es un "apéndice" apócrifo, despreciado por los exegetas crítico-metódicos. Pero lo que dice la Carta de Lentulo es curiosamente apropiado, porque en los Evangelios no se dice que Cristo riera, pero si se cuenta que Cristo lloró. A muchos se les olvidan estos "detalles".

Bien, pues yo estoy convencido de que cuando el Señor dijo eso de "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa..." etc (Lc 10, 38-42) lo dijo con toda su simpatía nazarena y derrochando divino humor, buen humor. Se puede uno figurar el momento con una sonrisa del Señor, amable y confiada, sabiendo qué decía y a quién lo decía.

Dicho esto, vale hacerse una pregunta: ¿A quién amaba más el Señor, a María que escuchaba o a Marta que trajinaba y servía y no había escogido la "parte mejor"? La respuesta está en Jn 11 5, que dice que "...Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro", en ese orden: Marta, María y Lázaro. Otro detalle.

Es también una curiosidad ver en ese capítulo 11 de San Juan que narra la resurrección de Lázaro, cómo se confirman con otra descripción en otro ambiente totalmente distinto al de la escena del hospedaje los caracteres de las dos hermanas: Cuando les dicen que ha llegado el Señor, Marta la activa sale corriendo, desenfrenada, y se "encara" con el Señor:

- "...Marta dijo a Jesús: 'Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas'. Jesús le dijo: 'Tu hermano resucitará». Marta le respondió: 'Sé que resucitará en la resurrección del último día'. Jesús le dijo: 'Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
y todo el que vive y cree en mí,no morirá jamás. ¿Crees esto?'.
Ella le respondió: 'Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo'..." Jn 11, 20-27

Es uno de los diálogos más tensos y dramáticos de todo el Evangelio: Marta destrozada por el dolor debatiendo con el Señor, con una fe poderosa que va avanzando a cada palabra del Señor. Hasta que termina con esa confesión de fe, casi del mismo nivel que la de San Pedro: "...Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo" ¡Formidable Marta!

María, la "contemplativa", mientras dura esta escena se queda quieta en casa, y sólo acude cuando la manda llamar el Señor. También es Marta, práctica y realista, que está en todo detalle, la que advierte que el cadáver de Lázaro hiede porque lleva enterrado 4 días. Esa es Marta, con la fetidez de la muerte en la nariz y la expectación del milagro en el alma.

Cuando la unción en Betania, otra vez lo mismo: "Marta servía..." Jn 12, 2. Y María se desmelena y embalsama con nardo purísimo los pies del Señor. Quién es quien otra vez retratadas. Y el Señor estupendamente servido y regalado, dejándose querer y conociendo en perfección a cada una de las dos admirables discípulas.

La Iglesia antigua tuvo en tanto aprecio el Evangelio de la escena de Cristo en casa de Marta, que lo leía en la Solemnidad de la Asunción, el 15 de Agosto, haciendo una lectura alegórica de su final "...María ha escogido la parte mejor y no se la quitarán" y aplicándola al Misterio de la Asunción de la Virgen. Un admirable "sentido".

Pienso que, a pesar de la predilección con que la Iglesia interpreta el sentido de la superioridad de la contemplación de María sobre la actividad de Marta, en esa escena la simpatía del Señor está con Marta, y "bromea" con Marta a costa de la contemplativa María. Y, desde luego, aquel día el Señor fué esplendidamente agasajado, servido y hospedado, y comería todas las delicias de una generosa mesa gracias a Marta, que cocinaba, y no a María que se arrobaba.

Marta es una devoción católica, de esos santos que se veneran lo mismo en España que en el Ponto Euxino, por católicos y por ortodoxos, por europeos, africanos, asiáticos y americanos. Una santa católica-católica con devocionario universal, tan querida e invocada por doquier.

En Sevilla la devoción más antigua se vincula con el desaparecido Hospital de Santa Marta, cuya mitad devora la Diputación y la otra parte sirve de honesto y santo enclave para la clausura conventual de las RR. MM. Agustinas Ermitañas, desde que los franceses les demolieron su monasterio sito en el solar de la Plaza de la Encarnación, donde hoy están levantando la monstruosidad de los hongos malignos sociatas (peste de infame confusión). Cuando les derribaron el convento se aposentaron en unas casas anejas al Hospital de Santa Marta y se les dio la Capilla para su uso conventual. Allí, en el ático del retablo, en una hornacina, está la Santa Marta más venerada de Sevilla, una imagen del XVII, de tamaño mediano, que durante mucho tiempo fue uno de los ingresos limosneros del convento.
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Hasta que le salió una imagen rival devocional: La guapísima Santa Marta de la Hermandad-Cofradía de Santa Marta, una de las mejores y más bellas imágenes del maestro escultor Sebastían Santos Rojas, una joya de la escultura devocional del siglo XX. El reverendo padre Don Francisco García Madueño tuvo la feliz ocurrencia de fundar la Hermandad como "gremial" del ramo de la hostelería, y también fue suya la idea de poner a la Santa como asistente al entierro del Señor, acompañando al grupo que traslada el Cuerpo de Cristo al Santo Sepulcro. En el paso de Misterio del Lunes Santo, Santa Marta va en la parte de detrás, un poco delante de la Virgen y San Juan, haciendo pareja con María Salomé. He visto en fotografías antiguas que hubo años en que iba puesta en el lado contrario de la Magdalena, junto al costado izquierdo del Señor, formando entre las dos un compás iconográfico bastante acertado. En el paso lleva sus atributos: Aureola, hisopo y acetre (por el exorcismo a la tarasca de Tarascón; pero esa es otra historia).
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Desde antiguo tiene nombrada una plaza lindante con el convento de las Agustinas, una plazoletilla que es la más chica y recóndita de Sevilla, con naranjos, un crucero del XVI y la casa donde vivieron el Venerable Contreras y el padre Torres Padilla, también venerable. Y una vista excepcional de la Giralda, que se ve en una perspectiva angular-perpendicular muy efectista, que les encanta fotografiar a los turistas.
Es patrona de dos pueblos sevillanos: Los Molares y La Algaba, con sendas imágenes que salen hoy en procesión, con un calor de temperatura parejo a los fervores de sus devotos y devotas. Doy fe.

Ex voto.

+T.