domingo, 12 de octubre de 2008

Cine-Cine del 12 O.

Soy de la generación que veía todos los años Agustina de Aragón en la tele, cada 12 de Octubre. No puedo precisar hasta cuándo duró esa familar escena de sobremesa en blanco negro, pero Aurora Bautista con el cañón y Juan Espantaleón con el cachirulo son entrañables estampas que marcaron mi impresionable vis patriótica, indeleblemente y para los restos. Uds. se harán cargo.

Y heme aquí, cuarentón abocado al medio siglo que echa de menos aquellas estampas de mi tierna y sana infancia, moralmente irreprochable. Cosa que no es de extrañar, que ya se sabe cuánta verdad encierra eso de los pretéritos paraísos perdidos. Y era un paraíso ver la Agustina de Aragón de Juan de Orduña, y una remembranza paradisíaca recordarlo. Oh!

Desgraciadamente los pobrecitos niños de ahora no crecerán con esas formativas imágenes, que ponían en película los dibujitos de la Enciclopedia Álvarez, otro tesoro que alcancé a conocer porque algunos de mis primeros señores maestros seguían aferrados a su sólida pedagogía y, aunque nos hacían comprar los libros modernos para guardar las formas, seguían enseñándonos con la Álvarez como libro patrón insustituíble (sabia y magistral opción que agradezco en la distancia todo lo que puedo y cada vez que puedo). Allí venía dibujada Agustina de Aragón, con la mecha en la mano prendiendo el cañón, lo mismito que el grabado de Goya, lo mismito que luego salía en la peli de Juan de Orduña, con Aurora Bautista y Juan Espantaleón. Todos los años el Dia del Pilar.

Me avisó un amigo entendedor, la otra tarde, que ni se me ocurriera ver la peli tan malísima que han rodado con multi-subvenciones pesoeras-zperas sobre el 2 de Mayo y todo lo demás. Como casi tutto el reciente cine español, caca cacarum con el consabido plus de memoria antihistórica de lo que no fue tal y como quiere la piara que hubiera sido. Como no pienso verla (bastante que subvencionen a costa del respetable las basurillas del régimen como para que encima las pague uno en taquilla; con obligada cuota de pantalla, además); como no tengo intención de verla - iba diciendo - me solazaré recordando aquellos mis 12 de Octubre en blanco y negro de Cifesa.

El recurso siempre digno de nuestros lost paradises.

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sábado, 11 de octubre de 2008

Haciendo patria

El periódico de la piara - que no pierde puntada - publica que han pillado in fraganti al infra-babieca bi-perdedor quejándose de tener que ir al "coñazo" (sic) del desfile (de modas no: el militar, el de mañana, dia 12 Octubre, el de la Fiesta de la Hispanidad).

El hijo de su mamá (expuesta la mamá en estos momentos a los improperios que tal hijo le merece muy propiamente) estará cansado, fatigado, extenuado por la ardua labor de no hacer rien y cobrar por opositor jefe de la cómoda oposición institucionalizada, tan reputada por su altísima y proverbial eficiencia.

Mientras, haciendo patente la falsedad del ppartiducho que preside y de su deshonrada tropa (toda la militancia porque a estas alturas el que no se ha bajado de ese barco es que tiene infecta y corrupta la vis política que le quede) se permite desenmascarar su fervor hispano ante su candidato aspirante a cacique andaluz (todavía señorito, aunque pinta canas).

¿Hay quien venda menos y peores credibilidades? Pues todavía hay imbéciles e imbécilas (y hasta con mitra y birreta y/o compromisos de santidad militante) que llegado el momento volverán a recomendar y/o predicar el subterfugio del "voto útil" y/o "el mal menor", los muy inmorales, los muy culpables.

Eso pasa en Madrid, la capital, donde será "el coñazo" mayor nacional.

En provincias, en Sevilla, la piara de Menteserrín suprime los actos por sorpresa, con tanta desgana y fastidio como el susodicho de marras. En su descargo hay que decir que son psoeramente "coherentes", porque están amamantados con la mala teta de la que han mamado repugnancia por España, la Hispanidad, la Marcha Real, la Bandera Rojigualda, el Ejercito y todo lo que sea de la España que limita al Norte con el Mar Cantábrico y los Montes Pirineos que nos separan de Francia (que es de donde la piara quisiera ser, (Vive la Revolutión! et Allons enfants, etc. etc. etc.)).

Espero que el Sr. Arzobispo y el Cabildo Catedral hispalense tengan el honor y el pundonor de honrar a Colón, de cuyos insignes restos mortales son los custodios en nuestra Catedral Metropolitana, Patriarcal de las Iglesias de Hispanoamérica. Amén.

Pero no sé, tal y como está el patio, cómo se resolverá el evento en Sevilla, dado el fuerte viento "coñacista" que barre en la Villa Capital y por todo el hispano solar (y conste que no lo digo por las ministresas de cuota; ni siquiera por la del Ejército).


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viernes, 10 de octubre de 2008

La Inquisición es CosaNostra

En el colmo de la desfachatez histórico-criminal, los panormitanos de Palermo capital de Sicilia, sacan a relucir grafitti que dicen del tiempo y las cárceles de la Inquisición para tiznar a España, la Inquisición y, de camino, también a la Iglesia.

La noticia además la redacta el consabido-a gacetillero-a con currículum de aprobado y enchufe parental (muy típico del ABC de estos últimos años) con datos insufribles como que "...Torquemada instaló una de las prisiones, donde, desde 1605 a 1782, interrogó y torturó a cientos de inocentes en el nombre de Dios." Con dos pares de mendas (si les cupiera apéndices semejantes al periodistilla que fuere); tanto más cuanto el muy recordado y venerable Fray Tomás (q.S.G.h.) no llegó a conocer en carne mortal la entrada del 1.500, a saber.

Al Palermo de las criptas de los Capuchinos con las pseudo-momias de los panormitanos que en paz descansen, se les suma ahora esta otra nueva galería de horrores que se podra visitar a módicos precios por los turistas, que pasaran de los esplendores de la Capella Palatina a las sordideces de las mazmorras inquisitoriales.


A propósito de la noticia opino que lo más digno de investigar sería el llamativo caso de que todo lo que enseñan los sicilianos lo hicieron genios foráneos de paso por la bella Sicilia: Los templos de Agrigento, son griegos; la Capilla Palatina, la mandaron hacer los germanos Hohenstauffen y la hicieron bizantinos constatinopolitanos; los castillos y palacios de los Anjou, son franceses, y las mazmorras de la Inquisición, hispano-aragonesas.

Total, que lo único digno de interés que les queda made in Sicilia y 100% obra de los sicilianos es la "Cosa Nostra" (que como es cosa suya, no la enseñan).

¡Qué disgusto!
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¿No?

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jueves, 9 de octubre de 2008

Pius PP XII. In memoriam

En mi casa, desde antes que yo naciera, hay fotos y estampas y medallas de Pio XII. Su imagen es tan familiar para nosotros como la de uno de nuestros abuelos o viejos parientes. Siempre venerado, admirado y querido. Mi madre le tenía especial aprecio a un pequeño busto policromado, representándole con la muceta ribeteada de armiño, las gafas doradas y el solideo blanco. Está desgastado, como esos objetos que se limpian y tocan con cariño, siempre en el mismo sitio. Sigue estando donde lo tenía puesto mi madre.



Mi madre nunca se enteró de la polémica levantada en contra suya por sus enemigos, los de siempre. Tampoco supo de la ingratitud de algunos, del resentimiento de los que se revolvieron mordiendo en su rabia la mano benedicente del gran Pacelli. Para ella, como para tantos, Pio XII estaba tan alto que el fango de los miserables de turno nunca le tocó. Su impóluta sotana blanca sólo tuvo la huella de la sangre de su pueblo, cuando acudió el primero a consolar a los romanos desolados por el bombardeo de San Lorenzo Extramuros.

Mientras vivió nadie se atrevió a levantarle calumnia; quizá porque la magnanimidad imponente de su persona impedía que en torno suyo se movieran indignidades ni vilezas, aunque fueran sutiles. Pero después de su muerte se envalentonaron los canallas, los que antes no hubieran resistido un segundo su penetrante mirada, su palabra clara, tan limpia. Y fue uno de los que tendría que haber callado por vergüenza oprobiosa, pero los infames tienen la memoria corta para los crímenes propios, y se inventan fantasmas contra los hombres de buena voluntad.

Los Papas testigos de las guerras modernas han sufrido ser víctimas de los guerreros antes, durante y después. Los que querían matar y mataban y mataron, acusarían a los Pontífices de estar del lado de uno u otro, según fueran uno u otro los que acusaran, señalando con manos tintas en sangre. Acusaron a Pio X, acusaron a Benedicto XV, también acusaron finalmente a Pio XII.

A favor y en descargo rotundo de Pio XII testan muchos. El principal, quizá, es el más desconocido porque sus viejos "hermanos" silenciaron su conversión al catolicismo, y ni siquiera muchos de ellos saben que el Gran Rabino de Roma Dtr. Israel A. Zolli se convirtió al catolicismo, y se bautizó por expresa voluntad con el nombre de Eugenio Pio, como el hombre santo que le sirvió de testimonio para pasar del viejo Israel a la Iglesia de Cristo.

Hoy, en la Misa celebrada en el L aniversario de la muerte de Pio XII, su sucesor Benedicto XVI ha trazado la semblaza de su reconocible grandeza y santidad.
Ayer, un rabino de Haifa (testigo y hasta puede que animador de la tortura del pueblo palestino por "su" estado de Israel) se atrevió en Roma (donde estaba invitado por el Papa para intervenir como ponente en el Sínodo sobre la Sagrada Escritura) a injuriar la inmarcesible figura de Pio XII (el que movió a un gran rabino de Israel a pasar de las sombras a la luz). La paradoja casi repetida de la tremenda sentencia "...Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero, como decís: "Vemos" vuestro pecado permanece." Jn 9, 41.
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A Pius XII se le podría haber llamado "magno", como a algunos de sus predecesores, porque estuvo a la altura de los más grandes que ocuparon la Sede de Pedro. Hoy (como tantos días) muchos hemos rezado por su beatificación: Ad maiorem Dei gloriam Virginique Assumptae, ut sit !!!!

+T.

miércoles, 8 de octubre de 2008

La afrenta de los energúmenos

Por poner un título, que la cosa es peor. Y me afecta, porque estoy en este mundo con esas cosas (aunque tan consciente de que esas cosas no son del mundo que asumo como mio). El malestar se me vuelve profundamente reactivo. Sin peligro para los responsables, porque la mayoría de los "históricos" ya murieron (menos mal), y los presentes están fuera del alcance de mi indignación. Sin embargo, tengo que convivir con afectados infectados, la mayoría inconscientes (aunque también trato con algún que otro perversamente instalado en la ofuscación de las "élites").

La envidia - que es pecado capital, cabeza de otros muchos - se disfraza de tantas cosas como tantas son las realidades envidiadas. La envidia - que es "tristitia boni alieni"; tristeza de/por/a causa del bien ajeno - llega algunas veces en algunos casos al paroxismo de destruir el bien deseado y no gozado. En las páginas de sucesos aparece con relativa frecuencia y universalidad la escena de la fea que arroja ácido u otro corrosivo al rostro de la bella; o quema, o corta, o hiere de la forma que sea. También se repite que el agresor sea el amante no amado, despechado y violento por no ser querido, por ser despreciado, ignorado, y no poder poseer a su pretendida y deseada. Una tragedia con una víctima y un criminal, relativamente perturbado, pero siempre culpable en cuanto consciente del mal que hace, queriendo y odiando.

La patología, aunque corriente, tiene dificil excusa. Cuando reinaba el sentido común, en otros siglos, nadie se llamaba a engaño y rara vez se pasaban por alto las aberraciones contra la estética. Una cosa era poner cara de monstruo y cuerpo deforme a una gárgola que servía para escupir agua desde un saliente del tejado, y otra muy distinta imaginar la belleza corporal figurada de un arcángel destinado a exornar el retablo de un altar; pero, aun así, un dragón se hacía hermoso en tanto que dragón, y en su sentido propio. Y se distinguía, y se sabía. Alguna vez se permitía la broma, el juego divertido y equívoco, pero en proporciones y circunstancias aceptadas comunmente, sin falsear por malicia o incompetencia. Y siempre con la maestría del autor patente, incluso alardeando de saber hacer arte con lo feo, deforme o grotesco.

Pero este no es el caso, en el "arte" contemporáneo, me refiero. Desde el desprecio de las formas, un degenerado estado de fastidio hiper-saturado encontró la excusa de la novedad por la novedad para inventar una anti-estética que se impuso por la dictadura de las vanguardias sobre un acomplejado snobismo burgués, siempre insatisfecho y a la búsqueda de últimas experiencias. Estragados en el gusto y auto-alucinados en su hermético subjetivismo, tocaron la fláuta de Hamelín y se llevaron detrás un público acrítico, víctima de una obsesión inducida, bajo la fascinación de un engaño y la recurrente atracción de nada. Empachados, ahítos, de placer en placer, por probar límites, un día comieron estiércol hediondo y dijeron que lo podrido era de buen gusto, e impusieron el corrompido gusto, y muchos gustaron y dijeron sí, y compraron con oro estiércol para ver, oler y saborear. Y ya no hubo vuelta atrás, porque el precio pagado hacía irreversible el paso.


Todo esto es por la "exposición" - Le Louvre, une autre fois - de monigotes del monigotero (una de las más envilecidas personalidades del mundo moderno) Picasso, desgracia nacida en Andalucía, allí donde vivieron y reinaron e hicieron escuela los Grandes a los que nunca alcanzó (y el lo sabía). La petulancia del envidioso se agrava en furia interna si entiende y encuentra motivo de inspiración, con el tormento de aspirar y no poder y no llegar; siempre queriendo, nunca alcanzando. Y la carcoma de la entraña se vomita en falso arte, que disimula la impotencia con la provocación absurda. Eso fue y eso hacía.

Para que entiendan los que sepan y se empecinen los afectados, en Le Louvre han colocado la obra del arte al lado del adefesio del energúmeno. Con el pecado explícito de que se pretende magnificar al fantoche a costa de empequeñecer al artista. No se busca la admiración de Velázquez, sino el aplauso para Picasso; ni para Velázquez ni para el Greco ni para Goya, a los que perversa y equívocamente se ha sumado la monstruosidad engañosa del aborrecible que vivió y avarició fortuna apostatando de España y enchiquerándose francés.

Basura al fin. Perfil de un mundo que ha hecho de gentuza de esa repugnante laya sus gurús culturales. Y digo para las otras artes degeneradas lo mismo (precisamente están radiando en nuestra penosa Radio Clásica unas patochadas de L.Berio y de G.Ligeti. Vaya lo uno por lo otro, tales para cuales).

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martes, 7 de octubre de 2008

Lepanto en la memoria

Recordar Lepanto es hacer semblanza nostálgica de la España que fue, porque aquello fue una hazaña española. Cuando se está en la cúspide de la Historia (o de la Rueda de la Fortuna, que también se puede decir) se ve mejor, más lejos y con mejores perspectivas, y España veía y entendía bien. Entonces.

La política respecto a los Paises Bajos, aunque con repercusiones y efectos para la Iglesia, era más empresa y empeño de la Corona y la Casa de Austria; lo mismo respecto al Imperio, se podría decir. Las cosas con Francia, son más "españolas", lo mismo que los asuntos de Portugal; lo que había y habría de haber con Inglaterra también se distingue de lo demás. Aunque todo tenía que ver con todo, finalmente y recapitulando, porque España entonces con todo tenía que ver: El mundo se ceñía desde el Oriente al Occidente con banda española, con un Plus Ultra no solo lema, sino realidad.

El corazón sentimental del mundo de la cenital España ya no era el medieval de cinco siglos antes. Con la pérdida irreversible de la identidad de "Cristiandad" tras la crisis protestante, Europa seguía limitada por un Mediterráneo islámico, sin el resorte de la fe para poder activar una respuesta adecuada a la expansión de la media luna. A la vez que se perfilaban identidades nacionales, se iba pedido la capacidad de respuesta común al enemigo de todos.

La Edad Media que se cierra con la caída de Bizancio, deja abierta la puerta de la Era Moderna a un Imperio Otomano que se planta en Europa y hace fronteras con el Imperio por el Este y con todas los reinos ribereños del Mediterráneo, desde Venecia a España, por tierra y por mar. El único freno efectivo al avance del islam por el oriente son los principados de Kiev y luego Moscú, en lucha con clanes de tártaros y cosacos; coincidiendo con el fatídico declive bizantino, se iba consolidando lo que sería al poco la gran Rusia de los Zares. Por Occidente, luego del fracaso estrepitoso de las Cruzadas, la única actividad contra el islam invasor se mantuvo gracias a los Reinos Españoles, León-Castilla, Aragón y Portugal; y desde mediado el siglo XIII, la Reconquista había quedado en manos de Castilla.

La acción hispana había sido hasta tal punto eficaz que los musulmanes invasores habían sido obligados a replegarse al norte de África, y en vísperas del Descubrimiento de América, Castilla tenía ya plazas aseguradas en enclaves estratégicos de la costa africana, como avanzadas de lo que podría haber sido una penetración-reconquista efectiva del Occidente Cristiano en la antigua Provincia Romana de África. Pero América impuso otro rumbo.

Por eso, por la incesante beligerancia de los Reinos de España contra la amenaza islámica, la España de Felipe IIº era mucho más sensible al peligro que aun representaba un Mediterráneo infectado de piratas berberiscos, obedientes al Sultán que desde la desafortunada Constantinopla (renombrada - ay!- Estambul) daba rostro a una re-actualizada agresividad de la media luna.
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La irresponsabilidad de Francia había llegado al colmo de entenderse con la Sublime Puerta, con tal de mantener, al precio que fuera, su oposición a España. Alemania era un totum revolutum de principados, ya católicos, ya protestantes, en tensión intestina que hará de aquellos restos del Imperio algo desorganizado hasta la potente emersión de Prusia, dos siglos más tarde.Venecia estaba desacreditada por sus mismos hechos e intereses, quizá la menos fiable, por su versatilidad, de entre todas las repúblicas y ducados italianos para emprender nada que supusiera pacto o alianza entre estados. Por su parte la Santa Sede apenas subsistía como soberanía, a costa de las hipotecas que el nepotismo de los Pontífices había cargado sobre el Patrimonium Petri. A pesar de todo, los Papas habían sido los únicos que habían sido constantes en reclamar la unión de los Príncipes Cristianos contra la amenaza del Imperio Turco. Pero con una Cristiandad desintegrada, apenas podría esperarse que el Papado fuera la instancia que fraguara la necesaria y urgente alianza contra el turco.


Finalmente, España fue la clave, Pío V el gestor, y el común catolicismo el crisol de aquella ocasional "aleación", con Génova, Venecia y los Estados Papales unidos con España, cabeza de la Liga Santa, con la garantía imprescindible de su capacidad y potencia. Una potencia definidamente católica, que dejaba los imponderables posibles en manos de la Providencia.

La victoria marcó un antes y un después en y para el Mediterráneo. No es descabellado entenderla como una coda a cuatro siglos de las Cruzadas. Insuficientemente aprovechada por los vencedores, tendría que ser Inglaterra en el XIX quien desde su instalación en Malta rentabilizara la ventaja que España ganó para todo el Occidente. No es exagerar entender parte de la actual geo-estrategia de las potencias occidentales dependiente todavía de nuestra victoria del 7 de Octubre de 1571 en Lepanto.

Significativamente, lo que en España se olvida deliberadamente, está fresco y es herida sin restañar para el islam vencido. ¿No serían estas memorias históricas las dignas de exhumarse y activarse?
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lunes, 6 de octubre de 2008

La Cena pisci-vegetariana del Leonardo

A veces me sorprenden cosas de estas, y no sé si achacarlas a la deliberada intención distorsionadora del autor ; o si se debe a la poca pesquis o formación-información del mismo. En este caso me refiero a la noticia del "menú vegetariano" de la Cena del Leonardo.

La novedad salió en la prensa, hace unos días. Supongo que el boom del código ya pasó y tienen que echarle un poco de pimienta al caso para que siga "picante", digo yo. El novelucho era un best-seller de diseño, lectura de estación de tren o aeropuerto, un género que distrae y poco más, nada más. La peli fue un fracaso fracasorum, sin paliativos. Pero hay que seguir vendiendo la "trama da Vinci" y mantener el negocio, aunque sea hablando del menú de la Cena.

Y de eso escribo yo ahora. Sin ser experto, y así a "vuela-tecla", expongo mis conjeturas de por qué esa dieta pisci-vegetal en la mesa davinciana:

- La pintura del Leonardo se hizo en un convento y para su comedor: Refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie, en Milano (Milán, decimos aquí).Una "sala di pranzo" en la que se comía todos los días. Junto con la comunidad, más de una vez comerían Leonardo y sus ayudantes. Recuerdo que en su película "Il Decamerone" el maestro Passolini recreó una escena parecida: Un pintor del Trecento comiendo en el refectorio con los frailes.

- En el caso de Leonardo era un convento de dominicos. Los dominicos seguían en aquella época (fines del XV, 1494-98 es la fecha de factura del fresco de la Cena) estrictamente o con algunas mitigaciones la Régula Sancti Augustini. Esta regla monástica (muy difundida y base de muchas otras reglamentaciones de comunidades religiosas) prescribe largos períodos de abstinencia de carne durante el año. No recuerdo con precisión, pero me parece que la abstinencia comenzaba en Adviento, y había comunidadaes más rigoristas que la empezaban después de la fiesta de Todos los Santos; se suspendía durante Navidad-Epifanía, volvía a retomarse inmediatamente después, en Septuagésima, y ya no se interrumpía hasta Pascua de Resurrección. Luego había otras "cuaresmillas" que eran vigilias para algunas Solemnidades y otras ocasiones. Conque gran parte del año, en los conventos dominicanos se comía dieta pisci-vegetariana.

- Las pinturas religiosas suelen recoger algunos detalles anecdóticos que conectan la escena representada con la vida real. Hasta el siglo XIX con las escuelas de los "Nazarenos" y los "Pre-Rafaelistas" no empieza a despertarse en la pintura el interés "historicista", intentando plasmar lo más aproximadamente reales los vestuarios, escenarios y demás circunstancias de las escenas evangélicas. Hasta entonces, el arte cristiano representaba más bien el entorno del pintor y su época al evocar la vida de Cristo. Tantas veces, para saber cómo era el ambiente de una boda del Quattrocento, lo mejor es contemplar una pintura de esa época que represente las Bodas de Caná, por ejemplo; y si hay que averiguar cómo era un taller de carpintería del siglo XV, lo mejor es buscar una pintura o miniatura de San José carpintero.

En ese sentido, no es de extrañar que al estar el fresco de la Cena presidiendo el refectorio conventual, se pintara en la mesa un "menú de vigilia" como el que se tomaba en el convento. La Mesa de la Cena tendría más o menos la misma comida que tenían servida las mesas de los frailes que estaban debajo, con iguales o parecidas viandas. Si además se considera que la Cena es de "Jueves Santo", no es extraño que se pintara en la Mesa del Señor y los Apóstoles los platos y fuentes con la comida típica de Cuaresma que consumían los dominicos en su convento.

Unos detalles para confirmar lo que conjeturo: Las anguilas, las naranjas y las granadas.

- Las anguilas eran un pescado corriente en las mesas monacales. Eran fáciles de criar en estanques, que solían tener los monasterios; después se pescaban y se llevaban vivas a pilones o toneles con agua que había en las cocinas, para irlas sacando y consumiendo frescas. Particularmente se servían en comidas del tiempo de abstinencia, siendo muy apreciadas en la mesa.

- Las naranjas son fruta de invierno. Se empiezan a recoger en Diciembre, y duran hasta Marzo-Abril. Ya fueran dulces o agrias-amargas, eran comunes en los huertos y jardincillos de los conventos. En los fondos de las pinturas de Fra Angélico - dominico - es corriente ver naranjos y limoneros. La fruta se comía como postre, o se usaba como aderezo. Tal es el caso del plato pintado en la mesa de la Cena: Una anguila troceada aliñada con gajos de naranja, un típico plato de cuaresma, por los ingredientes y el condimento de temporada.

- Las granadas también eran fruta corriente en los monasterios, siendo así mismo un arbusto típico de huertos, jardines y claustros. La fruta se conserva muy bien, por su corteza dura, que guarda frescos los granos, y se pueden ir consumiendo durante todo el invierno y hasta comienzos de primavera. Si hay cascos de granada sobre el mantel, señal de que la comida representada es de invierno-Cuaresma.

Quiero decir que esos alimentos que se destacan son muy propios y adecuados para una cena de Cuaresma, pudiendo haber sido perfectamente los que se comían un Jueves Santo en el refectorio de los dominicos de Santa María delle Grazie en los años 1494-98, cuando Leonardo pintó la Cena.


No me gusta inventar misterios cuando todo tiene/puede tener una lectura más normal, ordinaria, cotidiana, real. Inventar para fantasear es malo, porque falsea la realidad de las cosas, ya sea arte, ya sea historia. Si encima se pretende alterar con ficciones y ocurrencias el Evangelio, el delirio roza el sacrilegio. Y las cosas santas, tantas veces, son tan sencillas como sencillo se hizo el Dios que se hizo Carne.

Pues esta es mi ocurrencia/explicación a propósito de lo que Leonardo pintó sobre la mesa de su Cena, tan domésticamente sencilla, sin ningún "código" oculto ni en el pescado ni en las verduras. Lo paradójico es el interés de los mentecatos en buscar misterios donde no hay a la vez que desprecian - o no ven, o no quieren ver - el Misterio que tienen delante.


n.b. Si vieran Uds. este mismo articulillo por ahí, en otra web, no se alarmen: Un compadre me pidió que le escribiera una colaboración a propósito, y uno que es servicial le dio cumplimiento al antojo. Pero ahora la he aprovechado para el blog, como derecho de autor.

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