He encontrado este youtube en la página de la Custodia Franciscana de Tierra Santa. Está tomado el pasado Miércoles 30 de Enero, sobre las 9-10 de la mañana, en Jerusalén.
Se ven, por este orden,la Iglesia de Getsemaní, luego los aledaños de la Puerta de San Esteban, las cúpulas de la Basílica del Stº Sepulcro, una panorámica de la ciudad (desde las azoteas de Casa Nova?), unas imágenes tomadas en uno de los parques de la Jerusalén moderna, y otra vez las cúpulas del Santo Sepulcro.
"Si oblitus fuero tui, Ierusalem/Si me olvido de tí Jerusalén..." etc. Sal 136,5
Pues por eso.
+T.
miércoles, 13 de febrero de 2008
lunes, 11 de febrero de 2008
La Virgen del Gave
Sobre Lourdes había leído la novela de Franz Werfel, "La Chanson de Bernadette", más por Werfel que por Lourdes. Me atrajo la historia del escritor judío perseguido, escapando de la persecución nazi, que encontró refugio temporal en Lourdes y prometió escribir la historia de Lourdes si se salvaba y llegaba a América. Llegó y la escribió, y la novela sobre Bernadette y las apariciones sería su obra más popular, mil veces reeditada. Tiene la rara gracia del hombre sincero, que no es creyente, pero se deja impresionar de tal manera por el Misterio y su gracia, que lo que narra es tan fidedigno como creíble...para el que quiera creer. Supongo que Werfel, al final, entraría al Cielo por la gruta de Masabielle, que no es mal sitio.
En la Gruta he rezado esos ratos de Lourdes, tan sabrosos para rezar, por las mañanas, después de la Misa en la Gruta; o por las tardes, con el rumor del Gave a mi espalda y los primeros luceros sobre mí. La Gruta en Lourdes es un centro magnético; todo lo demás es quasi supérfluo, para ambientar o acoger o conducir...a la Gruta.
Otra huella de Lourdes es su silencio, con viento y lluvia suave, y Ave-Ave-Ave María!!! en la explanada, pero siempre un sereno silencio. De alba por la mañana, de Ángelus al mediodía, de rio por la tarde, y de velas encendidas por la noche: Un silencio oloroso, luminoso y con ecos de salmodia, de liturgia en plácida intimidad.
Lourdes es un Santuario. Werfel lo supo.
Me gusta rezar cada 11 de Febrero este poema, que aparece como Himno en la Liturgia de las Horas:
La pureza en ti, Virgen del Gave,
un pie desnudo con la rosa de oro
sobre la nieve de febrero,
suave como un pisar de tórtola.
La pureza es en ti, Virgen del Gave,
un ceñidor azul, que, en gesto de ave,
vuela sobre la nieve de la túnica.
La pureza es en ti, Virgen del Gave,
tu saludo cortés, tus manos juntas,
tu zureo en las rocas.
La pureza es en ti, Virgen de Gave,
un abrirse de brazos, como inmensa
azucena de luz, transfigurada,
que nos dice: Yo soy la Inmaculada.

Lourdes es un enclave especial, de esos señalados por el dedo de Dios. Ah! que no se me olvide: Lourdes es, también, Bernadette, tan limpia de corazón que la vió a Ella, que ve a Dios.
+T.
viernes, 8 de febrero de 2008
Et pro (pérfidis?) Iudaeis

La buena voluntad tiene sus peligros. Sobre todo si es "unilateral" y no correspondida. Y mucho más si es moción/cuestión religiosa la sustentante/activante de la benevolencia.
Del Judaísmo y los judíos nos separa lo que va del Viejo al Nuevo Testamento. Con la enorme distancia de que el Israel Veterotestamentario tiene su continuidad sobrenatural en la Iglesia, pero sobrevive en el judaísmo, que sólo participa relativamente de la continuidad de la Historia de Salvación de los antiguos Patriarcas, Profetas y Reyes de Israel. El Pentateuco y toda la Biblia es nuestra, pero el Talmud y demás tradición judía post-neotestamentaria no. Tampoco el judaísmo actual conforma una absoluta continuidad del Antiguo Testamento y sus instituciones religiosas, sino que, de facto, el Judaísmo es una religión ex-sese con supuestos y precedentes veterotestamentarios, que le confieren entidad-identidad, pero no "identicidad" en el sentido de que equivalga a ser una y la misma realidad, pues no lo son.
Después de la barbarie nazi, la sensibilidad pro-hebrea se desbordó incontenible en el mundo cristiano/occidental, a veces con una especie de auto-inculpación traumatizada y acomplejada que sentía y veía culpa donde había, más que nada, historia. Por su parte el mundo judío agudizó una sospecha inveterada que derivó pronto en una acusación manifiesta y una agresividad que, después de tantos siglos, se atrevió a proyectar con resentida violencia contra...¿contra quién? Aquí la sabiduría, que decía el Apóstol del Apocalipsis, y el sepa interpretar que interprete: No contra el Cristianismo en general, sino contra La Iglesia Católica, muy en particular.
La Iglesia Católica mantiene - se puede decir que desde sus orígenes - una cuestión religiosa con el Judaísmo. La existencia de la Iglesia supone la no-existencia de otro Israel bíblico que no sea el que subsiste en la Iglesia, que es su continuación en la Historia Salutis. Por eso el conflicto es religioso, no cultural, ni político, ni de otra índole.
Cuando en el Vaticano II se aborda el tema del judaísmo, la Declaración Nostra Aetate (cfr nº 4) explicita la doctrina de la Iglesia en unos términos inequívocos y definitivos que quieren cerrar los siglos de desencuentro y hostilidad. Desde entonces - y muy particularmente durante el pontificado de Juan Pablo IIº - los gestos de recíproca acogida han ido significativamente en aumento, sin obviar el hecho de la fundamental diferencia de credos e identidad religiosa, a pesar del reconocimiento de una misma fuente original e importantes y sustanciales elementos comunes.
La actualidad ha removido este ambiente de afectuosa proclividad, y, dando la razón a lo que expongo, por un motivo estrictamente religioso: Una oración.
Ha sido que, con motivo de la restauración por Benedicto XVI del Misal de 1962 para la celebración del Rito Romano Extraordinario, se ha reformulado una de las intenciones de la Oratio Fidelium de la liturgia de los Oficios del Viernes Santo.
La oración que se ha cambiado, la del Missale Romanum en esa edición del '62 , era esta:
Pro conversione Iudaeorum.
Oremus et pro Iudaeis: Ut Deus el Dóminus nóster, áuferat velamen de córdibus eórum, ut et ipsi agnoscant Iesum Christum Dóminum nostrum.
(Oremus - Flectamus génua - Levate)
Omnípotens sempiterne Deus, qui Iudaeos etiam a tua misericordia non repellis: exáudi preces nostras quas pro illius pópuli obcaecatione deférimus; ut ágnita veritatis tuae lucis, quae Christus est, a suis ténebris eruantur. Per eúmdem Dóminum nostrun Ies. Chr. etc. Amen.
Esta intención de la Oratio Fidelium de los Oficios del Viernes Santo, apareció así en esa edición del Misal, la de 1962, hecha bajo Juan XXIII, que reformó la oración-intención que, hasta entonces, era esta otra:
Oremus et pro pérfidis Iudaeis: Ut Deus el Dóminus nóster, áuferat velamen de córdibus eórum, ut et ipsi agnoscant Iesum Christum Dóminum nostrum.
( Oremus - Flectamus génua - Levate )
Omnípotens sempiterne Deus, qui etiam iudáicam perfídiam a tua misericordia non repellis: exáudi preces nostras quas pro illius pópuli obcaecatione deférimus; ut ágnita veritatis tuae lucis, quae Christus est, a suis ténebris eruantur. Per eúmdem Dóminum nostrun Ies. Chr. etc. Amen.
Del Judaísmo y los judíos nos separa lo que va del Viejo al Nuevo Testamento. Con la enorme distancia de que el Israel Veterotestamentario tiene su continuidad sobrenatural en la Iglesia, pero sobrevive en el judaísmo, que sólo participa relativamente de la continuidad de la Historia de Salvación de los antiguos Patriarcas, Profetas y Reyes de Israel. El Pentateuco y toda la Biblia es nuestra, pero el Talmud y demás tradición judía post-neotestamentaria no. Tampoco el judaísmo actual conforma una absoluta continuidad del Antiguo Testamento y sus instituciones religiosas, sino que, de facto, el Judaísmo es una religión ex-sese con supuestos y precedentes veterotestamentarios, que le confieren entidad-identidad, pero no "identicidad" en el sentido de que equivalga a ser una y la misma realidad, pues no lo son.
Después de la barbarie nazi, la sensibilidad pro-hebrea se desbordó incontenible en el mundo cristiano/occidental, a veces con una especie de auto-inculpación traumatizada y acomplejada que sentía y veía culpa donde había, más que nada, historia. Por su parte el mundo judío agudizó una sospecha inveterada que derivó pronto en una acusación manifiesta y una agresividad que, después de tantos siglos, se atrevió a proyectar con resentida violencia contra...¿contra quién? Aquí la sabiduría, que decía el Apóstol del Apocalipsis, y el sepa interpretar que interprete: No contra el Cristianismo en general, sino contra La Iglesia Católica, muy en particular.
La Iglesia Católica mantiene - se puede decir que desde sus orígenes - una cuestión religiosa con el Judaísmo. La existencia de la Iglesia supone la no-existencia de otro Israel bíblico que no sea el que subsiste en la Iglesia, que es su continuación en la Historia Salutis. Por eso el conflicto es religioso, no cultural, ni político, ni de otra índole.
Cuando en el Vaticano II se aborda el tema del judaísmo, la Declaración Nostra Aetate (cfr nº 4) explicita la doctrina de la Iglesia en unos términos inequívocos y definitivos que quieren cerrar los siglos de desencuentro y hostilidad. Desde entonces - y muy particularmente durante el pontificado de Juan Pablo IIº - los gestos de recíproca acogida han ido significativamente en aumento, sin obviar el hecho de la fundamental diferencia de credos e identidad religiosa, a pesar del reconocimiento de una misma fuente original e importantes y sustanciales elementos comunes.
La actualidad ha removido este ambiente de afectuosa proclividad, y, dando la razón a lo que expongo, por un motivo estrictamente religioso: Una oración.
Ha sido que, con motivo de la restauración por Benedicto XVI del Misal de 1962 para la celebración del Rito Romano Extraordinario, se ha reformulado una de las intenciones de la Oratio Fidelium de la liturgia de los Oficios del Viernes Santo.
La oración que se ha cambiado, la del Missale Romanum en esa edición del '62 , era esta:
Pro conversione Iudaeorum.
Oremus et pro Iudaeis: Ut Deus el Dóminus nóster, áuferat velamen de córdibus eórum, ut et ipsi agnoscant Iesum Christum Dóminum nostrum.
(Oremus - Flectamus génua - Levate)
Omnípotens sempiterne Deus, qui Iudaeos etiam a tua misericordia non repellis: exáudi preces nostras quas pro illius pópuli obcaecatione deférimus; ut ágnita veritatis tuae lucis, quae Christus est, a suis ténebris eruantur. Per eúmdem Dóminum nostrun Ies. Chr. etc. Amen.
Esta intención de la Oratio Fidelium de los Oficios del Viernes Santo, apareció así en esa edición del Misal, la de 1962, hecha bajo Juan XXIII, que reformó la oración-intención que, hasta entonces, era esta otra:
Oremus et pro pérfidis Iudaeis: Ut Deus el Dóminus nóster, áuferat velamen de córdibus eórum, ut et ipsi agnoscant Iesum Christum Dóminum nostrum.
( Oremus - Flectamus génua - Levate )
Omnípotens sempiterne Deus, qui etiam iudáicam perfídiam a tua misericordia non repellis: exáudi preces nostras quas pro illius pópuli obcaecatione deférimus; ut ágnita veritatis tuae lucis, quae Christus est, a suis ténebris eruantur. Per eúmdem Dóminum nostrun Ies. Chr. etc. Amen.
La oración (que aunque apareciera en el Misal de Trento, publicado por San Pio V, es mucho más antigua) se cambió por esas palabras, "pérfidis" y "iudáicam perfídiam", que resultaban "malsonantes" y que provocaron la queja de algunos judíos y algunos católicos. En ese sentido, ya Pio XII aclaró que "perfídia" significaba "infiel", "sin fe", sin incluir otros conceptos peyorativos que tiene esa palabra (como traidor-desleal etc.). Al final, por voluntad de Juan XXIII, se "retocó" y quedó como he referido más arriba.
El caso actual ha sido que desde Julio pasado, cuando la publicación del Motu Proprio Summorum Pontíficum, algunos rabinos empezaron a movilizarse quejándose de que con la vuelta del Misal del 62 volviera a rezarse esa oración que, aun en la forma en que quedó después de la remodelación de Juan XXIII (sin el pérfidis y la perfídiam), les parece indignante.
Lamentablemente, se ha tomado en cuenta la queja, y la oración ha vuelto a ser reformada, quedando ahora así:
Oremus et pro Iudaeis. Ut Deus et Dominus noster illuminet corda eorum, ut agnoscant Iesum Christum salvatorem omnium hominum.
(Oremus.Flectamus genua.Levate)
Omnipotens sempiterne Deus, qui vis ut omnes homines salvi fiant et ad agnitionem veritatis veniant, concede propitius, ut plenitudine gentium in Ecclesiam Tuam intrante omnis Israel salvus fiat. Per Christum Dominum nostrum. Amen.
¿Qué se ha quitado esta vez? Algo muy significativo: La alusión al velo que cubre sus mentes/corazones, que es un cita implícita de San Pablo: "Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto ... un velo que cubre su mente y corazón, ..." (IIªCor 3, 14-15)
No sé cual podrá ser la reacción de los tradicionalistas católicos, tan dispuestos a "motivarse" por cualquier cosa. Pero esta sustitución de la oración/intención me parece improcedente, excesiva y desproporcionada, porque la oración tal y como estaba sólo puede ser "ofensiva" para el judío que esté dispuesto a ofenderse: La misma existencia de la Iglesia es para ellos una perenne ofensa, bien considerado.
Haber prestado atención a esa queja de unos cuantos rabinos, me parece improcedente. Si ha sido en aras de un irenismo de carácter inter-religioso, doblemente.
En correspondencia, habría ahora que ponerse a examinar los oracionales judíos y exigir que cambien cuantas expresiones nos resulten ofensivas y malsonantes a los cristianos (que son muchas). Pero esto, claro está, no se hará.
Esta es mi opinión sobre el caso, que lamento se haya resuelto con esta acomplejada condescendencia, tan poco concorde con la solidez que debe tener/mantener la Liturgia.
Algo, sin embargo, entiendo que hay de positivo en el episodio: La evidente intención de que el Misal del 62 y el Rito extraordinario se asuma y se celebre con normalidad. El haber descendido a este detalle de esa oración del Viernes Santo así parece demostrarlo.
Pero hay más: Il Corriere della Sera publicaba ayer la chocante noticia de que el gran Rabino de Roma y otros señalados rabinos italianos declaraban en suspenso el diálogo con la Iglesia Católica por mor de la oración esa, que siquiera en la nueva versión les parece tolerable.
Quizá lo tengamos merecido, como escarmiento. Pero esa es la noticia: Los rabinos italianos con el Gran Rabino de Roma a la cabeza, no sólo no están satisfechos con la reforma de la oración pro iudaeis del Misal del 62, sino que, oportunamente y a propósito, declaran que se han roto la bases del diálogo con la Iglesia Católica, y que se impone un tiempo de reflexión.
El rabino romano llega a decir que se han atrasado 43 años las relaciones de la Iglesia Católica con los judios, y que lo de la oración ha sido un relámpago en el cielo sereno.
Entiendo que la hipocresía farisáica se lleva en los genes y rebrota de manera incontenible al poco que se descuide. Pero esto no suena a anécdota, sino a algo muy premeditado y deliberado, que estaría esperando un motivo para salir a la luz pública. Yo me temo que todo ha sido estudiado y planeado, desde las primeras alarmas por la vuelta del Misal del 62, hasta esta última y sorprendente salida del rabinato romano-italiano.
¿Reaciones católicas? Habrá que esperar a ver quién recoge el guante de la afrenta y en qué términos.
Ayer, cuando comentaba algo a propósito lo de la reforma de esta oración pro iudaeis de los Oficios del Viernes Santo, dije que nunca debería haberse cambiado la antigua, aquel "Oremus et pro pérfidis iudaeis..." etc. Lo dije por la mañana sin saber que Il Corriere de la Sera traería tan buenos argumentos para mantener lo que dije.
.
Conque oremos. "Oremus et pro pérfidis iudaeis", que no se les llamaba así por capricho, como parecen ellos mismos demostrar.
&.
jueves, 7 de febrero de 2008
Limosna

Una "florecilla" de limosna, en la pastoral para la Cuaresma del Cardenal Joseph Zen, Arzobispo de Hong-Kong:
«Fue cuando Shanghai había sido invadido --recuerda el cardenal--. Mi padre había tenido un derrame cerebral y estaba enfermo. Éramos siete de familia y cinco de nosotros en edad escolar, todos con necesidad de ser alimentados.
Un frío día de invierno estaba nevando, así que nos quedamos todos en la cama para estar calientes. Estábamos hambrientos y sólo podíamos pensar: "¿Tendremos arroz para comer hoy?"».
«Mi padre miró al reloj y me dijo que me levantara. Mi madre dijo: "Está nevando. Las suelas de tus zapatos de plástico están rotas. Si te mojas, cogerás un resfriado. Quédate en casa a rezar"».
«Pero mi padre dijo: "Tú vas a Misa cada día. No la pierdas hoy. Quiera Dios darnos nuestro pan de cada día".
Por supuesto, mi padre tuvo las de ganar. Apreté los dientes y corrí a la iglesia y ayudé en la Misa como acostumbraba. Cuando me disponía a volver corriendo a casa, un hombre anciano vino corriendo detrás de mí. Era Zhou Chi Yao a quien todos conocíamos».
Mi padre y Zhou iban a Misa todos los días: Aunque sólo se saludaban mutuamente con un breve gesto de cabeza, llegaron a ser buenos hermanos en el Señor.
El hombre anciano me dijo: «Amiguito, ¿no eres el hijo de Zen En Giou?». «Sí», respondí.
El hombre anciano me dijo: «Amiguito, ¿no eres el hijo de Zen En Giou?». «Sí», respondí.
«Gracias a Dios que corrí detrás de ti --dijo Zhou--.¿Cómo está tu padre? Hace mucho tiempo que no viene a la iglesia».
Le hablé de la situación de mi familia. Me llevó a su casa y cogió un fajo de dinero, lo contó, lo envolvió y me lo dio. Dijo: ‘ Ten mucho cuidado y lleva esto a tu padre' .
Con ese dinero, mi familia tuvo dinero suficiente para comprar alimentos durante varios meses.
Le hablé de la situación de mi familia. Me llevó a su casa y cogió un fajo de dinero, lo contó, lo envolvió y me lo dio. Dijo: ‘ Ten mucho cuidado y lleva esto a tu padre' .
Con ese dinero, mi familia tuvo dinero suficiente para comprar alimentos durante varios meses.
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La mano izquierda de Zhou no sabía lo que su derecha estaba haciendo».
Era sólo esto: La historia de la limosna del Cardenal.
+T.
miércoles, 6 de febrero de 2008
Immutémur hábitu

Una de las características más notables del eucologio de nuestra Liturgia Romana, es la capacidad de síntesis: Una sóla oración puede condensar un credo, o un breve tratado. La de la Feria IV Cínerum es un resumen completísimo de la espiritualidad de la Cuaresma:
Concéde nobis, Dómine, praesidia militíae christianae sanctis inchoáre ieiúniis , ut. contra spiritales nequitias pugnatúri, continentiae muniámur auxiliis. Per Dnm. Ies.Xtum...etc. Amen
La versión del Misal español, es aproximada, pero conteniendo lo mismo y también con esa concisa y profunda expresividad.
Señor, fortalécenos con tu auxilio al empezar la Cuaresma, para que nos mantegamos en espíritu de conversión; que la austeridad penitencial de estos días nos auxilie en el combate cristiano contra las fuerzas del mal. Por Ntrº Sr. Xtº...etc. Amen.
Con estos conceptos: "fortaleza", "auxilio", "conversión", "austeridad", "combate", "fuerzas del mal", se está enunciando una doctrina completa. Destaco ese "combate cristiano contra las fuerzas del mal", que parece decir que sólo es posible combatir el mal ( o al mal ?) con fuerzas cristianas, y que lo que existe en el mundo es un gran combate cristiano contra el mal (el Maligno) y sus fuerzas, combate que tiene momentos, tiempos, en los que se precisan fuerzas especiales, como en cualquier guerra.
Una cuestión: Cuando crecen las dificultades, aumenta la gracia, pero ¿porque la gracia abunda se crecen las fuerzas oponentes? En Cuaresma que es tiempo de gracia, aumentan también en proporción los embates del mal...?
Aclaro, conste, que no planteo estas cuestiones pensando en la actualidad de España y las fuerzas malvadas de zpeses y demás récua mohina. Yo pensaba "in génere", sin descender a detalles de maldades pedestres; pero valgan - ¿por qué no? - también como casuística de ejemplo.
Volviendo a la Cuarema y sus cosas, le encuentro especial sentido a una de las antífonas de la ceniza: "Immutemur hábitu..." cambiémonos el vestido, la indumenta, la vestimenta. Como una necesidad quasi higiénica, de urgencia. Pero la antífona sigue dura, muy dura: Pretende que el vestido nuevo sea de sayal, cilicio con ceniza, y que rompamos a llorar, vueltos al Señor: Un clamor penitente, todos magdalenas desmelenadas y jerónimos calvorotas con calaveras en las manos y flagelo en el lomo. ¡Qué espectáculo!
Esas cosas impresionan. Y si se hicieran con sinceridad y coherencia, serían una conmoción definitiva: Una conversión (no una revolución).
Pero todavía, los postmodernos, hablan de revoluciones y no de conversiones.
Nosotros, otro año, hemos vuelto al pregon del immutemur con sus cenizas, ayunos y cilicios: Nos damos cuenta de que nos hacen falta...o no?
Una delicia sevillana, un pellizquito del Miserere de Eslava, para pasar mejor el trago cuaresmal (Sí: el tenor es regularcillo tirando a peor; no, esa Iglesia tan feísima no es la Catedral de Sevilla, faltaría más. Pero es que no he encontrado otra cosa...y la calva de Luís Izquierdo me despistó y pensé que era en y luego no era en, si me explico).
+T.
Concéde nobis, Dómine, praesidia militíae christianae sanctis inchoáre ieiúniis , ut. contra spiritales nequitias pugnatúri, continentiae muniámur auxiliis. Per Dnm. Ies.Xtum...etc. Amen
La versión del Misal español, es aproximada, pero conteniendo lo mismo y también con esa concisa y profunda expresividad.
Señor, fortalécenos con tu auxilio al empezar la Cuaresma, para que nos mantegamos en espíritu de conversión; que la austeridad penitencial de estos días nos auxilie en el combate cristiano contra las fuerzas del mal. Por Ntrº Sr. Xtº...etc. Amen.
Con estos conceptos: "fortaleza", "auxilio", "conversión", "austeridad", "combate", "fuerzas del mal", se está enunciando una doctrina completa. Destaco ese "combate cristiano contra las fuerzas del mal", que parece decir que sólo es posible combatir el mal ( o al mal ?) con fuerzas cristianas, y que lo que existe en el mundo es un gran combate cristiano contra el mal (el Maligno) y sus fuerzas, combate que tiene momentos, tiempos, en los que se precisan fuerzas especiales, como en cualquier guerra.
Una cuestión: Cuando crecen las dificultades, aumenta la gracia, pero ¿porque la gracia abunda se crecen las fuerzas oponentes? En Cuaresma que es tiempo de gracia, aumentan también en proporción los embates del mal...?
Aclaro, conste, que no planteo estas cuestiones pensando en la actualidad de España y las fuerzas malvadas de zpeses y demás récua mohina. Yo pensaba "in génere", sin descender a detalles de maldades pedestres; pero valgan - ¿por qué no? - también como casuística de ejemplo.
Volviendo a la Cuarema y sus cosas, le encuentro especial sentido a una de las antífonas de la ceniza: "Immutemur hábitu..." cambiémonos el vestido, la indumenta, la vestimenta. Como una necesidad quasi higiénica, de urgencia. Pero la antífona sigue dura, muy dura: Pretende que el vestido nuevo sea de sayal, cilicio con ceniza, y que rompamos a llorar, vueltos al Señor: Un clamor penitente, todos magdalenas desmelenadas y jerónimos calvorotas con calaveras en las manos y flagelo en el lomo. ¡Qué espectáculo!
Esas cosas impresionan. Y si se hicieran con sinceridad y coherencia, serían una conmoción definitiva: Una conversión (no una revolución).
Pero todavía, los postmodernos, hablan de revoluciones y no de conversiones.
Nosotros, otro año, hemos vuelto al pregon del immutemur con sus cenizas, ayunos y cilicios: Nos damos cuenta de que nos hacen falta...o no?
Una delicia sevillana, un pellizquito del Miserere de Eslava, para pasar mejor el trago cuaresmal (Sí: el tenor es regularcillo tirando a peor; no, esa Iglesia tan feísima no es la Catedral de Sevilla, faltaría más. Pero es que no he encontrado otra cosa...y la calva de Luís Izquierdo me despistó y pensé que era en y luego no era en, si me explico).
+T.
domingo, 3 de febrero de 2008
Carnaval en campaña mortal

El tópico literario de la máscara que oculta la muerte es un tema de carnaval. Quizá porque el carnaval es eso, más que nada. Se disfraza de terrible alegría, de vertigonosa vida, la irrefrenable muerte, que por unos días, por unas noches, un par de horas, se pone careta de risa y tapa su trágica calavera, porque es Carnaval.
El periódico de la piara trae esta mañana un reportaje de carnaval, de careta digna que tapa muerte penosa. Un tal escritor que no conozco contando cómo mató a su madre que se moría. Dignamente. Con careta de responsable opción ocultando trágica ocasión. Y es campaña de la piara en campaña sacar máscaras de carnaval, aparentes por fuera, terribles por dentro: Eutanasia familiar trasvestida de epopeya heróica.
También salen niños en la comitiva carnavalesca, lo tétrico con cara de infancia, que es más terrible porque la estridencia es más brutal si la máscara de un niño disfraza la muerte con un juguete. Saca comparsa de carnaval el Ministerio de Sanidad, con triple salto mortal sobre la leyes, disfraza de derechos y libertades los sórdidos abortorios donde descuartizan vidas tiernas y destilan cosméticos con manteca de niños, como en los cuentos de miedo hechos de verdad y con subvención de criminales políticos y abyectas madres, hechiceras en antros de muerte.
Y únanse al Carnaval, que dan propina al que se pone careta de votante para la muerte, que es Carnaval y se paga bién cada voto a la muerte, que al final ganará más muertos, por cada votante dos: Un niño y un viejo. Muertes de familia que no quieren familia, que le ponen a la muerte máscara de carnaval, y bailan la danza de la muerte con disfraz de libertad y dignidad.
Lo lúgubre es que Carnaval eran tres días, pero ahora quieren que todos los días siga este mortífero y enmascarado carnaval.
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sábado, 2 de febrero de 2008
Un Obispo en la SER

Me parece que iban buscando a alguno que se desmarcara del documento de la CEE, y como Don José tiene fama de "progresista" y "taranconiano", supondrían que sacaría los pies del tiesto. Los muy incáutos no habían advertido que incluso la Tarraconense (la asamblea de los obispados de la Provincia Tarraconense, en Cataluña) también sacaron un "Comunicat de la Reunió nº 186" en el que se suman sin recelos al documento de la CEE, en cuya redacción participaron como miembros que son de la CEE.
En un momento de la entrevista dice Don José que ha estado mucho tiempo en el extranjero, aludiendo a los años que pasó como capellán de los trabajadores españoles en Alemania. Comenta que nunca había visto una situación como la que ha planteado el psoe zpero a la Iglesia en España.
Por cierto que hoy la "Junta Islámica" ha pedido expresamente el voto de los musulmanes españoles para el psoe (escúpan fuera, por favor) y iu (el vómito en el bacín, please). Y a la piara les ha parecido tan bien que no han dicho ni pio (y ya estarán arreglando la próxima subvención a la morería y diciendo que sí a la próxima mezquita que tengan proyectada, faltaría más).
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Con todo esto, he recordado una inteligente peli que se titula "Cortina de Humo" y que trata de las tretas en campaña electoral. Y esta arremetida de la piara contra la Iglesia Católica huele a eso: Una sucia cortina de humo contra la Iglesia porque la Iglesia habla, y porque la Iglesia dice lo que no se quiere que diga se la pone en la pira para que la cortina de humo de la Iglesia ardiendo, logre que no se juzguen los cuatro peores años de la tiernecita y balbuciente democracia española. Cuatro años de vergüenza - para los que la tenemos - dentro y fuera de España. Cuatro años en los que se ha atrasado el reloj por decreto hasta el 31 y el 36. Cuatro años que parecen amenazar ser el primer capítulo de una pesadilla que pudiera continuar.
Pues eso es lo que hay y lo que una piara de no sé cuántos millones de votantes está queriendo que siga habiendo.
Son los mismos que dicen y se creen que hay dos españas.
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